62
"Hasta
tanto no haya alcanzado la Suprema Iluminación no me levantaré de este lugar,
aún si mi sangre se seca completamente." Leyéndolo así en los libros usted
puede pensar en probarlo por sí mismo. Usted lo haría así como lo hizo el Buda.
Pero no ha considerado que su automóvil es nada más que uno pequeño. El
automóvil del Buda era, realmente, uno grande. Él podía hacerlo todo de una
sola vez. ¿Cómo se le puede ocurrir que es capaz de comprenderlo todo de una
sola vez con su pequeño, diminuto automóvil? Es una historia totalmente distinta.
Fui por todas
partes buscando lugares para meditar. No me di cuenta de que el lugar ya estaba
allí, en mi corazón. Toda la meditación está allí, dentro de usted. Nacimiento,
vejez, enfermedad y muerte, están justo allí, dentro de usted. Viajé por todas
partes hasta que estuve a punto de caer muerto de cansancio. Sólo entonces,
cuando me detuve, encontré lo que estaba buscando, dentro de mí.
64
Nosotros no
meditamos para ver el cielo, sino para terminar con el sufrimiento.
65
No se apegue a visiones
ni a luces durante la meditación, no vaya detrás de ellas para nada. ¿Qué es lo
que hay de extraordinario en la luminosidad? Mi linterna la tiene. No puede ser
de ayuda para liberarnos de nuestro sufrimiento.
66
Sin la
meditación usted está ciego y sordo. El Dhamma no puede ser observado con
facilidad. Usted debe meditar para ver lo que nunca ha visto. ¿Nació maestro?
No. Primero debe estudiar. Un limón es ácido sólo cuando lo ha probado.
Cuando se
encuentre sentado en meditación, diga, frente a cada pensamiento que pasa por
ahí: "Ese no es asunto mío."
No hay comentarios:
Publicar un comentario