171
A uno de los
discípulos de Ajahn Chah se le preguntó si alguna vez iba a dejar los hábitos o
si moriría vistiendo la túnica amarilla. El discípulo dijo que era difícil
pensar en ello y que, aunque no tenía planes de dejar los hábitos, en realidad
no se hallaba en condiciones de decidir si alguna vez lo haría. Cuando lo
analizaba, dijo, sus pensamientos parecían no tener sentido. Ajahn Chah,
entonces, contestó diciendo, "Eso que no tiene sentido es el verdadero
Dhamma".
172
Cuando alguien
le preguntó a Ajahn Chah por qué había tanto crimen en Tailandia, un país
budista, o por qué en Indochina todo era un desorden, dijo: "No son
budistas esos que están haciendo esas maldades. ¡Eso no es budismo! El Buda
nunca enseñó nada como eso. ¡La gente está haciendo esas cosas!"
173
Una vez, un
visitante le preguntó a Ajahn Chah si él era un Arahant. Él dijo: "Yo soy
como un árbol en el bosque. Los pájaros vienen al árbol, se posan en sus ramas
y comen de su fruto.
Para los pájaros, el árbol puede ser dulce o amargo, o lo que sea. Los pájaros
dicen dulce o amargo, pero desde el punto de vista del árbol, eso es sólo el
parloteo de los pájaros."
174
Alguien comentó:
"Puedo observar al deseo y a la aversión en mi mente, pero es difícil
observar la ilusión." "¿Usted está montando un caballo y
preguntándose dónde está el caballo?", fue la respuesta de Ajahn Chah.
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