CRISTO, CENTRO Y FIN DE
TODA LA HISTORIA HUMANA
SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
4 de Diciembre de 1977
Isaías 11, 1-10
Romanos 15, 4-9
Mateo 3, 1-12
Romanos 15, 4-9
Mateo 3, 1-12
San Pablo hablando a los
Romanos ha dicho las palabras que se han leído hoy en el 2º Domingo de
Adviento, es decir, cuando la Iglesia está reflexionando en ese inmenso amor de
Dios que nos manda a su propio Hijo para salvarnos de todos los problemas de la
historia. Me han impresionado mucho para esta homilía las primeras palabras de
San Pablo, porque creo que esto es lo que está dando la pauta a mi modesta
contribución de difundir la palabra de Dios en este ambiente tan difícil del El
Salvador.
PALABRA DE DIOS ENCARNADA
Dice San Pablo:
"Todas las antiguas escrituras se escribieron para enseñanza nuestra, de
modo que, entre nuestra paciencia y el consuelo que dan las escrituras,
mantengamos la esperanza". Miren cómo el predicador de este tiempo tiene
que hundir, por una parte, su pensamiento en la Escritura, porque no hay otra
fuente del mensaje de la Iglesia que la Sagrada Escritura, la Palabra de Dios,
por una parte; pero no es una palabra de Dios escrita hace siglos y que se
queda etérea, desencarnada, teórica, sino que por otra parte, el predicador
tiene que encarnar en la realidad presente. De modo que dice San Pablo: entre
nuestra paciencia -aquí es el presente-, la paciencia que necesitamos hoy para
vivir esta hora de la historia, empalmando con las Viejas Escrituras escritas
entre esta paciencia de hoy y esas escrituras escritas antiguamente,
mantengamos la esperanza.
Quiere decir, hermanos,
que la historia actual, los acontecimientos de esta semana, de este día, no
sólo en un carácter nacional sino en un carácter familiar. Cada familia ha
tenido sus problemas en esta semana. Más aún, cada uno de ustedes, yo mismo,
hemos tenido nuestros problemas, nuestras dificultades personales, familiares,
del barrio, del pueblo, de la nación, del mundo, y estas circunstancias
actuales no las puede perder de vista el predicador a no ser que quiera
predicar un evangelio que no diga nada a los hombres de hoy. Y eso es muy
fácil. Por eso dicen muchas veces ¿por qué en tal iglesia, en tal parte, no hay
problemas?. No puede haber problemas si estamos hablando de las estrellas,
hablando de las cosas que no tocan los problemas que ejercitan nuestra
paciencia, nuestra fortaleza, nuestro compromiso de hoy en la historia.
La Palabra de Dios,
pues, según San Pablo en la lectura de hoy, tiene que ser una palabra que
arranque de la eterna antigua palabra de Dios pero que toque la llaga presente,
las injusticias de hoy, los atropellos de hoy y esto es lo que crea problemas.
Esto es ya decir: "la Iglesia se está metiendo en política, la Iglesia se
está metiendo a comunista". Ya aburren con esa acusación. Ténganlo en
cuenta de una vez, no se mete en política, sino que es la palabra como el rayo
de sol que viene desde las alturas e ilumina, ¿qué culpa tiene el sol de
encontrar su luz purísima charcos, estiércol, basura en esta tierra?. Tiene que
iluminarlo, si no, no sería sol, no sería luz, no descubriría lo feo, lo
horrible que existe en la tierra; así como también ilumina la belleza de las
flores y le da el encanto a la naturaleza. La palabra de Dios, también,
hermanos, por una parte ilumina lo horrible, lo feo, lo injusto de la tierra y
alienta el corazón bueno, los corazones que gracias a Dios abundan que se
iluminan con esta luz eterna de su palabra divina.
Esto es predicar hoy la
palabra, predicación que, como en los tiempos de los profetas, tiene que crear
problemas y tiene que despertar odios y tiene que sacudir resentimientos, hasta
la forma más vulgar que hemos llegado a ser el objeto. Pero, hermanos, que la
basura sienta odio de la luz es gloria de la luz. Ser calumniado por quienes se
sienten tocados en su injusticia es un honor. Por eso les digo, hermanos, a mí
no me aflige la calumnia. Yo les agradezco las innumerables manifestaciones de
solidaridad que me llegan en estos días, pero les digo, tengan alegría y
confianza, que no me afligen, al contrario, me honran.
CASOS CONCRETOS
¿Cómo no vamos a sentir
hermanos, a la luz de la palabra de Dios los atropellos que se siguen dando en
nuestra Patria? Alfonso Muñoz, capturado en Tacachico, no se sabe en dónde
está. Inés Merino, golpeado cerca de Zacatecoluca, tampoco se sabe dónde lo
llevaron. Treinta presos engañados en el Cantón San Carlos Lempa, en la
Hacienda El Porvenir, llevados también a rumbos desaparecidos. Pedro Medina, capturado
mientras salía a buscar trabajo. No se puede, hermanos, con una situación así.
Los que fueron presos acusados de participación en la ocupación del Ministerio
de Trabajo, ni en los mismos testigos del Ministerio han encontrado apoyo las
acusaciones, no los han visto. No hay, pues, una razón jurídica para que sigan
presos.
¿QUIÉNES SIEMBRAN EL
TERROR?
Ante estas cosas,
hermanos, comprendemos y queremos que no haya terror. Pero ¿quiénes están
sembrando el terror? Yo quiero recordar una palabra Pontifical para que no
digan que es cosa mía. Al anunciar la Santa Sede el próximo día de la Paz el lº
de enero, cuyo lema será: "No a la violencia, Sí a la Paz", el
comunicado de prensa autorizado, pues, por el Vaticano dice esto, fíjense bien:
"La violencia puede proceder de personas o de grupos entregados a un
frenesí de dominio -poder-, a un frenesí de consumo -tener-, que tiende
indebidamente a limitar o suprimir la vida de otras personas o de sociedades
humanas, racismos, genocidios, e incluso imposición o mantenimiento por la
fuerza de una estructura política o económica, injusta y discriminatoria".
Son palabras de la Santa Sede, yo aquí no invento sino simplemente repito que
existe un frenesí de poder, un frenesí de tener, una defensa de poder y de tener
que si es necesario acaba con los que se oponen a ese poder y a ese tener. Con
injusticias manifiestas.
Por otra parte, no lo
olvidemos también, hay que ser justo. "La violencia -sigue diciendo el
documento- puede caracterizar también la manera de reaccionar de aquellos que
están o se creen oprimidos, y cuyo anhelo de vida o de justicia termina por explotar.
Violencia de los débiles, de aquellos que están privados de ciertos derechos
fundamentales." Ellos también, sobre todo aquellos que no quieren
comprender la línea de la historia, del Evangelio, en sus compromisos con esta
vida, cedan un poco a sus fanatismos y no nos desprecien tanto a los católicos
por vivir esta vida que no tiene nada de comunismo sino simplemente llevar a
las dimensiones históricas, temporales, sociales, los postulados, las
exigencias del Divino Redentor.
FE Y ALEGRÍA
Quiero alegrarme y
felicitar a los promotores del movimiento Fe y Alegría. Es un sistema de
educación que promueve la Iglesia, sobre todo en las zonas marginales. En el
Externado San José, en su capilla, 81 muchachos y muchachas recibieron sus
diplomas como costureras ellas, y ellos como expertos en electrónica y otras
artes masculinas. Me dio mucho gusto decirles: Esto es la Iglesia, no sólo
habla sino que hace y desde las zonas donde Cristo veía como ovejas sin pastor
a muchas gentes, han surgido, gracias al trabajo de los Padres Jesuitas, a la
colaboración de Hermanas Religiosas y seglares también, con un sentido
evangélico de promoción, esa juventud y muchas otras obras que Fe y Alegría
está haciendo en esas zonas.
LLAMAMIENTO PARA LA
NAVIDAD
Acerca de la Navidad, queridos
hermanos, yo quiero tomar como guía, y proponerla a ustedes, una iniciativa de
la diócesis de Santiago de María. Monseñor Rivera ha lanzado un llamamiento
para que en vez de gastar en tarjetas de felicitación, en regalos de Navidad,
se deposite ese dinero en una obra benéfica para los verdaderamente
necesitados. Por mi parte, ya les anuncio que me voy a economizar el gasto de
tarjetas de Navidad y lo voy a poner con mucho gusto en el fondo de
beneficencia, con el cual estamos socorriendo a mucha gente pobre. Por ejemplo:
aquella viuda con 9 niños, la mayorcita es de 12 años, que quedó y ellos
huérfanos, por el crimen cometido allá en Dulce Nombre de María por parte de
las autoridades que asesinaron a un pobre hombre. Para obras así, pues, yo
quisiera muy bien que, si no tienen inconveniente, no digo que lo den a la
Iglesia. No demos pie a los que nos calumnian que nos estamos robando estas
limosnas, hagan la caridad ustedes con quien quieran. Junto a su casa hay
alguien que no recibe una tarjetita de Navidad, llévenle un plato de tamales,
llévenle algo que le socorra. Habrá muchos niños que no reciben un juguete; no
les den juguetes, menos si son de armas, no les enseñemos la violencia desde la
niñez, socorrámoslos en cosas más necesarias. He allí pues un llamamiento para
celebrar una verdadera Navidad cristiana que no consista en comilonas, en
embriagueces, en regalos que solamente pasan por las alturas, sino que llegue
de veras a la pobreza de nuestro pobre pueblo.
CONCURSO DE NACIMIENTOS
También está abierto el
concurso de Navidad, los párrocos de las colonias son invitados para que
premien y traigan a las personas favorecidas, el 6 de enero día de la Epifanía,
a recibir el premio. Haremos una buena promoción de Biblias para que en todos
los hogares, y sobre todo aquellos que han hecho nacimientos artísticos, cuyo
centro es el Niño Jesús, la Virgen y San José, sigan meditando a lo largo del
año en la Palabra de Dios.
FESTIVIDADES PRÓXIMAS
No olviden hermanos, que
el jueves de esta semana es día de la Inmaculada Concepción de María, el 8. Se
celebra en muchas partes, yo lo celebraré en La Libertad. Había una costumbre
que se nos va perdiendo, el 7 por la noche, en señal de alegría con la Virgen,
se encendían fogatas, se iluminaban puertas y ventanas con faroles. Quien
quiera alegrarse para felicitar a María en este privilegio de su Inmaculada
Concepción, allí tiene una forma folclórica, pintoresca, de hacer más bello el
rinconcito de su casa.
El día de la Virgen de
Guadalupe, se está promoviendo una procesión transmitida por radio para que
lleve el mensaje de la Virgen. Se celebrará en el atrio de la basílica una Misa
de campaña.
Quiero avisarles también
que en La Vega, ya se comenzó hoy la novena de la Virgen de los Remedios. Una
devoción muy bonita de San Salvador, que los invita a visitar allá a la Virgen.
Por último, y de acuerdo
con el Párroco de esta Catedral, Monseñor Modesto López, vamos a suprimir la
Misa de 9, ya que esta Misa, que es la principal de la diócesis, se prolonga
hasta más allá de las 9 y estorbamos un poco a las personas que vienen a la
Misa de 9. Pido perdón, tanto por quitarles la Misa como por prolongarme
demasiado.
AGRADECEMOS SOLIDARIDAD
Hermanos, ya sé que esta
palabra para muchos es aburrida y me lo han dicho en famosos anónimos. Pero ya
les di la respuesta otra vez, al que no le gusta que apague su radio o que no
venga a Catedral, pero cuando yo miro la atención de ustedes y cuando,
comentando con amigos que sinceramente me dicen la verdad, me dicen que la
ocasión lo exige, el momento de confusión, de calumnias para la Iglesia
oscurece tanto el ambiente, que es necesario iluminar de una forma
extraordinaria hasta donde den mis pobres alcances y mi voz, que lo hagamos. Yo
les agradezco, hermanos, por muchas manifestaciones de solidaridad con esta
homilía de la Catedral. Su misma presencia que llena la Catedral para mí es un
motivo poderoso de estímulo y pensar que junto a esta muchedumbre de la
Catedral que expresa atenta su aceptación, muchas comunidades en parroquias, en
sus campanarios, ponen las bocinas para que el pueblo oiga, o en ermitas
humildes, reunidos en comunidad, meditan después, la graban y se quedan
meditando qué más pueden aprender de lo que oyeron.
EXTREMOS QUE ESTORBAN LA
NAVIDAD
Yo no dudo, hermanos, que
no soy más que el humilde instrumento del Señor, "dichosos aquellos, decía
Cristo, que no se escandalizan de mí." Porque ahora, hermanos, el mensaje
de este domingo de Adviento es precioso. Para iniciarlo, yo tengo aquí unas
palabras del Concilio que ponen la importancia de esta palabra ahora. Fíjense
si no está reflejado aquí lo que está pasando en la conciencia de cada uno de
nosotros. El Concilio, al hablarle al mundo de hoy, dice así: "Los
desequilibrios que fatigan al mundo moderno, están conectados con ese otro
desequilibrio fundamental, que hunde sus raíces en el corazón humano. Son
muchísimos los que atados por el materialismo práctico, no quieren saber nada
de la clara perfección de este dramático estado. O bien, oprimidos por la
miseria, no tienen tiempo para ponerse a considerarlo". Ven los dos
grandes males de hoy: el vivir tan cómodos, tan instalados, tan rico, que
prácticamente son materialistas, no tienen tiempo, no les importa analizar la
situación dramática del país y de su propia conciencia, están muy a gusto en
sus jaulas de oro. Y por otra parte, la demasiada miseria no deja tiempo para
ponerse a considerar. ¿Qué tiempo va a tener el pobrecito que está pensando hoy
a ver si mañana encuentra trabajo y mañana muy de madrugada con su alforja sale
a buscar trabajo y en vez de trabajo tal vez encuentra la prisión, el
desaparecimiento. Los dos extremos estorban a esta hora de Navidad. Ninguno de
los dos deja ver el Cristo que viene.
LIBERACIONES QUE NO
PIENSAN EN DIOS
"Otros" dice
el Concilio. Y fíjense bien, también en esto, para que no confundan a la
Iglesia con el comunismo. "Otros esperan del sólo esfuerzo humano, la
verdadera y plena liberación de la humanidad y abrigan el convencimiento de que
el futuro reino del hombre sobre la tierra saciará plenamente todos sus
deseos". Esta es la ilusión de unas liberaciones que no piensan en Dios,
sino que todo lo hacen consistir en la revolución, en las fuerzas de la tierra,
y es también el error de otro ateísmo práctico, porque el materialismo, el que
encuentra su felicidad en las cosas de la tierra, tampoco tiene tiempo de ver a
Dios y cree que aquí puede encontrar su paraíso en la tierra. Tampoco
encontrarán paraíso ni lo podrán construir con leyes de represión. No se puede
construir un mundo mejor sólo con los brazos humanos. La insolencia de quienes
piensan que la existencia carece de toda significación propia y se esfuerzan
por darle un sentido puramente subjetivo a su vida. Esta es otra tentación de
hoy. Hay muchos, entre los jóvenes, la filosofía del nihilismo: si no tiene
razón de ser la existencia, ¿para qué vivimos? y se acaban por pegar un tiro,
por meterse veneno. La vida no tiene sentido.
¿EN QUIÉN DEBE ESTAR
NUESTRA CONFIANZA?
A todas estas respuestas
falsas de la situación dramática del momento ¿qué dice la Iglesia? El Concilio
resume así mi homilía: "Cree la Iglesia que Cristo muerto y resucitado por
todos da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo, a fin de que pueda
responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la
humanidad otro nombre en el que se puede salvar, fuera del nombre de Jesús.
Igualmente cree la Iglesia que Cristo es la clave, el centro y el fin de toda
la historia humana." Este es Adviento, esta es mi palabra de hoy. Es
Isaías que vuelve a clamar, mientras veía que su reino de Judá, ante las
amenazas de Asiria poderosa, trataba de aliarse con Siria y con Israel del
Norte y después con Egipto. El profeta le dice: No ves que todo eso es
traición, a la alianza del Señor. ¿Quieres tú poner tu confianza en los
ejércitos? ¿Quieres tú decir que sin ejército no hay Judá, que sin ejército no
hay república? ¿Quieres tú pensar que las fuerzas de los hombres son las que
van a salvar la situación de Judá? ¿No te estás dando cuenta de que el mal está
mucho más hondo? Los hombres comienzan a apostatar de su Dios, se está
estableciendo la injusticia en tu pueblo, hay atropellos, todo eso es lo que
estorba, conviértanse al Señor y verás entonces cómo brota un nuevo retoño de
la casa de Jesé. ¿Saben quién era Jesé? Jesé era el papá de David, David, el
rey escogido por Dios para formar de él una dinastía de la que nacerá el Rey
eterno: Cristo.
LA NAVIDAD QUE QUIERE LA
IGLESIA
Cuando Isaías vivía,
esta dinastía de Jesé estaba acabando su esplendor. Parecía un tronco seco,
como un árbol que se ha muerto. Y el profeta dice: "De ese árbol muerto
Dios ha prometido que saldrá un príncipe que hará justicia". Oigan que
descripción más bella la que escucharon hoy: "No juzgará en apariencias.
No sentenciará de oídas. Defenderá con justicia al desamparado. Conocerá de la
sentencia al pobre. Medirá al violento con el látigo de su boca, con el soplo
de sus labios matará al impío". Y sigue una bella descripción. Viendo este
trastorno de las fieras en la selva, como una imagen poética, dice que cuando
el pueblo se convierta a Dios y pongan los hombres su confianza más en Dios que
en los ejércitos de la tierra, en las leyes injustas de los hombres, sucederá
esto: "habitará el lobo con el cordero". Y sigue describiendo eso que
parece imposible, que una pantera se tumbe con un cabrito; que un novillo coma
zacate junto con un león; que un muchacho meta el dedo en la cueva de la
culebra y no le pase nada. Son imágenes para decir, hermanos, que ahora el
mundo parece una selva donde los hombres somos fieras para otros hombres, nos
golpeamos, nos mordemos, nos comemos, pero cuando nos convirtamos, cuando
dejemos que entre el reino de Dios a nuestros corazones, no habrá lobo para el
lobo, no habrá león para el corderito, seremos todos, ricos y pobres, hermanos
que comeremos juntos, sentiremos la paternidad del Reino de Dios. Esto es la
Navidad que quiere la Iglesia.
LA HORA DE LA IGLESIA
AUTÉNTICA
En la segunda lectura,
San Pablo también nos habla de una separación que mata hoy a los hombres, en
tiempos en que él escribía, los judíos y los gentiles. Cristo ha venido por
todos, dice Pablo. Primero por los judíos porque así estaba prometido; y para ser
obediente a los proyectos de Dios, su misión se desarrolla en Palestina, en la
tierra Santa, pero cuando sus apóstoles comprenden que los judíos, los
israelitas, el pueblo predilecto, en vez de arrepentirse y convertirse a Dios,
ha hecho de su religión una falsa confianza como si no le va a pasar nada, se
convierten a los gentiles. Y Cristo salva también a otros pueblos gentiles, que
creemos en Dios y, junto con los judíos fieles, hacen el solo pueblo de Dios.
Por eso en el Evangelio, cuando San Juan Bautista se presenta hoy ante las
turbas que se acercaban para su bautismo, encontró él también a los fariseos. Y
a los fariseos y a ellos les dice una palabra dura: "Raza de víboras,
¿quién os ha enseñado a huir de la ira del día del Señor? Hipócritas, han apartado
del Reino de Dios al pueblo que debía conocer ya al Cristo que viene. Y por
ustedes, dirigentes del pueblo, dirigentes religiosos, -porque también los
sacerdotes podemos cometer errores-, dirigentes políticos -que también pueden
cometer errores-, el pueblo que debía ser dirigido por Uds. al encuentro de
Dios se ha apartado de Dios y ha hecho una religión falsa, de exterioridades,
de hipocresías." Esta es la hora, hermanos, de los profetas, de la Iglesia
auténtica, de los que creen que se salvarán porque creen que son hijos de
Abraham. No, les dice el Bautista. Si Dios es tan poderoso que hasta de las
piedras puede hacer hijos de Abraham. Si ustedes que eran hijos de Abraham se
han hecho piedras por la dureza de sus corazones, no entrarán en el Reino de
los Cielos si no se convierten de corazón.
Y la comparación del
Bautista es hermosa: "Ya el hacha está puesta al tronco del árbol, ya
comienza Dios a cortarlo, ya estamos en la última hora de la historia.
Conviértanse porque el Reino de Dios está cerca. Y el Hijo del Hombre que viene
detrás de mí, que es más grande que yo, yo no soy digno ni siquiera de llevarle
sus sandalias, ya está como hacen los segadores, sacudiendo sus trigales, con
el viento zarandeando, para que la brisa se lleve las brozas y quede el trigo
de las buenas obras". Buenas obras, corazones cristianos, verdadera
justicia, caridad, eso es lo que busca Dios en la religión. Una religión de
misa dominical, pero de semanas injustas, no gusta al Señor. Una religión de
mucho rezo, pero con hipocresías en el corazón, no es cristiana. Una Iglesia
que se instalara sólo para estar bien, para tener mucho dinero, mucha
comodidad, pero que olvidara el reclamo de las injusticias, no sería la
verdadera Iglesia de Nuestro Divino Redentor y por eso tiene que padecer, tiene
que sufrir, tiene que ser perseguida porque muchos no comprenderán, instalados
en sus comodidades, aún sacerdotes, pueden ser el estorbo de este auténtico
reino del Señor.
HOMBRES NUEVOS
Cristianos, esta es la
palabra que la Iglesia vuelve a repetir en las cercanías de la Navidad: No
habrá un continente nuevo en América Latina con sólo cambiar estructuras, con
sólo dar leyes, con sólo reprimir por la fuerza. Eso es sembrar más la
dificultad. Sólo puede haber un continente nuevo, un pueblo nuevo, con hombres
nuevos. Como San Pablo nos dice hoy, renovándose desde dentro, vistiéndose a
Cristo, convirtiéndose como dice Juan Bautista e Isaías el profeta.
HAY ESPERANZAS
Aquí tenemos, hermanos,
y yo siento la alegría inmensa de que mi palabra, esta mañana, en la misma
línea de siempre, ha encontrado el respaldo del profeta Isaías, de Juan el
Bautista, de San Pablo, del mismo Cristo, de la Iglesia auténtica que no puede
perecer mientras se apoye en el auténtico espíritu del Evangelio. Y despertar
en todos ustedes, hermanos salvadoreños, también en los pesimistas, también en
los terroristas, también en los devotos de la represión, también en los que
instalan leyes groseras contra el pueblo, a todos ustedes hermanos, cristianos
y no cristianos, católicos y no católicos, la palabra de una Iglesia que desde
Cristo dice que hay esperanzas, que El Salvador puede salvarse, que El Salvador
si abre su corazón como indica Isaías, el Bautista y la Iglesia, a la
conversión, al amor, a la justicia, al verdadero bienestar, encontrará la paz.
Yo les invito hermanos,
a que hagamos de esta temporada de Adviento, como una preparación para el
nacimiento del Niño Jesús, una revisión sincera a nuestro propio corazón, y
depongamos de allí, todo aquello que estorba a la venida de Jesús al mundo,
porque todos estamos estorbando. Comencemos por preparar los caminos en el
desierto y florecerá el tronco seco y las piedras se convertirán en hijos de
Dios y los salvadoreños, que nos hemos hecho fieras unos con otros, conviviremos
la alegría de ser hermanos hijos de Dios. Así sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario