el
derecho de gentes
Yo creo que el derecho de gentes casi
no ha empezado aún en nuestra triste humanidad. Imagino lo que va a suceder
dentro de unos años, cuando estudien nuestra historia actual. Dirán:
"i¿Cómo es posible?! ¡Un país se podía permitir invadir a otro país o
agredirlo, y el resto del mundo lo oía por la radio y lo veía por la
televisión, hacía unos comentarios más o menos sofisticados en los editoriales
de las revistas o de los periódicos...y ¡ a seguir viviendo!
paz
con sustantivos
Aquí
en Nicaragua hablamos mucho de paz. Pero fíjense, es una palabra peligrosísima.
Porque los burgueses también la usan. Los capitalistas también hablan de paz.
Reagan también habla de paz. La palabra paz es muy peligrosa si se la deja
suelta...
A mi me gustó llegar a
Nicaragua y ver aquellos carteles que gritan: "Paz con Dignidad". La
verdadera Paz, en Nicaragua, en Centroamérica, debe tener sustantivos al lado,
y no sólo adjetivos... Paz con Dignidad. Paz basada en la Justicia. Paz para
todos. Paz sobre todo para las mayorías... que son los pobres.
basta
un poco de juicio
Yo
digo siempre que aquí en el tercer mundo es mucho más fácil que en el primero
llegar a ser un cristiano más o menos decente. Así lo veo con toda sinceridad.
Aquí basta que uno tenga un poco de juicio, que no sea completamente anormal,
que tenga un poco de sensibilidad, y que no haya renegado completamente de la
fe. Si se tiene un poco de fe, un poco de sensibilidad y un poco de juicio...
hay que ponerse del lado de la mayoría, inevitablemente. Del lado del pueblo.
Del lado de los pobres. Basta un poco de juicio.
la
posibilidad de desaparecer
Me lo contó quien lo vivió de cerca.
No hace mucho, un superior provincial de religiosos fue de Guatemala a
Nicaragua. El es hasta conservador, moderado. Y a la vuelta, en el aeropuerto,
le llamaron, con mucha delicadeza e ironía, y le dijo la policía "Padre,
tenemos que hacerle unas preguntas. Siéntese a gusto, sin prisa. Mire, hay dos
puertas. Usted puede salir por una puerta e ir a su convento y no pasarle nada.
Puede usted salir por la otra puerta y desaparecer".
Y le hicieron una
serie de preguntas: que con quién se había entrevistado en Nicaragua, que por
qué, que para qué... "Usted tiene una hora de tiempo para pensar y
responder", le dijeron. Afortunadamente pudo responder con simplicidad y
de un modo bastante exacto, y nada pasó.
Ir a Guatemala, a
Honduras o a El Salvador significa hoy la posibilidad -y más que la
posibilidad- de desaparecer. Esto es cierto.
episcopalitis
aguda
Les
decía yo a mis hermanos de Nicaragua: "ustedes padecen episcopalitis aguda".
Porque allí no se dejaba de hablar continuamente del cardenal, del obispo, de
monseñor, de los obispos, de la conferencia episcopal... ¡Por favor! ¡Que la
Iglesia no son los obispos! La Iglesia es mayor -y mejor, también- que los
obispos. Ya se sabe que hay muchos obispos buenos, y algunos hasta canonizados.
Pero también se decía en los tiempos antiguos que los únicos que tienen
posibilidad de condenarse son... los obispos. (No lo digo yo, que esto es ya
muy viejo).
el
sacramento del pueblo
El
pueblo mismo, la proximidad a él, el experimentar su vida y su situación es,
sin duda, un factor que nos ayuda a cambiar, un sacramento de conversión.
Animé en cierta
ocasión un retiro espiritual en la diócesis de Mons. Grechi, una gran figura en
Brasil, presidente durante muchos años de la Comisión Pastoral de la Tierra. Y
yo le oí a él llorando que fue realmente la realidad de los pobres la que le
convirtió. El es descendiente de italianos, del sur de Brasil. Había sido
provincial de los Siervos de María, había vivido una vida de profesor, en
seminarios. Fue a la región del Acre y vio la realidad, la problemática de la
tierra, la problemática indígena... Y cambió. Se convirtió.
También a mí me marcó
profundamente, al llegar a Brasil, la situación del pueblo: la pobreza, el
abandono, la falta total de infraestructura, la mortalidad infantil, la
prepotencia del latifundio, la agresividad de la represión .. Ya lo digo: el
pueblo es todo un sacramento de conversión.
estudiar
teología de la liberación
La
teología de la liberación, las lecturas, el estudio, le hacen cambiar a uno.
Muchas veces no nos atrevemos a dar pasos, o los damos con excesiva angustia.
No tenemos la naturalidad, la libertad suficiente, porque quizá no tenemos las
ideas claras. A veces hay mucho heroísmo, mucha generosidad, pero si las ideas
no están claras uno se queda ahí...
Yo creo que es muy
importante que estudiemos más, que profundicemos más, que leamos. Y no libros
"buenos", sino los libros mejores. Cada persona dentro de su nivel,
claro. Hay quien tiene más tiempo, hay quien tiene menos; hay quien tiene una
capacidad y hay quien tiene otra. Hay mucho libro bueno por ahí. Debemos
estudiar teología de la liberación. Eso ayuda mucho a tener mayor seguridad,
mayor libertad de Espíritu.
ser
profetas
Recordemos:
desde el bautismo todos y cada uno de nosotros somos profetas. Ser profeta no
es un capricho, ni es un carisma personal. Ser profeta es esencial a la
condición del ser cristiano.
el
día-a-día
Siempre,
el mayor de todos los desafíos es el día-a-día. Es fácil pensar en grandes
valores, en perspectivas mayores, en grandes pistas. Lo difícil -y lo
importante- es saber descubrir y saber andar las veredas diarias. Esas son las
cargantes y desafiantes. Y ése es en última instancia el testimonio que le
damos al Señor y al mundo.
egoístas
Esos
nicaragüenses que quieren que Nicaragua sea como Estados Unidos son,
simplemente, unos egoístas. Piensan en sí, para sí, en "su" futuro
(que no es "futuro"), en "su" felicidad, la suya, la de
ellos... Son unos egoístas.
un
cartel de actualidad
Pensar
que las masacres terminaron, pensar que en Guatemala hay libertad, sería
engañarse. A mí esto me impresionó muchísimo. Hay muchos testimonios.
Vi un cartel en la
ciudad de México, con estas palabras: "Guatemala, el país de la eterna
represión" Y el cartel continúa siendo actualidad.
renuncia
de los obispos
Pienso que los obispos deberíamos
renunciar a los 65 años. A mí me quedan ya pocos, si vivo para entonces. Y lo
pienso por una razón muy sencilla. Porque no es fácil después de esa edad estar
al tanto de todo y tener la necesaria sensibilidad para todo: para los desafíos
políticos, para la pastoral de los enfermos, para la pastoral de los jóvenes,
para los últimos libros sobre teología o biblia...
El cardenal Arns, de
São Paulo, quería renunciar ahora, y no le dejan. Se le han echado encima
laicos, comunidades, teólogos, obispos amigos... y le han dicho que "¡ por
amor de Dios!"...
(Pienso que el
cardenal Arns es hoy el obispo más significativo en el mundo entero. Por lo que
significa la archidiócesis de São Paulo, por lo que él ha hecho y hace en
ecumenismo, en materia de derechos humanos en toda América Latina, sobre todo
en el Cono Sur).
geopolítica
divina
Ustedes han oído hablar de geopolítica. Podríamos decir
de la geopolítica lo siguiente: cuando un país, una región, se ve que es
crucial, que es un punto importante para la política internacional, o para los
intereses de algunos países o de algún imperio... se dice que aquél país o
aquella región son "geopolíticamente" muy importantes.
Pues bien. ¿Saben ustedes cuál es el
país geopolíticamente más importante del mundo? ¿Estados Unidos? ¿Rusia? Ni uno
ni otro. La región más importante del mundo (de este lado del mundo, al menos)
es Centroamérica, y concretamente Nicaragua. Y no les estoy adulando a los
centroamericanos ni a los nicaragüenses, sino que les estoy exigiendo
responsabilidad.
Nicaragua es el lugar
geopolíticamente más importante del mundo. Por lo que está sucediendo aquí. Por
lo que puede suceder. Por lo que se puede impedir que suceda.
Los grandes políticos
no van a pensar así, ciertamente. Y si me oyeran se reirían. Me llamarían loco,
fanático... o poeta (que puede ser una forma de llamarle loco a uno). Pero yo
creo que Dios también lo ve así. Nosotros somos cristianos, tenemos fe. Y
podemos y debemos leer la historia a la luz del evangelio.
Ustedes saben que en el Antiguo
Testamento Dios se escogió una pequeña Nicaragua, el pueblecito de Israel, que
era un grupito insignificante de desperdigados... restos de tribus, dispersas
por allí... Dios escogió a ese resto insignificante para hacer su
"geopolítica de la salvación".
Yo creo sinceramente
que, en América Latina, en el tercer mundo, Dios escogió a Centroamérica y muy
concretamente a Nicaragua para sacar adelante su geopolítica de la liberación,
de la salvación. En lo que ustedes están viviendo aquí, en lo que estamos
intentando con mucho sufrimiento, con mucha sangre, con muchas muertes, con
mucha precariedad, con problemas económicos, con inseguridad, con presiones de
los grandes, de los poderosos, con desconcierto de los propios nicaragüenses
(en una misma casa a veces el padre y la madre piensan de modo diferente)... en
todo eso se está jugando la "geopolítica de la salvación" de Dios. A
pesar de todas las dificultades yo continúo pensando que Dios escogió a
Centroamérica y a Nicaragua para su geopolítica de la salvación.
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