LA IGLESIA DE LA
ESPERANZA
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
27 de Noviembre de 1977
Isaías 2, 1-5
Romanos 13, 11-14
Mateo 24, 37-44
Romanos 13, 11-14
Mateo 24, 37-44
Nos invita hoy el
apóstol en la segunda lectura a que nos demos cuenta del momento que vivimos.
Qué hermosa exhortación para decirles, hermanos, que el momento litúrgico, el
paso de este domingo de la Iglesia, marca su año nuevo: primer domingo de
Adviento. El sacerdote viste ornamentos morados, señales de un llamamiento a
penitencia para prepararnos a la venida del Señor. Color morado que también en
el Oriente significa opulencia, riqueza de la gracia de Dios que se ofrece en
esta hora, a aquellos que esperan, como cuando uno tiene hambre, la venida del
Señor.
EL AÑO LITÚRGICO
Es un domingo de
esperanza, es una temporada, pues, que comienza hoy con la preparación de
Navidad. Se llama Año Litúrgico toda esta peregrinación espiritual que
comenzamos hoy y que pasando por la Navidad y por la Epifanía presentándonos la
gran verdad de un Dios que se hizo hombre para salvarnos, sigue recorriendo el
año con las enseñanzas de su evangelio, de su mensaje. Y se detiene atónita y
contemplativa la Iglesia, después de las preparaciones de Cuaresma, ante su
Cristo muerto en la cruz el Viernes Santo y resucitado al tercer día, la gran
temporada de Pascua, durante 50 días cantando aleluyas para grabar en la mente
del Cristiano, que su Cristo vive.
Y en Pentecostés, 50 días
después de la resurrección, el Espíritu Santo que Cristo ha prometido, que Él
compró con su sangre divina, se desparrama sobre esta Iglesia que desde
entonces comienza su peregrinación.
LITURGIA QUE ES PRESENCIA
Veinte siglos de esta
historia. Año con año la Iglesia retorna a esa fuente. Y al presentar cada año
este despliegue de los misterios redentores de Cristo, durante el Año
Litúrgico, no es simplemente un recuerdo. Yo quisiera, hermanos, que quedara
bien clara esta idea. La celebración litúrgica no es una memoria que se hace,
como cuando celebramos el 15 de septiembre; ese mismo día en 1821, que ya quedó
atrás, sino que la liturgia es presencia, dice el Concilio Vaticano II, yo
copié para ustedes esta frase: "En el ciclo del Año Litúrgico, la Iglesia
desarrolla todo el misterio de Cristo conmemorando así los misterios de la
redención, abre las riquezas del poder santificador y de los méritos de su
Señor, de tal manera que se hacen presentes, en todo tiempo, para que puedan
los fieles ponerse en contacto con ellos y llenarse de la gracia de la
salvación". Así como los israelitas cuando conmemoraban al celebrar la
pascua, su salida de Egipto, aunque habían pasado los años y los siglos, los
padres y abuelos en la reunión de familia decían: "Esta noche estamos
saliendo de Egipto", es un presente, es la liturgia, ese es el sentido
litúrgico de la Iglesia, hacer presente hoy, en este 27 de noviembre de 1977,
la expectativa del Viejo Testamento, el Cristo que llega a cumplir esas
promesas.
ILUMINADORA DE LAS
REALIDADES
Nosotros estamos ahora
presentes a ese misterio, para que toda persona cristiana de buena voluntad,
entre este domingo en contacto personal con ese Cristo que vino hace 20 siglos
pero que sigue viniendo por el misterio de la liturgia de la Iglesia. Esta es
la Misa de cada domingo, y las festividades litúrgicas del Año, la fiesta del 6
de agosto en nuestra Catedral, son presencias del misterio de Cristo. Qué
hermoso sería que viniéramos así a nuestra Iglesia y entonces sí, tiene sentido
este noticiero que yo comienzo en mis homilías, no simplemente por satisfacer
curiosidades sino para decirles que esta hora, de este domingo, la celebración
litúrgica, Cristo presente en nuestra Catedral o en las ermitas donde están
reflexionando con nosotros, ilumina estas realidades salvadoreñas y las
realidades familiares y las realidades íntimas de cada uno de nosotros. No
podemos segregar la Palabra de Dios de la realidad histórica en que se
pronuncia, porque no sería ya Palabra de Dios, sería historia, sería libro
piadoso, una Biblia que es libro de nuestra biblioteca; pero se hace Palabra de
Dios porque anima, ilumina, contrasta, repudia, alaba, lo que se está haciendo
hoy en esta sociedad. Por ejemplo: no son más que ejemplos, cada uno de ustedes
tiene mil cosas más que podrían enumerarse aquí, y es bueno que las iluminen
con la palabra de este domingo.
SALUDO A LOS JÓVENES
Queremos expresar un
saludo de hospitalidad a todos los deportistas, los jóvenes de Centro América
que se encuentran en esta Segunda Olimpíada Centroamericana. Ojalá captáramos
en estas horas de desconcierto, esa voz juvenil que nos llama a la unidad y a
la paz. El deporte es un mensaje. Yo alabo esta verdadera hora de anuncio de
Dios a través de ese mensaje del deporte en nuestra ciudad y en nuestra
república. Sean bienvenidos, pues, los jóvenes de Centro América y que El
Salvador haga honor a su tradicional hospitalidad.
CARACTERÍSTICAS ESENCIALES
DE LAS LEYES, SEGÚN SANTO TOMÁS DE AQUINO
Ha llenado los
comentarios de toda clase de gente, estos últimos días, la publicación de la
Ley de Orden Público. No soy experto en leyes, no soy abogado pero yo invito a
los abogados que hagan honor a sus conocimientos jurídicos y den su juicio
también sobre la ley, porque las leyes, yo como Pastor, quiero iluminar una
doctrina clásica, teológica de lo que debe ser una ley. Yo, pues, no me meto en
la técnica jurídica, aunque he oído a algunos abogados encontrar pecados
jurídicos en esa ley, toca a los abogados hacer honor a su profesión y ver si
se nos ha dado una verdadera ley técnica o no. Pero desde el punto de vista
teológico, sacerdotal, iluminador de la Palabra de Dios, sí tengo el derecho y
el deber de iluminar este acontecimiento de nuestra Patria. Y voy a sacar una
página de nuestro máximo teólogo, Santo Tomás de Aquino en su Prima Secunde, la
Suma Teológica de Santo Tomás tiene una parte que se llama de Primera de la
segunda parte "prima secunde", la cuestión 90 estudia la ley y la
define así:
"Ley es una
prescripción de la razón, en orden al bien común, promulgada por aquel que
tiene cuidado de la comunidad". Es breve y aquí encontramos cuatro
elementos de la verdadera ley. Prescripción de la razón, "ordinatio
rationis", quiere decir que no debe ser fruto de la arbitrariedad o del
capricho. Ya los paganos distinguían este elemento racional de la ley, del
elemento caprichoso del dictador que dice el famoso dicho: "sic volo, sic
juveo, sic pro ratione voluntas", quiere decir, "así lo ordeno, así
lo quiero, por única razón sea que así lo quiero". Esto no es racional. El
hombre se rige por la razón, no por la arbitrariedad y el capricho. Por eso la
primera característica de una ley tiene que ser racional, ordenación de la
razón.
Segundo, encaminada a
conseguir un auténtico bien común. No es el provecho de un gobernante o de un
grupo privilegiado el que arranca una ley para seguir oprimiendo, reprimiendo,
sino que tiene que ser el bien común el que se busca, que todos vean en esa ley
que se ha procurado la felicidad, el bien, la libertad, la dignidad de todos
los hombres: ricos y pobres.
Tercer elemento,
"dictada por aquel que tiene cuidado de la comunidad". O sea que el
que dicta la ley, tiene que sentirse mandatario de la comunidad, ya que la
comunidad entera no puede darse las leyes sino que nombra un representante, una
asamblea legislativa, esos legisladores, esos gobernantes, tienen que sentirse
eco de la comunidad porque sólo si es eco de la comunidad tiene fuerza de ley.
Y por último, cuarto
elemento, que "sea promulgada". La ley es una medida y la medida sólo
tiene eficacia cuando se aplica al objeto que se mide. Por eso si la ley es
para el bien de una sociedad, tiene que promulgarse, darse a esa comunidad que
la conozca, que la analice, que la acepte y entonces es ley. Sólo entonces
puede decirse que una ley dada por los hombres, es reflejo de la ley natural y
sólo la ley natural es fuente de toda ley.
Por eso San Agustín en
otro artículo dice esto: "La ley que no es justa, no debe llamarse ley. La
fuerza de la ley depende del nivel de su justicia y tratándose de cosas
humanas, su justicia está en proporción con su conformidad a la norma de la
razón. Pues bien, la primera norma de la razón es la ley natural, por
consiguiente, toda ley humana tendrá carácter de ley en la medida en que se
derive de la ley de la naturaleza. Y si se aparta de un punto de la ley
natural, ya no será ley sino corrupción de la ley". La ley natural, la que
llevamos escrita en el corazón, nos dicta muchos derechos, por ejemplo: derechos
de agrupación, derecho a la libertad, derecho a defendernos en juicio, derecho
a no ser torturado para que le saquen la "verdad". Si todas estas
leyes naturales quedan pisoteadas por una pseudo-ley, Santo Tomás dice
claramente: "No será ley sino corrupción de la ley".
CUATRO FUNCIONES DE LA LEY
Santo Tomás analiza
también cuáles son los cuatro actos de la ley. En función a los actos humanos
que son su objeto, regular los actos humanos de una sociedad, primero dice:
"Mandar los actos virtuosos"; 2o.) Prohibir los actos pecaminosos;
3o.) Permitir los actos indiferentes; y 4o.) Castigar para inducir a la
obediencia de una ley justa. Estamos de acuerdo entonces que una ley estimule
la virtud, prohiba las injusticias de todos. Hemos dicho muchas veces que
existe en Latinoamérica una injusticia que ya se hizo institución y si una ley
no tiene en cuenta esa injusticia que hay que ordenar, es injusta. No debe de
ser el eco de esa clase que está instituyendo una opresión, sino que tiene que
ser también el eco de esa clase que está recibiendo la represión, la opresión.
Sólo entonces, cuando premien lo bueno de los de arriba y de los de abajo y
cuando castigue lo malo de los de abajo y de los de arriba, sólo entonces será
ley justa.
MICRÓFONOS DE DIOS
Por su parte, la
Iglesia, al terminar el Sínodo de los Obispos, el Papa mismo dijo: -allí en
ORIENTACIÓN en la palabra del Arzobispo, pueden leer las frases del Papa y de
los Obispos reunidos en el Sínodo- que denuncian el atropello de ciertos
gobiernos que no dejan libertad a la Iglesia para proclamar su mensaje
integral. La Iglesia, pues, podrá ser callada por la fuerza. Dios quiera que no
nos vayan a quitar estos micrófonos que tanto bien nos están haciendo, pero si
un día desapareciera por la fuerza la voz de la Iglesia, hermanos, hay algo que
no se puede callar, la conciencia de un pueblo que lleva como micrófono de
Dios, la obligación de proclamar aunque no haya emisoras, a todas partes, la
libertad del mensaje de Cristo para promover los hombres para hacerlos
verdaderamente Hijos de Dios. Si un día no tuviéramos la dicha de entendernos
como ahora estamos, queridos hermanos, a través de la radio, allá en regiones
lejanas, no importa, yo desde ahora digo a cada católico que trate de ser un
eco fiel, de su vida, su palabra, como se los acabo de decir en Apopa, ante su
patroncita, Santa Catarina de Alejandría; mártir, quiere decir testigo. Cada
católico tiene que ser un mártir, un testigo del mensaje que Dios tiene que
proclamar libre, ante los hombres.
MADRES DE CAPTURADOS Y
DESAPARECIDOS
Otra noticia que ilumina
hoy la palabra de Dios y es esperanza. Se ha creado una asociación de Madres de
Capturados y Desaparecidos. Así como les dije un día de los diez leprosos que
se unen en su dolor, las madres que sufren esta angustia indecible, indefinida,
tienen derecho a agruparse para consolarse, para ayudarse, para ver ¿qué hacen
por sus hijos? Yo las felicito y lamento que la prensa haya rechazado esta
noticia. ¿Por qué será tan miedosa nuestra prensa? Esta Asociación de Madres de
Desaparecidos va a celebrar aquí en Catedral, el próximo jueves lo. de
diciembre, día de la Divina Providencia, al mediodía, a las 12, la misa votiva
por sus hijos y por su consuelo. Con mucho gusto celebraré esta Misa,
solidarizándome una vez más con esta justa Asociación del dolor.
Tengo también otras
denuncias. Nos ha extrañado mucho la captura del Lic. César Valle, mientras
estaba trabajando en nombre de Vivienda Mínima para llevar 26 familias que allá
en Colima, están ya llegando a la inundación del Cerrón Grande y que urge
instalarlas en otras casas. Vivienda Mínima les ha dado lugar allá en la
Colonia de Usulután y César Valle andaba en este trabajo. La Guardia lo captura
y hasta anoche todavía no sabíamos más que estaba en la Guardia Nacional. Ojalá
se comprenda que se está trabajando por el bien del pueblo, ¡que no se estorbe
- siquiera!.
También hay una denuncia
de una profesora migueleña, Iris Idalia Portillo de Arévalo, que encontró
torturado a su hijo en el Hospital Rosales y lamenta la desaparición de su
esposo Efraín Arévalo.
IGLESIA SIN TEMORES
Esta es la hora,
hermanos, por donde va pasando la Iglesia en esta hora en que el Adviento nos
quiere llenar de esperanza. Por otra parte, la Iglesia... Hermanos, yo quiero
que cada día nos sintamos más satisfechos de ser Iglesia y que a pesar de las
dificultades del ambiente, la Iglesia vaya solidificándose, haciéndose más
comprensiva de su propia grandeza y de su propia dignidad. En esta semana, la
Iglesia de la Arquidiócesis ha recibido satisfacciones muy grandes, por
ejemplo: fui invitado como participante y observador al Séptimo Congreso
Latinoamericano de Trabajadores, que se celebró en Costa Rica del 21 al 26 de
noviembre. No pudiendo ir, supliqué al Presbítero, Doctor Jesús Delgado, que
llevara mi representación. Y me cuenta con honda emoción, la ovación de que fue
objeto el nombre de la Iglesia de El Salvador, por aquellos obreros venidos de
todos los países del continente Latinoamericano y uno de ellos dijo: "Ah,
si la Iglesia hubiera sido así auténticamente Iglesia del Evangelio, sin temor
a los poderes de la tierra, no tuviéramos que lamentar el alejamiento de la
clase obrera ni tampoco existiera el ateísmo". Es triste, hermanos, pensar
que hemos tenido la culpa porque hemos querido apoyar una Iglesia en las
fuerzas de la tierra pero la Iglesia que no se apoya en su propia debilidad y
en la fuerza omnipotente de Cristo, lo pierde todo.
VISITANTES RECIBIDOS
Recibí también aquí, la
visita del Señor Obispo de Cleveland, Monseñor Heaky, que anda visitando a sus
sacerdotes. Aquella diócesis tiene la bondad de atendernos la Parroquia de La
Libertad y allá en San Miguel, la Parroquia de Chirilagua y La Unión. Le he
agradecido en nombre de la Arquidiócesis, tan hermosa colaboración con sus
sacerdotes norteamericanos.
He tenido también la
visita de dos prominentes jesuitas norteamericanos el P. Carter y el P. Simon
Smith, los cuáles también han dado palabras de elogio y aliento a la posición
de nuestra Iglesia.
Ayer también tuve el honor
de saludar al Padre Superior General de los Pasionistas, Padre Pablo Boyle. Fue
a visitar el trabajo inmenso que están haciendo en Jiquilisco, los Pasionistas
y por mi parte le agradecí la obra que los Pasionistas han hecho aquí en la
Arquidiócesis. Me dio mucho gusto oírlo. Venía recorriendo todos los países de
la América Latina, y decir que la Iglesia en América Latina, en todos los
países, pero principalmente en algunos, entre ellos El Salvador, es una Iglesia
viva, es una Iglesia que da aliento, una Iglesia que se siente verdaderamente
Iglesia de un pueblo. Conservemos, hermanos, estos prestigios que son los
verdaderos prestigios de la Iglesia.
También el Padre Vicario
General de los de Maryknoll, P. Breen, estuvo a visitarnos y agradecí también
la colaboración que aquí hacen los PP. y nos van a seguir prestando. Sobre todo
pedíamos para Chalatenango y apoyamos el deseo de Monseñor Rivera, de tenerlos
también en Santiago de María.
LA IGLESIA NO ES JUGUETE
DE LOS PODERES DE LA TIERRA
Noticias agradables como
las que tenemos con los hermanos separados. Hermanos, esta semana tuvimos una
reunión con hermanos de las confesiones Bautista Episcopal e Iglesias
Centroamericanas. Ellos creen que un evangelio en el cual ellos ponen su fe y
la Iglesia católica también, no tiene que ser un evangelio mutilado, acomodado,
desencarnado. Ellos, lo mismo que la Iglesia católica, han lamentado la
instrumentalización de que está siendo objeto en estos días la Iglesia
Protestante. Se les da amplia acogida en el Gobierno, se les instala en el
Estadio Cuscatlán y se hace ver que es la única iglesia que mantiene el mensaje
de Cristo mientras que la Iglesia católica ya se metió a política y a
comunista. O sea, una excomunión del protestantismo a la Iglesia católica. Qué
hermoso es oír entonces que hay hermanos protestantes que no están de acuerdo
con esa manipulación y que inspirados por el mismo espíritu de la Iglesia
católica, saben que un evangelio que no tiene en cuenta los derechos de los
hombres, que un cristianismo que no construye la historia de la tierra, no es
la auténtica doctrina de Cristo sino simplemente, instrumentos del poder.
Lamentamos que algún tiempo nuestra Iglesia también haya caído en ese pecado
pero queremos revisar la actitud y de acuerdo con esta espiritualidad
auténticamente evangélica, no queremos ser juguetes ni nosotros católicos, ni
los verdaderos creyentes del Evangelio, aún fuera de los limites de la Iglesia,
no queremos ser juguete de los poderes de la tierra sino que queremos ser la
Iglesia que lleva el evangelio auténtico, valiente de nuestro Señor Jesucristo,
aun cuando fuera necesario morir como Él, en una cruz.
NOTICIAS SACERDOTALES
Queremos también
referirnos a noticias sacerdotales. Ya regresó de Roma nuestro querido hermano
Mons. Revelo. No hay cisma entre Mons. Revelo y el Arzobispo de San Salvador,
hay amistad, desde mucho tiempo, y ahora también, cuando ambos cumplimos
misiones muy delicadas. Ya dije a todos ustedes queridos católicos, que me ha
alegrado la sensatez con que el catolicismo actúa ante estos acontecimientos
que los enemigos quisieron aprovechar para separarnos. Les invité desde el
principio y lo hago ahora; vamos a escuchar a Mons. Revelo, no juzguemos por
adelantado, pero sepamos que es un obispo en comunión con el Papa y en comunión
con la Jerarquía también de la Arquidiócesis. Por tanto, nada podrá romper esta
alianza y esta amistad del verdadero mensaje de Dios. Y aún cuando hubiera
diferencias accidentales, que las ventilamos con toda libertad, en lo substancial
somos servidores de esta Iglesia que no quiere traicionar ni al Evangelio ni al
pueblo.
Para el 15 de diciembre,
los sacerdotes nos vamos a reunir para evaluar nuestras actuaciones del año y
proyectarnos hacia el año nuevo.
Mañana a las 5 de la tarde,
en la Iglesia de San Juan, Cojutepeque, se va a conmemorar la muerte trágica,
el asesinato de que fue víctima el P. Nicolás Rodríguez, allá en 1970. Ese
crimen se quedó en el misterio y el Padre también sufrió una muerte anónima. Es
justo que ahora, cuando recogemos el heroísmo de nuestros sacerdotes,
recordemos -yo fui a recoger ese cadáver, ya estaba putrefacto- venía de una
confesión, traía los instrumentos de despedir un alma para la eternidad,
ministro que murió, pues, en el servicio de su sacerdocio. Honor a él, una
oración especial por él mañana, a las 5 de la tarde. Nos unimos a la Iglesia de
Cojutepeque.
Otro triste saldo en
Quezaltepeque es, el desconocimiento, como católica de la Hermandad del Santo
Entierro. Sus actitudes rebeldes, malcriadas, con la autoridad de la Iglesia,
usurpadoras, merecen que la Iglesia también la desconozca, no se considere
católica, aun cuando tiene personería jurídica civil. Los efectos civiles, lo
mismo que el templo material de Quezaltepeque, no interesa lo que interesa es
la Iglesia viva, los que viven en comunión con los pastores verdaderos y el
verdadero Pastor allá es el P. Roberto Vandenheneen que junto con las Hnas.
Belgas han sido víctimas del atropello pero que gracias a Dios, han hecho honor
a su fidelidad a la comunión con la Iglesia.
OTROS ACONTECIMIENTOS
ECLESIALES
En Cojutepeque se
celebró el aniversario de la entronización de la Virgen. Qué satisfacción,
7.000 devotos de la Virgen, motivados por la palabra del P. Amado Molina y de
su Párroco Ricardo Ayala, oraron por la Iglesia y sienten la confianza de que
esta Iglesia amparada por una Madre tan bondadosa y poderosa como es María, no
puede perecer.
Bello homenaje a la
Virgen también, el de Tamanique, 21 de noviembre de la Virgen de La Paz. Allá
con los PP norteamericanos y la Hna. Juanita; he sido testigo del trabajo
intenso de pastoral que allá se hace.
También de grata
recordación, mi viaje a Panchimalco, el domingo por la tarde. Qué ambiente más
bello ha hecho allá turismo, yo los felicito, pero más me alegro que en este
ambiente tradicional, un grupo de católicos recibía la Biblia para estudiar la
palabra de Dios bajo la dirección celosa del P. Pocasangre.
En Santa Tecla se
preparan hoy, ayer y anteayer, seglares en un curso de Comunidades de Base,
bajo la dirección del Padre Palacios.
En Ciudad Arce
celebraremos hoy la bendición de la Iglesia y una anticipación de la fiesta de
la Purísima.
En Apopa, tuvimos la
satisfacción de ver un pueblo fiel a su fiesta patronal el 25, día de Santa
Catarina de Alejandría. Felicitaciones al P. Martelí.
Y en Amatepec tendremos
hoy una Confirmación de gente grande, como yo quisiera que fueran todos los
grupos de confirmación.
Cursillos de Cristiandad
celebró un nuevo cursillo y el próximo domingo hará una concentración nacional
en Santiago de María en el Colegio Santa Gema. Allá están invitados todos.
Y termino con una nota
personal. Nombre fingido de una carta, Magdalena Mártir, puede sentirse
satisfecha de su humilde confesión, de su arrepentimiento y de su propósito,
quede tranquila. Y le agradezco también su valiente denuncia de una clínica y
de un médico, aquí en San Salvador, que podíamos llamar clínica y médicos
aborteros. Allí se hacen abortos. No lo digo por propaganda sino por
condenación, que esto es un crimen y no hay derecho que un médico y una clínica
se dediquen a esto.
Estos acontecimientos de
la Patria, del pecado del Reino de Dios, de la Iglesia, son los que ahora,
hermanos, brevemente iluminamos con las tres lecturas que han escuchado, que
podíamos sintetizar en este título: La Iglesia de la Esperanza. Sí, animemos
nuestra esperanza. En la primera lectura miro una meta luminosa, en la segunda
lectura San Pablo nos presenta un camino hacia esa meta y en el Evangelio,
Cristo nos presenta la gran sorpresa a donde lleva este camino.
UNA META LUMINOSA
Isaías en la primera
lectura: unos tiempos políticos y sociales tan difíciles como los que hoy
vivimos aquí; un país que duda de la alianza con su Dios y quiere hacer alianza
con Egipto para defenderse del poder de Asiria. Isaías que invoca el poder de
Dios y llama al pueblo a confiar en ese Dios, a no traicionar la alianza. Y
entonces dice una palabra de esperanza: "Esta Jerusalén asediada,
temerosa, es la ciudad que Dios ha escogido. Aquí brillará su luz, aquí estará
firme la casa del Señor, hacia ella concluirán los gentiles, caminarán pueblos
numerosos y dirán: venid subamos al monte del Señor, a la casa de Dios. Él
iluminará nuestros caminos. De allí saldrá la ley que rija con justicia a los
pueblos. Una doctrina que hará cambiar las armas en instrumentos de trabajo. Un
desorden que se convertirá en paz, en justicia y en amor". Parecía un
iluso hablando de estas cosas y me imagino, que frente a la voz del amor, del
profeta Isaías, había muchos grupos violentos que querían arreglar las cosas
por la espada y por la fuerza. Isaías no se cansaba de predicar su palabra de
paz.
LA VIOLENCIA DEL AMOR
Esta es la meta
hermanos, meta que señalaron los profetas, meta que sigue señalando la Iglesia.
Los enemigos, los que tratan de que la Iglesia no hable, la desacreditan y
dicen: predica violencia, predica política, comunismo, son las distorsiones del
pecado. Pero quienes superando las fuerzas del mal oyen a la Iglesia auténtica,
oirán siempre el eco de Isaías, el eco de Cristo, el eco de los profetas. Jamás
hemos predicado violencia, solamente la violencia del amor, la que dejó a
Cristo clavado en una cruz, la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos y
para que no haya desigualdades tan crueles entre nosotros.
Esa violencia no es la
de la espada, la del odio; es la violencia del amor, la de la fraternidad, la
que quiere convertir las armas en hoces para el trabajo. Qué hermoso
llamamiento podíamos hacer aquí, hermanos, cuando el trabajo abunda en nuestras
campiñas no se vaya a convertir en odios, ni en luchas ni en sangre. Desde el
domingo pasado estoy clamando para que las cortas de café, de algodón y de
caña, sean un canto de alabanza al Señor. No esperando leyes, sino inspirando
en el amor de fraternidad que une a los dueños y a los trabajadores. Que
hagamos de nuestras campiñas un himno, que haga sólo con la generosidad con que
Dios nos regala sus cosechas. Esta es la meta, hacia esa paz caminamos.
UN CAMINO HACIA LA META
LUMINOSA
Y la segunda lectura nos
ofrece el camino para esa meta. San Pablo exhorta a revestirse de Cristo, a
dejar las obras de las tinieblas: "No más comilonas ni borracheras, ni
lujurias ni desenfrenos, ni riñas ni pendencias." ¿Ven como la Biblia no
puede condescender con el vicio, con el pecado?. Y compara al que va pasando la
noche y ve que ya se acerca el día y si la noche la ha pasado en pecado,
levántese, dice San Pablo, espabílese, surja de su lecho de pecado, que no lo
vaya a coger la muerte levantándose del lecho del pecado. Que no lo vaya a
sorprender el camino de la luz por los caminos de la tiniebla, revístase de
Cristo. Cristo es el camino. Yo soy el camino, dijo el Señor.
DENUNCIAMOS TODO PECADO
Hermanos, cuando
predicamos la palabra del Señor, no solamente denunciamos las injusticias del
orden social. Denunciamos todo pecado que es noche, que es sombra: borracheras,
comilonas, lujurias, adulterios, abortos, todo eso que es el reino de la
iniquidad y del pecado, desaparezca de nuestra sociedad, porque sólo caminando
por caminos de luz, de honestidad, de santidad, revistiéndose por dentro de
Cristo, convirtiéndose, aunque haya sido uno pecador, pero convirtiéndose al
Señor, sólo así podrás caminar hacia esa meta y construir la verdadera paz.
LA GRAN SORPRESA ADONDE
NOS LLEVA ESTE CAMINO
Y finalmente, hermanos,
el evangelio de San Mateo nos presenta al mismo Cristo que nos exhorta con una
comparación terrible. Cuando iba a acontecer el diluvio, la gente se reía de
Noé que estaba construyendo un arca, le consideraron como loco. Y seguían
gozando la vida y casándose, dice el Evangelio; o sea, no esperaban que el fin
estuviera tan próximo cuando comenzó a llover y el diluvio comenzó a inundar la
tierra. Noé, fiel a su Dios, se salva con su familia, mientras que toda una
raza pecadora queda lavada con las aguas purificadoras del Diluvio. Lo mismo
sucederá, dice el evangelio, cuando venga el Hijo del hombre.
LA HORA ESCATOLÓGICA
Resulta que este tiempo
de Adviento, que comienza con este domingo hasta la Navidad, nos quiere dar a
entender lo que ya expliqué en domingos pasados, "la escatología",
los últimos tiempos. Isaías, 7 siglos antes de Cristo, anuncia que con Cristo,
Hijo de Dios que se hace hombre, va a comenzar la última etapa de la historia.
¿Cuánto durará? No lo sabemos, pero ya estamos en ella, nos dice San Pablo.
Ahora ya estamos más cerca que cuando anunciaban los profetas. Ahora vivimos ya
en la hora escatológica, porque Cristo con su encarnación y con su resurrección
ha inyectado en la tierra la última oportunidad que Dios está dando a los
hombres para ser salvos. Salvación que ya comienzan en esta tierra. Salvación
que quiere decir libertad. Verdadera libertad del pecado, de los egoísmos, del
analfabetismo, del hambre. Libertades de la tierra que nos preparan para la
gran libertad del Reino de los Cielos.
Ya Cristo resucitado
debe ser luz de los hombres que construyen la historia. Cristo tiene que ser la
inspiración de todas las leyes que se dan a los hombres, no el capricho de unos
poderosos sino la voluntad de Cristo que pedirá, tal vez, conversión a los
poderosos. La ley de Cristo es la escatología. Sólo aquellos que vivan conforme
a Cristo, ya en esta vida, serán arrancados para la vida eterna. El Evangelio,
bajo la figura de un secuestro, nos dice esta gran verdad. Que al final de los
tiempos, dice, dos hombres trabajarán, dos mujeres también trabajarán, pero
mientras uno es dejado, otro es asumido. Es decir, en esta tierra no se ve la
diferencia, todos trabajamos, sin embargo, unos serán tomados por Dios para su
Reino, otros serán dejados. Qué triste será quedarse, quedarse marginado por el
Reino de los Cielos. Esa sí es marginación, los que se quedan esperando y ¿a
nosotros Señor?
Y la respuesta del
Evangelio en una ocasión: "Apartaos, malditos, al fuego eterno, porque
tuve hambre y no me diste de comer", es decir, no viviste la escatología
con el sentido cristiano que yo quise al venir a la tierra a encarnarme, a
hacerme hombre, morir por los hombres, resucitar para darles nueva vida y darles
un mensaje de liberación. Dichosos los que lo acogieron. Estos son asumidos,
mientras los otros, ¿cuántos serán? No lo sabemos, pero es el misterio de la
escatología. Pero un misterio que lo podemos resolver a nuestro favor,
comenzando ya este Adviento, preparación de la Navidad, llamamiento de
penitencia, a convertirnos a Cristo, a revestirnos de Cristo, y poco importan,
hermanos, las consideraciones humanas, cuando en las conciencias profundas se
lleva la alegría de estar tratando de serle fiel a Cristo el Salvador.
VIGILANCIA: DISPOSICIÓN
ESPIRITUAL DEL ADVIENTO
Ojalá que esta palabra,
pues, de Adviento, enmarcada en una historia tan densa de esta semana, sea oída
por encima de todos los murmullos de la tierra la voz clara del Señor:
"Vengo a vosotros, estad preparados como el vigilante que no espera aviso
del ladrón sino que atisba, vigila porque en la hora en que menos piensa, lo
pueden sorprender". Vigilancia es la disposición espiritual que nos debe
producir este hermoso tiempo de preparación a la Navidad. Cristo viene, no lo
esperamos como los niños para traer los juguetes, lo esperamos como cristianos
que supimos que ya vino, pero que anunció desde entonces una segunda venida,
para sorprendernos en el camino de la vida y cogernos allí, donde caímos
muertos para entrar con Él a reinar. Ya debemos reinar con Él por la virtud y
por la santidad.
Seamos cristianos de verdad,
dignos de esta hora escatológica que va desde la venida primera de Cristo hasta
la segunda, pedido último de la historia, sepamos vivirlo como quien vive algo
que no es permanente sino que va de paso. No instalarse, no apegarse, no perder
por los bienes del poder de la tierra los encantos del Reino de Dios que ya
viene a asumirnos. Como se rapta, como se secuestra, a una persona sin que deje
rastro, así seremos secuestrados, pero por el amor del Cristo que nos tomará
para siempre en su cielo. Así sea.
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