domingo, 13 de diciembre de 2015

Beato Jacobo Capocci - San Simón Phan Dác Hòa - Beato Pío Bartosik - Beato Bartolomé Buonpedoni 12122015

Beato Jacobo Capocci

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Beato Jacobo Capocci, monje y obispo
En Nápoles, de la Campania, conmemoración del beato Jacobo Capocci, obispo, de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que rigió la iglesia de Benevento y después la de Nápoles, iluminándolas con sabiduría, doctrina y prudencia.
Viterbo fue el lugar de nacimiento de Jacobo Capocci, quien ingresó a la Orden de los Agustinos a temprana edad. Como prometía ser una eminencia, tanto en piedad como en sabiduría, lo enviaron a la Universidad de París para cursar estudios superiores. Allí asistió a las conferencias de su ilustre compañero el agustino Aegidius Romanus, que había sido discípulo de Santo Tomás de Aquino y era un defensor entusiasta de las doctrinas del Angélico Doctor. A su regreso a Italia, fue por un tiempo instructor de teología entre sus propios hermanos; luego se trasladó por segunda vez a París para obtener su doctorado; dio conferencias en aquella ciudad y, posteriormente se estableció en Nápoles.

Existe constancia de que expresaba solemnemente su convicción de que Dios había enviado al mundo tres grandes maestros para iluminar a la Iglesia Universal: primero al Apóstol Pablo, después a Agustín y en aquellos días al hermano Tomás. En 1302, el Papa Bonifacio VIII lo nombró arzobispo de Benevento, pero sólo unos meses más tarde, el mismo Pontífice lo Irasladó a la sede del arzobispado de Nápoles; allí desempeñó su ministerio con tanto tino, que se ganó la veneración de todos por su virtud y sabiduría. Después de su muerte, en 1308, hubo varias manifestaciones espontaneas del fervor que su grey profesaba a su memoria, y el culto que comenzó entonces, se confirmó en 1911.

Acta Apostolicae Sedis, vol. III (1911), p. 319. Puede obtenerse una idea de la actitud mental del beato Jacobo hacia los problemas que tanto se discutieron en sus días, en su obra De regimine christiano, que fue impresa y editada por H. X. Arquilliere en 1926.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

Santiago Capocci de Viterbo, Beato
Santiago Capocci de Viterbo, Beato

Ermitaño de San Agustín, 12 Diciembre


Por: Nicolló Del Re | Fuente: Osanet.org 



Descendiente, quizás, de la noble familia Capocci, nació en Viterbo (Italia) en torno a 1255, pero no se tienen noticias de sus años jóvenes. 

Abrazada bien pronto la vida religiosa, entró en los Ermitaños de san Agustín en el 1272, vistiendo el hábito en el convento viterbés de la Santísima Trinidad. Antes de 1275 fue enviado a París para cursar la teología en el estudio de su Orden, dónde frecuentó las lecciones de Egidio Romano, quien lo tuvo siempre en gran consideración. De regreso a su patria en el 1281-82, desempeñó en un primer momento el cargo de definidor de la Provincia romana en 1283, de visitador en 1284 y luego nuevamente de definidor en 1285, ejerciendo mientras tanto también, con toda probabilidad, las funciones de lector en conventos de la misma Provincia.

En 1286 volvió a París para continuar los estudios teológicos, consiguiendo el bachillerato en 1288 y, al final del prescrito aprendizaje, el doctorado en la pascua de 1293. Por designación de Egidio Romano, electo Prior general de la Orden, fue nombrado en el mismo año maestro regente del estudio parisiense, permaneciendo en este cargo hasta 1299. De nuevo en Italia en 1300, enseñó durante dos años en el estudio de Nápoles, ocupación que tuvo que dejar al ser nombrado arzobispo de Benevento por Bonifacio VIII el 3 de setiembre de 1302. El 6 o el 12 de diciembre siguiente fue trasladado a la sede de Nápoles, donde, pastor verdaderamente celoso, supo ganarse la estima y el afecto del rey Carlos II de Anjou y de su hijo Roberto, duque de Calabria, quien le ayudó en la construcción de la nueva catedral.

El 13 de mayo de 1306 comenzó a interesarse por la causa de canonización del santo pontífice Celestino V, encargo que le fue confiado expresamente por Clemente V, y en la que puso el máximo empeño, yendo personalmente a recoger testimonios en aquellos lugares dónde el ermitaño Pedro de Morrone había llevado su vida penitente; y en esta actividad continuó hasta la muerte, en olor de santidad, ocurrida en Nápoles a finales de 1307 o primeros de 1308.

La memoria del siervo de Dios fue rodeada enseguida de veneración, convirtiéndose pronto en objeto de culto público, confirmado oficialmente en 1911.

Considerado uno de los mayores teólogos escolásticos, por la agudeza de su ingenio mereció el título honorífico de doctor speculativus. La única obra de Santiago de Viterbo publicada íntegramente, es el De regimine christiano, compuesta en 1303 con ocasión de la lucha entre Bonifacio VIII y Felipe el Hermoso, escrito que puede considerarse como el primer tratado sistemático sobre la Iglesia.

Los agustinos lo festejan 12 de Junio, en algunos otros santorales se lo recuerda el 14 de marzo



 San Simón Phan Dác Hòa

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San Simón Phan Dác Hòa, mártir
En Hué, en Annam, san Simón Phan Dác Hòa, mártir, el cual, siendo médico y padre de familia eximio en caridad, reinando el emperador Minh Mang fue apresado por haber hospedado a unos misioneros, y consumó el martirio con la decapitación tras haber soportado cárceles y flagelación.
Este mártir vietnamita nace en Mai-Vinh hacia 1790 en el seno de una familia pagana pero, al quedar huérfano, es acogido por una familia cristiana y se bautiza con 12 años. Fue un cristiano fervoroso. Estudió medicina, ejerció con gran celo su profesión, se casó y tuvo doce hijos, y como gozaba de muy buena fama social fue nombrado alcalde de su pueblo. Tenía una gran caridad con los pobres.

Velando por la seguridad de sus hijos, no albergaba sacerdotes en su casa pero en una ocasión iba a buscarle albergue a uno cuando fue sorprendido y arrestado. A todo trance y con toda clase de tormentos se le quiso obligar a apostatar pero fue en vano. Iban a verlo a la cárcel su mujer y sus hijos, y un sacerdote logró llevarle la sagrada comunión, pero él les pidió a todos que no se expusieran por él, y consiguió que no le visitasen. En la soledad se preparó al martirio y cuando el 12 de diciembre de 1840 lo llevaron a ejecutar, ante la insistencia de que se salvara pisando el crucifijo, pidió que no le insistieran más, pues era para nada ya que no se apartaría nunca de la fe. Entonces fue decapitado. Fue canonizado el 19 de junio de 1988 por el papa Juan Pablo II.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003


Beato Pío Bartosik

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Beato Pío Bartosik, presbítero y mártir
Cerca de Cracovia, en Polonia, beato Pío Bartosik, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, que con Polonia sometida a un régimen extranjero hostil a Dios, consumó el martirio en el campo de concentración de Auschwitz, quebrantado por los tormentos.
Ludwik nació el 21 de agosto de 1909 en Kokanin, de Wojciech, zapatero, y Wiktoria Tomczyk. Su familia era muy pobre, pero gracias a la ayuda de amigos y del párroco del lugar, pudo Ludwik recibir una adecuada preparación intelectual. En 1926 es admitido en la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, donde comenzó el noviciado en Kalwaria Paclawska y luego en Pagiewniki. En 1927 emitió sus primeros votos religiosos, y fue allí donde le fue impuesto el nombre de Pius. Prosiguió sus estudios, hasta que en 1931 se traslada a Cracovia para asistir al Seminario Mayor, donde en 1935 recibe la ordenación del obispo Mons. Stanislaw Rospond. Como primer destino fue enviado al convento de Krosno, donde se distinguía por su devoción, y sobre todo por atender asiduamente al sacramento de la confesión. En 1936 fue trasferido a Niepokalanów, por expreso pedido de Maximiliano Kolbe, guardián del convento.

El 19 de septiembre de 1939, con un grupo de hermanos, entre ellos el propio Kolbe, fue encarcelado por los alemanes y comienza su tránsito por los campos de concentración de Lamsdorf, Amtitz y Ostrzeszów. Soportó con paciencia el hambre y el sufrimiento, y repetía: «Hasta ahora le decíamos a los demás cómo debían soportar el sufrimiento, ahora nos toca a nosotros superar todo esto, ¿si no qué valor tendría nuestra palabra?». Fue liberado, pero arrestado por segunda vez en 1941, nuevamente con el P. Kolbe, el P. Antonin Bajewski y otros, y llevado a Varsovia, donde soportó con paciencia todo tipo de tormentos. El 4 de abril de 1941, durante la semana santa, el padre Pius y el padre Antonin fueron deportados al campo de concentración de Oswiecim: Pius fue registrado con el número 12832 y destinado a trabajos forzados en la construcción. Físicamente disminuido por una dolorosa herida en la pierna, por una infección cutánea y otras enfermedades, fue trasladado al hospital. Allí, enfermo entre enfermos, consolaba y asistía a los otros internados, en particular ejerciendo el ministerio de la reconciliación. Pius Bartosik, aunque fuee muy probado físicamente, soportó con paciencia esta trágica situación, y, después de recibir la unción de los enfermos, murió en la noche del 12 al 13 de diciembre de 1941.
fuente: Santi e Beati



Beato Bartolomé Buonpedoni

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Se desconoce la fecha exacta en la que los condes de Mucchio tuvieron en sus brazos por vez primera a su heredero y único hijo, Bartolomé. Vino al mundo en el castillo feudal cercano a la ciudad de San Gimignano (Toscana, Italia) en 1227. Y su progenitor, como usualmente sucede, albergaba grandes sueños para su futuro: estudios, carrera, etc. Pensó también que con ese hijo, que los colmaba de dicha, estaba asegurada la perduración de su ilustre apellido a través de su descendencia. Por eso, cuando llegó el momento, y Bartolomé se negó a contraer el matrimonio que le proponía optando en su lugar por la vida religiosa, el conde Mucchio recibió la noticia más que consternado, y no ocultó su frontal oposición.
El joven se trasladó a Pisa y pasó un año conviviendo con la comunidad benedictina de San Vito, donde desempeñó labores de enfermería. Su buen corazón y las virtudes que mostraba le hacían apto para encarnar con su vida el carisma de san Benito, y así lo hicieron notar los monjes. No desestimaba totalmente la oferta de continuar junto a ellos, posibilidad en la que meditaba, cuando en sueños tuvo una locución divina advirtiéndole que la verdadera clave de su santificación radicaría en la aceptación de veinte años de sufrimientos que llegarían a su vida, y no en su abrazo a la vida monástica. Misteriosos designios de la providencia.
Partió a Volterra y se integró en la Tercera Orden Franciscana. El prelado del lugar juzgó que sería un buen sacerdote y le propuso ordenarlo. Dócil a la sugerencia del obispo, cursó estudios y recibió el sacramento del Orden cuando tenía alrededor de 30 años. Fue enviado a Peccioli en calidad de capellán, y luego a Pichena como párroco. Su labor pastoral y celo apostólico junto a su heroica caridad, que tenía como destinatarios a los pobres, atrajo a las gentes. La noticia de su santidad llegó a su ciudad natal, y sabedor de ella uno de sus compatriotas, Vivaldo, también beato de la Tercera Orden franciscana, que había nacido en San Gimignano hacia 1250, no dudó en acudir a su lado. Fue no solo su discípulo sino una especie de ángel protector en las dolorosas tribulaciones que tuvo que afrontar Bartolomé cuando contrajo la lepra hacia sus 50 o 52 años. Dejó entonces la parroquia, y ambos se establecieron en la leprosería de Cellole, situada en los alrededores de su ciudad natal.
Durante veinte años, tal como se le vaticinó en sueños, sufrió con esta enfermedad, acogida con tan admirable paciencia y alegría, conforme al carisma franciscano, que le dieron el nombre de «Job de Toscana». Los leprosos del lazareto recibieron de él, que fue su capellán, y del beato Vivaldo, asistencia y consuelo. Murió con fama de santidad el 12 de diciembre de 1300 a la edad de 73 años. Entonces Vivaldo se hizo ermitaño. Sobrevivió a su maestro veinte años. Bartolomé fue enterrado en la Iglesia de San Agustín de su pueblo. Su culto fue aprobado en 1498. Pío X lo confirmó el 27 de abril de 1910. 

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