Beata María Mancini, religiosa
fecha: 22 de enero
fecha en el calendario anterior: 28 de enero
n.: 1355 - †: 1431 - país: Italia
otras formas del nombre: María de Pisa
canonización: Conf. Culto: Pío IX 2 ago 1855
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 28 de enero
n.: 1355 - †: 1431 - país: Italia
otras formas del nombre: María de Pisa
canonización: Conf. Culto: Pío IX 2 ago 1855
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En la ciudad de Pisa, en la Toscana, beata María
Mancini, quien, después de enviudar dos veces y perder a todos sus hijos,
estableció, siguiendo las indicaciones de santa Catalina de Siena, la vida común
en el monasterio de Santo Domingo, que presidió durante diez años.
refieren a este santo: Beata Clara
Gambacorti

La vida de esta beata es una prueba de que la santidad
depende muy poco de las circunstancias externas. Prácticamente no existe ningún
estado de vida que el espíritu interior no pueda santificar. En la beata María
de Pisa encontramos el ejemplo de una sierva de Dios que se casó dos veces y
tuvo muchos hijos, vivió varios años en el mundo como viuda y luego ingresó en
un convento relajado; lo reformó, y por último, fundó una comunidad de
observancia religiosa excepcional, en la que murió a edad muy avanzada, en olor
de santidad. La familia Mancini era una de las más distinguidas de Pisa, en una
época muy agitada por las facciones políticas que prevalecían en las ciudades
de Italia. Se cuenta que Catalina (María fue el nombre que tomó en religión)
tuvo a los cinco años una experiencia mística extraordinaria: en un éxtasis o
visión, presenció la tortura en el potro de Pedro Gambacorta, que había sido
acusado de conspirar y condenado a la horca por sus enemigos. La leyenda añade
que Catalina oró con tal fervor al presenciar el suplicio, que la cuerda de la
horca se rompió y los jueces conmutaron la pena de muerte. Después de esto, la
Virgen se apareció a Catalina y le ordenó que dijese todos los días siete
Padrenuestros y siete Avemarias, porque la bondad de Dios iba a sostenerla en
los peligros. Catalina se casó a los doce años y tuvo dos hijos. Su primer
esposo murió cuando la beata tenía dieciséis años. Cediendo a la presión de su
familia, Catalina se casó por segunda vez. El nuevo matrimonio duró ocho años y
de él nacieron cinco hijos. Catalina cuidó a su esposo durante su última
enfermedad, que duró un año. Todos los hijos de la beata parecen haber muerto
jóvenes.
La familia de Catalina intentó casarla por tercera
vez, pero ella se opuso resueltamente y se entregó en alma y cuerpo a las obras
de piedad y caridad. Convirtió su casa en hospital. Se cuenta que acostumbraba
beber el vino con el que lavaba las llagas de los enfermos y que, en cierta
ocasión experimentó tal dulzura al beber ese vino, haciendo fuerza a su
naturaleza, que llegó a convencerse en su fuero interno de que el misterioso
enfermo al que había atendido no era otro que el Salvador. En aquella época de
su vida, Catalina estaba bajo la dirección de los dominicos, en cuya tercera
orden había ingresado. Probablemente dichos religiosos le pusieron en contacto
con santa Catalina
de Siena, y todavía se conserva una carta que esta santa
escribió a «Monna Catarina e Monna Orsola ed altre donne di Pisa». En algunas
ocasiones la beata tenía éxtasis en la calle. Sorprendida, una vez, por uno de
tales éxtasis inesperados, fue coceada por una muía. Más tarde ingresó Catalina
en el relajado convento dominicano de Santa Croce, con el objeto de restablecer
en él la estricta observancia. Se cuenta que la beata consiguió reformarlo,
pero que todavía aspiraba a una vida de mayor perfección. Así pues, junto con
la beata Clara Gambacorta,
partió de Santa Croce a fundar otra comunidad en un convento, construido con
esa mira por el padre de Clara, el mismo Pedro Gambacorta por quien Sor María
había orado. Dios bendijo la nueva fundación, que se convirtió en un modelo de
vida religiosa, famoso en toda Italia. Allí murió la beata María Mancini, el 22
de diciembre de 1431. Su culto fue aprobado en 1855.
Ver M. C. de Ganay, Les Bienheureuses Dominicaines
(1913), pp. 237-250; y Procter, Dominican Saints, pp. 342-345.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert
Thurston, SI
accedida 732 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo
Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente,
es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se
corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre
del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=282
Beato Antonio della Chiesa, religioso
presbítero
fecha: 22 de enero
fecha en el calendario anterior: 28 de julio
n.: 1394 - †: 1459 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Pío VII 15 may 1819
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 28 de julio
n.: 1394 - †: 1459 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Pío VII 15 may 1819
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Como, ciudad de Lombardía, beato Antonio della
Chiesa, presbítero de la Orden de Predicadores, que restableció la vida
cenobítica en algunos conventos de la Orden, mostrando indulgencia con la debilidad
humana pero corrigiéndola con firmeza.

Antonio nació en 1395 en San Germano, cerca de
Vercelli. Era miembro de la noble familia della Chiesa di Roddi, que había de
dar siglos más tarde a la Iglesia al papa Benedicto XV (Giacomo della Chiesa).
Sus padres se opusieron a que entrase al convento, de suerte que tenía ya
veintidós años cuando tomó el hábito de Santo Domingo en Vercelli. Fue un gran
predicador y director de almas y, durante varios años, acompañó a san Bernardino
de Siena en sus misiones.
Cuando fue superior del convento de Como, reformó
completamente las costumbres y la vida religiosa de la ciudad. Más tarde,
gobernó los conventos de Savona, Florencia y Bolonia y, en todos restableció la
exacta observancia. El beato se alegraba profundamente cuando terminaba cada
uno de sus períodos de superiorato y se entristecía cuando le reelegían,
diciendo que ni siquiera era capaz de manejar con destreza un remo. De 1440 a
1444, el antipapa Amadeo de Saboya (no confundir con el beato Amadeo de Saboya,
su nieto), quien se daba el nombre de Félix V y tenía muchos partidarios en
Saboya y en Suiza, perturbó la paz de la Iglesia. El beato Antonio se le opuso
vigorosamente y consiguió ganarse a muchos de sus partidarios. También predicó
con gran energía contra la usura, repitiendo incansablemente la historia del
usurero que, con la muerte, no sólo perdió el alma sino también el cuerpo, ya
que los demonios le transportaron corporalmente al infierno, de suerte que sus
familiares tuvieron que enterrar un féretro vacío. Los predicadores de la Edad
Media solían emplear ese tipo de leyendas, algunas de las cuales son
divertidas, otras conmovedoras y otras totalmente absurdas.
Los corsarios se apoderaron del barco en que viajaba
el beato con un compañero, entre Savona y Génova. Normalmente, ello hubiera
significado la muerte o la esclavitud, pero la conducta de los dos religiosos
impresionó tanto a los piratas, que los dejaron libres sin exigirles rescate.
El beato Antonio poseía el don de milagros y de discernimiento de espíritus.
Predijo su propia muerte, que tuvo lugar en Como, el 22 de enero de 1459. El 28
de julio de 1810 se llevó a cabo la translación de sus reliquias a su ciudad
natal, y su culto fue aprobado en 1819.
Véase Procter, Lives of the Dominican Saints, pp.
210-213; Pellazza, Elogio storico del B. Antonio (1863); Taurisano, Catalogus
Hagiographicus O. P., p. 40; y L. Ferretti, Vita del B. Antonio (1919).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert
Thurston, SI
accedida 539 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo
Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente,
es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se
corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre
del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=283
No hay comentarios:
Publicar un comentario