El Papa en
Sta. Marta: ‘Si el obispo no reza el pueblo de Dios sufre’
En la homilía de este viernes, el Santo Padre explica
que los obispos tienen dos tareas: rezar y ser testigos
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ENERO 2016REDACCIONEL PAPA
FRANCISCO

PHOTO.VA - OSSERVATORE ROMANO
El papa Francisco ha asegurado que la tarea del obispo
es rezar y anunciar la Resurrección de Jesús; si el obispo no reza y no anuncia
el Evangelio sino que se ocupa de otras cosas, el pueblo de Dios lo sufre. Así
lo ha indicado el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana
en Santa Marta.
Haciendo referencia al Evangelio del día, que cuenta
la elección de los doce apóstoles por parte de Jesús, el Santo Padre ha
explicado que les elige “para que estén con Él y para mandarlos a predicar con
el poder de expulsar demonios”. Los Doce — ha afirmado– son los primeros
obispos. Y después de la muerte de Judas fue elegido Matías y esta es la
“primera ordenación episcopal de la Iglesia. Así, Francisco ha recordado que
“los obispos son columnas de la Iglesia” llamados a ser testigos de la
Resurrección de Jesús.
Al respecto, el Santo Padre ha precisado que los
obispos tienen la responsabilidad de ser testigos: testigos de que el Señor
Jesús está vivo, que el Señor Jesús ha resucitado, que el Señor Jesús camina
con nosotros, que el Señor Jesús nos salva, que el Señor Jesús ha dado su vida
por nosotros, que el Señor Jesús es nuestra esperanza, que el Señor Jesús nos
acoge siempre y nos perdona. “Nuestra vida debe ser esto: un testimonio. Un
verdadero testimonio de la Resurrección de Cristo”, ha asegurado.
En la homilía, el Santo Padre ha explicado que los
obispos tienen dos tareas. “La primera tarea del obispo es estar con Jesús
en la oración. La primera tarea del obispos no es hacer planes pastorales…¡no,
no! Rezar: esta es la primera tarea”, ha indicado. La segunda tarea es “ser
testigo, es decir, predicar”. Predicar –ha añadido- la salvación que el Señor
Jesús no ha traído.
A continuación, el Pontífice ha explicado que
estas dos tareas no son fáciles, pero que son precisamente las que hacen
fuertes las columnas de la Iglesia. Si estas columnas se debilitan porque el
obispo no reza o reza poco, se olvida de rezar; o porque el obispo no anuncia
el Evangelio, se ocupa de otras cosas, la Iglesia también se debilita; sufre.
El pueblo de Dios sufre. Porque las columnas son débiles.
Por otro lado, el Papa ha asegurado que “la Iglesia
sin obispo no puede caminar” por eso “nuestra oración por nuestros obispos es
una obligación, pero una obligación de amor, una obligación de hijos en lo
relacionado con el Padre, una obligación de hermanos, para que la familia
permanezca unida en la confesión de Jesucristo, vivo y resucitado”.
Finalmente, el Santo Padre ha invitado a todos a rezar
por los obispos “porque también nosotros somos pecadores, también nosotros
tenemos debilidades, también nosotros tenemos el peligro de Judas: porque
también él había sido elegido como columna”. También nosotros –ha advertido–
corremos el riesgo de no rezar, de hacer algo que no sea anunciar el Evangelio
y expulsar los demonios. Así, ha proseguido su petición: “rezar, para que los
obispos sean lo que Jesús quería, que todos nosotros demos testimonio de la
Resurrección de Jesús”.
Recordando que en todas las misas se reza por Pedro y
por el obispo del lugar, Francisco ha exhortado a rezar por el obispo con
el corazón. Y pedir al Señor: “Señor, cuida de mi obispo, cuida de todos los
obispos, y mándanos obispos que sean verdaderos testigos, obispos que recen, y
obispos que nos ayuden, con su predicación, a entender el Evangelio, a estar
seguro que Tú, Señor, estás vivo, estás entre nosotros”.
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