viernes, 25 de marzo de 2016

San Dimas, santo del NT - San Dula, mártir (25 de marzo)

San Dimas, santo del NT

fecha: 25 de marzo
†: s. I
otras formas del nombre: Dismas, «El buen ladrón»
canonización: bíblico
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

Conmemoración del santo ladrón, que en la cruz reconoció a Cristo, y de Él mereció oír: «Hoy estarás conmigo en el Paraíso».
patronazgo: patrono de los camioneros; protector de los condenados a muerte; para pedir una buena muerte.
oración:
Oh glorioso San Dimas, el más glorioso de los ladrones de la historia, tú que supiste robar del Corazón Sagrado su Reino, su Gloria y su Vida, intercede por mí, para que yo, que soy peor que ladrón, a la hora de mi muerte pueda, sepa y quiere decir contigo: «Señor, acuérdate de mí cuando vuelvas con el poder de tu realeza». Amén. [Oración recogida en internet].
«Tú, que a María absolviste
y al ladrón prestaste oído,
también a mí me has dado esperanzas.» (estrofa del Dies Irae, secuencia de difuntos)
En la suposición de que Nuestro Señor fue crucificado el 25 de marzo, el Martirologio Romano, en este día, contiene la siguiente relación: "En Jerusalén, la conmemoración del santo ladrón que confesó a Cristo en la cruz y mereció oír de El las palabras: "Este día estarás conmigo en el paraíso." No sabemos más de su historia que lo contenido en los pocos versículos dedicados a él por el evangelista San Lucas; pero, como en el caso de la mayoría de los otros personajes nombrados en los Evangelios, tales como Pilato, José de Arimatea, Lázaro, Marta, pronto se compuso un relato que situó al "buen ladrón" en lugar eminente en la literatura apócrifa de los siglos primitivos. En el "Evangelio de la Infancia" de los árabes, se nos relata cómo, en la ruta de la huida a Egipto, la Sagrada Familia fue asaltada por ladrones. De los dos jefes llamados Tito y Dumaco, el primero, movido a compasión, pidió a su compañero que dejara pasar a aquellas gentes sin molestia y, al rehusarse Dumaco, Tito lo sobornó con cuarenta dracmas para que los dejara en paz. Entonces, la Santísima Virgen le dijo a su benefactor: "El Señor Dios te sostendrá con su diestra y te concederá la remisión de tus pecados." Y el Niño Jesús también intervino y dijo: "Dentro de treinta años, madre, los judíos me crucificarán en Jerusalén y estos dos ladrones serán crucificados conmigo, Tito a mi derecha y Dumaco a mi izquierda y, a partir de ese día, Tito me precederá en el paraíso." Este relato, junto con otros, encontró popular aceptación entre la cristiandad occidental. Aunque los nombres más comúnmente dados a los ladrones fueron los de Dimas y Gestas, también encontramos los de Zoatan y Camata y aún otros diversos. Ese sentimiento genuino de devoción fue algunas veces evocado, ya que el instante del perdón del buen ladrón en la cruz parece figurar en la visión de San Porfirio (c. 400).
Encontramos a los dos ladrones representados en cuadros de la crucifixión, desde tiempos muy remotos, como por ejemplo, en el manuscrito de Ciríaco, ilustrado por Rábulas, en 586, conservado en la Biblioteca Lorenciana en Florencia. Las palabras del buen ladrón: "Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu reino," se han adaptado a un uso muy solemne en la misa bizantina, al "gran principio" de ella y a la comunión de los ministros y el pueblo.
Ver Evangiles apocryphes, editado por E. Peeters, vol. II; el artículo Larrons en el Dictionnaire de la Bible, Bauer, Leben Jesu im Zeitalter der N.T. Apokryphen, pp. 221-222; Rendel Harris en The Expositor, 1900, vol. I, pp. 304-308; y Notes and Queries, serie décima, vol. XI, pp. 321 y 394; vol. XII, p. 133. Ecos de la leyenda del buen ladrón se encuentran tanto en el Cursor mundi medieval, 11. 16739 ss., como en Golden Legend, de Longfellow y en otras partes.
En la imagen: El buen ladrón en la cruz, de Robert Campin (aprox 1425)
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?ids=991




San Dula, mártir

fecha: 25 de marzo
†: s. inc. - país: Turquía
otras formas del nombre: Dulas
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa

En Nicomedia, san Dula, mártir.
Del santo venerado bajo este título no ha quedado de vestigio seguro más que el nombre y la localización; y tan cierto es esto, que ni siquiera es posible saber si se trata de un varón o de una mujer, aunque como se puede ver, el Martirologio Romano actual en buena lógica -como veremos luego- lo inscribe como varón. La historia de esta inscripción (ya que no tenemos historia del mártir) es un buen ejemplo de los peligros de dejar demasiado suelta a "la loca de la casa", como llamaba a la imaginación santa Teresa. Comencemos por el principio:
Hubo un mártir en Nicomedia llamado con el muy común nombre griego de "Doulas", nombre de varón, perfectamente atestiguado, y que se relaciona con la palabra griega "doulos", que significa "siervo", pero que no implica que el mártir fuera siervo, ni mucho menos. El buen hombre sólo se llamaba Doulas (como se podría haber llamado Juan) y murió mártir. En la primera antigüedad cristiana no se interesaban demasiado por las historias de santidad, pero eran muy minuciosos en llevar un registro de los nombres y lugares donde se enterraban los mártires, cuyas tumbas devinieron en seguida centros de celebración y veneración. Así es como nos llegaron centenares de nombres de mártires con su respectivo lugar de martirio, o al menos de enterramiento, y alguna que otra vez asociado a una pequeña mención anecdótica del tipo de martirio, o alguna otra circunstancia destacada. De ese tipo de material se nutrieron los primeros listados que conocemos, que eran locales (como la "depositio martyrum" de los mártires romanos, documento del siglo III de gran valor). 
Más adelante comenzaron a surgir las listas más desarrolladas, con mártires de distintas procedencias, y más completos, en lo posible; esos listados ya contienen (como el Romano actual) un "elogio" del santo, es decir, una breve historia o las características propias, etc, así como una ubicación más precisa en el tiempo. Nacen así los "martirologios históricos", del que el primer ejemplo es el llamado "Jeronimiano", del siglo VI. Precisamente en tres copias del Jeronimiano -nos cuenta Acta Sanctorum- figura "En Nicomedia, nacimiento de Dulas" (nacimiento, en el lenguaje de los martirologios quiere decir "nacimiento en el cielo", es decir, fallecimiento, generalmente martirio). Aquí comienza la primer confusión de género del pobre Dulas: el nombre griego era masculino con forma femenina, así que por analogía se lo inscribió en latín con la declinación usada para los femeninos: "Dulae", es decir, "de Dulas".
Pero algún copista del Jeronimiano, consideró que una noticia tan escueta era demasiado poco, así que se ocupó de aclarar lo que la palabra quiere decir en griego, y puso: "In Nicomedia, natalis Dulae ancillae", es decir: "En Nicomedia nacimiento de Dulas esclava". "Esclava" es simplemente la traducción de "Dulas", pero los siguientes no parecieron entender que se trataba de la traducción del nombre, así que consideraron que "esclava" era su condición. Para mayor confusión, alguien puso la palabra "militis", que puede querer decir que Dulas era soldado, pero como estaba al lado de la palabra "ancillae", se comenzó a entender que significaba "esclava de un soldado". Ese fue el pistoletazo de salida para la disparada imaginación de los hagiógrafos, que fueron añadiendo invento tras invento a esa esclavitud, y así nos encontramos con que Dulas, la esclava, tuvo que luchar por su virginidad hasta llegar al martirio... hay varias etapas de redacción del elogio, la última es la de Pedro De Natalibus, poco después del 1600, quien en su Martirologio dice: "Dula, virgen y mártir que padeció en la ciudad de Nicomedia. Fue una esclava de cierto soldado pagano: cuándo él quiso conocerla [eufemismo por tener relaciones sexuales] ella lo rechazó diciendo que las leyes cristianas prohibían el adulterio, y como oyese su dueño que era cristiana, él mismo la mató por su fe."
Puede parecer que Pedro De Natalibus se excedió en su invento de la historia, sin embargo sólo se limitó a dar un poco de lógica a un galimatías verbal que a esa altura resultaba indiscernible. El Martirologio actual ha optado -al igual que hace en otros casos de extremada confusión- por retrotraerse al dato primigenio, aun a riesgo de perder historias preciosas, pero carentes de un auténtico fundamento.
En Acta Sanctorum, marzo, tomo III, pág. 554, se encontrarán, en una muy breve noticia, las diferentes redacciones del elogio. En algunos sitios actuales se sigue indicando a Dulas como mujer.
Abel Della Costa
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=992
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Comentarios
por Maricruz (221.89.37.---) - lun , 25-mar-2013, 23:36:24
Muy buen análisis de como se forman las leyendas hagiográficas.
Por otra parte la "leyenda" está constituida por una historia, en este caso, que ha sucedido en multitud de mujeres en condición inferior ante las solicitudes sexuales de hombres en posición de poder, y las que por fidelidad a sus principios han rechazado han sufrido las consecuencias desde las más leves a las más graves, como la muerte.
Así que en esta Sta. Dulas podemos recordar a esas mujeres anónimas que han dado su vida por coherencia con sus principios, su fe, su fidelidad...

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