miércoles, 7 de septiembre de 2016

Beata Eugenia Picco, virgen - Beato Ignacio Klopotowski, presbítero y fundador (7 de septiembre)

Beata Eugenia Picco, virgen

fecha: 7 de septiembre
n.: 1867 - †: 1921 - país: Italia
canonización: 
B: Juan Pablo II 7 oct 2001
hagiografía: Vaticano

Elogio: En Parma, ciudad de Emilia-Romaña, en Italia, beata Eugenia Picco, virgen de la Congregación de Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, que, entregada al cumplimiento de la voluntad de Dios, promovió la dignidad de la mujer y se dedicó a la formación de las religiosas.

«Como Jesús ha escogido el pan, algo tan común, así debe ser mi vida, común... accesible a todos y, al mismo tiempo, humilde y escondida, como lo es el pan». Estas palabras de Eugenia Picco brotan de una larga contemplación de Jesús, Pan de vida, entregado por todos. A esta contemplación Eugenia llega tras un largo y doloroso camino.
Nace en Crescenzago (Milán) el 8 de noviembre de 1867 de José Picco y Adelaida del Corno. El padre es un excelente músico de «La Scala» de Milán, ciego. La madre es una mujer frívola, que no ama a su marido, sino que prefiere el dinero, el éxito y los viajes. De Eugenia cuidan habitualmente los abuelos y encuentra a sus padres durante las breves pausas que se conceden entre una gira y otra, hasta que un día la madre vuelve sola, sin su marido, dándolo por muerto. Eugenia, no sabrá nunca nada de su padre. Desde este momento la madre obliga a la hija a vivir con ella y con su amante, del que luego tendrá otros dos hijos. Eugenia crece en un ambiente irreligioso y moralmente malsano, teniendo que convivir entre los deseos mundanos de la madre que la quiere cantante famosa y con el amante de la madre que la molesta y la fastidia frecuentemente.
«Peligros y ocasiones tanto en casa como afuera», dirá luego Eugenia recordando aquellos años de tribulación y aquel «instintivo» anhelo de orar, de mirar hacia arriba, en el silencio de la austera basílica de San Ambrosio de Milán, donde cada día va a pedir ayuda a Dios, casi sin conocerlo. Hasta que una tarde de mayo de 1886, Eugenia siente dentro de sí la llamada a la santidad y desde aquel instante caminará, con prontitud y fidelidad indefectibles hacia la perfección.
A los veinte años Eugenia decide amar a Jesús y ser santa. Ingresa en la todavía joven Familia Religiosa de las Pequeñas Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María huyendo de casa el 31 de agosto de 1887. Es inmediatamente acogida, comprendida y amada por el fundador, el venerable Agustín Chieppi. El 26 de agosto de 1888 comienza el noviciado y el 10 de junio de 1891 emite la primera profesión religiosa en manos del mismo Fundador. Hace la profesión perpetua el 1 de junio de 1894.
Simple y humilde, fiel y generosa, se entrega sin reservas a las alumnas del Colegio de las que es maestra de música, canto y francés; a las novicias de las que es madre y maestra; a las hermanas como archivista, secretaria general y consejera. En junio de 1911 es elegida superiora general, cargo en el que permanece hasta la muerte. Animadora sabia y prudente de la Congregación, durante su gobierno desarrolla una actividad iluminadora y prudente para una organización definitiva del Instituto, proponiéndose cumplir las directrices transmitidas por el fundador. Para todos es madre, especialmente para los pobres, para los pequeños y para los marginados, a los que sirve con caridad generosa e incansable. Las necesidades y los dramas de muchos hermanos durante la gran guerra de 1915-1918 le abren aun más el corazón para acoger todo llanto, tanto dolor y toda preocupación social o privada.
Su principal apoyo, el eje vital de su vida interior y de toda la obra y trabajo apostólico es para Sor Eugenia la Eucaristía, su gran amor, centro de piedad, alimento, consuelo y gozo de sus jornadas densas de oración y de fatiga. Jesús le infunde su celo por la salvación de las almas, su deseo ferviente de llevar a todos a la Casa del Padre y es en su ardiente amor a Jesús donde se encuentra la explicación de su incesante actividad caritativa.
De salud débil, con un cuerpo consumido por la tuberculosis ósea, tiene que someterse, el año 1919, a la amputación de la extremidad inferior derecha. Sor Eugenia se ofrece con toda disponibilidad a cumplir los planes del Padre sobre ella, pronta a cualquier inmolación, mostrándose siempre la amiga sonriente de Jesús, de los hermanos y del mundo. Este dinamismo que concentra todos sus deseos y toda su voluntad en Dios, esta decisión resuelta de caminar hacia la perfección, expresada en una vida de mortificación, de pureza, de obediencia, de heroismo, de obras virtuosas, viviendo lo ordinario y más humilde de la vida de manera extraordinaria, es el clima en el que se desarrolla la existencia de Sor Eugenia Picco.
En la enfermedad y en la muerte cumple su total consagración a Dios. Sor Eugenia muere santamente el 7 de septiembre de 1921. El 7 de octubre del 2001, Juan Pablo II la proclama beata.
fuente: Vaticano
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3233




Beato Ignacio Klopotowski, presbítero y fundador

fecha: 7 de septiembre
n.: 1866 - †: 1931 - país: Polonia
canonización: 
B: Benedicto XVI 19 jun 2005
hagiografía: Vaticano

Elogio: En Powazki, Polonia, beato Ignacio Klopotowski, presbítero y fundador de la Congregación de Religiosas de la Bienaventurada Virgen María de Loreto.

Nació el 20 de julio de 1866 en Korzeniówka, en la región de Podlasie. Frecuentó el instituto de estudios clásicos de Siedlce. En 1883 entró en el seminario mayor de Lublin. Para completar los estudios, al cuarto año fue enviado a la Academia de teología de San Petersburgo, donde obtuvo la licenciatura en teología. Recibió la ordenación sacerdotal el 5 de julio de 1891 en la catedral de Lublin, de manos de monseñor Franciszek Jaczewski.
Después de la ordenación, fue nombrado vicario parroquial en la parroquia de la Conversión de San Pablo. En 1892 fue designado capellán del hospital de San Vicente y profesor del seminario mayor, donde durante catorce años enseñó, entre otras disciplinas, Sagrada Escritura, teología moral y derecho canónico. En su trabajo pastoral se encontró muchas veces con la miseria moral y material, el desempleo, la ignorancia y el subdesarrollo; estas eran las condiciones en que vivía gran parte de la sociedad de entonces. Para paliar estas situaciones, fundó diversas instituciones de beneficencia: una casa de trabajo retribuido, una escuela profesional, el hospicio de San Antonio para mujeres de la calle, orfanatos, residencias de ancianos, etc.
El padre Klopotowski, que estaba atento a la voz de Dios y la reconocía ante todo en la oración y en las circunstancias concretas de la vida, no se contentó con satisfacer las necesidades básicas de los más pobres, sino que también quiso llevarles ayuda espiritual, preocupándose a la vez por su situación cultural. Su vida se polarizaba en torno a la Eucaristía. El rosario era para él un importante elemento de la piedad mariana. En particular, cuando Polonia se liberó de Rusia, promovió incansablemente la educación cristiana de niños y jóvenes, defendiendo con empeño la figura de la madre en el hogar y su papel insustituible en la educación de los hijos y en la transmisión de las primeras nociones de la fe.
Ya durante los primeros años de su sacerdocio publicó libros de oración y de contenido religioso. En 1905 empezó a publicar el diario «Polaco-Católico», el semanario «La Semilla» y la revista mensual «El Buen Domingo». Su celo por la difusión del rosario lo impulsó a publicar la revista mensual «Círculo del Rosario»; fruto de su amor a la niñez es la publicación «El Ángel Custodio». En uno de sus escritos decía: "Todo niño abrazado contra el corazón, toda existencia humana salvada de la muerte, todo centésimo sumado a una obra buena, son un gran mérito ante la patria".
Con el fin de garantizar la continuidad de la acción apostólica mediante la palabra impresa, el 31 de julio de 1920 fundó la congregación de las Religiosas de la Bienaventurada Virgen María de Loreto. Sabía que la vocación del sacerdote consiste en guiar a las personas a la salvación. Para lograrlo a través de los medios de comunicación más modernos de su tiempo, se inspiraba en las exhortaciones de los Sumos Pontífices León XIII y Pío X a oponer a la prensa negativa la fuerza de la buena. Por lo demás, consideraba la palabra impresa como la prolongación del ambón y un medio muy idóneo para difundir el reino de Dios en la tierra. Murió el 7 de septiembre de 1931, y fue enterrado en el cementerio de Powazki. Fue beatificado el 19 de junio de 2005.
fuente: Vaticano
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_4708

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