HAY UN LUGAR SIN LUGAR, DONDE EL
SILENCIO ES VERDE Y SE PUEDE ESCUCHAR
El conocimiento racional, AL CUÁL SOMOS ADICTOS,
además de ser frío es temporal, lineal, en cambio el
conocimiento místico, que no puede ser conocimiento , tiene como primera
particularidad que
DESTRUYE LA RAZÓN
Destruye la razón quiere decir que desconoce la
razón
La pregunta es: si con la razón sólo llegamos a la
cáscara, a lo exterior, no tenemos camino hacia lo interior?
Si las cosas son dentro de sí, es más, son mucho más
de lo que manifiestan en el exterior,
HAY MANERA DE LLEGAR AL NÚCLEO DE LAS COSAS?
Sí, es un contacto no racional, es un conocimiento de
CONTACTO DE SER, se llama MÍSTICA. La mística es la manera de entrar en
contacto con el corazón de las cosas, con la esencia de las cosas de una manera
NO RACIONAL
La metáfora puede ayudar a acercarse un poco a la
mística. Cómo es posible una metáfora? La metáfora no es posible por una
contraposición contradictoria, una contraposición o asimilación que venga de
dentro, de las profundidades. Hay un lugar donde el silencio que no tiene
color, tiene color, (Está poniendo como ejemplo el silencio verde de Dante, que
era verde porque era el silencio de la selva) en ese lugar el silencio tiene
color o hay un lugar donde el amor rasguña y las piedras lloran.
Cómo es posible que el poeta o el que lee poesía se dé
cuenta y goce, esto es importante, cuando se suman realidades que no se pueden
sumar? Si el silencio que no tiene color, cómo es posible que sea verde?
Digamos que hay un lugar sin lugar, un lugar donde las cosas son comunes, donde
el silencio se puede escuchar, donde las palabras son mudas, el cielo es negro,
donde
DIOS ES HOMBRE,
hay un lugar donde el loco es cuerdo, donde el cuerdo
es loco, las ilusiones realidades, las sospechas negras, el amor prohibido…
todos los pares de realidades acopladas.
Hay una realidad que subyace a cualquier realidad, y
es EL SER. Aquello que hace que el árbol sea árbol, es el SER, aquello que hace
que el caballo sea caballo, es el ser también, y lo que al hombre le hace ser
hombre, también el ser. Aquí por tanto, coinciden todas las cosas:
HAY UN PUNTO DONDE EL CABALLO ES HOMBRE Y EL HOMBRE ES
CABALLO,
un lugar donde la ilusión ya no es ilusión sino
realidad y la realidad ilusión, donde todo aquello que soñamos y no soñamos ya
está realizado.
Por lo tanto el camino que nos puede llevar
diréctamente al ser es LA CONTEMPLACIÓN, LA CONTEMPLACIÓN MÍSTICA. Contemplar
es un verbo sin tiempo, está fuera del tiempo mientras que pensar está dentro
del tiempo. Para pensar necesito tiempo, el pensamiento es discursivo,
discurre, corre y al correr, necesita su tiempo. Contemplar, en cambio, no tiene
tiempo, se contempla de golpe. Para algunas personas y culturas, los judíos por
ejemplo, a dios lo escuchan, lo oyen, lo cual quiere decir que se revela en el
discurrir del tiempo, en cambio el griego no escucha a dios, el griego VE,
Contempla, es un acto sin tiempo, es un místico, el judío parte del
tiempo.
Así pues, la contemplación (sin tiempo) se refiere al
ser y el discurso (con tiempo) , a la cáscara del ser. En la contemplación los
sentidos que son temporales, se pierden, se funden. Morir es desembocar en el
ser, pasar del discurso, del correr en el tiempo, pasar a la totalidad.
No queda más remedio que morirse para tener la
experiencia que se tienen al morirse? No queda más remedio que morirse para
experimentar la totalidad, para desembocar en el ser?
Hay situaciones privilegiadas en la vida como el
arrobo místico, el éxtasis amoroso o la contemplación artística, estos son
asomos del ser, esto es más o menos aquello que se intuye será la eternidad.
Uno se asoma al ser en la contemplación artística, en el éxtasis amoroso.
Normalmente uno llega al ser cuando se muere y los preluidos que se hacen en
vida de esta llegada al ser. Cuando uno se muere, se le anulan los sentidos y
cuando uno contempla, los sentidos se funden, podemos decir que la contemplación
es una muerte también, de alguna manera te mueres en la contemplación. Genio y
figura corresponde al hombre que desgraciadamente ya se asomó al misterio del
ser y vino con todas las estructuras trastocado. Dios ya se lo dijo a Moisés:
un hombre no puede ver a dios y sobrevivir.
En la contemplación mística, el arrobo abstrae de tal
manera que los sentidos pierden su significación y fuerza y se queda uno como
en las puertas de la muerte. Por lo tanto, y repetimos, que al ser se asoma uno
cuando se muere y si se asoma antes, de alguna manera se muere y cuando vuelve,
vuelve semimuerto, vuelve muy trastocado. La segunda sensación, no solamente
uno llega al ser con la contemplación que es de bloque, fija y fundidora de
realidades transeúntes como las nuestras, sino es que además apenas uno se
asoma, se le funden los sentidos y así es como percibe la unidad, el que todo
es uno. Uno llega se le funden los plomos y a oscuras uno ve, A OSCURAS UNO VE
QUE TODO ES UNO. Aquí todas las metáforas son posibles, aquí el hombre es árbol
y el árbol es hombre y dios es el hombre y el hombre es dios. Y no solamente
uno se funde y a oscuras ve que todo es hermano, y es que además ve una cosa
inmensa, y es que por primera vez
EL HOMBRE ENTIENDE QUE TODA AFIRMACIÓN DEL SER
CORRESPONDE CON UNA NEGACIÓN
Todos los que se han asomado descubren que todo lo que
antes sabían mediante la razón sobre el ser, NO ES VERDAD. Todo lo que el
razonamiento les había dicho, cuando se asoman al ser se dan cuenta que es
falso, que no es verdad. Osea que los que nos dedicamos a estudiar, hemos de
reconocer con humildad, que todo lo que sabemos
SE SOSTIENE GRACIAS A LO QUE IGNORAMOS
Porque si supiéramos lo que ignoramos, LO QUE SABEMOS
SERÍA NULO, INÚTIL
El hombre empieza a estar de vuelta del saber
racional, claro que será necesario, es más, el que tiene un hijo que no quiere
ir a la universidad se siente desgraciado. Pero el saber racional, es
provisional, ahora estamos descubriendo que hay otra forma de llegar al ser,
hay otra forma que además es la más humana (el que quiera conservar su vida, la
perderá y el que empeñe su vida, será el que la logre). Si asomarte al ser
significa perderte por ahí, es que solamente perdiéndose se encuentra uno,
solamente metiéndote en el corazón del ser, descubres la caducidad de las
cosas. Basta alejarse un poco de la cáscara para percatarse de la ineficacia de
los sentidos en la contemplación o acercamiento al ser, uno está tan metido
dentro de sí que los sentidos que son lo que tenemos justo para el contacto
externo, es decir justo para lo contrario, uno está tan metido dentro de sí que
éstos se funden, desaparecen, pierden todo su cometido, se vuelven totalmente
inútiles, LOS SENTIDOS NO TIENEN SENTIDO.
Por otra parte también la razón ha llegado a descubrir,
y no precisamente por asomarse al ser, que los sentidos son provisionales.
Tenemos ojos para ver pero es mucho más lo que no vemos que lo que vemos.. Los
sentidos como la palabra son muy limitados. La palabra, como el ser humano
mismo, es siempre mucho mayor lo que esconde que lo que da, las palabras que
van cargadas de emoción, intriga.. Lo que está detrás de la palabra es
inmensamente mayor que lo que captamos de ella. Es mucho más fuerte, trae más
consigo, el tono de la voz o el gesto, la expresión al decir la palabra que lo
que ofrece la propia palabra. Para saber si lo que nos dicen es verdad o no,
recurrimos generalmente al tono, los gestos y toda aquella comunicación no
verbal que recibes junto con la palabra, la comunicación no verbal, trae más verdad
que la palabra. En el asomo al ser en cambio, al no funcionar los sentidos, el
escenario es completamente distinto. En el ser todo es UNO, todo es verdad. El
descubrimiento del ser coincide con la muerte, muerte incluida de los sentidos.
La muerte coincide con el descubrimiento del ser,
VIVIMOS GRACIAS A QUE NO HEMOS VISTO EL SER, nadie
puede ver a dios y sobrevivir. Vivimos de milagro de lo torpe que somos
(risas)
Si la muerte no es total, es una muerte de los
sentidos, una muerte al mundo exterior que es una muerte de cáscara para un
acercamiento al ser, a la unidad. La razón que nos enseña también tantas cosas
pero es tan superficial que una magnífica definición del vino jamás ha
emborrachado a nadie, desde Adán para acá, jamás nadie se ha emborrachado con
la definición del vino
Si ponemos en una línea horizontal, primero ponemos
RAZÓN, luego SUPERFICIAL, la razón siempre está en la superficie, en la cáscara
de las cosas, es el fenómeno de las cosas, es dispersa la razón, es indirecta
la percepción, uno no percibe directamente las cosas, hay que leerlas y después
interpretarlas, es parcial también, la
RAZÓN, SUPERFICIAL , DISPERSA , INDIRECTA y PARCIAL ,
conduce a un SABER, así que el saber viene producido por lo superficial,
disperso, parcial e indirecta, la
MÍSTICA, la percepción del ser, es NUCLEAR, (las cosas
son uno), es UNIFICADORA, es DIRECTA y es TOTAL, conduce a la percepción del
SER , conduce al AMOR. El ser no se puede contemplar sino es desde el amor, el
que no ama nunca ha visto el ser. El que razona no llega, sólo llega el que
ama
Así pues el ser sólo es asequible por la contemplación
amorosa. Esta situación de sociedad nuestra occidental que está volviendo de la
razón, que empieza a ingresar la muerte en la antropología, está descubriendo
el amor como único vehículo de inteligencia humana y convivencia humana. Jesús,
que fue y es un gran místico, no porque hubiera llegado. Llegado al ser sino
porque era místico, hablaba y habla de sí mismo y decía que nadie ama tanto
como el que da la vida, amar y morir es siempre lo mismo, el que ama y no está
dispuesto a dar la vida, no sabe amar.
Si es así, el descubridor del ser, de lo real, o del
amor, que es contemporáneo o lo mismo, se da cuenta que toda la creación que la
razón contrapone a dios, que es el ser, en toda la creación no hay más que una
irradiación de dios y a la vez, una manifestación de dios, esto se llama
TEOFANÍA. Dios se manifiesta a través de la creación, por tanto no hay que
decir que dios es dios y luego creó, nó,
DIOS QUE NO SE MANIFIESTA ES DIOS, Y DIOS QUE SE
MANIFIESTA ES LA CREACION
La creación es el lugar donde dios se manifiesta, es
LA CARA DE DIOS, la creación es dios que se destapa, por eso los místicos nunca
intentarán llegar al ser filosóficamente, con la razón o pensamiento, sino
siempre intentarán llegar a través de la creación y de forma descriptiva. El
que descubre al ser, descubre a dios dándose, y dándose, vertiéndose en la
creación. Así pues, cuando tu vas por el el mar navegando en la cubierta de un
barco y observas la inmensidad sonora del mar, esa quietud sonora del mar sin
ninguna referencia, eso es una TEOFANÍA o dios que se manifiesta, o tú vas por
el desierto sin fronteras, sin referencias, es una TEOFANÍA también, dios se
manifiesta, o sal a la noche y contempla las estrellas en el cielo, otra
TEOFANÍA.. Así pues, TEOFANÍA es la manifestación de dios en la creación, es
una manifestación de dios la creación, o esos niños que juegan y les miras los
ojos, en esa mirada también, está la manifestación de dios, la TEOFANÍA.
San Juan de la cruz, no tenía la instrucción
suficiente para decir lo que dice:
Cómo logra San Juan de la cruz decir lo que hemos
dicho?
Yo no lo sé lo que he dicho por experiencia sino lo
que estoy diciendo lo sé por él, lo sé por la experiencia mística de dios de
San Juan de la cruz. Lo que no se entiende cómo un hombre desde la filosofía
racional, logró decir estas cosas, su experiencia fue y es tan sacudidora y
electrizante que ella, sin que él supiera como lo diría, ella misma le sugirió
la fuente
Cualquier persona asomándose al ser, viene sabiendo
decir lo que quiere que decir. No sólo se descubre al ser sino que también, las
facetas del ser
No se puede venir del ser sin que uno llegue con los
bolsillos llenos de versos
San Juan de la cruz:
¡Oh llama de amor viva
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva
acaba ya si quieres,
¡rompe la tela de este dulce encuentro!
¡Oh cauterio süave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga!
Matando, muerte en vida has trocado.
¡Oh lámparas de fuego
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con estraños primores
calor y luz dan junto a su querido!
¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras!
2 cosas, el amor es la muerte, el amor y la muerte se
han sumado. Decía Freud, que todo el pulsar humano está entre el amor y la
muerte, se han juntado como dos realidades hermanas. Este amor se ve después de
que toda realidad se ha fundido. La subida al monte carmelo empieza con la
noche oscura del alma, noche oscura! Oscura es porque funde la realidad (Hago
un paréntesis a Antonio… lo que funde no es la realidad sino la casi irrealidad
en la que nosotros vivimos. La inmensidad de lo real, está precisamente en la
experiencia mística, en el ser) . Este asomo al amor, automáticamente, confunde
todo! Fíjense en las palabras…
1. En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
2. A oscuras, y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!
a oscuras, y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
3. En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía,
sino la que en el corazón ardía.
4. Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
5. ¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada:
oh noche que juntaste
Amado con Amada.
Amada en el Amado transformada!
6. En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
7. El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
8. Quedeme, y olvideme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo, y dejeme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
(Hago otro paréntesis a Antonio. Este es el amor
incondicional, el amor que no pone condición, el amor del amor o del ser, de
dios. Para nosotros es, además de irreconocible, es completamente
ininteligible, no podemos comprender ni paragonar con nada porque el humano no
lo ha experimentado, el amor, el humano no lo conoce, conoce un amor
“razonable”y es razonable porque está sujeto siempre a alguna condición lo que
lo hace estar más cerca de un trueque, trato o negocio, que del amor. La
condición del amor humano, esa condición que el humano pone al amor y destruye
el amor lo pone el deseo implícito e INCONSCIENTE que su razón o inteligencia
lo tiene asumido sin darse cuenta. El deseo, es la columna vertebral del
razonamiento, pensamiento, comportamiento y también condición del amor humano.
Por eso este amor real que experimenta el místico, funde la casi realidad y
elimina o suspende los sentidos. Es imprescindible suspender los sentidos para
que no entre en juego o acción, el deseo humano, eso es lo que se queda en la
frontera, y NO POR CONDICIÓN, sino porque el deseo, el deseo de la razón, no
puede ver el amor, es como intentar plantar en mi huerta, una merluza. El ser,
dios, nunca pone condición )
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