Evangelio del día: Murmurar contra otros es darle una bofetada
al corazón
Evangelio del día. AUDIO. Lucas 6,39-42 XXIII semana tiempo
ordinario: Saca la viga de tu ojo antes de sacar la paja del ojo de tu hermano
Evangelio del día: Lucas 6,39-42
Evangelio del día: (La
benevolencia para juzgar): "En aquel tiempo, Jesús hizo a sus discípulos
esta comparación: "¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos
en un pozo? El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue
a ser perfecto, será como su maestro. ¿Por qué miras la paja que hay en el ojo
de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu
hermano: "Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo", tú, que no
ves la viga que tienes en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y
entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano". Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
Jesús pone en guardia a cuantos ven la paja en el ojo del
hermano y no se dan cuenta de la viga que está en su propio ojo. El hermano que
se equivoca, debe ser corregido con caridad.
1. Corregir con caridad.
No se puede corregir a una persona sin amor ni sin caridad. No
se puede hacer una intervención quirúrgica sin anestesia: no se puede, porque
el enfermo moriría de dolor. Y la caridad es como una anestesia que ayuda a
recibir la cura y a aceptar la corrección. Llamarlo personalmente, con
mansedumbre, con amor y hablarle.
2. Corregir con la verdad.
2. Corregir con la verdad.
Es necesario hablar con la verdad, no decir algo que no es
verdadero. Cuántas veces, en nuestras comunidades, se dicen cosas de otra
persona, que no son verdaderas, son calumnias. O si son verdaderas, se quita la
fama de aquella persona.
Las habladurías hieren; las habladurías son bofetadas contra la
fama de una persona, son bofetadas contra el corazón de una persona.
Ciertamente cuando te dicen la verdad no es lindo escucharla, pero si es dicha
con caridad y con amor es más fácil aceptarla...
3. Corregir con humildad.
Si tú debes corregir un defecto pequeño ahí, ¡piensa que tú
tienes tantos más grandes! La corrección fraterna es un acto para curar el
cuerpo de la Iglesia...
Si tú no eres capaz de corregir con amor, con caridad, en la
verdad y con humildad, tú harás una ofensa, una destrucción al corazón de esa
persona, tú harás una habladuría más, que hiere, y tú te transformarás en un
ciego hipócrita, como dice Jesús. "Hipócrita, quita primero la viga de tu
ojo….".Hipócrita.
Reconoce que tú eres más pecador que el otro, pero que tú, como
hermano, debes ayudar a corregir al otro.
Que el Señor nos ayude en este servicio fraterno, tan bello y
tanto doloroso, de ayudar a los hermanos y a las hermanas a ser mejores y que
nos ayude a hacerlo siempre con caridad, en la verdad y con humildad. (Homilía en Santa
Marta, 12 de septiembre de 2014)

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