Evangelio de hoy | Evangelio del día. María nos trae el Espíritu
Santo
Evangelio de hoy meditado por Papa Francisco. Lucas 1,39-45.
Evangelio del día. Fiesta Virgen de Guadalupe. María nos trae el Espíritu Santo
Evangelio de hoy - Lucas 1,39-45
Meditación del Evangelio del día - (María, bendita tú entre
todas las mujeres): En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo
de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel.
En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno. Entonces
Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó:
"¡Bendita tú, entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién
soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a
mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque
se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor". Palabra del Señor.
Reflexión del Evangelio de hoy por el Papa Francisco.
Sobre el Evangelio de hoy - La aparición de Nuestra Señora de Guadalupe,
que reflejaba la de los pueblos indígenas de la época, es un signo de la
cercanía de María a los marginados
Al igual que San Juan Diego, que no sentía importancia por haber
sido elegido por María debido a su herencia indígena, las personas marginadas
en el mundo de hoy a menudo se sienten inútiles por las condiciones que se les
impusieron.
Entre ellos se encuentran las comunidades indígenas y
afroamericanas, que a menudo no son tratadas con dignidad e igualdad de
condiciones; muchas mujeres que están excluidas debido a su sexo, raza o
situación socioeconómica; jóvenes que reciben una educación deficiente y no
tienen oportunidades para avanzar en sus estudios o ingresar al mercado laboral
para avanzar y establecer una familia; muchos pobres, desempleados, migrantes,
desplazados, campesinos sin tierra, que buscan sobrevivir en el mercado
informal; niños y niñas sometidos a la prostitución infantil, a menudo
vinculada al turismo sexual
"Y he aquí, Isabel, tu pariente, también ha concebido un
hijo en su vejez, y este es el sexto mes para la que fue llamada estéril;
porque nada será imposible para Dios", dijo el ángel.
La esterilidad de Isabel, se consideró en ese momento un castigo
divino por el pecado de ella o de su esposo y un signo de vergüenza y culpa por
un pecado que ella no cometió... Ella fue hecha para sentirse pequeña por no
poder cumplir lo que se esperaba de ella.
Sin embargo, en Isabel, quien fue la primera en reconocer al
niño en el vientre de María, los cristianos pueden encontrar a una mujer que es
fructífera y asombrosa al experimentar en su vida el cumplimiento de una
promesa hecha por Dios.
En ella, entendemos que el
sueño de Dios no es ni será estéril o para estigmatizar o
llenar de vergüenza a sus hijos, sino que traerá, a través de ellos, una
canción de bendición.
[...] Nuestra
Señora de Guadalupe, sigue siendo un símbolo de la riqueza y la
diversidad cultural de América Latina y el Caribe que no solo debe ser
cultivada, sino que también debe defenderse de todo intento de imponer una
forma de pensar que hace que todo lo que heredamos de nuestra Ancianos
inválidos o estériles.
En resumen, nuestra fecundidad nos obliga a defender a nuestra gente
de una colonización ideológica que anula lo más rico de ellos, ya sean
indígenas, afroamericanos, mestizos, agricultores o suburbanos.
Miremos a la
Virgen María y aprendamos de ella, a convertirnos en una
iglesia con una apariencia mestiza, una apariencia indígena que toma la forma
de los pequeños... Es la apariencia de una persona pobre, desempleada, de un
niño o niña, viejo o joven, para que nadie se sienta estéril e infértil, para
que nadie se sienta avergonzado o sin valor (Papa Francisco, Fiesta de la
Virgen de Guadalupe, 12 de diciembre de 2017)
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