lunes, 30 de junio de 2025

Un par de siglas de este siglo - 2025, 29.06. Domingo 13º del TO Ciclo C: Lucas 9,51-62 (Una y otra acabaron en fracaso) y CINCO MINUTOS con el Evangelio de Lucas (Semana 31ª (29.06.2025): Lucas 10,1-42. La evangelización es la convivencia que humaniza a las personas).

 Un par de siglas de este siglo

El pasado viernes, 27 de junio, salí de casa a las 17.00 h con dirección a Valladolid. Acabo de regresar, unas 48 horas después y estoy en disposición de compartir Contigo, Leyente Interesado (CLI), estos asuntos de los comentarios, aunque sea un poco tarde y esté demasiada avanzada y calurosa esta tarde de domingo. Estoy muy bien. Espero que tú estés también bien. No me deseo alargar en esta presentación que habla de dos 'siglas de este siglo', que me han acompañado mientras el tren me llevaba y traía ajeno a la ola calor, soportable.   
La primera sigla es IA: Inteligencia Artificial. Si no lo citas es como si no fueras nadie. Si no sabes de qué va, como si no existieras. Pero cuando ahora lo escribo pienso en Investigación en Armamento. IA es también para mí, Investigación en Armamento. O, tal vez, la aplicación más importante de la inteligencia artificial está dedicada a la Investigación en Armamento. Lo nombro porque se está debatiendo en todo el mundo del poder este asunto del armamento. Y si uno se queda fuera es como perder el último tren de la vida en este planeta... ¿En qué va a acabar llevándonos esta IA o IA,s? Tiempo al tiempo.

La segunda sigla del siglo es GPS: Sistema Global de Posicionamiento, según expresión del inglés. Más o menos vendría a ser algo así como que 'alguien' (el sistema) sabe exactamente quién eres y dónde te encuentras, en cada momento y con la sana intención de ponerse a tu servicio. Para cuanto uno necesite. Genial y Poderoso Servidor de usted. ¿....?
Meditar estas cosas durante un cuarto de hora de silencio es comenzar a introducirse en el drama de ser controlado sin la propia decisión de uno. Es un instrumento buenísimo para las cosas más buenas que te puedas imaginar, pero... nunca suele depender de uno mismo y de sus decisiones, sino de un alguien que está muy especialmente interesado por algo que no le pertenece, pero que lo desea... ¿Podré prescindir de una tecnología semejante? Probablemente imposible.
Por ahora es suficiente con este par de siglas para atreverse a leer el relato del Evangelio de este domingo y de su semana completa. En este relato se habla explícitamente de la IA y del GPS. Ambos constituyen un par de manos y pies tecnológicos para reinterpretar el mensaje del Evangelio que no es otro que ponerse a la escucha de aquel Jesús de Nazaret del año treinta, más o menos, del siglo primero de la historia común de este mundo que es la tierra.
A continuación se encuentran los dos comentarios para este domingo.
Y ambos comentarios se encuentran también en el archivo adjunto.
Carmelo Bueno Heras 

Primer comentario:
2025, 29.06. Domingo 13º del TO Ciclo C: Lucas 9,51-62. Leo y escribo Contigo: 
Una y otra acabaron en fracaso

Sigo expresando en este nuevo comentario mi denuncia contra quienes seleccionan los relatos evangélicos para la liturgia de la llamada eucaristía o santa misa católica. ¿Por qué no se ha leído el final de la misión evangelizadora de Jesús en Galilea tal como la cuenta este Evangelista llamado Lucas en 9,44-50?

 

¿Saben los predicadores de la Palabra y los creyentes, que de ellos se fían, que la Evangelización de Jesús de Nazaret en su tierra de Galilea acabó tan mal como la propia cena de despedida de este Jesús antes de su apresamiento (22,14-27)? Una y otra acabaron en fracaso. 

 

Y este fracaso se expresa, según Lucas, en la descripción de la nefasta actitud que se ha arraigado en el interior de quienes siguen con Jesús, hombres y mujeres (8,1-3). Esto es lo que entiendo cuando leo en Lucas: “Se suscitó una discusión entre ellos sobre quién de ellos sería el mayor” (9,46). ¿No es esta la obsesión satánica del poder? Ni en los tiempos de Jesús ni en los del Evangelista que escribe, ni en los nuestros de la actualidad de lectores, ha desaparecido tal obsesión por el poder. Y el poder así entendido no pertenece a la experiencia de fe de Jesús. 

 

Y hay más en esta denuncia del Evangelista que no se nos proclama en las asambleas de los domingos. Dice este Lucas: “Juan tomó la palabra y dijo: Maestro, hemos visto (se atreve a expresarlo en plural) a uno que expulsaba demonios en tu nombre y hemos tratado de impedírselo, porque no viene con nosotros” (9,49).

 

No sólo pretenden tener el poder, sino que, además, ansían administrar TODO el poder. Juan, y ellos, se creen en posesión de TODA la verdad. Estos textos no se nos leen y ¿no se hablará de ellos y de su mensaje en las homilías o reuniones en torno a la Buena Noticia que es Jesús y su Evangelio?

 

Quizá me alargué demasiado en estas notas de comentario de un texto que no se nos leerá, pero en un día de elecciones tan especial, ¿se puede uno olvidar de estos mensajes de la Buena Noticia que siempre es Jesús? Para este hombre, el más grande es siempre el más pequeño (9,47-48). Lo estoy escribiendo y me parece sentir dentro de mí que en los ámbitos de la iglesia que conozco se ignora explícitamente esta opción del galileo y laico Jesús.

 

Así acabó Jesús su tarea en Galilea y así también se inicia su nuevo camino: “Como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su decisión de ir a Jerusalén” (9,51). Aquí comienza el relato de este domingo de junio. Es el primer paso del camino desde Galilea hasta Jerusalén, a donde llegará, según el relato de Lucas, en 19,28. Un camino muy largo, enorme, interminable. Es el camino de la Evangelización de quienes acompañan a Jesús. ¿Un camino imposible? Podemos preguntárselo a Santiago y a Juan que son los primeros en formular esta satánica petición: “¿Quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma”? (9,54).

 

Se habrá comprendido que este ‘los’ se refiere a unos samaritanos, tan semejantes a los que encontraremos en 10,29-37. No nos queda más espacio ahora y habría tanto que comentar de ese texto de 9,57-62… Pero sí diré una evidencia, aunque no lo parezca. Ese mensaje está escrito para toda persona que desee leerlo y asumirlo. Se equivoca quien crea que esto se escribió en exclusiva para ‘los’ llamados a la excelencia de la vida religiosa o con-sagrada.

Carmelo Bueno Heras. En Burgos, 26.06.2016. También en Madrid, 29.06.2025.

 

Segundo comentario:

CINCO MINUTOS con el Evangelio de Lucas para leerlo ordenadamente y desde el principio hasta el final. Semana 31ª (29.06.2025): Lucas 10,1-42.

La evangelización es la convivencia que humaniza a las personas

El recurso literario de la anáfora -“Después de esto”- (Lucas 10,1) le permite al Evangelista iniciar un nuevo asunto que contar de su protagonista Jesús de Nazaret mientras va de camino subiendo a Jerusalén. Este asunto se inicia en 10,1 y concluye en 10,42. En el comienzo del capítulo siguiente encontramos otra anáfora típica de este narrador: “Y sucedió que” (11,1).

 

Este asunto es tan viejo como nuevo en la tarea y misión de este Jesús de Nazaret de Lucas. Este asunto es la evangelización que no es otra cosa que ese hablar, vivir y compartir la buena noticia de la convivencia que humaniza a las personas. Este Jesús evangelizador pone en manos y bocas de sus acompañantes (nada más y nada menos que setenta y dos) esta misma evangelización. Esta buena noticia ¡tan sencilla! resultará ser sorprendentemente profética, porque quien llegó a comprenderla en su plenitud fue el samaritano de su parábola (10,29-37).

 

Estos setenta y dos evangelizadores enviados por Jesús, que nos cuenta Lucas y nadie más, ¿no son la alternativa propuesta por el laico galileo de Nazaret ante el Gran Sanedrín judío y sus setenta y dos componentes de la autoridad de Yavé en Israel? Por esta razón, entiendo modestamente, resuena tan comprensible la afirmación que el Evangelista coloca en boca de su Jesús: “¡Dichosos los ojos que ven lo que veis. Os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que veis, pero no lo vieron; y oír lo que vosotros oís y no lo oyeron”! (Lc  10,23-24).

 

Y en el final de esta grandiosa unidad literaria y teológica, el evangelista nos habla de una casa en la que conviven dos mujeres (Lucas 10,38-42). Curiosamente también es Lucas el único Evangelista que nos cuenta este… ¿hecho, dato, anécdota, parábola?, acontecido en la casa de Marta y de María. Éstas son las dos mujeres que encarnan la realidad religiosa y social que se encuentran en Israel en tiempos de Jesús y de su acción evangelizadora. ¿Cómo no ver en Marta la imagen del Israel ocupado y preocupado por de la Ley  y todos sus mandamientos?

 

La imagen de María es la imagen del acompañante de este Jesús de Galilea que trae una buena noticia nueva que no es otra que la sana y humanizadora proximidad del prójimo. El otro -y sobre todo el marginado, el maltratado, el caído y la mujer- es una persona tan digna que en su silencio nos grita todas las presencias. Para el hombre de la Ley, del Templo y de las tradiciones del sacerdocio este marginado, maltratado, caído y mujer es un pecador contaminador. En cambio, para el samaritano Jesús este marginado, maltratado, caído y mujer es una persona, otro yo, la presencia de mi propia persona, mi propio prójimo (Lc 10,29-37).

 

En este inmenso e intenso relato (Lc 10,1-42) hay una expresión que me desconcierta o que, por el contrario, se me despierta como una de las claves de esta narración y de su mensaje: “Se levantó un legista y dijo a Jesús para ponerle a prueba” (10,25). He leído tres veces el texto y me pregunto de dónde ha salido o venido este ‘legista’, experto en la Ley o maestro de ella. Desde que Jesús ha decidido y propuesto subir a Jerusalén (9,51) sólo le acompañan sus seguidoras (8,1-3) y seguidores y ninguna otra persona distinta. Cuando Lucas ha querido hablar de otras personas que no van con Jesús se lo advierte a su lector: “Mientras iban de camino, Jesús entró en un pueblo y una mujer llamada María lo recibió en su casa” (10,38).

 

El legista de la Ley es claramente una persona que el Evangelista coloca como personaje de contrapunto para que los lectores y oyentes de su palabra comprendamos, una vez más, quién es su Jesús: un judío que aprende y enseña a ser persona…  ¡como aquel samaritano bueno!

Carmelo Bueno Heras. En Madrid, 01.07.2018. También en Madrid, 29.06.2025.

No hay comentarios:

Publicar un comentario