Kamma
Cuando los que
no entienden el Dhamma actúan indebidamente, miran alrededor para asegurarse de
que nadie los esté vigilando. Pero nuestro kamma siempre está vigilando. En
realidad, nunca nos salimos con la nuestra sin ninguna consecuencia.
Las buenas
acciones traen buenos resultados, las malas acciones traen malos resultados. No
espere que los dioses hagan cosas para usted, o que los ángeles o las
divinidades tutelares lo protejan, o que lo ayuden los días propicios. Estas
cosas no son verdaderas. No crea en ellas. Si cree en ellas, sufrirá. Siempre
estará aguardando el día apropiado, el mes apropiado, el año apropiado, los
ángeles o las divinidades tutelares. De esa manera sólo sufrirá. Examine sus propias acciones y
su modo de hablar, analice su propio kamma. Haciendo el bien, heredará
benevolencia, haciendo el mal, heredará falta de bondad.
Mediante la
práctica adecuada usted deja que su viejo kamma se desgaste sólo. Dándose
cuenta de cómo surgen y se van las cosas, sencillamente puede estar atento y
dejarlas seguir su propio rumbo. Es como tener dos árboles: si fertiliza y
riega uno y no cuida el otro, no cabe duda cuál de los dos es el que crecerá y
cuál el que morirá.
Algunos de
ustedes han recorrido miles de millas, desde Europa y América y desde otros
lugares distantes para escuchar el Dhamma aquí, en el monasterio de Nong Pah
Pong. Pensar que ustedes han venido desde tan lejos y han pasado por muchos
problemas para llegar hasta aquí. Luego tenemos a estas personas que viven aquí
nomás afuera de los muros del monasterio pero que aún no pasaron por el portón.
Eso hace que aprecien más su buen kamma, ¿no es así?
No hay comentarios:
Publicar un comentario