Serapio Sanz Iranzo, Beato
Religioso y Mártir, 20 de agosto
Por: . | Fuente: www.bisbatlleida.org
Martirologio Romano: En diversos lugares de la diócesis de Lleida (Lérida), España, Beatos Mariano Alcalá Pérez y 18 compañeros de la Orden de la Bienaventurada Virgen de las Mercedes, asesinados por odio a la fe. ( 1936-37)
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Fray Serapio era un niño, un niño grande, pero niño bueno, buenísimo, sin picardías. Y a la inocencia unía su condición de modesto, complaciente, jovial. Quería a todos y se hacía querer de todos. Caso excepcional.
Accedió a la existencia en Muniesa, Teruel, el 1 de noviembre de 1879, siendo sus progenitores Manuel y Joaquina, que lo hicieron bautizar el inmediato día 3. Desde crío, Santos, que ése era su nombre de pila, fue distinto; muy piadoso, trabajador, sumiso, retirado, enteramente ajeno a los bullicios y fiestas populares; no faltaba a misa ni al rosario dominicales; no salía de noche.
Llegó igual de bueno a la juventud. Pero nada tenía de apocado o infeliz, era apuesto, se manifestaba decidido.
Contando veintiún años, sin advertir a sus padres, Mariano y Joaquina, un sábado de madrugada echó a andar y arribó desde Muniesa a El Olivar. Sólo a su hermana Petra le confió el secreto, así como que se hacía fraile porque Dios lo llamaba, incluso por medio de una luz sobrenatural que tres veces se le había manifestado en el campo. Por no levantar sospechas se fue al agro, como solía, confió caballerías y aperos a un vecino
En El Olivar lo vieron tan inocente y resuelto que se lo quedaron. De inmediato le dio el hábito, el 17 de enero de 1901, el padre Mariano Pina, teniendo por testigo al padre Antonio Gómez; el padre Pina al año escaso, el 19 de enero de 1902, aceptó sus votos, en presencia de los padres Policarpo Gazulla, maestro de novicios, y Domingo Aymeric. A los pocos días lo destinaron a Lérida. A currar allí más de treinta años.
Cambiando su nombre de Santos a Serapio, en Lérida emitió su profesión solemne, ignorándose la fecha, y desgranó casi toda su vida en Lérida, constándonos de su ausencia en 1916, así como de breves estancias en Barcelona, allí andaba en octubre de 1915, y en San Ramón, donde se encuentra en agosto de 1920. Siempre servicial, humilde, observante, dócil, muy jovial, obediente, hirientemente sincero.
Por eso se le utilizaba para todo, sacristán, cocinero, portero, mandadero, maestro de párvulos en nuestros colegios de Lérida y San Ramón. El padre Jaime Monzón lo definió sacristán diligente, muy alegre y juvenil con los niños.
Todo le caía. En la Navidad de 1921 llegó de regalo a la comunidad una oca, fray Serapio tendría que sacrificarla; por lo pronto la echó en los intrincados sótanos del convento y, cuando vino a por ella a la mañana siguiente, la palmípeda había desaparecido.
En la iglesia sabía complacer a los sacerdotes que a cualquiera hora de la mañana le pedían celebrar y se ganaba a los fieles con sus atenciones. En agosto 1922, con el permiso superior, realizó una campaña para adicionar reclinatorios a los bancos de la iglesia; treinta y ocho contribuyentes aportaron 17550 pesetas, las que dieron para dieciocho de los veintiséis bancos, dos reclinatorios completos y una lámpara para el sagrario.
Se entendía maravillosamente con los pequeños, tanto en el aula como cuando los conducía por la calle al instituto; aunque a las veces repartió cachetes. Vivió con ilusión la docencia, y al igual que los otros religiosos, se dolió de la muerte del colegio leridano por inanición; realista, el 31 de agosto de 1925 se pronunció por la clausura del colegio como la mayoría de la comunidad, aunque les cayeron encima las iras de la superioridad.
Es que las cosas iban cambiando vertiginosamente. Ahora había penuria en la casa y peligros en la calle. Desde 1929 se le constata adquiriendo ropa laical, una garibaldina, camisas, traje... y, al igual que los otros religiosos, cultivaba la mística martirial. A don Antonio Hernández, que regularmente venía a la Merced para visitar al Santísimo, le solía preguntar: ¿Qué, nos matarán?
Muy luego lo asesinarían. No obstante que, afirman cuantos le conocieron, tenía todas las virtudes y en todo era edificante. Nunca había hecho mal, siempre había pretendido lo mejor para los demás. El mundo no era digno de él.
Martirio de
Entre los setenta y cuatro inmolados en Lérida la infausta noche del 19 al 20 de agosto de 1936 cayeron estos tres mercedarios.
Ya llevaban meses de tortura, insultados por la calle y la prensa. Varias noches de febrero durmieron fuera de casa, pues estaban amenazados de muerte y quema del convento. Al sentirse inseguros en el convento, los tres pasaron a la casa de un amigo, el señor Amorós, calle de San Antonio número 38, frente al convento, llevando también, con ayuda de vecinos, algunas maletas con ropa y objetos de culto, serían sobre las 10 u 11 de la mañana.
El peligro era enorme, porque la chusma husmeaba tras las pistas de los religiosos; por lo que, mal aconsejados, al anochecer del 22 del mismo julio, se entregaron en la cárcel, creyendo estar allí más seguros que ante la convicción de ser linchados por las hordas. Se llegó, pues, la señora Amorós a la comisaría de policía y, encontrando a Juan Ribelles, le expuso cómo en su casa tenía tres frailes mercedarios escondidos que querían entregarse porque habían sabido cómo la Generalitat había ordenado llevar a la cárcel a sacerdotes y religiosos, y pensaban estar más seguros en la cárcel que en su casa, se ofreció el señor Ribelles a llevarlos personalmente, cogió un coche de la Generalitat y los llevó a la cárcel provincial entregándolos al oficial de servicio. Carmen Duch los vio ir conducidos por un pelotón de milicianos rojos, desde calle San Antonio enfilaron la calle del Correo viejo, andaban muy dóciles, como mansos corderos, por su aspecto muy resignados e ensimismados. Veintiocho días estuvieron en el departamento número 7.
Pronto se percataron de su error, pues eran continuas las sacas de los encarcelados, viendo cada noche cómo desaparecían sus compañeros de presidio. Mas no perdieron el aplomo en ningún momento, sino que se convirtieron en arrimo y amparo de los compañeros, sobre todo de los seminaristas jóvenes. Y, para no molestarles, el padre Campo se comprometió a no fumar delante de ellos, porque estos chicos se lo merecen todo. Francisco Grau, compañero de celda, afirma de los Mercedarios: Eran tenidos por santos religiosos, se empleaban en sus prácticas religiosas, en asistir y levantar a todos los compañeros de prisión. Constaté su elevado espíritu y su alegría en aquella hora de amenazas; encorajinando a todos, orando y dirigiendo la plegaria de los encerrados en la misma celda, animando a todos, serenando nuestros ánimos y ayudando a bien morir. No sólo asumieron su muerte, esperaron el martirio con gozo.
El padre Tomás no mustió en ningún momento su aplomo y su jovialidad habitual. José Berenguer, también consorte, dice de su empeño en comunicar alegría y hacer reír y expresa cómo sobresalía por su resignación, dulzura en el trato y celo, dispuesto siempre a confesar, dirigiendo el rosario y otras plegarias en voz alta, demostrando mucha serenidad y coraje, animando a los menos animosos. En una ocasión un preso exigió que no se rezara en voz alta en la celda, y padre Tomás replicó enérgicamente, que había que rezar sin miedo de nadie, porque era modo de demostrar la fe cristiana, pues sólo por eso estamos presos. Hablaba del martirio con frecuencia y exhortaba al martirio por Cristo. Era un verdadero padre, afirman los hermanos Puértolas.
El padre Francisco siguió tan próximo y servicial como fue siempre, aunque de carácter algo cerrado -dice Ramón Muntañola-, se esforzaba por ayudar a todos, siendo un gran consejero, muy afable, sobresaliendo por su gran humildad, tratando con mucho respeto al superior, sobe todo siempre dispuesto a confesar y muchos lo solicitaban
Fray Serapio no menguó su aplomo, serenidad, alegría, servicialidad con todos, su humildad, su piedad que edificaba a todos; estaba particularmente atento a mantener el ánimo de los deprimidos y a cumplir las insinuaciones de su superior. Llamados los dos padres, advirtiendo fray Serapio que se los llevaban, protestó que él también quería correr su suerte, pues era igualmente religioso. Un miliciano, allí presente, aseveró que así era, porque en el colegio de la Merced, siendo niño, le había dado un bofetón; bofetón que ahora el forajido le devolvió ostentosamente, sin que el Hermano se inmutase lo más mínimo. Y sin más los milicianos lo unieron al grupo.
Los tres se despidieron de los compañeros de calabozo, abrazándolos y musitándoles: adiós, hermanos, hasta la eternidad. Sacaron a setenta y cuatro religiosos y sacerdotes. No había habido cargos, ni juicio, ni sentencia. Los hacinaron en camiones, maltratados, vilipendiados, blasfemados.
El holocausto comenzara a las 11:30 de la noche, hasta ese momento la cárcel estaba a oscuras y en silencio. Ruido de cadenas y cerrojos; los milicianos entraban en las celdas, encañonaban a los presos, leían nombres, sacaban a los nominados al pasillo, los ataban de dos en dos por los sobacos, y sobre la l de la madrugada, los juntaban en grupos de cinco parejas, los hacían subir al camión. A las 1:15 los camiones, conducidos por guardias de asalto, habían rebasado el cementerio, llegando al cruce de las carreteras de Tarragona y Barcelona. Parece como si los conductores, horrorizados, hubieran querido seguir a Barcelona para evitar la masacre, pero en aquel momento les cayeron encima unos doscientos milicianos que estaba apostados, y obligaron a los camioneros a retroceder ante el cementerio.
Los setenta y cuatro mártires, todos muy serenos y conscientes, en los camiones al unísono cantaban el Ave maris stella, el Magníficat vitoreaban a Cristo rey invocaban a María. Los tiraron desde los camiones, a culatazos y empujones. Atados de dos en dos, en grupos de catorce, eran puestos ante el muro interior del cementerio, frente al pelotón de asesinos y villanamente asesinados, de noche, a la luz de los focos de un camión. Cuando se oía la orden apunten, los mártires gritaban, unánimes las gargantas y los corazones, ¡viva Cristo rey! ¡Madre mía!. Se cuenta del padre Campo que entonó el Cantemos al amor de lo amores. El rugido de la chusma, doscientos rufianes, no lograban aminorar el grito de los mártires.
Pasó un miliciano dando el tiro de gracia, pero ni se molestaron en enterrarlos. A a los asesinos siempre les aterran los rostros serenos de sus víctimas. Fue al día siguiente cuando los empleados del cementerio los evacuaron en una fosa común.
Este grupo de mártires está integrado por:

1. MARIANO ALCALÁ PÉREZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 11 Mayo 1867 en Andorra, Teruel (España)
martirio: 15 Septiembre 1936 en Andorra, Teruel (España)
2. TOMÁS CARBONELL MIQUEL, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 20 Diciembre 1888 en Jijona, Alicante (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
3. FRANCISCO GARGALLO GASCÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Febrero 1872 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
4. MANUEL SANCHO AGUILAR, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero 1874 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
5. MARIANO PINA TURÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 13 Atril 1867 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 08 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
6. PEDRO ESTEBAN HERNÁNDEZ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 27 Julo 1869 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
7. ANTONIO LAHOZ GAN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 22 Octubre 1858 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
8. JOSÉ TRALLERO LOU, religioso mercedario profeso
nacimiento: 28 Diciembre 1903 en Oliete, Teruel (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
9. JAIME CODINA CASELLAS, religioso mercedario profeso
nacimiento: 03 Mayo 1901 en Aguilar de Segarra, Barcelona (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
10. JOSEP REÑÉ PRENAFETA, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 15 June 1903 en Lleida (España)
martirio: 16 Agosto 1936 en Barcelona (España)
11. ANTONIO GONZÁLEZ PENÍN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Marzo 1864 en San Salvador de Rabal, Celanova, Orense (España)
martirio: 10 Agosto 1936 en Barcelona (España)
12. TOMÁS CAMPO MARÍN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Enero 1879 en Mahamud, Burgos (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
13. FRANCESC LLAGOSTERA BONET, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 30 Agosto 1883 en Valls, Tarragona (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
14. SERAPIO SANZ IRANZO, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Octubre 1879 en Muniesa, Teruel (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
15. ENRIC MORANTE CHIC, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Septiembre 1896 en Lleida (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
16. JESÚS EDUARD MASSANET FLAQUER, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero1899 en Capdepera, Islas Baleares (España)
martirio: 25 Julo 1936 en Lleida (España)
17. AMANCIO MARÍN MÍNGUEZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 26 Marzo 1908 en Celada del Camino, Burgos (España)
martirio: 26 Julo 1936 en Binéfar, Huesca (España)
18. LORENZO MORENO NICOLÁS, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Marzo 1899 en Lorca, Murcia (España)
martirio: 03 Noviembre 1936 en Lorca, Murcia (España)
19. FRANCESC MITJÁ i MITJÁ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 26 June 1864 en Arbucias, Girona (España)
martirio: Enero 1937 en Ivorra, Lleida (España)
Por: . | Fuente: www.bisbatlleida.org

Religioso y Mártir
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Accedió a la existencia en Muniesa, Teruel, el 1 de noviembre de 1879, siendo sus progenitores Manuel y Joaquina, que lo hicieron bautizar el inmediato día 3. Desde crío, Santos, que ése era su nombre de pila, fue distinto; muy piadoso, trabajador, sumiso, retirado, enteramente ajeno a los bullicios y fiestas populares; no faltaba a misa ni al rosario dominicales; no salía de noche.
Llegó igual de bueno a la juventud. Pero nada tenía de apocado o infeliz, era apuesto, se manifestaba decidido.
Contando veintiún años, sin advertir a sus padres, Mariano y Joaquina, un sábado de madrugada echó a andar y arribó desde Muniesa a El Olivar. Sólo a su hermana Petra le confió el secreto, así como que se hacía fraile porque Dios lo llamaba, incluso por medio de una luz sobrenatural que tres veces se le había manifestado en el campo. Por no levantar sospechas se fue al agro, como solía, confió caballerías y aperos a un vecino
En El Olivar lo vieron tan inocente y resuelto que se lo quedaron. De inmediato le dio el hábito, el 17 de enero de 1901, el padre Mariano Pina, teniendo por testigo al padre Antonio Gómez; el padre Pina al año escaso, el 19 de enero de 1902, aceptó sus votos, en presencia de los padres Policarpo Gazulla, maestro de novicios, y Domingo Aymeric. A los pocos días lo destinaron a Lérida. A currar allí más de treinta años.
Cambiando su nombre de Santos a Serapio, en Lérida emitió su profesión solemne, ignorándose la fecha, y desgranó casi toda su vida en Lérida, constándonos de su ausencia en 1916, así como de breves estancias en Barcelona, allí andaba en octubre de 1915, y en San Ramón, donde se encuentra en agosto de 1920. Siempre servicial, humilde, observante, dócil, muy jovial, obediente, hirientemente sincero.
Por eso se le utilizaba para todo, sacristán, cocinero, portero, mandadero, maestro de párvulos en nuestros colegios de Lérida y San Ramón. El padre Jaime Monzón lo definió sacristán diligente, muy alegre y juvenil con los niños.
Todo le caía. En la Navidad de 1921 llegó de regalo a la comunidad una oca, fray Serapio tendría que sacrificarla; por lo pronto la echó en los intrincados sótanos del convento y, cuando vino a por ella a la mañana siguiente, la palmípeda había desaparecido.
En la iglesia sabía complacer a los sacerdotes que a cualquiera hora de la mañana le pedían celebrar y se ganaba a los fieles con sus atenciones. En agosto 1922, con el permiso superior, realizó una campaña para adicionar reclinatorios a los bancos de la iglesia; treinta y ocho contribuyentes aportaron 17550 pesetas, las que dieron para dieciocho de los veintiséis bancos, dos reclinatorios completos y una lámpara para el sagrario.
Se entendía maravillosamente con los pequeños, tanto en el aula como cuando los conducía por la calle al instituto; aunque a las veces repartió cachetes. Vivió con ilusión la docencia, y al igual que los otros religiosos, se dolió de la muerte del colegio leridano por inanición; realista, el 31 de agosto de 1925 se pronunció por la clausura del colegio como la mayoría de la comunidad, aunque les cayeron encima las iras de la superioridad.
Es que las cosas iban cambiando vertiginosamente. Ahora había penuria en la casa y peligros en la calle. Desde 1929 se le constata adquiriendo ropa laical, una garibaldina, camisas, traje... y, al igual que los otros religiosos, cultivaba la mística martirial. A don Antonio Hernández, que regularmente venía a la Merced para visitar al Santísimo, le solía preguntar: ¿Qué, nos matarán?
Muy luego lo asesinarían. No obstante que, afirman cuantos le conocieron, tenía todas las virtudes y en todo era edificante. Nunca había hecho mal, siempre había pretendido lo mejor para los demás. El mundo no era digno de él.
Martirio de
P. Tomás Campo Marín, P. Francisco Llagostera Bonet
y Fr. Serapio Sanz Iranzo
Ya llevaban meses de tortura, insultados por la calle y la prensa. Varias noches de febrero durmieron fuera de casa, pues estaban amenazados de muerte y quema del convento. Al sentirse inseguros en el convento, los tres pasaron a la casa de un amigo, el señor Amorós, calle de San Antonio número 38, frente al convento, llevando también, con ayuda de vecinos, algunas maletas con ropa y objetos de culto, serían sobre las 10 u 11 de la mañana.
El peligro era enorme, porque la chusma husmeaba tras las pistas de los religiosos; por lo que, mal aconsejados, al anochecer del 22 del mismo julio, se entregaron en la cárcel, creyendo estar allí más seguros que ante la convicción de ser linchados por las hordas. Se llegó, pues, la señora Amorós a la comisaría de policía y, encontrando a Juan Ribelles, le expuso cómo en su casa tenía tres frailes mercedarios escondidos que querían entregarse porque habían sabido cómo la Generalitat había ordenado llevar a la cárcel a sacerdotes y religiosos, y pensaban estar más seguros en la cárcel que en su casa, se ofreció el señor Ribelles a llevarlos personalmente, cogió un coche de la Generalitat y los llevó a la cárcel provincial entregándolos al oficial de servicio. Carmen Duch los vio ir conducidos por un pelotón de milicianos rojos, desde calle San Antonio enfilaron la calle del Correo viejo, andaban muy dóciles, como mansos corderos, por su aspecto muy resignados e ensimismados. Veintiocho días estuvieron en el departamento número 7.
Pronto se percataron de su error, pues eran continuas las sacas de los encarcelados, viendo cada noche cómo desaparecían sus compañeros de presidio. Mas no perdieron el aplomo en ningún momento, sino que se convirtieron en arrimo y amparo de los compañeros, sobre todo de los seminaristas jóvenes. Y, para no molestarles, el padre Campo se comprometió a no fumar delante de ellos, porque estos chicos se lo merecen todo. Francisco Grau, compañero de celda, afirma de los Mercedarios: Eran tenidos por santos religiosos, se empleaban en sus prácticas religiosas, en asistir y levantar a todos los compañeros de prisión. Constaté su elevado espíritu y su alegría en aquella hora de amenazas; encorajinando a todos, orando y dirigiendo la plegaria de los encerrados en la misma celda, animando a todos, serenando nuestros ánimos y ayudando a bien morir. No sólo asumieron su muerte, esperaron el martirio con gozo.
El padre Tomás no mustió en ningún momento su aplomo y su jovialidad habitual. José Berenguer, también consorte, dice de su empeño en comunicar alegría y hacer reír y expresa cómo sobresalía por su resignación, dulzura en el trato y celo, dispuesto siempre a confesar, dirigiendo el rosario y otras plegarias en voz alta, demostrando mucha serenidad y coraje, animando a los menos animosos. En una ocasión un preso exigió que no se rezara en voz alta en la celda, y padre Tomás replicó enérgicamente, que había que rezar sin miedo de nadie, porque era modo de demostrar la fe cristiana, pues sólo por eso estamos presos. Hablaba del martirio con frecuencia y exhortaba al martirio por Cristo. Era un verdadero padre, afirman los hermanos Puértolas.
El padre Francisco siguió tan próximo y servicial como fue siempre, aunque de carácter algo cerrado -dice Ramón Muntañola-, se esforzaba por ayudar a todos, siendo un gran consejero, muy afable, sobresaliendo por su gran humildad, tratando con mucho respeto al superior, sobe todo siempre dispuesto a confesar y muchos lo solicitaban
Fray Serapio no menguó su aplomo, serenidad, alegría, servicialidad con todos, su humildad, su piedad que edificaba a todos; estaba particularmente atento a mantener el ánimo de los deprimidos y a cumplir las insinuaciones de su superior. Llamados los dos padres, advirtiendo fray Serapio que se los llevaban, protestó que él también quería correr su suerte, pues era igualmente religioso. Un miliciano, allí presente, aseveró que así era, porque en el colegio de la Merced, siendo niño, le había dado un bofetón; bofetón que ahora el forajido le devolvió ostentosamente, sin que el Hermano se inmutase lo más mínimo. Y sin más los milicianos lo unieron al grupo.
Los tres se despidieron de los compañeros de calabozo, abrazándolos y musitándoles: adiós, hermanos, hasta la eternidad. Sacaron a setenta y cuatro religiosos y sacerdotes. No había habido cargos, ni juicio, ni sentencia. Los hacinaron en camiones, maltratados, vilipendiados, blasfemados.
El holocausto comenzara a las 11:30 de la noche, hasta ese momento la cárcel estaba a oscuras y en silencio. Ruido de cadenas y cerrojos; los milicianos entraban en las celdas, encañonaban a los presos, leían nombres, sacaban a los nominados al pasillo, los ataban de dos en dos por los sobacos, y sobre la l de la madrugada, los juntaban en grupos de cinco parejas, los hacían subir al camión. A las 1:15 los camiones, conducidos por guardias de asalto, habían rebasado el cementerio, llegando al cruce de las carreteras de Tarragona y Barcelona. Parece como si los conductores, horrorizados, hubieran querido seguir a Barcelona para evitar la masacre, pero en aquel momento les cayeron encima unos doscientos milicianos que estaba apostados, y obligaron a los camioneros a retroceder ante el cementerio.
Los setenta y cuatro mártires, todos muy serenos y conscientes, en los camiones al unísono cantaban el Ave maris stella, el Magníficat vitoreaban a Cristo rey invocaban a María. Los tiraron desde los camiones, a culatazos y empujones. Atados de dos en dos, en grupos de catorce, eran puestos ante el muro interior del cementerio, frente al pelotón de asesinos y villanamente asesinados, de noche, a la luz de los focos de un camión. Cuando se oía la orden apunten, los mártires gritaban, unánimes las gargantas y los corazones, ¡viva Cristo rey! ¡Madre mía!. Se cuenta del padre Campo que entonó el Cantemos al amor de lo amores. El rugido de la chusma, doscientos rufianes, no lograban aminorar el grito de los mártires.
Pasó un miliciano dando el tiro de gracia, pero ni se molestaron en enterrarlos. A a los asesinos siempre les aterran los rostros serenos de sus víctimas. Fue al día siguiente cuando los empleados del cementerio los evacuaron en una fosa común.

1. MARIANO ALCALÁ PÉREZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 11 Mayo 1867 en Andorra, Teruel (España)
martirio: 15 Septiembre 1936 en Andorra, Teruel (España)
2. TOMÁS CARBONELL MIQUEL, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 20 Diciembre 1888 en Jijona, Alicante (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
3. FRANCISCO GARGALLO GASCÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Febrero 1872 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
4. MANUEL SANCHO AGUILAR, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero 1874 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
5. MARIANO PINA TURÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 13 Atril 1867 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 08 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
6. PEDRO ESTEBAN HERNÁNDEZ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 27 Julo 1869 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
7. ANTONIO LAHOZ GAN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 22 Octubre 1858 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
8. JOSÉ TRALLERO LOU, religioso mercedario profeso
nacimiento: 28 Diciembre 1903 en Oliete, Teruel (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
9. JAIME CODINA CASELLAS, religioso mercedario profeso
nacimiento: 03 Mayo 1901 en Aguilar de Segarra, Barcelona (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
10. JOSEP REÑÉ PRENAFETA, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 15 June 1903 en Lleida (España)
martirio: 16 Agosto 1936 en Barcelona (España)
11. ANTONIO GONZÁLEZ PENÍN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Marzo 1864 en San Salvador de Rabal, Celanova, Orense (España)
martirio: 10 Agosto 1936 en Barcelona (España)
12. TOMÁS CAMPO MARÍN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Enero 1879 en Mahamud, Burgos (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
13. FRANCESC LLAGOSTERA BONET, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 30 Agosto 1883 en Valls, Tarragona (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
14. SERAPIO SANZ IRANZO, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Octubre 1879 en Muniesa, Teruel (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
15. ENRIC MORANTE CHIC, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Septiembre 1896 en Lleida (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
16. JESÚS EDUARD MASSANET FLAQUER, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero1899 en Capdepera, Islas Baleares (España)
martirio: 25 Julo 1936 en Lleida (España)
17. AMANCIO MARÍN MÍNGUEZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 26 Marzo 1908 en Celada del Camino, Burgos (España)
martirio: 26 Julo 1936 en Binéfar, Huesca (España)
18. LORENZO MORENO NICOLÁS, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Marzo 1899 en Lorca, Murcia (España)
martirio: 03 Noviembre 1936 en Lorca, Murcia (España)
19. FRANCESC MITJÁ i MITJÁ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 26 June 1864 en Arbucias, Girona (España)
martirio: Enero 1937 en Ivorra, Lleida (España)
Francisco Llagostera Bonet, Beato
Francisco Llagostera Bonet, Beato
Francisco Llagostera Bonet, Beato
Sacerdote y Mártir, 20 de agosto
Por: . | Fuente: www.bisbatlleida.org
Martirologio Romano: En diversos lugares de la diócesis de Lleida (Lérida), España, Beatos Mariano Alcalá Pérez y 18 compañeros de la Orden de la Bienaventurada Virgen de las Mercedes, asesinados por odio a la fe. ( 1936-37)
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Me acerco a este religioso con respeto. Tiene un algo, algo singular, peculiar
Le doy vueltas. Y caigo en la cuenta cuando oigo a una religiosa que lo conoció: Era un religioso muy humilde y sencillo. Eso, eso, era modesto. Una violeta, esa florecilla escondida, que perfuma sin dejarse ver, que hasta puedes pasar sobre ella y aún pisarla sin que se queje. Así era nuestro mártir. Y difundió su fragancia, precisamente, cuando lo machacó la metralla.
Nació en Valls, Tarragona, el 30 de agosto de 1883, de Francisco y Francisca, que lo hicieron bautizar el inmediato 2 de septiembre. Fue confirmado el 7 de julio de 1891, en Tarragona.
Cursó dos años de humanidades en el colegio de los padres Escolapios de Valls, siendo piadoso y de conducta intachable. Luego cursó la carrera eclesiástica en el seminario pontificio de Tarragona, desde el segundo de latín al quinto de teología con notas de méritus y algún beneméritus. Recibió el presbiterado en la capilla del seminario conciliar de Barcelona el 15 de octubre de 1911 del el obispo Juan J. Laguardia.
Desarrolló su ministerio sacerdotal como vicario o capellán en Maldá, Vilavert, Alforja, Valls, Torroja, Sarreal y Ulldemolins. No pasó de eso, de vicario y capellán. Humilde y silencioso, siempre supeditado y elogiando a sus rectores. Lo suyo era pasar desapercibido, ocultarse; pero trabajando, dándose. Todos lo atestiguan fue sacerdote ejemplar, como también se le calificará de excelente religioso.
De antiguo le venía la vocación religiosa, lo cuenta él: cuando el que suscribe se ordenó de sacerdote en el Seminario Pontificio de Tarragona, y cuando ni por asomo le había pasado por la mollera la idea de hacerse Mercedario, aunque ya hacía muchos años que quería hacerse religioso Así que lo de mercedario le vino de sorpresa; bueno, no tanto de sorpresa, como de la devoción a san Ramón y de la admiración por su comunidad mercedaria, cuyo canto particularmente admiraba.
Cuarentón, ingresó en el convento de Portell. Y con un grupo de chavales vistió el hábito el 10 de agosto de 1923, de manos del padre provincial Alberto Barros, ante los padres Ramón Martín y Pablo Planes. Como uno más realizo su año de noviciado. Un condiscípulo dirá cómo lo veíamos que se esforzaba por hacer todo bien, recibiendo humildemente las correcciones que se le hacían. El 15 de agosto de 1924 emitió sus votos, consagrándose al Señor ante la Madre de la Merced y san Ramón, poniendo por testigos a los padres comendador Ramón Martín, Felipe Magrazo y Pablo Planes. No sabemos otra cosa que en algunas celebraciones lo utilizaran como subdiácono.
Pasó a la Comunidad de Lérida el 21 de noviembre de 1924. Regresó a San Ramón el 7 de mayo de 1926, de donde faltaría de julio de 1926 a julio de 1927. El lunes de Pascua de 1928 participaba, subdiácono, en la misa del mitin antiblasfemo; lo mismo en la misa del Santo titular el 31 de agosto. Lo llevaron a Barcelona el 17 de abril de 1929, donde parece que ofrendó sus votos solemnes. Estuvo nuevamente en Lérida desde mayo de 1931 a agosto de 1932. El 15 de noviembre de 1932 celebraba en Portell. El 31 de mayo de 1933 llegaba a Palma de Mallorca, allí estaba cuando la visita provincial del 10 de julio, predicó la fiesta de san Ramón y de santa Lucía, 26 de julio de 1933 salió a Barcelona y Tarragona, con ocasión de bautizar a un sobrino y ver a su madre, para regresar el 9 de agosto.
En la fiesta de la Merced de 1935 fungió doblemente de ministro, luego se ausentó del 15 de octubre al 6 de noviembre de 1935. El 18 de mayo de 1936 pasó a la comunidad de Lérida, siguiendo en lo suyo trabajando oculto, anónimo, pero muy provechosamente en cuantos ministerios sacerdotales se le encomendaron.
Siempre le hallo último en las listas comunitarias. Se dejaba llevar, sin echar raíces, un buen peón. Algún sermón doméstico y confesionario. No tuvo otro rango que el de sacristán.
Pero el padre Llagostera era culto, y escritor y poeta. Tradujo al catalán la obra del padre Manuel Sancho El mestre de capella. Sarsuela de un acte. Dejó el calado de su pluma en la revista San Ramón y su Santuario.
Martirio de
Entre los setenta y cuatro inmolados en Lérida la infausta noche del 19 al 20 de agosto de 1936 cayeron estos tres mercedarios.
Ya llevaban meses de tortura, insultados por la calle y la prensa. Varias noches de febrero durmieron fuera de casa, pues estaban amenazados de muerte y quema del convento. Al sentirse inseguros en el convento, los tres pasaron a la casa de un amigo, el señor Amorós, calle de San Antonio número 38, frente al convento, llevando también, con ayuda de vecinos, algunas maletas con ropa y objetos de culto, serían sobre las 10 u 11 de la mañana.
El peligro era enorme, porque la chusma husmeaba tras las pistas de los religiosos; por lo que, mal aconsejados, al anochecer del 22 del mismo julio, se entregaron en la cárcel, creyendo estar allí más seguros que ante la convicción de ser linchados por las hordas. Se llegó, pues, la señora Amorós a la comisaría de policía y, encontrando a Juan Ribelles, le expuso cómo en su casa tenía tres frailes mercedarios escondidos que querían entregarse porque habían sabido cómo la Generalitat había ordenado llevar a la cárcel a sacerdotes y religiosos, y pensaban estar más seguros en la cárcel que en su casa, se ofreció el señor Ribelles a llevarlos personalmente, cogió un coche de la Generalitat y los llevó a la cárcel provincial entregándolos al oficial de servicio. Carmen Duch los vio ir conducidos por un pelotón de milicianos rojos, desde calle San Antonio enfilaron la calle del Correo viejo, andaban muy dóciles, como mansos corderos, por su aspecto muy resignados e ensimismados. Veintiocho días estuvieron en el departamento número 7.
Pronto se percataron de su error, pues eran continuas las sacas de los encarcelados, viendo cada noche cómo desaparecían sus compañeros de presidio. Mas no perdieron el aplomo en ningún momento, sino que se convirtieron en arrimo y amparo de los compañeros, sobre todo de los seminaristas jóvenes. Y, para no molestarles, el padre Campo se comprometió a no fumar delante de ellos, porque estos chicos se lo merecen todo. Francisco Grau, compañero de celda, afirma de los Mercedarios: Eran tenidos por santos religiosos, se empleaban en sus prácticas religiosas, en asistir y levantar a todos los compañeros de prisión. Constaté su elevado espíritu y su alegría en aquella hora de amenazas; encorajinando a todos, orando y dirigiendo la plegaria de los encerrados en la misma celda, animando a todos, serenando nuestros ánimos y ayudando a bien morir. No sólo asumieron su muerte, esperaron el martirio con gozo.
El padre Tomás no mustió en ningún momento su aplomo y su jovialidad habitual. José Berenguer, también consorte, dice de su empeño en comunicar alegría y hacer reír y expresa cómo sobresalía por su resignación, dulzura en el trato y celo, dispuesto siempre a confesar, dirigiendo el rosario y otras plegarias en voz alta, demostrando mucha serenidad y coraje, animando a los menos animosos. En una ocasión un preso exigió que no se rezara en voz alta en la celda, y padre Tomás replicó enérgicamente, que había que rezar sin miedo de nadie, porque era modo de demostrar la fe cristiana, pues sólo por eso estamos presos. Hablaba del martirio con frecuencia y exhortaba al martirio por Cristo. Era un verdadero padre, afirman los hermanos Puértolas.
El padre Francisco siguió tan próximo y servicial como fue siempre, aunque de carácter algo cerrado -dice Ramón Muntañola-, se esforzaba por ayudar a todos, siendo un gran consejero, muy afable, sobresaliendo por su gran humildad, tratando con mucho respeto al superior, sobe todo siempre dispuesto a confesar y muchos lo solicitaban
Fray Serapio no menguó su aplomo, serenidad, alegría, servicialidad con todos, su humildad, su piedad que edificaba a todos; estaba particularmente atento a mantener el ánimo de los deprimidos y a cumplir las insinuaciones de su superior. Llamados los dos padres, advirtiendo fray Serapio que se los llevaban, protestó que él también quería correr su suerte, pues era igualmente religioso. Un miliciano, allí presente, aseveró que así era, porque en el colegio de la Merced, siendo niño, le había dado un bofetón; bofetón que ahora el forajido le devolvió ostentosamente, sin que el Hermano se inmutase lo más mínimo. Y sin más los milicianos lo unieron al grupo.
Los tres se despidieron de los compañeros de calabozo, abrazándolos y musitándoles: adiós, hermanos, hasta la eternidad. Sacaron a setenta y cuatro religiosos y sacerdotes. No había habido cargos, ni juicio, ni sentencia. Los hacinaron en camiones, maltratados, vilipendiados, blasfemados.
El holocausto comenzara a las 11:30 de la noche, hasta ese momento la cárcel estaba a oscuras y en silencio. Ruido de cadenas y cerrojos; los milicianos entraban en las celdas, encañonaban a los presos, leían nombres, sacaban a los nominados al pasillo, los ataban de dos en dos por los sobacos, y sobre la l de la madrugada, los juntaban en grupos de cinco parejas, los hacían subir al camión. A las 1:15 los camiones, conducidos por guardias de asalto, habían rebasado el cementerio, llegando al cruce de las carreteras de Tarragona y Barcelona. Parece como si los conductores, horrorizados, hubieran querido seguir a Barcelona para evitar la masacre, pero en aquel momento les cayeron encima unos doscientos milicianos que estaba apostados, y obligaron a los camioneros a retroceder ante el cementerio.
Los setenta y cuatro mártires, todos muy serenos y conscientes, en los camiones al unísono cantaban el Ave maris stella, el Magníficat vitoreaban a Cristo rey invocaban a María. Los tiraron desde los camiones, a culatazos y empujones. Atados de dos en dos, en grupos de catorce, eran puestos ante el muro interior del cementerio, frente al pelotón de asesinos y villanamente asesinados, de noche, a la luz de los focos de un camión. Cuando se oía la orden apunten, los mártires gritaban, unánimes las gargantas y los corazones, ¡viva Cristo rey! ¡Madre mía!. Se cuenta del padre Campo que entonó el Cantemos al amor de lo amores. El rugido de la chusma, doscientos rufianes, no lograban aminorar el grito de los mártires.
Pasó un miliciano dando el tiro de gracia, pero ni se molestaron en enterrarlos. A a los asesinos siempre les aterran los rostros serenos de sus víctimas. Fue al día siguiente cuando los empleados del cementerio los evacuaron en una fosa común.
Este grupo de mártires está integrado por:

1. MARIANO ALCALÁ PÉREZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 11 Mayo 1867 en Andorra, Teruel (España)
martirio: 15 Septiembre 1936 en Andorra, Teruel (España)
2. TOMÁS CARBONELL MIQUEL, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 20 Diciembre 1888 en Jijona, Alicante (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
3. FRANCISCO GARGALLO GASCÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Febrero 1872 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
4. MANUEL SANCHO AGUILAR, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero 1874 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
5. MARIANO PINA TURÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 13 Atril 1867 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 08 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
6. PEDRO ESTEBAN HERNÁNDEZ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 27 Julo 1869 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
7. ANTONIO LAHOZ GAN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 22 Octubre 1858 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
8. JOSÉ TRALLERO LOU, religioso mercedario profeso
nacimiento: 28 Diciembre 1903 en Oliete, Teruel (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
9. JAIME CODINA CASELLAS, religioso mercedario profeso
nacimiento: 03 Mayo 1901 en Aguilar de Segarra, Barcelona (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
10. JOSEP REÑÉ PRENAFETA, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 15 June 1903 en Lleida (España)
martirio: 16 Agosto 1936 en Barcelona (España)
11. ANTONIO GONZÁLEZ PENÍN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Marzo 1864 en San Salvador de Rabal, Celanova, Orense (España)
martirio: 10 Agosto 1936 en Barcelona (España)
12. TOMÁS CAMPO MARÍN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Enero 1879 en Mahamud, Burgos (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
13. FRANCESC LLAGOSTERA BONET, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 30 Agosto 1883 en Valls, Tarragona (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
14. SERAPIO SANZ IRANZO, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Octubre 1879 en Muniesa, Teruel (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
15. ENRIC MORANTE CHIC, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Septiembre 1896 en Lleida (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
16. JESÚS EDUARD MASSANET FLAQUER, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero1899 en Capdepera, Islas Baleares (España)
martirio: 25 Julo 1936 en Lleida (España)
17. AMANCIO MARÍN MÍNGUEZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 26 Marzo 1908 en Celada del Camino, Burgos (España)
martirio: 26 Julo 1936 en Binéfar, Huesca (España)
18. LORENZO MORENO NICOLÁS, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Marzo 1899 en Lorca, Murcia (España)
martirio: 03 Noviembre 1936 en Lorca, Murcia (España)
19. FRANCESC MITJÁ i MITJÁ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 26 June 1864 en Arbucias, Girona (España)
martirio: Enero 1936 en Ivorra, Lleida (España)
Por: . | Fuente: www.bisbatlleida.org

Sacerdote y Mártir
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Nació en Valls, Tarragona, el 30 de agosto de 1883, de Francisco y Francisca, que lo hicieron bautizar el inmediato 2 de septiembre. Fue confirmado el 7 de julio de 1891, en Tarragona.
Cursó dos años de humanidades en el colegio de los padres Escolapios de Valls, siendo piadoso y de conducta intachable. Luego cursó la carrera eclesiástica en el seminario pontificio de Tarragona, desde el segundo de latín al quinto de teología con notas de méritus y algún beneméritus. Recibió el presbiterado en la capilla del seminario conciliar de Barcelona el 15 de octubre de 1911 del el obispo Juan J. Laguardia.
Desarrolló su ministerio sacerdotal como vicario o capellán en Maldá, Vilavert, Alforja, Valls, Torroja, Sarreal y Ulldemolins. No pasó de eso, de vicario y capellán. Humilde y silencioso, siempre supeditado y elogiando a sus rectores. Lo suyo era pasar desapercibido, ocultarse; pero trabajando, dándose. Todos lo atestiguan fue sacerdote ejemplar, como también se le calificará de excelente religioso.
De antiguo le venía la vocación religiosa, lo cuenta él: cuando el que suscribe se ordenó de sacerdote en el Seminario Pontificio de Tarragona, y cuando ni por asomo le había pasado por la mollera la idea de hacerse Mercedario, aunque ya hacía muchos años que quería hacerse religioso Así que lo de mercedario le vino de sorpresa; bueno, no tanto de sorpresa, como de la devoción a san Ramón y de la admiración por su comunidad mercedaria, cuyo canto particularmente admiraba.
Cuarentón, ingresó en el convento de Portell. Y con un grupo de chavales vistió el hábito el 10 de agosto de 1923, de manos del padre provincial Alberto Barros, ante los padres Ramón Martín y Pablo Planes. Como uno más realizo su año de noviciado. Un condiscípulo dirá cómo lo veíamos que se esforzaba por hacer todo bien, recibiendo humildemente las correcciones que se le hacían. El 15 de agosto de 1924 emitió sus votos, consagrándose al Señor ante la Madre de la Merced y san Ramón, poniendo por testigos a los padres comendador Ramón Martín, Felipe Magrazo y Pablo Planes. No sabemos otra cosa que en algunas celebraciones lo utilizaran como subdiácono.
Pasó a la Comunidad de Lérida el 21 de noviembre de 1924. Regresó a San Ramón el 7 de mayo de 1926, de donde faltaría de julio de 1926 a julio de 1927. El lunes de Pascua de 1928 participaba, subdiácono, en la misa del mitin antiblasfemo; lo mismo en la misa del Santo titular el 31 de agosto. Lo llevaron a Barcelona el 17 de abril de 1929, donde parece que ofrendó sus votos solemnes. Estuvo nuevamente en Lérida desde mayo de 1931 a agosto de 1932. El 15 de noviembre de 1932 celebraba en Portell. El 31 de mayo de 1933 llegaba a Palma de Mallorca, allí estaba cuando la visita provincial del 10 de julio, predicó la fiesta de san Ramón y de santa Lucía, 26 de julio de 1933 salió a Barcelona y Tarragona, con ocasión de bautizar a un sobrino y ver a su madre, para regresar el 9 de agosto.
En la fiesta de la Merced de 1935 fungió doblemente de ministro, luego se ausentó del 15 de octubre al 6 de noviembre de 1935. El 18 de mayo de 1936 pasó a la comunidad de Lérida, siguiendo en lo suyo trabajando oculto, anónimo, pero muy provechosamente en cuantos ministerios sacerdotales se le encomendaron.
Siempre le hallo último en las listas comunitarias. Se dejaba llevar, sin echar raíces, un buen peón. Algún sermón doméstico y confesionario. No tuvo otro rango que el de sacristán.
Pero el padre Llagostera era culto, y escritor y poeta. Tradujo al catalán la obra del padre Manuel Sancho El mestre de capella. Sarsuela de un acte. Dejó el calado de su pluma en la revista San Ramón y su Santuario.
Martirio de
P. Tomás Campo Marín, P. Francisco Llagostera Bonet y
Fr. Serapio Sanz Iranzo
Ya llevaban meses de tortura, insultados por la calle y la prensa. Varias noches de febrero durmieron fuera de casa, pues estaban amenazados de muerte y quema del convento. Al sentirse inseguros en el convento, los tres pasaron a la casa de un amigo, el señor Amorós, calle de San Antonio número 38, frente al convento, llevando también, con ayuda de vecinos, algunas maletas con ropa y objetos de culto, serían sobre las 10 u 11 de la mañana.
El peligro era enorme, porque la chusma husmeaba tras las pistas de los religiosos; por lo que, mal aconsejados, al anochecer del 22 del mismo julio, se entregaron en la cárcel, creyendo estar allí más seguros que ante la convicción de ser linchados por las hordas. Se llegó, pues, la señora Amorós a la comisaría de policía y, encontrando a Juan Ribelles, le expuso cómo en su casa tenía tres frailes mercedarios escondidos que querían entregarse porque habían sabido cómo la Generalitat había ordenado llevar a la cárcel a sacerdotes y religiosos, y pensaban estar más seguros en la cárcel que en su casa, se ofreció el señor Ribelles a llevarlos personalmente, cogió un coche de la Generalitat y los llevó a la cárcel provincial entregándolos al oficial de servicio. Carmen Duch los vio ir conducidos por un pelotón de milicianos rojos, desde calle San Antonio enfilaron la calle del Correo viejo, andaban muy dóciles, como mansos corderos, por su aspecto muy resignados e ensimismados. Veintiocho días estuvieron en el departamento número 7.
Pronto se percataron de su error, pues eran continuas las sacas de los encarcelados, viendo cada noche cómo desaparecían sus compañeros de presidio. Mas no perdieron el aplomo en ningún momento, sino que se convirtieron en arrimo y amparo de los compañeros, sobre todo de los seminaristas jóvenes. Y, para no molestarles, el padre Campo se comprometió a no fumar delante de ellos, porque estos chicos se lo merecen todo. Francisco Grau, compañero de celda, afirma de los Mercedarios: Eran tenidos por santos religiosos, se empleaban en sus prácticas religiosas, en asistir y levantar a todos los compañeros de prisión. Constaté su elevado espíritu y su alegría en aquella hora de amenazas; encorajinando a todos, orando y dirigiendo la plegaria de los encerrados en la misma celda, animando a todos, serenando nuestros ánimos y ayudando a bien morir. No sólo asumieron su muerte, esperaron el martirio con gozo.
El padre Tomás no mustió en ningún momento su aplomo y su jovialidad habitual. José Berenguer, también consorte, dice de su empeño en comunicar alegría y hacer reír y expresa cómo sobresalía por su resignación, dulzura en el trato y celo, dispuesto siempre a confesar, dirigiendo el rosario y otras plegarias en voz alta, demostrando mucha serenidad y coraje, animando a los menos animosos. En una ocasión un preso exigió que no se rezara en voz alta en la celda, y padre Tomás replicó enérgicamente, que había que rezar sin miedo de nadie, porque era modo de demostrar la fe cristiana, pues sólo por eso estamos presos. Hablaba del martirio con frecuencia y exhortaba al martirio por Cristo. Era un verdadero padre, afirman los hermanos Puértolas.
El padre Francisco siguió tan próximo y servicial como fue siempre, aunque de carácter algo cerrado -dice Ramón Muntañola-, se esforzaba por ayudar a todos, siendo un gran consejero, muy afable, sobresaliendo por su gran humildad, tratando con mucho respeto al superior, sobe todo siempre dispuesto a confesar y muchos lo solicitaban
Fray Serapio no menguó su aplomo, serenidad, alegría, servicialidad con todos, su humildad, su piedad que edificaba a todos; estaba particularmente atento a mantener el ánimo de los deprimidos y a cumplir las insinuaciones de su superior. Llamados los dos padres, advirtiendo fray Serapio que se los llevaban, protestó que él también quería correr su suerte, pues era igualmente religioso. Un miliciano, allí presente, aseveró que así era, porque en el colegio de la Merced, siendo niño, le había dado un bofetón; bofetón que ahora el forajido le devolvió ostentosamente, sin que el Hermano se inmutase lo más mínimo. Y sin más los milicianos lo unieron al grupo.
Los tres se despidieron de los compañeros de calabozo, abrazándolos y musitándoles: adiós, hermanos, hasta la eternidad. Sacaron a setenta y cuatro religiosos y sacerdotes. No había habido cargos, ni juicio, ni sentencia. Los hacinaron en camiones, maltratados, vilipendiados, blasfemados.
El holocausto comenzara a las 11:30 de la noche, hasta ese momento la cárcel estaba a oscuras y en silencio. Ruido de cadenas y cerrojos; los milicianos entraban en las celdas, encañonaban a los presos, leían nombres, sacaban a los nominados al pasillo, los ataban de dos en dos por los sobacos, y sobre la l de la madrugada, los juntaban en grupos de cinco parejas, los hacían subir al camión. A las 1:15 los camiones, conducidos por guardias de asalto, habían rebasado el cementerio, llegando al cruce de las carreteras de Tarragona y Barcelona. Parece como si los conductores, horrorizados, hubieran querido seguir a Barcelona para evitar la masacre, pero en aquel momento les cayeron encima unos doscientos milicianos que estaba apostados, y obligaron a los camioneros a retroceder ante el cementerio.
Los setenta y cuatro mártires, todos muy serenos y conscientes, en los camiones al unísono cantaban el Ave maris stella, el Magníficat vitoreaban a Cristo rey invocaban a María. Los tiraron desde los camiones, a culatazos y empujones. Atados de dos en dos, en grupos de catorce, eran puestos ante el muro interior del cementerio, frente al pelotón de asesinos y villanamente asesinados, de noche, a la luz de los focos de un camión. Cuando se oía la orden apunten, los mártires gritaban, unánimes las gargantas y los corazones, ¡viva Cristo rey! ¡Madre mía!. Se cuenta del padre Campo que entonó el Cantemos al amor de lo amores. El rugido de la chusma, doscientos rufianes, no lograban aminorar el grito de los mártires.
Pasó un miliciano dando el tiro de gracia, pero ni se molestaron en enterrarlos. A a los asesinos siempre les aterran los rostros serenos de sus víctimas. Fue al día siguiente cuando los empleados del cementerio los evacuaron en una fosa común.

1. MARIANO ALCALÁ PÉREZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 11 Mayo 1867 en Andorra, Teruel (España)
martirio: 15 Septiembre 1936 en Andorra, Teruel (España)
2. TOMÁS CARBONELL MIQUEL, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 20 Diciembre 1888 en Jijona, Alicante (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
3. FRANCISCO GARGALLO GASCÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Febrero 1872 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
4. MANUEL SANCHO AGUILAR, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero 1874 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
5. MARIANO PINA TURÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 13 Atril 1867 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 08 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
6. PEDRO ESTEBAN HERNÁNDEZ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 27 Julo 1869 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
7. ANTONIO LAHOZ GAN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 22 Octubre 1858 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
8. JOSÉ TRALLERO LOU, religioso mercedario profeso
nacimiento: 28 Diciembre 1903 en Oliete, Teruel (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
9. JAIME CODINA CASELLAS, religioso mercedario profeso
nacimiento: 03 Mayo 1901 en Aguilar de Segarra, Barcelona (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
10. JOSEP REÑÉ PRENAFETA, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 15 June 1903 en Lleida (España)
martirio: 16 Agosto 1936 en Barcelona (España)
11. ANTONIO GONZÁLEZ PENÍN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Marzo 1864 en San Salvador de Rabal, Celanova, Orense (España)
martirio: 10 Agosto 1936 en Barcelona (España)
12. TOMÁS CAMPO MARÍN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Enero 1879 en Mahamud, Burgos (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
13. FRANCESC LLAGOSTERA BONET, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 30 Agosto 1883 en Valls, Tarragona (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
14. SERAPIO SANZ IRANZO, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Octubre 1879 en Muniesa, Teruel (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
15. ENRIC MORANTE CHIC, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Septiembre 1896 en Lleida (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
16. JESÚS EDUARD MASSANET FLAQUER, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero1899 en Capdepera, Islas Baleares (España)
martirio: 25 Julo 1936 en Lleida (España)
17. AMANCIO MARÍN MÍNGUEZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 26 Marzo 1908 en Celada del Camino, Burgos (España)
martirio: 26 Julo 1936 en Binéfar, Huesca (España)
18. LORENZO MORENO NICOLÁS, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Marzo 1899 en Lorca, Murcia (España)
martirio: 03 Noviembre 1936 en Lorca, Murcia (España)
19. FRANCESC MITJÁ i MITJÁ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 26 June 1864 en Arbucias, Girona (España)
martirio: Enero 1936 en Ivorra, Lleida (España)
Tomás Campo Marín, Beato
Tomás Campo Marín, Beato
Tomás Campo Marín, Beato
Sacerdote y Mártir, 20 de agosto
Por: . | Fuente: www.bisbatlleida.org
Martirologio Romano: En diversos lugares de la diócesis de Lleida (Lérida), España, Beatos Mariano Alcalá Pérez y 18 compañeros de la Orden de la Bienaventurada Virgen de las Mercedes, asesinados por odio a la fe. ( 1936-37)
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

El hombre de vida limpia, así lo definió el padre Bienvenido Lahoz.
Llegó al mundo en Mahamud, Burgos, el 23 de enero de 1879, hijo de Julián y Genara, siendo bautizado de urgencia nada más nacido y, solemnemente, bajo condición, el 3 de febrero y confirmado el 24 de octubre de 1879. Ingresó en El Olivar el 3 de octubre de 1895, donde tomó el hábito el 24 de diciembre de 1895, de manos del padre Luís Prat, que recibiría sus votos el 25 de diciembre 1896, con los padres Mariano Flores y Mariano Elizondo. Por marzo de 1897 pasó a quintas. Emitió la profesión solemne en Poyo, Pontevedra, el 1 de enero de 1900. Se ordenó de Menores, en 1901, en Santiago de Compostela, de subdiaconado y diaconado, en Santiago de Compostela, en 1902 y de presbiterado en Lugo, el 1 de junio de 1902 por el obispo Benito Murúa; ahora era conventual de Sarria.
Nada más ordenado, fue constituido maestro de novicios en Sarria. Vuelto a la provincia de Aragón, pasó a Lérida para formador de los estudiantes profesos. En abril de 1905 fue a Lérida, sustituyendo al padre Ramón Martín que se fuera el 25, aquí en mayo aparece depositario. El 24 de marzo de 1906 fue de Lérida a El Olivar, se le constata en la visita canónica que realizó a este cenobio el padre Mariano Alcalá desde el 25 de julio de 1906, los días 27 y 28 de julio de este año estaba en la aceptación de tres novicios para profesar.
El 8 de septiembre de 1906 marchó desde El Olivar a Palma, aquí se le localiza el 14 de septiembre. Acababa de abrirse esta casa, después de la Desamortización, y las dificultades eran muchas; mas él, sin ser superior, se volcó con gran esfuerzo y mucho celo. Predicó la cuaresma de 1907 en Hostalets; seguirá predicando en muchas parroquias palmesanas; se hará presente en los Hermanos de las Escuelas cristianas; sobre todo cuidará el culto de la propia iglesia, dando un esplendor unisitado al mes de mayo y propiciando la erección de una escolanía. Actívísimo, tenaz y acertado, en todo ponía inventiva y esplendor; acertaba en sumar colaboradores con su optimismo y buen humor.
Fuma. A veces tenía achaques, va de médicos, y se le compra un cuarto de gallina o va de baños. Suele ausentarse un mes al año, quizá ha iniciado las giras vocacionales; esa será una de sus notabilidades, nutrir el seminario. Notamos una ausencia larga desde el 24 de noviembre de 1911 hasta el 3 de febrero de 1912. El definitorio poscapitular del 12 de agosto de 1916 lo designaba consejero doméstico de Palma. En 1918 la comunidad palmesana quiso solemnizar el VII Centenario de la fundación de la Merced, y el 17 de marzo la Cofradía de la Merced le puso al frente de la comisión preparatoria; al día siguiente ya se entrevistó con el obispo; elaboró un pregón glorioso y barroco; formó listas de comisiones; acompañó la travesía de seiscientos peregrinos a Barcelona que, saliendo el 7 de agosto, en el vapor Jaime I, regresaron el 11. El 8 de enero de 1920 se fue, como definidor, con el padre Comendador, al capítulo que trascurrió en Lérida entre el 12 y 21 de enero; el siguiente 10 de febrero fue delegado para ver la posibilidad de fundar un colegio en Graus; salió designado superior de Mallorca y secretario provincial, pero el general dijo ser incompatibles los cargos. No volvió a Palma hasta el 16 de febrero para tomar posesión de la encomienda desde ese momento.
Mas el 24 de octubre de 1920 dejaba Mallorca para venir a Barcelona, llegando el 8 de noviembre, de secretario provincial. El padre Jaime Monzón asegura que fue prior desde 1920 a l925, fungía pero no figuraba. Dirigía la Esclavitud ubicada en una capilla de la Basílica. Hay muy pocas noticias de esta casa, pero sabemos que el 30 de septiembre de 1921 llevó a Lérida dos postulantes burgaleses; el 18 de septiembre de 1922 ministraba en la misa de homenaje al padre general por sus bodas de plata sacerdotales. Definidor figura en el capítulo que principió en Barcelona el 13 de enero de 1923, mas informó como superior, dando razones de las funciones en el Buen Suceso y en la capilla de los Dolores. Venía siéndolo sin título, mas el 19 de enero de 1923 sí que recibió la titulación de prior. El 15 de marzo de 1923 creó los Jueves eucarísticos, que alcanzaron a ser diecinueve coros, constituyendo la gran notabilidad de los Mercedarios en Barcelona; con los Jueves participó en la peregrinación nacional a Zaragoza, entre el 18 y el 22 de mayo de 1925.
En el capítulo que comenzó el 24 de julio de 1926 en San Ramón no se le mentó, porque en 1925 había pasado a la viceprovincia de Valencia. Era comendador y párroco de El Puig, trabajaba en la parroquia como coadjutor, pero al morir el clérigo que hacía de párroco, en julio de 1929, el arzobispo puso al padre Campo en la cura de almas, primero interinamente, desde el 4 de marzo de 1930 ad nutum sanctae sedis.
Consolidada la parroquia de El Puig, el 28 de noviembre de 1930 pasó de comendador a Mallorca. Trajo un aire nuevo a la casa, que hizo limpiar y pintar, luego arregló la capilla de San Marcial, los tejados y la portería. Sobre todo impuso un nuevo orden, meticulosidad en las observancias constitucionales (retiros, capítulos); ahora aparecen los calendarios mercedarios, se dan limosnas, entra una máquina de escribir. La comunidad pasó una gran conmoción los días 12 y 13 de mayo de 1930, fechas de las quemas de conventos; no hubo más que muchos sobresaltos y amenazas; se vivieron dos meses angustiosos e incómodos, hasta se llevaron a un piso los mubles de algún valor, los religiosos estuvieron dos meses sin salir de casa ni recibir visitas. El 16 de marzo de 1931 asumió personalmente la cofradía de la Merced, pues languidecía.
En el capítulo que se iniciara el 30 de julio de 1932 en San Ramón era comendador de Palma y se le prorrogó, así que el 9 de agosto tomó nuevamente posesión de la encomienda. Representó a la Orden en el Sínodo diocesano que trascurrió del 19 al 22 de octubre de 1932. En 1933 se abre un catecismo en la Merced y se comienza a predicar en las misas de los domingos. Según el informe del provincial del 9 de mayo de 1934, la comunidad tenía cuatro cofradías: de La Merced (con 700 hermanos), Jueves eucarísticos (con 246 miembros), Esclavos de santísimo Sacramento y Pía unión de san Antonio, mas una catequesis con unos cien niños. Sigue viajando con frecuencia, a Valencia, a Barcelona, a Burgos, para verse con el provincial, para buscar vocaciones.
En el capítulo provincial comenzado en San Ramón el 3 de agosto de 1935 seguía comendador de Mallorca, sonó para consejero provincial. Se puso superior de Lérida al padre Francisco Reñé, pero no aceptó, entonces se encomendó la casa al padre Campo, que fue sólo vicario del 13 de agosto al 9 de noviembre, mas este día a las 8 horas, asumió la encomienda. Se nota inmediatamente organizador, pues activa el libro de crónica abandonado, abre libros de administración, se da a trabajar en cuanto se presenta, singularmente en la predicación y la catequesis. Sigue viajando a Barcelona, a San Ramón, a Valencia y Benicalap; así del 7 de diciembre de 1932 al siguiente 3 de enero anduvo por Valencia para hablar con el provincial, a Burgos para buscar vocaciones, a Sarria para traerse dos postulantes de la Provincia, a El Olivar para dejar ocho postulantes.
Fue magnífico fraile. Fue gran mercedario, cifrando sus amores en la Eucaristía y nuestra Madre, a cuyas celebraciones infundía esplendor y profundidad. Fue excelente superior, comportándose más como padre y amigo que como superior, sabiendo encauzar la vida comunitaria, sumamente fiel a la observancia religiosa, la transía de optimismo, alegría y bondad. Tenía fama de generoso y bueno, distinguiéndose en todas partes por su generosidad, su grandeza de corazón y don de gentes, no hubo nunca religioso y ni extraño que no estuviera contento a su lado. Es mucho decir, pero lo asevera el padre Jaime Monzón.
Indicio de esos valores era su entrega a la búsqueda de vocaciones, como los hemos significado, y como lo especifican las cartas del provincial padre Carbonell: El 19 de diciembre de 1932 que el padre Campo iba a traer tres postulantes y un hermano. El 30 de ese diciembre que había traído a diez muchachos. El 1 de enero de 1933 que llegó con dos postulantes que había en Sarria (el padre Ignacio Ibarlucea) y cinco nuevos. El 26 de septiembre de 1933 que iba a desplegar las redes por Castilla. El 12 de octubre de 1933 dice que no obtenía adeptos. El inmediato 17 de octubre que el padre Campo traería cinco postulantes de Lérida y su comarca. El 10 de octubre de 1934 el Provincial avisaba de tres postulantes logrados por el padre Campo.
Martirio de
Entre los setenta y cuatro inmolados en Lérida la infausta noche del 19 al 20 de agosto de 1936 cayeron estos tres mercedarios.
Ya llevaban meses de tortura, insultados por la calle y la prensa. Varias noches de febrero durmieron fuera de casa, pues estaban amenazados de muerte y quema del convento. Al sentirse inseguros en el convento, los tres pasaron a la casa de un amigo, el señor Amorós, calle de San Antonio número 38, frente al convento, llevando también, con ayuda de vecinos, algunas maletas con ropa y objetos de culto, serían sobre las 10 u 11 de la mañana.
El peligro era enorme, porque la chusma husmeaba tras las pistas de los religiosos; por lo que, mal aconsejados, al anochecer del 22 del mismo julio, se entregaron en la cárcel, creyendo estar allí más seguros que ante la convicción de ser linchados por las hordas. Se llegó, pues, la señora Amorós a la comisaría de policía y, encontrando a Juan Ribelles, le expuso cómo en su casa tenía tres frailes mercedarios escondidos que querían entregarse porque habían sabido cómo la Generalitat había ordenado llevar a la cárcel a sacerdotes y religiosos, y pensaban estar más seguros en la cárcel que en su casa, se ofreció el señor Ribelles a llevarlos personalmente, cogió un coche de la Generalitat y los llevó a la cárcel provincial entregándolos al oficial de servicio. Carmen Duch los vio ir conducidos por un pelotón de milicianos rojos, desde calle San Antonio enfilaron la calle del Correo viejo, andaban muy dóciles, como mansos corderos, por su aspecto muy resignados e ensimismados. Veintiocho días estuvieron en el departamento número 7.
Pronto se percataron de su error, pues eran continuas las sacas de los encarcelados, viendo cada noche cómo desaparecían sus compañeros de presidio. Mas no perdieron el aplomo en ningún momento, sino que se convirtieron en arrimo y amparo de los compañeros, sobre todo de los seminaristas jóvenes. Y, para no molestarles, el padre Campo se comprometió a no fumar delante de ellos, porque estos chicos se lo merecen todo. Francisco Grau, compañero de celda, afirma de los Mercedarios: Eran tenidos por santos religiosos, se empleaban en sus prácticas religiosas, en asistir y levantar a todos los compañeros de prisión. Constaté su elevado espíritu y su alegría en aquella hora de amenazas; encorajinando a todos, orando y dirigiendo la plegaria de los encerrados en la misma celda, animando a todos, serenando nuestros ánimos y ayudando a bien morir. No sólo asumieron su muerte, esperaron el martirio con gozo.
El padre Tomás no mustió en ningún momento su aplomo y su jovialidad habitual. José Berenguer, también consorte, dice de su empeño en comunicar alegría y hacer reír y expresa cómo sobresalía por su resignación, dulzura en el trato y celo, dispuesto siempre a confesar, dirigiendo el rosario y otras plegarias en voz alta, demostrando mucha serenidad y coraje, animando a los menos animosos. En una ocasión un preso exigió que no se rezara en voz alta en la celda, y padre Tomás replicó enérgicamente, que había que rezar sin miedo de nadie, porque era modo de demostrar la fe cristiana, pues sólo por eso estamos presos. Hablaba del martirio con frecuencia y exhortaba al martirio por Cristo. Era un verdadero padre, afirman los hermanos Puértolas.
El padre Francisco siguió tan próximo y servicial como fue siempre, aunque de carácter algo cerrado -dice Ramón Muntañola-, se esforzaba por ayudar a todos, siendo un gran consejero, muy afable, sobresaliendo por su gran humildad, tratando con mucho respeto al superior, sobe todo siempre dispuesto a confesar y muchos lo solicitaban
Fray Serapio no menguó su aplomo, serenidad, alegría, servicialidad con todos, su humildad, su piedad que edificaba a todos; estaba particularmente atento a mantener el ánimo de los deprimidos y a cumplir las insinuaciones de su superior. Llamados los dos padres, advirtiendo fray Serapio que se los llevaban, protestó que él también quería correr su suerte, pues era igualmente religioso. Un miliciano, allí presente, aseveró que así era, porque en el colegio de la Merced, siendo niño, le había dado un bofetón; bofetón que ahora el forajido le devolvió ostentosamente, sin que el Hermano se inmutase lo más mínimo. Y sin más los milicianos lo unieron al grupo.
Los tres se despidieron de los compañeros de calabozo, abrazándolos y musitándoles: adiós, hermanos, hasta la eternidad. Sacaron a setenta y cuatro religiosos y sacerdotes. No había habido cargos, ni juicio, ni sentencia. Los hacinaron en camiones, maltratados, vilipendiados, blasfemados.
El holocausto comenzara a las 11:30 de la noche, hasta ese momento la cárcel estaba a oscuras y en silencio. Ruido de cadenas y cerrojos; los milicianos entraban en las celdas, encañonaban a los presos, leían nombres, sacaban a los nominados al pasillo, los ataban de dos en dos por los sobacos, y sobre la l de la madrugada, los juntaban en grupos de cinco parejas, los hacían subir al camión. A las 1:15 los camiones, conducidos por guardias de asalto, habían rebasado el cementerio, llegando al cruce de las carreteras de Tarragona y Barcelona. Parece como si los conductores, horrorizados, hubieran querido seguir a Barcelona para evitar la masacre, pero en aquel momento les cayeron encima unos doscientos milicianos que estaba apostados, y obligaron a los camioneros a retroceder ante el cementerio.
Los setenta y cuatro mártires, todos muy serenos y conscientes, en los camiones al unísono cantaban el Ave maris stella, el Magníficat vitoreaban a Cristo rey invocaban a María. Los tiraron desde los camiones, a culatazos y empujones. Atados de dos en dos, en grupos de catorce, eran puestos ante el muro interior del cementerio, frente al pelotón de asesinos y villanamente asesinados, de noche, a la luz de los focos de un camión. Cuando se oía la orden apunten, los mártires gritaban, unánimes las gargantas y los corazones, ¡viva Cristo rey! ¡Madre mía!. Se cuenta del padre Campo que entonó el Cantemos al amor de lo amores. El rugido de la chusma, doscientos rufianes, no lograban aminorar el grito de los mártires.
Pasó un miliciano dando el tiro de gracia, pero ni se molestaron en enterrarlos. A a los asesinos siempre les aterran los rostros serenos de sus víctimas. Fue al día siguiente cuando los empleados del cementerio los evacuaron en una fosa común.
Este grupo de mártires está integrado por:

1. MARIANO ALCALÁ PÉREZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 11 Mayo 1867 en Andorra, Teruel (España)
martirio: 15 Septiembre 1936 en Andorra, Teruel (España)
2. TOMÁS CARBONELL MIQUEL, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 20 Diciembre 1888 en Jijona, Alicante (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
3. FRANCISCO GARGALLO GASCÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Febrero 1872 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
4. MANUEL SANCHO AGUILAR, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero 1874 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
5. MARIANO PINA TURÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 13 Atril 1867 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 08 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
6. PEDRO ESTEBAN HERNÁNDEZ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 27 Julo 1869 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
7. ANTONIO LAHOZ GAN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 22 Octubre 1858 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
8. JOSÉ TRALLERO LOU, religioso mercedario profeso
nacimiento: 28 Diciembre 1903 en Oliete, Teruel (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
9. JAIME CODINA CASELLAS, religioso mercedario profeso
nacimiento: 03 Mayo 1901 en Aguilar de Segarra, Barcelona (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
10. JOSEP REÑÉ PRENAFETA, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 15 June 1903 en Lleida (España)
martirio: 16 Agosto 1936 en Barcelona (España)
11. ANTONIO GONZÁLEZ PENÍN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Marzo 1864 en San Salvador de Rabal, Celanova, Orense (España)
martirio: 10 Agosto 1936 en Barcelona (España)
12. TOMÁS CAMPO MARÍN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Enero 1879 en Mahamud, Burgos (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
13. FRANCESC LLAGOSTERA BONET, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 30 Agosto 1883 en Valls, Tarragona (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
14. SERAPIO SANZ IRANZO, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Octubre 1879 en Muniesa, Teruel (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
15. ENRIC MORANTE CHIC, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Septiembre 1896 en Lleida (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
16. JESÚS EDUARD MASSANET FLAQUER, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero1899 en Capdepera, Islas Baleares (España)
martirio: 25 Julo 1936 en Lleida (España)
17. AMANCIO MARÍN MÍNGUEZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 26 Marzo 1908 en Celada del Camino, Burgos (España)
martirio: 26 Julo 1936 en Binéfar, Huesca (España)
18. LORENZO MORENO NICOLÁS, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Marzo 1899 en Lorca, Murcia (España)
martirio: 03 Noviembre 1936 en Lorca, Murcia (España)
19. FRANCESC MITJÁ i MITJÁ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 26 June 1864 en Arbucias, Girona (España)
martirio: Enero 1937 en Ivorra, Lleida (España)
Por: . | Fuente: www.bisbatlleida.org

Sacerdote y Mártir
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Llegó al mundo en Mahamud, Burgos, el 23 de enero de 1879, hijo de Julián y Genara, siendo bautizado de urgencia nada más nacido y, solemnemente, bajo condición, el 3 de febrero y confirmado el 24 de octubre de 1879. Ingresó en El Olivar el 3 de octubre de 1895, donde tomó el hábito el 24 de diciembre de 1895, de manos del padre Luís Prat, que recibiría sus votos el 25 de diciembre 1896, con los padres Mariano Flores y Mariano Elizondo. Por marzo de 1897 pasó a quintas. Emitió la profesión solemne en Poyo, Pontevedra, el 1 de enero de 1900. Se ordenó de Menores, en 1901, en Santiago de Compostela, de subdiaconado y diaconado, en Santiago de Compostela, en 1902 y de presbiterado en Lugo, el 1 de junio de 1902 por el obispo Benito Murúa; ahora era conventual de Sarria.
Nada más ordenado, fue constituido maestro de novicios en Sarria. Vuelto a la provincia de Aragón, pasó a Lérida para formador de los estudiantes profesos. En abril de 1905 fue a Lérida, sustituyendo al padre Ramón Martín que se fuera el 25, aquí en mayo aparece depositario. El 24 de marzo de 1906 fue de Lérida a El Olivar, se le constata en la visita canónica que realizó a este cenobio el padre Mariano Alcalá desde el 25 de julio de 1906, los días 27 y 28 de julio de este año estaba en la aceptación de tres novicios para profesar.
El 8 de septiembre de 1906 marchó desde El Olivar a Palma, aquí se le localiza el 14 de septiembre. Acababa de abrirse esta casa, después de la Desamortización, y las dificultades eran muchas; mas él, sin ser superior, se volcó con gran esfuerzo y mucho celo. Predicó la cuaresma de 1907 en Hostalets; seguirá predicando en muchas parroquias palmesanas; se hará presente en los Hermanos de las Escuelas cristianas; sobre todo cuidará el culto de la propia iglesia, dando un esplendor unisitado al mes de mayo y propiciando la erección de una escolanía. Actívísimo, tenaz y acertado, en todo ponía inventiva y esplendor; acertaba en sumar colaboradores con su optimismo y buen humor.
Fuma. A veces tenía achaques, va de médicos, y se le compra un cuarto de gallina o va de baños. Suele ausentarse un mes al año, quizá ha iniciado las giras vocacionales; esa será una de sus notabilidades, nutrir el seminario. Notamos una ausencia larga desde el 24 de noviembre de 1911 hasta el 3 de febrero de 1912. El definitorio poscapitular del 12 de agosto de 1916 lo designaba consejero doméstico de Palma. En 1918 la comunidad palmesana quiso solemnizar el VII Centenario de la fundación de la Merced, y el 17 de marzo la Cofradía de la Merced le puso al frente de la comisión preparatoria; al día siguiente ya se entrevistó con el obispo; elaboró un pregón glorioso y barroco; formó listas de comisiones; acompañó la travesía de seiscientos peregrinos a Barcelona que, saliendo el 7 de agosto, en el vapor Jaime I, regresaron el 11. El 8 de enero de 1920 se fue, como definidor, con el padre Comendador, al capítulo que trascurrió en Lérida entre el 12 y 21 de enero; el siguiente 10 de febrero fue delegado para ver la posibilidad de fundar un colegio en Graus; salió designado superior de Mallorca y secretario provincial, pero el general dijo ser incompatibles los cargos. No volvió a Palma hasta el 16 de febrero para tomar posesión de la encomienda desde ese momento.
Mas el 24 de octubre de 1920 dejaba Mallorca para venir a Barcelona, llegando el 8 de noviembre, de secretario provincial. El padre Jaime Monzón asegura que fue prior desde 1920 a l925, fungía pero no figuraba. Dirigía la Esclavitud ubicada en una capilla de la Basílica. Hay muy pocas noticias de esta casa, pero sabemos que el 30 de septiembre de 1921 llevó a Lérida dos postulantes burgaleses; el 18 de septiembre de 1922 ministraba en la misa de homenaje al padre general por sus bodas de plata sacerdotales. Definidor figura en el capítulo que principió en Barcelona el 13 de enero de 1923, mas informó como superior, dando razones de las funciones en el Buen Suceso y en la capilla de los Dolores. Venía siéndolo sin título, mas el 19 de enero de 1923 sí que recibió la titulación de prior. El 15 de marzo de 1923 creó los Jueves eucarísticos, que alcanzaron a ser diecinueve coros, constituyendo la gran notabilidad de los Mercedarios en Barcelona; con los Jueves participó en la peregrinación nacional a Zaragoza, entre el 18 y el 22 de mayo de 1925.
En el capítulo que comenzó el 24 de julio de 1926 en San Ramón no se le mentó, porque en 1925 había pasado a la viceprovincia de Valencia. Era comendador y párroco de El Puig, trabajaba en la parroquia como coadjutor, pero al morir el clérigo que hacía de párroco, en julio de 1929, el arzobispo puso al padre Campo en la cura de almas, primero interinamente, desde el 4 de marzo de 1930 ad nutum sanctae sedis.
Consolidada la parroquia de El Puig, el 28 de noviembre de 1930 pasó de comendador a Mallorca. Trajo un aire nuevo a la casa, que hizo limpiar y pintar, luego arregló la capilla de San Marcial, los tejados y la portería. Sobre todo impuso un nuevo orden, meticulosidad en las observancias constitucionales (retiros, capítulos); ahora aparecen los calendarios mercedarios, se dan limosnas, entra una máquina de escribir. La comunidad pasó una gran conmoción los días 12 y 13 de mayo de 1930, fechas de las quemas de conventos; no hubo más que muchos sobresaltos y amenazas; se vivieron dos meses angustiosos e incómodos, hasta se llevaron a un piso los mubles de algún valor, los religiosos estuvieron dos meses sin salir de casa ni recibir visitas. El 16 de marzo de 1931 asumió personalmente la cofradía de la Merced, pues languidecía.
En el capítulo que se iniciara el 30 de julio de 1932 en San Ramón era comendador de Palma y se le prorrogó, así que el 9 de agosto tomó nuevamente posesión de la encomienda. Representó a la Orden en el Sínodo diocesano que trascurrió del 19 al 22 de octubre de 1932. En 1933 se abre un catecismo en la Merced y se comienza a predicar en las misas de los domingos. Según el informe del provincial del 9 de mayo de 1934, la comunidad tenía cuatro cofradías: de La Merced (con 700 hermanos), Jueves eucarísticos (con 246 miembros), Esclavos de santísimo Sacramento y Pía unión de san Antonio, mas una catequesis con unos cien niños. Sigue viajando con frecuencia, a Valencia, a Barcelona, a Burgos, para verse con el provincial, para buscar vocaciones.
En el capítulo provincial comenzado en San Ramón el 3 de agosto de 1935 seguía comendador de Mallorca, sonó para consejero provincial. Se puso superior de Lérida al padre Francisco Reñé, pero no aceptó, entonces se encomendó la casa al padre Campo, que fue sólo vicario del 13 de agosto al 9 de noviembre, mas este día a las 8 horas, asumió la encomienda. Se nota inmediatamente organizador, pues activa el libro de crónica abandonado, abre libros de administración, se da a trabajar en cuanto se presenta, singularmente en la predicación y la catequesis. Sigue viajando a Barcelona, a San Ramón, a Valencia y Benicalap; así del 7 de diciembre de 1932 al siguiente 3 de enero anduvo por Valencia para hablar con el provincial, a Burgos para buscar vocaciones, a Sarria para traerse dos postulantes de la Provincia, a El Olivar para dejar ocho postulantes.
Fue magnífico fraile. Fue gran mercedario, cifrando sus amores en la Eucaristía y nuestra Madre, a cuyas celebraciones infundía esplendor y profundidad. Fue excelente superior, comportándose más como padre y amigo que como superior, sabiendo encauzar la vida comunitaria, sumamente fiel a la observancia religiosa, la transía de optimismo, alegría y bondad. Tenía fama de generoso y bueno, distinguiéndose en todas partes por su generosidad, su grandeza de corazón y don de gentes, no hubo nunca religioso y ni extraño que no estuviera contento a su lado. Es mucho decir, pero lo asevera el padre Jaime Monzón.
Indicio de esos valores era su entrega a la búsqueda de vocaciones, como los hemos significado, y como lo especifican las cartas del provincial padre Carbonell: El 19 de diciembre de 1932 que el padre Campo iba a traer tres postulantes y un hermano. El 30 de ese diciembre que había traído a diez muchachos. El 1 de enero de 1933 que llegó con dos postulantes que había en Sarria (el padre Ignacio Ibarlucea) y cinco nuevos. El 26 de septiembre de 1933 que iba a desplegar las redes por Castilla. El 12 de octubre de 1933 dice que no obtenía adeptos. El inmediato 17 de octubre que el padre Campo traería cinco postulantes de Lérida y su comarca. El 10 de octubre de 1934 el Provincial avisaba de tres postulantes logrados por el padre Campo.
Martirio de
P. Tomás Campo Marín, P. Francisco Llagostera Bonet
y Fr. Serapio Sanz Iranzo
Ya llevaban meses de tortura, insultados por la calle y la prensa. Varias noches de febrero durmieron fuera de casa, pues estaban amenazados de muerte y quema del convento. Al sentirse inseguros en el convento, los tres pasaron a la casa de un amigo, el señor Amorós, calle de San Antonio número 38, frente al convento, llevando también, con ayuda de vecinos, algunas maletas con ropa y objetos de culto, serían sobre las 10 u 11 de la mañana.
El peligro era enorme, porque la chusma husmeaba tras las pistas de los religiosos; por lo que, mal aconsejados, al anochecer del 22 del mismo julio, se entregaron en la cárcel, creyendo estar allí más seguros que ante la convicción de ser linchados por las hordas. Se llegó, pues, la señora Amorós a la comisaría de policía y, encontrando a Juan Ribelles, le expuso cómo en su casa tenía tres frailes mercedarios escondidos que querían entregarse porque habían sabido cómo la Generalitat había ordenado llevar a la cárcel a sacerdotes y religiosos, y pensaban estar más seguros en la cárcel que en su casa, se ofreció el señor Ribelles a llevarlos personalmente, cogió un coche de la Generalitat y los llevó a la cárcel provincial entregándolos al oficial de servicio. Carmen Duch los vio ir conducidos por un pelotón de milicianos rojos, desde calle San Antonio enfilaron la calle del Correo viejo, andaban muy dóciles, como mansos corderos, por su aspecto muy resignados e ensimismados. Veintiocho días estuvieron en el departamento número 7.
Pronto se percataron de su error, pues eran continuas las sacas de los encarcelados, viendo cada noche cómo desaparecían sus compañeros de presidio. Mas no perdieron el aplomo en ningún momento, sino que se convirtieron en arrimo y amparo de los compañeros, sobre todo de los seminaristas jóvenes. Y, para no molestarles, el padre Campo se comprometió a no fumar delante de ellos, porque estos chicos se lo merecen todo. Francisco Grau, compañero de celda, afirma de los Mercedarios: Eran tenidos por santos religiosos, se empleaban en sus prácticas religiosas, en asistir y levantar a todos los compañeros de prisión. Constaté su elevado espíritu y su alegría en aquella hora de amenazas; encorajinando a todos, orando y dirigiendo la plegaria de los encerrados en la misma celda, animando a todos, serenando nuestros ánimos y ayudando a bien morir. No sólo asumieron su muerte, esperaron el martirio con gozo.
El padre Tomás no mustió en ningún momento su aplomo y su jovialidad habitual. José Berenguer, también consorte, dice de su empeño en comunicar alegría y hacer reír y expresa cómo sobresalía por su resignación, dulzura en el trato y celo, dispuesto siempre a confesar, dirigiendo el rosario y otras plegarias en voz alta, demostrando mucha serenidad y coraje, animando a los menos animosos. En una ocasión un preso exigió que no se rezara en voz alta en la celda, y padre Tomás replicó enérgicamente, que había que rezar sin miedo de nadie, porque era modo de demostrar la fe cristiana, pues sólo por eso estamos presos. Hablaba del martirio con frecuencia y exhortaba al martirio por Cristo. Era un verdadero padre, afirman los hermanos Puértolas.
El padre Francisco siguió tan próximo y servicial como fue siempre, aunque de carácter algo cerrado -dice Ramón Muntañola-, se esforzaba por ayudar a todos, siendo un gran consejero, muy afable, sobresaliendo por su gran humildad, tratando con mucho respeto al superior, sobe todo siempre dispuesto a confesar y muchos lo solicitaban
Fray Serapio no menguó su aplomo, serenidad, alegría, servicialidad con todos, su humildad, su piedad que edificaba a todos; estaba particularmente atento a mantener el ánimo de los deprimidos y a cumplir las insinuaciones de su superior. Llamados los dos padres, advirtiendo fray Serapio que se los llevaban, protestó que él también quería correr su suerte, pues era igualmente religioso. Un miliciano, allí presente, aseveró que así era, porque en el colegio de la Merced, siendo niño, le había dado un bofetón; bofetón que ahora el forajido le devolvió ostentosamente, sin que el Hermano se inmutase lo más mínimo. Y sin más los milicianos lo unieron al grupo.
Los tres se despidieron de los compañeros de calabozo, abrazándolos y musitándoles: adiós, hermanos, hasta la eternidad. Sacaron a setenta y cuatro religiosos y sacerdotes. No había habido cargos, ni juicio, ni sentencia. Los hacinaron en camiones, maltratados, vilipendiados, blasfemados.
El holocausto comenzara a las 11:30 de la noche, hasta ese momento la cárcel estaba a oscuras y en silencio. Ruido de cadenas y cerrojos; los milicianos entraban en las celdas, encañonaban a los presos, leían nombres, sacaban a los nominados al pasillo, los ataban de dos en dos por los sobacos, y sobre la l de la madrugada, los juntaban en grupos de cinco parejas, los hacían subir al camión. A las 1:15 los camiones, conducidos por guardias de asalto, habían rebasado el cementerio, llegando al cruce de las carreteras de Tarragona y Barcelona. Parece como si los conductores, horrorizados, hubieran querido seguir a Barcelona para evitar la masacre, pero en aquel momento les cayeron encima unos doscientos milicianos que estaba apostados, y obligaron a los camioneros a retroceder ante el cementerio.
Los setenta y cuatro mártires, todos muy serenos y conscientes, en los camiones al unísono cantaban el Ave maris stella, el Magníficat vitoreaban a Cristo rey invocaban a María. Los tiraron desde los camiones, a culatazos y empujones. Atados de dos en dos, en grupos de catorce, eran puestos ante el muro interior del cementerio, frente al pelotón de asesinos y villanamente asesinados, de noche, a la luz de los focos de un camión. Cuando se oía la orden apunten, los mártires gritaban, unánimes las gargantas y los corazones, ¡viva Cristo rey! ¡Madre mía!. Se cuenta del padre Campo que entonó el Cantemos al amor de lo amores. El rugido de la chusma, doscientos rufianes, no lograban aminorar el grito de los mártires.
Pasó un miliciano dando el tiro de gracia, pero ni se molestaron en enterrarlos. A a los asesinos siempre les aterran los rostros serenos de sus víctimas. Fue al día siguiente cuando los empleados del cementerio los evacuaron en una fosa común.

1. MARIANO ALCALÁ PÉREZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 11 Mayo 1867 en Andorra, Teruel (España)
martirio: 15 Septiembre 1936 en Andorra, Teruel (España)
2. TOMÁS CARBONELL MIQUEL, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 20 Diciembre 1888 en Jijona, Alicante (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
3. FRANCISCO GARGALLO GASCÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Febrero 1872 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
4. MANUEL SANCHO AGUILAR, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero 1874 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
5. MARIANO PINA TURÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 13 Atril 1867 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 08 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)
6. PEDRO ESTEBAN HERNÁNDEZ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 27 Julo 1869 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
7. ANTONIO LAHOZ GAN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 22 Octubre 1858 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)
8. JOSÉ TRALLERO LOU, religioso mercedario profeso
nacimiento: 28 Diciembre 1903 en Oliete, Teruel (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
9. JAIME CODINA CASELLAS, religioso mercedario profeso
nacimiento: 03 Mayo 1901 en Aguilar de Segarra, Barcelona (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)
10. JOSEP REÑÉ PRENAFETA, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 15 June 1903 en Lleida (España)
martirio: 16 Agosto 1936 en Barcelona (España)
11. ANTONIO GONZÁLEZ PENÍN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Marzo 1864 en San Salvador de Rabal, Celanova, Orense (España)
martirio: 10 Agosto 1936 en Barcelona (España)
12. TOMÁS CAMPO MARÍN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Enero 1879 en Mahamud, Burgos (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
13. FRANCESC LLAGOSTERA BONET, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 30 Agosto 1883 en Valls, Tarragona (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
14. SERAPIO SANZ IRANZO, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Octubre 1879 en Muniesa, Teruel (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
15. ENRIC MORANTE CHIC, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Septiembre 1896 en Lleida (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)
16. JESÚS EDUARD MASSANET FLAQUER, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero1899 en Capdepera, Islas Baleares (España)
martirio: 25 Julo 1936 en Lleida (España)
17. AMANCIO MARÍN MÍNGUEZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 26 Marzo 1908 en Celada del Camino, Burgos (España)
martirio: 26 Julo 1936 en Binéfar, Huesca (España)
18. LORENZO MORENO NICOLÁS, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Marzo 1899 en Lorca, Murcia (España)
martirio: 03 Noviembre 1936 en Lorca, Murcia (España)
19. FRANCESC MITJÁ i MITJÁ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 26 June 1864 en Arbucias, Girona (España)
martirio: Enero 1937 en Ivorra, Lleida (España)
Pablo Segalá Solé, Beato
Pablo Segalá Solé, Beato
Pablo Segalá Solé, Beato
Sacerdote y Mártir, 20 de agosto
Por: . | Fuente: BisbatLleida.org
Martirologio Romano: En Lleida (Lérida), Cataluña, España, Beato Juan de Jesús (en el siglo Juan Vilaregut Ferrer ) y 3 compañeros de la Orden de los Carmelitas Descalzos, además de Pau Segalá Solé, sacerdote diocesano, asesinados por odio a la fe. († 1936)
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Pablo (Pau en catalán) Segalà Solé nació en Montgai (Noguera), diócesis de Urgell, el 18 de octubre de 1903. Era hijo de Josep Segalà Sorribes y de Cecilia Solé Massana. Recibió el sacramento del bautismo en la parroquia de Montgai el 22 de octubre de 1903.
En 1917 ingresó en el seminario de los franciscanos de Balaguer, donde estudió los dos primeros años de latín. En 1919 pasó al seminario de la Seu de Urgell, donde continuó sus estudios de Latín, de Filosofía (1921), de Teología (1923) y de Moral (1927-1928). Fue ordenado sacerdote en la iglesia del Santo Cristo de Balaguer el 2 de junio de 1928. El 8 de junio de 1928 era nombrado vicario de Tèrmens (Lleida), el 18 de junio de 1929 pasó a hacer de ecónomo de Linyola, y el 30 de octubre del mismo año sería nombrado vicario maestro de Albesa, también en Lleida. El 16 de junio de 1931 se le designó vicario de la Cardosa, y el 17 de diciembre de 1933 ecónomo de Montroig, cargo que tuvo hasta su muerte.
El estallido de la guerra civil en julio de 1936 motivó que buscara cobijo cerca de la familia en Montgai, donde también había llegado desde Barcelona, huyendo de la persecución y de varias detenciones su hermano Francisco de la Asunción, carmelita descalzo. Los dos hermanos se escondieron por el término durante unos días, pero ante la amenaza de que si no los encontraban matarían a su familia, se presentaron al comité local y fueron detenidos, y luego conducidos a la ciudad de Lleida, donde fueron fusilados después de pasar por la cárcel.
El 20 de agosto de 1936 fue martirizado en Lleida junto con su hermano carmelita Francisco de la Asunción.
Este grupo de mártires está integrado por:

1. JUAN VILAREGUT FARRÉ (JUAN DE JESUS)
sacerdote profeso, Carmelita Descalzo
nacimiento: 19 Agosto 1907 en Vic, Barcelona (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Almacelles, Lleida (España)
2. JOSÉ OLIVÉ VIVÓ (BARTOMÉ DE LA PASIÓN)
religioso profeso, Carmelita Descalzo
nacimiento: 14 Septiembre 1894 en Pla de Cabra, Tarragona (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Almacelles, Lleida (España)
3. JAUME PERUCHO FONTARRO (SILVERIO DE SAN LUIS GONZAGA)
sacerdote profeso, Carmelita Descalzo
nacimiento: 12 Marzo 1864 en Corroncuy, Lleida (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
4. FRANCISCO SEGALÀ SOLÉ (FRANCISCO DE LA ASUNCIÓN)
sacerdote profeso, Carmelita Descalzo
nacimiento: 25 Mayo 1912 en Montgay, Urgell, Lleida (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
5. PABLO SEGALÀ SOLÉ
sacerdote de la Diócesis de Urgell
nacimiento: 18 Octobre 1903 en Montgay, Urgell, Lleida (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
Por: . | Fuente: BisbatLleida.org

Sacerdote y Mártir
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

En 1917 ingresó en el seminario de los franciscanos de Balaguer, donde estudió los dos primeros años de latín. En 1919 pasó al seminario de la Seu de Urgell, donde continuó sus estudios de Latín, de Filosofía (1921), de Teología (1923) y de Moral (1927-1928). Fue ordenado sacerdote en la iglesia del Santo Cristo de Balaguer el 2 de junio de 1928. El 8 de junio de 1928 era nombrado vicario de Tèrmens (Lleida), el 18 de junio de 1929 pasó a hacer de ecónomo de Linyola, y el 30 de octubre del mismo año sería nombrado vicario maestro de Albesa, también en Lleida. El 16 de junio de 1931 se le designó vicario de la Cardosa, y el 17 de diciembre de 1933 ecónomo de Montroig, cargo que tuvo hasta su muerte.
El estallido de la guerra civil en julio de 1936 motivó que buscara cobijo cerca de la familia en Montgai, donde también había llegado desde Barcelona, huyendo de la persecución y de varias detenciones su hermano Francisco de la Asunción, carmelita descalzo. Los dos hermanos se escondieron por el término durante unos días, pero ante la amenaza de que si no los encontraban matarían a su familia, se presentaron al comité local y fueron detenidos, y luego conducidos a la ciudad de Lleida, donde fueron fusilados después de pasar por la cárcel.
El 20 de agosto de 1936 fue martirizado en Lleida junto con su hermano carmelita Francisco de la Asunción.

1. JUAN VILAREGUT FARRÉ (JUAN DE JESUS)
sacerdote profeso, Carmelita Descalzo
nacimiento: 19 Agosto 1907 en Vic, Barcelona (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Almacelles, Lleida (España)
2. JOSÉ OLIVÉ VIVÓ (BARTOMÉ DE LA PASIÓN)
religioso profeso, Carmelita Descalzo
nacimiento: 14 Septiembre 1894 en Pla de Cabra, Tarragona (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Almacelles, Lleida (España)
3. JAUME PERUCHO FONTARRO (SILVERIO DE SAN LUIS GONZAGA)
sacerdote profeso, Carmelita Descalzo
nacimiento: 12 Marzo 1864 en Corroncuy, Lleida (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
4. FRANCISCO SEGALÀ SOLÉ (FRANCISCO DE LA ASUNCIÓN)
sacerdote profeso, Carmelita Descalzo
nacimiento: 25 Mayo 1912 en Montgay, Urgell, Lleida (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
5. PABLO SEGALÀ SOLÉ
sacerdote de la Diócesis de Urgell
nacimiento: 18 Octobre 1903 en Montgay, Urgell, Lleida (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)
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