miércoles, 6 de abril de 2016

San Guillermo de Eskyll, abad - San Pedro de Verona, presbítero y mártir (6 de abril)

San Guillermo de Eskyll, abad

fecha: 6 de abril
n.: 1125 - †: 1203 - país: Dinamarca
otras formas del nombre: llamado también de Aebelhold, de Aebelholt, de Ebelholt, de Eskhill, de Roskilde, de Ise Fjord, de Paris, o del Paráclito
canonización: 
C: Honorio III 21 ene 1224
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En la isla de Eskyll, cerca de Roskilde, en Dinamarca, san Guillermo, abad, que pasó de un cenobio de canónigos regulares de París a Dinamarca, instaurando la disciplina regular en medio de grandes dificultades, y al amanecer del domingo de Pascua partió de esta vida.
Guillermo nació en 1125, en Saint-Germain, Crépy-en-Valois. Fue nombrado canónigo de la colegiata de Santa Genoveva de París. En 1148, Sugerio, abad de Saint-Denis, para cumplir el deseo del papa Eugenio II, estableció a los canónigos regulares en dicha iglesia y Guillermo fue uno de los que aceptaron con más entusiasmo la austera vida regular. La fama de su santidad y disciplina canónica llegó hasta Dinamarca, ya que, hacia 1170, recibió la visita de un joven danés, llamado Saxo Grammaticus, que había de distinguirse como historiador. Saxo había ido a invitar a Guillermo, de parte del obispo Absalón o Axel de Roskilde, a restaurar la disciplina de los monasterios de su diócesis. Guillermo aceptó y empezó su tarea con los canónigos regulares de Eskilsoe, en el fiordo de Ise. El éxito coronó los esfuerzos del santo, pero no sin dificultad. Los canónigos regulares de la región no tenían reglas ni disciplina alguna y no observaban la clausura. San Guillermo tuvo que expulsar a dos de ellos, pero a base de paciencia fue logrando que los otros entrasen por el camino recto. El clima riguroso, las persecuciones de los nobles y las pruebas interiores hicieron todavía más arduo el trabajo del santo; sin embargo, en los treinta años que desempeñó el cargo, tuvo el consuelo de ver que la mayoría de sus hermanos seguían sus pasos.
Tras fundar el monasterio de Santo Tomás en Seelandia, Guillermo emprendió la reforma de otras casas religiosas. El obispo Absalón, que era ya arzobispo de Lund, le sostuvo en todas las dificultades. En sus últimos años, el santo se vio envuelto en algunos asuntos semipolíticos y tuvo que salir de Dinamarca por un tiempo; finalmente volvió a su abadía, donde murió apaciblemente el 6 de abril de 1203. San Guillermo fue canonizado en 1224. Su fiesta se celebra en la actual diócesis de Copenhague, que sustituyó en 1952 al antiguo vicariato apostólico de Dinamarca, con ocasión del octavo centenario de la reorganización eclesiçastica llevada al cabo por Nicolás Breakspear.
Había en el antiguo santoral otro santo danés llamado Guillermo de Roskilde, cuya fiesta se celebraba el 2 de septiembre, cuya vida se basaba en crónicas que, al decir del P. Thurston, eran «poco dignas de crédito», y al que confundía con Guillermo de Eskyll. En el Martirologio actual, el tal Guillermo ha dejado de mencionarse, y el elogio de nuestro Guillermo dice «en la isla de Eskyll, cerca de Roskilde»; ahora bien, Eskyll corresponde a las ruinas de Hillerod, que no quedan propiamente cerca de Roskilde, aunque sí puede decirse que están cerca del fiordo del mismo nombre, en cuyo extremo está la ciudad de Roskilde; esta imprecisión geográfica hace pensar que se ha querido zanjar la cuestión identificando de una vez a los dos Guillermos.
La biografía de Guillermo, escrita por uno de sus canónigos poco después de su muerte, se halla en Acta Sanctorum, abril, vol. I; pero es mejor la edición de C. Gertz en Vitae Sanctorum Danorum (1910). Según parece, el autor embelleció mucho los hechos. Sobre los escritos que se atribuyen a san Guillermo, ver Migne, PL., vol. CCIX, cc. 655.746. Noticia extraida del Butler, excepto el tercer párrafo, referido a la cuestión geográfica, que el Butler no aborda.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente 
enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1129





San Pedro de Verona, presbítero y mártir

fecha: 6 de abril
fecha en el calendario anterior: 29 de abril
n.: c. 1205 - †: 1252 - país: Italia
canonización: 
C: Inocencio IV 9 mar 1253
hagiografía: Orden de Predicadores

En Milán, de Lombardía, pasión de san Pedro de Verona, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, el cual, nacido de padres seguidores del maniqueísmo, todavía niño abrazó la fe católica y, siendo aún adolescente, recibió del mismo santo Domingo el hábito. Dedicado a combatir la herejía, de camino hacia Como cayó víctima de los enemigos, proclamando hasta en el último momento el símbolo de la fe.
patronazgo: patrono de las parturientas, protector del crecimiento de los cultivos, y contra los dolores de cabeza, los relámpagos, truenos y tormentas.
Pedro nació en Verona, en 1205. Sus padres pertenecían a la secta de los cátaros, una herejía muy semejante a la de los albigenses, y heredera del maniqueísmo, que negaba, entre otras cosas, que Dios hubiese creado la materia. Pedro asistió a una escuela católica, no obstante la indignación de un tío suyo, cuando supo que el niño, no sólo había aprendido el Símbolo de los Apóstoles, sino que defendía el artículo «Creador del cielo y de la tierra». En la Universidad de Bolonia Pedro tuvo que hacer frente a todas las tentaciones, pues sus compañeros eran muy licenciosos. Pronto decidió solicitar la admisión en la Orden de Santo Domingo y, en cuanto tomó el hábito, el joven novicio se entregó ardientemente a las prácticas de la vida religiosa, que comprendían el estudio, la lectura, la oración, el cuidado de los enfermos y la limpieza de la casa.
Más tarde le encontramos dedicado a la actividad de predicar en Lombardía. Una de sus mayores pruebas fue que se le prohibiese enseñar y se le enviase a un remoto convento, pues había sido falsamente acusado de recibir extraños y aun mujeres en su celda. Un día, arrodillado ante el crucifijo, exclamó: «Señor, Tú sabes que no soy culpable. ¿Por qué permites que me calumnien?» La respuesta del crucifijo no se hizo esperar: «¿Y qué hice yo, Pedro, para merecer la pasión y la muerte?» Avergonzado y consolado a la vez, el fraile recuperó el valor y, poco después, su inocencia quedó probada. A partir de entonces, su predicación tuvo más éxito. Pedro iba de pueblo en pueblo para sacudir a los negligentes, convertir a los pecadores y reconquistar a los que habían abandonado la religión. A la fama de su elocuencia se añadió pronto la reputación de sus milagros. En cuanto aparecía en público, la multitud se apretujaba junto a él para pedirle la bendición, para presentarle a los enfermos y para oír la Palabra de Dios.
Hacia el año 1234, el papa Gregorio IX nombró a Pedro Inquisidor general para los territorios milaneses. El santo desempeñó su oficio con tal celo y eficacia, que su jurisdicción llegó a extenderse a casi todo el norte de Italia. En Bolonia, Cremona, Ravena, Génova, Venecia y aun en la Marca de Ancona, predicó la fe, discutió con los herejes, desenmascaró los errores y reconcilió con la Iglesia a quienes la habían abandonado. Sin embargo, Pedro sabía perfectamente que sus éxitos le habían ganado también muchos enemigos y, frecuentemente, pedía a Dios la gracia del martirio. En un sermón que predicó el Domingo de Ramos de 1252, anunció públicamente que se estaba tramando una conspiración contra él y que su cabeza había sido puesta a precio, 40 libras milanesas. «Dejadles tranquilos -añadió-; después de muerto seré todavía más poderoso».
Dos semanas después, cuando viajaba de Como a Milán, dos asesinos cayeron sobre él, en un bosque de los alrededores de Barlassina. Uno de ellos, llamado Carino, le golpeó en la cabeza, y después se lanzó sobre su acompañante, un fraile llamado Domingo. Aunque herido muy gravemente, el santo no perdió el conocimiento y aún tuvo tiempo de encomendarse a sí mismo y a su asesino a Dios, usando las palabras de san Esteban. Después, si hemos de creer a la tradición, mojó un dedo en su propia sangre y empezó a escribir las palabras «Credo in Deum». En ese momento, uno de los asesinos le remató con otro golpe en la cabeza. Era el 6 de abril de 1252, y el mártir acababa de cumplir cuarenta y seis años. El hermano Domingo sólo le sobrevivió unos cuantos días. El papa Inocencio IV canonizó a san Pedro de Verona al año siguiente de su muerte. Carino huyó a Forli, donde se arrepintió de su crimen, abjuró de la herejía, entró en la Orden de Santo Domingo y murió tan santamente, que el pueblo empezó a venerarle. En 1934, los restos de Carino fueron trasladados de Forli a Balsamo, su pueblo natal, en las cercanías de Milán, donde se le tributa cierto culto.
En Acta Sanctorum, abril, vol. III, hay varios documentos sobre san Pedro de Verona; entre otros, la bula de canonización y una biografía escrita por su contemporáneo Fray Tomás Agni de Lentino. Ver también Mortimer, Maitres Généraux O.P., vol. III, pp. 140-166; Monumenta Historica O.P., vol. I, p. 236 ss. En el Catalogas Hagiographicus O.P. de Taurisano, p. 13, hay una biografía más completa. Fra Angelico inmortalizó a San Pedro de Verona en un famoso fresco del convento de San Marcos, en el que aparece con la cabeza herida y el dedo sobre los labios; pero existen otras muchas representaciones del santo, incluso del propio Fra Angelico: cf. Künstle, Ikonographie, vol. II. Ver S. Orlandi, S. Pietro martire da Verona: Legenda di fr. Tommaso Agni... (1952), y otras obras más recientes. El cuadro reproducido es de Lorenzo Lotto, de inicios siglo XVI, y muestra el característico espadín curvo clavado en la cabeza, que es la representación más habitual del santo.
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1130
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Comentarios
por José Miguel Rodriguez Mezá (i) (189.162.91.---) - dom , 30-ago-2015, 03:26:31
También es patrono de las vocaciones sacerdotales y de los defensores de la fe

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