sábado, 6 de diciembre de 2014

La Biblia y el telescopio (AUTOLIBERACIÓN INTERIOR) Anthony de Mello


El amor es clarividente


Le preguntaron a Beethoven lo que quería expresar con la Tercera Sinfo­nía, y el gran músico contestó: "Si yo pudiera expresar lo que significa con palabras, no necesitaría expresarlo con música." Sólo los sensibles son capa­ces de disfrutar de la belleza. Sólo los que tienen sentido del humor pueden comprender el aparente despropósito de la vida. Precisamente porque tenemos la palabra Dios y asociamos a esa pa­labra las ideas con las que nos han pro­gramado, somos incapaces de descu­brirlo en la vida corriente y cotidiana, y en las personas que están pasando a nuestro lado. Los que aman la belleza son capaces de captar a Dios, porque aman la vida y a las personas. Sólo el amor es clarividente. Cuando ya no te haga falta agarrarte a las palabras de la Biblia, entonces es cuando ésta se con­vertirá para ti en algo muy bello y re­velador de la vida y su mensaje.


Lo triste es que la Iglesia oficial se ha dedicado a enmarcar el ídolo, en­cerrarlo, defenderlo, cosificándolo sin saber mirar lo que realmente significa.


La mejor manera de acercarte a la verdad es que pases un tiempo miran­do el mar, el campo, la naturaleza y, sobre todo, que repares en las perso­nas como seres nuevos, sin concep­tos, sin memoria, y que las escuches desde adentro con tu corazón abierto de par en par, comprendiéndolas, amándolas. Ésta es la mejor oración. Un día sentirás el asombro de haber estado prisionero de los conceptos y de tu ego. Entonces verás lo bella que se te hace la Biblia, que te acerca a la vida y no te aleja de ella ya. En­tonces habrás encontrado la interpre­tación de la Biblia y, en ella, el ma­nual para comprender mejor la vida.

Una vez había un cachorro de león que se perdió y se metió en un reba­ño de ovejas. Creció allí y se creía una oveja como ellas. Pero un día un león adulto llegó por allí y las ovejas corrieron espantadas a ponerse a sal­vo y, entre ellas, el pequeño león tam­bién corrió asustado. Pero el león, que lo había descubierto, le da alcan­ce y el cachorro asustado le dice: "¡No me comas, por favor!" Mas el león, sin decir nada, lo arrastra hasta el borde de una charca y lo obliga a que mire las dos imágenes reflejadas en el agua. El cachorro, al verse como en realidad era, como un león, des­pertó y, desde ese momento, ya fue todo un león.

 

Esto es lo que nos tiene que ocurrir al leer este libro: que despertemos para ver claramente que somos leones y no ovejas.





ÍNDICE


 

Introducción

 

1. ¡Despierta! ¡La felicidad eres tú!

Estás dormido – Despierta – Importa la vida – No te ates – No confundas los sueños - ¡Qué lío! – El amor no duerme – Disparar gratuitamente – Tú ya eres felicidad.

 

2. ¡Desprográmate! ¡Sé tú mismo!

¡Desprográmate! – No seas fotocopia – Fácil y difícil – Conocerse a fondo – La vida observada – Métodos para ser feliz

 

3. ¡Reconoce tu añadidura!

En cuanto metes tu yo... – Reconoce tu añadidura – Resultado de nada – No tengas miedo – El pez tenía sed – Menudo descanso.

 

4. Amar es escuchar todos los instrumentos

El ser y la imagen – El amor es – El fuego es el amor

 

5. El miedo se aprende

No tengáis miedo – Estamos programados – Arrepentimiento: una trampa – Cambia tu programación – Ejercicio de fantasía – Otro ejercicio.

 

6. El tesoro está dentro de ti

El dichoso niño – Violencia cultural – Odiarse a sí mismo – El amor no castiga – El amor no es una droga – Date el gusto de vivir

 

7. El ser es lo que vale

Poco sirve las palabras – Ejercicio 1 – Ejercicio 2 – Ejercicio 3

 

8. Dios está en la vida

Dios no se deja encerrar – El valor de la realidad – Eso es muy comprometido – Opción por la verdad – Ejercicio.

 

9. El amor, esa maravilla

Qué es el amor – Más o menos iguales – El mal no existe – Ejercicio – Sí, pero...

 

10. El texto es la vida

Cuestiónate – La Biblia y el telescopio – El amor es clarividente.

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