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miércoles, 14 de agosto de 2019

San Maximiliano Kolbe. Patrono de las familias, encarcelados y medios católicos (14 de agosto)

San Maximiliano Kolbe. Patrono de las familias, encarcelados y medios católicos

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San Maximiliano Kolbe es el mártir de la caridad. Arrestado y asesinado por los nazis al ofrecer su vida a cambio de la de un padre de familia

 
San Maximiliano Kolbe fue un humilde fraile franciscano polaco, que se ofreció a ser ejecutado voluntariamente cambiando de lugar por un extraño en el campo de exterminio nazi de Auschwitz, durante la Segunda Guerra Mundial. Fue un sacerdote muy activo en la promoción de la veneración de la Virgen María Inmaculada, fundando y supervisando el monasterio de Niepokalanów cerca de Varsovia, operando una emisora de radio y fundando o dirigiendo varias otras organizaciones y publicaciones. Fue declarado mártir de la caridad por San Juan Pablo II. Es el santo patrón de drogadictos, presos políticos, familias, periodistas, prisioneros, movimiento pro-vida y medios de comunicación católicos.

Fiesta: 14 de agosto

Martirologio romano: Memoria de San Maximiliano María Kolbe, Sacerdote mártir de la Orden de los Frailes Conventuales menores, quien, siendo fundador de la Milicia de la Inmaculada, fue deportado a diferentes lugares privándolo completamente de su libertad en tiempos de persecución nazi, y finalmente llegó al campo de exterminio de Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia. Se entregó voluntariamente a los verdugos tomando el lugar de un compañero de prisión, quien estaba casado y con hijo y había sido condenado a muerte, ofreciendo así su ministerio, como un holocausto de la caridad y el modelo de fidelidad a Dios y al prójimo.

Biografía de San Maximiliano Kolbe

Cuando apenas era un niño, San Maximiliano Kolbe tuvo un Sueño con la Virgen María, quien se le apareció, sosteniendo en sus manos dos coronas, una blanca y una roja, y le pregunta si le gustaría tener alguna de ellas, una es por la pureza, y la otra por el martirio, a lo que el Santo le respondió:
"Yo elijo ambas"
Entonces ella le sonríe y desaparece"... Después de esta visión, San Maximiliano Kolbe jamás volvió a ser el mismo niño
San Maximiliano Kolbe entró en el seminario menor de los Franciscanos Conventuales en Lviv (entonces Polonia, hoy Ucrania), muy cerca de su lugar de nacimiento, y a los 16 se convirtió en un novicio.
A pesar de que más tarde alcanzó el doctorado en filosofía y teología, él estaba profundamente interesado en las ciencias, incluso le entusiasmaba la idea de la elaboración de planes de naves espaciales.

Luchador contra la indiferencia

Y es el que ardor de un corazón enamorado de Dios, no resiste nunca a sus encantos, San Maximiliano Kolbe siente la fuerte vocación de ser Sacerdote. Él es Ordenado a los 24 años.
Durante su tiempo vivió la indiferencia religiosa de la sociedad y cómo esta llegaba a ser el veneno más mortífero en las personas. Su misión era la de luchar contra esto mismo.
San Maximiliano Kolbe funda la Milicia de la Inmaculada, cuyo objetivo era luchar contra el mal de la indiferencia, con un buen testimonio de vida, la oración, el trabajo y la mortificación
Luego de esto fundaría "el Caballero de la Inmaculada", una revista religiosa de difusión mensual que estaba bajo la protección de María Santísima, en la que predicaba la Buena Nueva a todas las naciones y también "El Pequeño diario"
Para trabajar en estas publicaciones estableció una "Ciudad de la Inmaculada" -Niepokalanow- que albergaba a unos 700 de sus hermanos franciscanos.
Más tarde, San Maximiliano Kolbe fundó otra en Nagasaki, Japón.Tanto la Milicia y la revista, llegaron a marcar más de un millón en miembros y suscriptores.
Su amor de Dios se filtró diariamente a través de la devoción a María y pronto dio muchos frutos de santidad y que perdura también hasta los tiempos actuales
En 1939 los nazis invadieron Polonia con una velocidad mortal. Niepokalanow fue severamente bombardeada. San Maximiliano Kolbe y sus hermanos fueron arrestados, pero pronto fueron puestos en libertad en menos de tres meses, en la fiesta de la Inmaculada Concepción.
En 1941, San Maximiliano Kolbe fue arrestado nuevamente. Él ya había fundado una radiodifusora y estaba dirigiendo la revista "El caballero de la Inmaculada", con gran éxito y notable difusión. El propósito de los nazis era liquidar a los que eran líderes de algo.
San Maximiliano Kolbe fue deportado a diferentes lugares privándolo completamente de su libertad, hasta que al final, fue trasladado a Auschwitz, tres meses más tarde, después de terribles palizas y humillaciones.

Martirio de San Maximilano Kolbe

Un día se fugó un preso. La ley de los alemanes era que por cada preso que se fugara del campo de concentración, tenían que morir diez de sus compañeros. Hicieron el sorteo y al que le tocó ser el número 10, exclamó:
"Dios mío, yo tengo esposa e hijos. ¿Quién los va a cuidar?".
En ese momento San Maximiliano Kolbe dice al oficial:
"Yo me ofrezco para reemplazar al compañero que ha sido señalado para morir de hambre".
El oficial le responde: "¿Y por qué?", a lo que San Maximiliano Kolberesponde:
"Él tiene esposa e hijos que lo necesitan, y yo sólo soy un simple Sacerdote".
El oficial acepta el intercambio y San Maximiliano Kolbees llevado con sus otros 9 compañeros a morirse de hambre en un subterráneo.
En el "bloque de la muerte" se les ordenó a desnudarse, y allí comenzaron los tiempos de oscuridad, condenados a morir en el olvido bajo una muerte lenta de hambre. Pero no hubo gritos ni lamentos; los prisioneros más bien cantaban junto a Kolbe.
San Maximiliano Kolbe anima a todos los que están con él y reza con ellos. Poco a poco, uno a uno van muriendo, y después de varios días, tan sólo queda Kolbe con vida.
Como los guardias necesitan ese local para otros presos que están llegando, le ponen una inyección de cianuro y lo matan. Era el 14 de agosto de 1941.
Fue beatificado en 1971 y canonizado en 1982 como "Mártir de la Caridad"

Oración a San Maximiliano Kolbe

Querido Jesús, San Maximiliano fue encarcelado en Auschwitz donde ministró a los cautivos y celebró la Santa Misa consagrando del pan y el vino que habían logrado pasar a escondidas. Fue martirizado después de que asumió voluntariamente el lugar de un prisionero casado joven condenado a muerte.
Como él es el santo patrón de los drogadictos y personas en prisión, te pido, Señor mío, mediante su intercesión, por todos los que están presos y condenados a muertes, sana sus corazones heridos y líbralos del mal que los rodea, ellos merecen una segunda oportunidad con tu gracia.
Oh San Maximiliano, te pido que también intercedas ante el Señor por los adictos en mi familia y en las familias de mis amigos para que pronto puedan encontrar paz en sus corazones. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén

jueves, 17 de mayo de 2018

«Dos Coronas»: la masonería celebraba, grosera, su bicentenario… y Kolbe actuó con la Inmaculada 16052018


«Dos Coronas»: la masonería celebraba, grosera, su bicentenario… y Kolbe actuó con la Inmaculada


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Este viernes 18 de mayo se estrena en España el emotivo documental con escenas dramatizadas “Dos coronas” (www.boscofilms.es/dos-coronas/), sobre la vida asombrosa de San Maximiliano Kolbe, evangelizador incansable, gran organizador de mente visionaria y mártir de la caridad, un embajador de la Virgen y de Dios en el infierno nazi de Auschwitz.
La película se estrenó en Polonia en 2017, con Michal Kondrat como director y Joanna Ficinska como guionista, y el popular actor polaco Adam Woronowicz en el papel del mártir. Se combinan escenas dramatizadas y dialogadas con actores, muy emocionantes, testimonios de testigos o expertos y la conducción de un narrador que visita los lugares clave de la historia.
La Virgen, de niño, le ofreció dos coronas
La primera escena pone de relieve el papel de la Virgen. Siendo niño, a los 11 años, experimentó una visión que él mismo explicaría luego.
“Esa noche pregunté a la Madre de Dios qué sería de mí. Ella vino a mí sosteniendo dos coronas, una blanca, la otra roja. Me preguntó si estaba dispuesto a recibir alguna de esas coronas. La blanca significaba perseverar en la pureza. La roja, que sería mártir. Dije que yo aceptaría ambas“.
Ese es el planteamiento original de “Dos coronas”.
¿Amputar? Mejor agua de Lourdes…
Un ejemplo más de la relación del santo con la Virgen, siendo estudiante, se explica en la película: un médico está dispuesto a amputar su dedo, que se ha infectado. Pero él pide antes ponerle agua de Lourdes y orar a la Virgen. El médico unta con ese agua la herida y la tapa con vendas. Dos semanas después, no hay herida ni infección.El médico solo puede considerarlo un milagro.
La manifestación de los masones
En 1917 el joven Maximiliano Kolbe, estudiando en Roma, vio una manifestación de masones muy anticlericales y groseros en la Plaza de San Pedro. Los masones celebraban su aniversario, 200 años de la masonería. Ya no existían los Estados Pontificios, la Plaza de San Pedro pertenecía al Estado italiano, no había Estado vaticano y los masones consideraban que la Iglesia estaba a punto de desaparecer.
Kolbe escribió que vio como se colocaban con su estandarte “bajo las ventanas del Vaticano. En ese estandarte el arcángel San Miguel aparecía caído en el suelo bajo los pies de un Lucifer triunfante. Al mismo tiempo, incontables panfletos se distribuían en los que se atacaba desvergonzadamente al Santo Padre”.
Esta fue la escena que animó a Kolbe a hacer “algo”. Y así creó el 16 de octubre de 1917, junto con unos jóvenes compañeros, la Milicia de la Inmaculada (www.mi-international.org). Cada “caballero de la Inmaculada” recibía una Medalla Milagrosa de la Virgen y rezaba su oración con un añadido: “Oh, María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti. Y por todos aquellos que no recurren a ti, especialmente por los masones y todos los encomendados a ti“.
Están hoy en 48 países. En inglés se les llama Caballeros de la Inmaculada. En otros idiomas, la Milicia de la Inmaculada. Su objetivo, podemos leer, era “convertir a todos, especialmente a los masones”, servir a Dios a través de la Inmaculada; pedir por la conversión también de “judíos, cismáticos y herejes”.
Primera misa en un lugar muy mariano
Kolbe celebró su primera misa en el mismo lugar en que se convirtió en 1842 el judío descreído Alfonso de Ratisbona por acción de la Virgen María y la medalla milagrosa, la iglesia de San Andrés delle Frate.
Kolbe era un visionario, que se le daban bien los números y las ciencias e incluso dibujaba modelos de “etherplanos”, una especie de nave espacial muy parecida a lo que luego sería el Apolo II que llegó a la luna. También era un entusiasta del cine como posible herramienta evangelizadora. Y, sobre todo, de la prensa.
Un periódico… la Inmaculada da el anticipo
Enseguida quiso que los caballeros tuvieran su propio periódico. Necesitaban una cantidad importante y no había forma de encontrarla. Un día, rezando ante la imagen de la Virgen María, presentándole esta obra que quería dedicar al nombre de la Inmaculada, vio un sobre junto a la estatua. “Para la Inmaculada”, estaba escrito en el sobre. Y dentro había una cantidad de dinero: la cantidad exacta que habían presupuestadopara empezar el periódico. Así fue ella la que parecía darle el visto bueno.
El periódico salió, usaba lenguaje sencillo, contaba testimonios e historias cercanas y experiencias personales, también daba formación doctrinal en pequeñas píldoras.
Pronto llegaron a los 10.000 ejemplares diarios, que imprimían los mismos monjes. Y en pocos años ya eran 135.000 ejemplares diarios, que en fin de semana aumentaba a 225.000. (Pensemos que en marzo de 2017 el mayor periódico de España, El País, apenas llega a los 180.000 ejemplares y El Mundo y La Vanguardia oscilan entre los 100.000 y los 110.000). Aún hoy las publicaciones de la Milicia de la Inmaculada (a menudo aún con el nombre de Caballeros de la Inmaculada) llegan a decenas de miles de personas en todo el mundo.
Un convento de 800 frailes
Kolbe llegó a ser el organizador de un gran convento de 800 frailes, el más grande de su época, y era una tarea complicada. Cada semana llegaban aspirantes a novicios, a servir a la Inmaculada, y cada semana algunos eran expulsados amablemente porque no era ése su lugar: “Gracias por tu tiempo y disponibilidad, la Inmaculada te lo agradece; este no es tu sitio, pero puedes aún hacer mucho bien en el mundo”, era lo que se les solía decir.
El convento llegó a organizar su propia brigada de bomberos que servía también a los pueblos cercanos.
En Nagasaki, algo salvó su convento
Más adelante, Kolbe y otros hermanos acudieron como misioneros, a fundar una comunidad, a Nagasaki, en Japón. El docudrama señala que Kolbe, como avisado por una certeza misteriosa, se negó a aceptar el espacio que le ofrecían como sede en el centro de la ciudad. Quiso establecer la comunidad detrás de las montañas que la rodean. Allí crearon su propia reproducción de la gruta de Lourdes. Estar ahí salvó al convento cuando llegó la bomba atómica.
“Dos coronas” recoge el testimonio de un anciano franciscano japonés que tenía 17 años cuando la bomba de Nagasaki destruyó su casa y su familia, a 450 metros del epicentro de la explosión. “Pasé 18 días en las ruinas”, recuerda. Después conoció a Kolbe y a los franciscanos. De ellos, y de Kolbe, al que conoció en persona, aprendió “lo más difícil: perdonar”.
El docudrama recoge escenas cotidianas de la vida de los franciscanos, que se saludaban diciéndose “María”: al despertarse, por los pasillos…
La ocupación nazi de Polonia
Después llegó la guerra mundial. Los nazis y los alemanes se repartieron Polonia. El 17 de septiembre de 1939 nazis y comunistas colaboraban para tomar la ciudad polaca de Brest Litovsk y desfilaban juntos. En la zona de control nazi de Alemania 3.000 clérigos católicos serían asesinados por los ocupantes, más de 1.800 de ellos en campos de concentración. De la represión anticlerical en zona comunista faltan muchos datos aún hoy.
En el convento del Padre Kolbe acogían refugiados de todo tipo que huían de la violencia, entre ellos muchos judíos (hasta 2.000, dicen algunas fuentes) que luego protegerían la fama de Kolbe de las acusaciones de antisemita. Por supuesto, las autoridades cerraron el periódico pero permitieron pequeñas publicaciones religiosas en el convento. Alguna les molestó y el 17 de febrero de 1941 los alemanes cerraron el monasterio y arrestaron a Kolbe y cuatro más. El 28 de mayo lo transferían a Auschwitz. Era el prisionero #16670.
“Dos coronas” cuenta con el testimonio vivo de uno de los compañeros de prisión de Kolbe, uno de los polacos que logró escaparse de Auschwitz. Kolbe vio hundido a este hombre, que estaba convencido de que moriría en el campo, y le dio esperanza.
Poner dignidad en el lugar más indigno
El docudrama da los detalles de la muerte del sacerdote. Hubo una fuga y Karl Fritzsch, el jefe del campo, ordenó seleccionar 10 hombres para que murieran de hambre en un bunker. Franciszek Gajowniczek, uno de los seleccionados, lloró: “Mi mujer, mis hijos”. Y entonces Maximiliano Kolbe salió de la fila y se dirigió a Fritzsch, el jefe alemán. Esto nunca había sucedido: quien se movía de la fila era fusilado al momento.
– ¿Quién eres tú, señor? -preguntó Fritzsch.
 Ich bin ein polnischer katholischer Priester (soy un sacerdote católico polaco) -respondió. Y se ofreció para sustituir a Gajowniczek, padre de familia.
Los biógrafos señalan que era absolutamente asombroso que Fritzsch no le hiciera disparar, que se dirigiese a él (incluso como “señor”) y que aceptase su propuesta. Pero sucedió, lo vieron los testigos. Y durante dos semanas, el búnker de la muerte, se convirtió en una capilla a la Virgen. Kolbe dirigió a los condenados en el rezo continuado del rosario. Las avemarías se sucedían sin descanso. Otros presos, al pasar por delante, descubrían su cabeza.
Dos veces antes se había infligido ese castigo a presos, siempre entre gritos de odio y blasfemias. En esta ocasión, solo hubo oración. “En un sistema indigno, deshumanizante, Kolbe creó un espacio humano, digno, sagrado”, señalan los biógrafos de “Dos coronas”. El 14 de agosto, tras dos semanas, solo quedaban vivos Kolbe y dos presos más. Los alemanes querían el espacio y los remataron con una inyección letal. Al día siguiente, 15 de agosto, fiesta de la Asunción, sus cuerpos eran incinerados. Ya nunca más se aplicó este castigo en Auschwitz.

martes, 18 de julio de 2017

Aforismos (San Maximiliano Kolbe)

Aforismos

·         «Entrégate a la providencia y queda en paz. Vive siempre como si éste fuera el último día de tu vida, porque el mañana es inseguro, el ayer no te pertenece y sólo el hoy es tuyo». (San Maximiliano Kolbe)

viernes, 5 de agosto de 2016

Hoy se inicia novena a San Maximiliano Kolbe, sacerdote mártir asesinado por los nazis (5 de agosto)

Hoy se inicia novena a San Maximiliano Kolbe, sacerdote mártir asesinado por los nazis

Por Abel Camasca

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Hoy se inicia novena a San Maximiliano Kolbe, sacerdote mártir asesinado por los nazis








REDACCIÓN CENTRAL, 05 Ago. 16 / 04:00 am (ACI).- “Por Jesucristo estoy dispuesto a sufrir lo que sea. La Inmaculada está conmigo y Ella me ayuda”, solía decir San Maximiliano Kolbe, sacerdote y miembro de la orden de los frailes menores conventuales, que murió mártir en los campos de concentración nazis al ofrecer su vida a cambio de la de un padre de familia condenado a muerte.
Cercanos a su fiesta, que se celebra cada 14 de agosto, aquí una novena en honor a este gran santo.
Oraciones iniciales
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…
Acto de Contrición:
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración para todos los días
Oh San Maximiliano María, fidelísimo imitador del Pobrecito de Asís, que inflamado del amor de Dios viviste practicando asiduamente las virtudes heroicas y las santas obras de apostolado, dirige tu mirada sobre nosotros tus devotos que confiamos en tu intercesión.
Tú que, aureolado por la luz de la Virgen Inmaculada atrajiste a innumerables almas a la santidad, llevándolas también bajo toda forma de apostolado hacia el triunfo del bien y la dilatación del Reino de Dios, alcánzanos luz y fuerza para obrar el bien y llevar muchas almas al amor de Dios.
Tú que, en perfecta conformidad con el Divino Salvador, llegaste a tan alto grado de caridad hasta ofrecer, en sublime testimonio de amor, tu vida para salvar la de un pobre prisionero, alcánzanos del Señor la gracia de que, animados por el mismo ardor de caridad, podamos también nosotros con la fe y con las obras dar testimonio de Cristo a nuestros hermanos, para llegar contigo a la posesión beatífica de Dios en la luz de la gloria. Amén.
Meditación del primer día: Kolbe, apóstol moderno de María
Pablo VI durante la solemne ceremonia de beatificación del P. Maximiliano, en su homilía dijo:
"Maximiliano Kolbe ha sido un apóstol de la Virgen considerada en su primer esplendor, original y privilegiado, el de su misma presentación en Lourdes: La Inmaculada Concepción, es imposible separar el nombre, la actividad, la misión del Beato Kolbe, de María Inmaculada".
"Conocemos cómo el humilde y sumiso Franciscano con increíble audacia y con extraordinaria mente organizadora, desarrolló la iniciativa y puso a María, contemplada vestida del sol (Apoc. 12, 1), como centro de su espiritualidad, de su apostolado, de su teología. No vacilemos en admirar, en adherirnos a la consigna que el nuevo Beato nos deja en heredad y como ejemplo, como si también nosotros desconfiásemos de semejante entusiasmo mariano, como si las dos corrientes teológicas y espirituales, que hoy prevalecen en el pensar y el vivir cristiano, la cristológica y la eclesiológica, estuviesen en franca rivalidad con la mariológica. No hay rivalidades".
Oración de gozos
- Testigo de amor Rosal en flor oh mártir santo de Cristo el olor. Corona inmortal de Cristo Jesús, palabras en luz del Cristo total.
- Testigo de la sangre Del hermano derramada, Testigo de libertades Testigo del odio cruel en su misión callada, canto y cielo en los labios de un alma fiel, inmolada.
- Testigo del dolor al acercarse la muerte, al guarda dice: ¡detente! verás al cambiar la suerte de este hombre que es padre, reunirse con sus hijos y con ella que es su madre.
- Testigo del cansancio de una vida inmolada, a golpe del Evangelio y al golpe de la espada. Tu vida por otra vida tu amor por otro amor ganancia para el cielo del mártir el galardón.
- Espíritu sublime oh mártir glorioso feliz morador de la inmortal Sión ruega por los que luchan en las batallas recias que alcancen la victoria y eterno galardón.
- Oh mártir glorioso de roja vestidura que brilla con eterno fulgor ante Dios; intercede por el hombre que lucha con tesón a obtener de la gracia el más divino don.
- Palabra del Señor ya rubricada en la vida del mártir, ofrecida como prueba fiel de que la espada no puede ya truncar la fe vivida. Fuente de fe y de luz es su memoria coraje para el justo en la batalla del bien, de la verdad, siempre victoria que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.
Oración final
"Dios, fortaleza de los mártires, que al presbítero y mártir San Maximiliano María Kolbe, encendido en el amor de la Inmaculada Virgen María, lo llenaste de celo por las almas y de amor con el prójimo; por su intercesión concédenos que trabajando con entusiasmo por difundir tu gloria en el servicio de nuestros hermanos, podamos llegar hasta la muerte a asemejarnos a tu Hijo, Jesucristo que vive Contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén".

sábado, 15 de agosto de 2015

No olviden el amor, dijo Maximiliano Kolbe a sus compañeros antes de entrar en el campo de concentración de Auswchitz 14082015

No olviden el amor, dijo Maximiliano Kolbe a sus compañeros antes de entrar en el campo de concentración de Auswchitz

san Maximiliano María Kolbe, mártir de la caridad - RV
14/08/2015 16:10
REFLEXIONES EN FRONTERA jesuita Guillermo Ortiz
(RV).- Maximiliano Kolbe, sacerdote franciscano, se ofreció en lugar de otro condenado a muerte -como el mismo Jesús-, en el campo de concentración de Auschwitz. Antes de que los llevaran al campo de concentración dijo a sus compañeros: ‘No olviden el amor’. Y él, en esos galpones del campo de concentración donde morían los presos hacinados dentro de los altos y grises muros alambrados, no se olvidó del amor.
En la inhumana soledad del campo de concentración los hombres son Cristos solos. Un Cristo desfigurado y perdido entre la multitud donde cada uno es menos que un número. Un Cristo tentado como en el desierto, abandonado como en el Huerto y en la Cruz. Cárceles, hospitales, clínicas siquiátricas; populosas ciudades donde muchos, desconocidos de todos, caminan perdidos en su propio sin sentido y orfandad. Cárceles, pero también calles interminables que acumulan intemperie, desprecio, atropello, rechazo, y montones de ‘desperdicios’ para los niños descalzos, hombres y mujeres sin techo y sin trabajo, ancianos abandonados.
Maximiliano Kolbe, nombrado por san Juan Pablo II patrono de los periodistas en todas las ramas de las comunicaciones sociales, también hoy con su gesto de amor, es como una pequeña luz para nosotros en nuestro mundo. Sin el calor y la belleza del amor de Jesús que dio su vida por nosotros, el mundo entero es como un campo inhumano de concentración en el que condenamos a morir por exclusión a miles y miles de hermanos.
San Maximiliano Kolbe, intercede ante Jesús para que nos conceda su amor creativo por el hermano que sufre.


lunes, 11 de agosto de 2014

La radicalidad del Evangelio de Jesús, vivida por Clara de Asís y Maximiliano Kolbe, fulgura en la Liturgia de la semana y resplandece en la Solemnidad de la Asunción de María 11082014

La radicalidad del Evangelio de Jesús, vivida por Clara de Asís y Maximiliano Kolbe, fulgura en la Liturgia de la semana y resplandece en la Solemnidad de la Asunción de María




(RV).- (audio) RealAudioMP3 ¡Si! La radicalidad del Evangelio de Jesús pobre y humilde, que entrega la vida por los otros, vivida por santa Clara -excepcional discípula de san Francisco, fundadora con el santo de Asís de las monjas Clarisas-, a la que celebramos el 11 de agosto; resplandece también –esta radicalidad del Evangelio con toda su valentía, ternura, belleza, en el martirio de san Maximiliano Kolbe, asesinado en el Campo nazi de Concentración de Auschwitz cuando, por la fuga de un prisionero, se ofrece en lugar de un padre de familia elegido para una punición.

Hoy en Irak y otros países, solamente por la fe en Jesucristo los cristianos son asesinados brutalmente. De modo que hay más mártires hoy que en los inicios.

¿Será esta sangre, la belleza de sus testimonios, semilla para mí de un compromiso de fe más radical; de una coherencia mayor en el seguimiento de Jesús?

“Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”, reza Pedro a Jesús en el Evangelio de la Fiesta de Santa Clara de Asís.
“Nadie tiene más amor que aquel que da la vida por sus amigos”, confiesa Jesús a sus discípulos en la fiesta de San Maximiliano Kolbe.

“Feliz de ti por haber creído”, reza Isabel en el Evangelio de la Solemnidad de la Asunción de María al cielo el 15 de agosto.
“Todas las generación me felicitarán”, responde María de Nazaret, Madre de Dios, que preside la constelación cristológica de santos, mártires, beatos, que con su testimonio valiente iluminan y animan nuestra peregrinación al Encuentro de Jesús para adorar a Dios y servir a los hermanos más pobres.

Alumbramos hoy a la Madre de Dios y nuestra y a estos santos con una vela para que ellos nos iluminen y animen.

Santa Clara de Asís, ruega por nosotros.
San Maximiliano Kolbe, ruega por nosotros.
María, Madre de Dios, asunta al cielo, ruega por nosotros.

Desde el santuario de san Pedro en Roma, jesuita Guillermo Ortiz de Radio Vaticana

domingo, 10 de agosto de 2014

Las Ciudades de la Inmaculada: el sueño de San Maximiliano Kolbe

Religión 28.07.2014

Las Ciudades de la Inmaculada: el sueño de San Maximiliano Kolbe

Las expresiones del Santo sobre su visión del mundo hablan de un auténtico reinado de la Santísima Virgen

 
28.07.2014
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El 07 de diciembre de 1927, víspera de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen, un sacerdote franciscano inauguró un monasterio en un campo ubicado a 42 kilómetros al Oeste de Varsovia, Polonia. El humilde religioso era San Maximiliano María Kolbe, y la fundación vendría a ser en su momento el convento más grande del mundo y una de las obras más notables de la evangelización a través de los medios de comunicación en el siglo XX. Era Niepokalanów, la Ciudad de la Inmaculada, materialización de un sueño apostólico que el Santo polaco deseaba extender por todo el mundo.

La herramienta para hacer florecer de esta manera una obra con humildes inicios fue la obediencia completa a la Santísima Virgen, núcleo fundamental de la espiritualidad de San Maximiliano y que se esforzó en inculcar a quienes guió espiritualmente: "La clave no es actuar de acuerdo a nuestras ideas, sino estar en sus manos", predicaba. "Ella puede alcanzar mejor la gloria de Dios, mientras nosotros arruinamos muchas cosas. Todo depende de nuestra perfecta docilidad hacia ella". Esta disposición se hacía práctica en una esmerada observancia de la regla franciscana y una tierna devoción mariana que animaba la vida en el monasterio que llegó a albergar 772 religiosos en 1939.

Intensa actividad apostólica

Este vasto número de monjes tenía un gran trabajo por hacer. La Ciudad de la Inmaculada, además de ser un refugio de oración era el cuartel general de un intenso trabajo evangelizador. Allí se imprimía el "Caballero de la Inmaculada", una revista que motivaba la devoción de miles de fieles y su Consagración a la Santísima Virgen, además de otras muchas publicaciones que llegaron a incluir un informativo noticioso impreso desde la perspectiva católica. Antes de la Segunda Guerra Mundial el monasterio tuvo tres rotativas, 7 intertipias y linotipias. El monumental trabajo requería 1600 toneladas de papel anuales e imprimía en total unas 60 millones de copias.

Este modelo de vida religiosa de oración profunda y arduo trabajo apostólico en los medios de comunicación fue extendido por San Maximiliano a Japón. En la ciudad de Nagasaki se edificó el "Mugenzai no Sono", el Jardín de la Inmaculada de donde también se extendía el influjo de la publicación mariana con la que el Santo pretendía ganar los corazones de los creyentes y no creyentes: el Caballero de la Inmaculada. El propio San Maximiliano se trasladó a la ciudad japonesa en 1930 y trabajó como profesor en el Seminario mientras avanzaba su obra. Su celo apostólico lo llevó a proyectar obras similares en India y a proponerse algún día publicar en árabe, hebreo y cualquier lengua que le permitiera ganar almas para Dios a través de la Santísima Virgen.

El gran proyecto

"Creo que en cada nación una Ciudad de la Inmaculada debería surgir, para permitirle a Ella usar todos los medios incluyendo los más modernos, porque las invenciones deberían ser empleadas primero en servirle, ya sea en los negocios, la industria, los deportes, etc", comentaba el Santo franciscano, "e incluso la radio, el cine, en resumen todo lo que pueda ser descubierto y que pueda iluminar nuestras mentes e inflamar nuestros corazones". Esta Consagración total, no sólo de las personas sino de todos los medios y oficios, era la meta de la Milicia de la Inmaculada con la cual deseaba tomarse espiritualmente el mundo entero.



Las expresiones del Santo sobre su visión del mundo hablan de un auténtico reinado de la Santísima Virgen, de millones de almas entregadas a ellas bajo una dulce esclavitud que sólo tenía por objeto permitirle a la Madre Celestial llevarlas al encuentro de Jesucristo y emplearlas para la salvación de todas las demás personas. Cada devoto consagrado a Nuestra Señora tenía en su sumisión la llave para transformar el mundo. "Una corta invocación, mientras trabajamos, es la mejor oración. Y esto es muy conveniente porque estamos constantemente unidos, en una forma más íntima, a la Inmaculada, como un instrumento en las manos de la Señora, de forma que obtenemos la gracia de la iluminación del intelecto (para comprender su voluntad) y el poder de la voluntad (para alcanzarlo)", predicó.

Una Ciudad de la Inmaculada en cada nación, un ejército de fieles devotos extendiendo el reinado espiritual de la Madre de Dios en toda la tierra y todos los medios y tecnologías puestas al servicio de Dios y rescate de las almas. Este era el sueño de un Santo que no dudó en dar la vida humildemente a cambio de la de un padre de familia en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial. La elevada misión que le fue encomendada, lo conocía bien, no dependía de él y su supervivencia, sino de Aquella que lo había llamado a la lucha por el Reino de los Cielos.
 
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