María Repetto, Beata
Religiosa, 5 de enero
Martirologio Romano: En Génova, ciudad de Italia, beata María Repetto, virgen, de las Hermanas de Nuestra Señora del Refugio en el Monte Calvario, que vivió escondida del mundo y se esforzó por ayudar a los afligidos y dar esperanza de salvación eterna a los que dudaban (1890).
Fecha de beatificación: Fue beatificada por Juan Pablo II el 4 de Octubre de 1981.

Nació el 1 de Noviembre de 1807 en Voltaggio, Italia.
Hija de un notario, era la mayor de once niños.
Su familia era muy religiosa, al punto de que tres de sus hermanas se hicieron monjas, y uno de sus hermanos fue sacerdote.
Se unió a las Hermanas de Nuestra Señora del Refugio en el Monte Calvario en Génova 7 de mayo de 1829, haciendo sus votos finales en 1831.
Durante muchos años fue costurera y bordadora.
Cuando su vista empezó a fallar tomó el cargo de portera.
Conciente de la dignidad del trabajo, y ya que necesitaba habilidades diplomáticas en su posición, Sor María desarrolló una devoción profunda a San José y constantemente le pide protección y guía en sus oraciones.
Repartía pequeñas medallas e imágenes de San José, lograba sanar poniendo la imagen encima del área afectada mientras oraba.
Ella no tenía ninguna posesión, por lo que le era muy fácil querer a los pobres.
Trabajó desinteresadamente atendiendo enfermos durante las epidemias de cólera de 1835 y 1854.
Los favores conseguidos por María causaron algunos problemas dentro de su comunidad. Era tal el número de personas que se presentaban cada día que esto fue visto como una ruptura de la vida religiosa por algunas de sus hermanas, y durante algún tiempo Sor Maria fue relevada de su posición.
Ella creyó que era porque había pecado de alguna manera, y pasó la mayor parte de ese tiempo en oración.
Sin embargo, sus superioras revaluaron su decisión, y devolvieron a María a su lugar en la portería.
Todos su vida María mantuvo una constante comunicación conciente con Jesús o el Padre mientras cumplía con sus deberes, hacia el final de su vida ella empezó a oír respuestas y tuvo visiones de su próxima morada en la casa de Dios.
Murió el 6 de Enero de 1890 en Génova, Italia.

Virgen
Fecha de beatificación: Fue beatificada por Juan Pablo II el 4 de Octubre de 1981.

Hija de un notario, era la mayor de once niños.
Su familia era muy religiosa, al punto de que tres de sus hermanas se hicieron monjas, y uno de sus hermanos fue sacerdote.
Se unió a las Hermanas de Nuestra Señora del Refugio en el Monte Calvario en Génova 7 de mayo de 1829, haciendo sus votos finales en 1831.
Durante muchos años fue costurera y bordadora.
Cuando su vista empezó a fallar tomó el cargo de portera.
Conciente de la dignidad del trabajo, y ya que necesitaba habilidades diplomáticas en su posición, Sor María desarrolló una devoción profunda a San José y constantemente le pide protección y guía en sus oraciones.
Repartía pequeñas medallas e imágenes de San José, lograba sanar poniendo la imagen encima del área afectada mientras oraba.
Ella no tenía ninguna posesión, por lo que le era muy fácil querer a los pobres.
Trabajó desinteresadamente atendiendo enfermos durante las epidemias de cólera de 1835 y 1854.
Los favores conseguidos por María causaron algunos problemas dentro de su comunidad. Era tal el número de personas que se presentaban cada día que esto fue visto como una ruptura de la vida religiosa por algunas de sus hermanas, y durante algún tiempo Sor Maria fue relevada de su posición.
Ella creyó que era porque había pecado de alguna manera, y pasó la mayor parte de ese tiempo en oración.
Sin embargo, sus superioras revaluaron su decisión, y devolvieron a María a su lugar en la portería.
Todos su vida María mantuvo una constante comunicación conciente con Jesús o el Padre mientras cumplía con sus deberes, hacia el final de su vida ella empezó a oír respuestas y tuvo visiones de su próxima morada en la casa de Dios.
Murió el 6 de Enero de 1890 en Génova, Italia.
Carlos de San Andrés (Juan Andrés Houben), Santo
Carlos de San Andrés (Juan Andrés Houben), Santo
Carlos de San Andrés (Juan Andrés Houben), Santo
Pasionista, 5 de enero
Por: Francisco Valori | Fuente: PassioChristi.org
Martirologio Romano: En Dublín, en Irlanda, San Carlos de San Andrés (Juan Andrés Houben), presbítero de la Congregación de la Pasión, admirable ministro del sacramento de la penitencia.
Fecha de canonización: 3 de junio de 2007 por el Papa Benedicto XVI.

Los auténticos santos son imitadores de Cristo y el beato Carlos Houben fue uno de estos. Así nos dice Pierluigi di Eugenio: Pasó bendiciendo, sanando y perdonando. Siempre dispuesto y amable. Pobre entre los pobres, hizo de su vida un don para los que sufren. Todo de Dios, todo del prójimo. Los necesitados del alma y del cuerpo no lo dejaban reposar ni un momento. Profundamente dedicado a la familia y a la patria trabajó por muchísimos años lejos de la una y de la otra, encontrando en los que sufren a los propios hermanos y en la tierra de Irlanda su propia patria.
Juan Andrés nace en Munstergeleene en Holanda el 11 de diciembre de 1829, cuarto de diez hijos en una familia adinerada.
Crece en inteligencia, edad y gracia. El hermano José dirá de él: Conocía solo dos caminos, el de la Iglesia y el de la escuela. Mientras se hace camino en el ánimo del joven el deseo de ser sacerdote. Conoce los Pasionistas, con poco tiempo en Holanda llevados por el P. Domingo Barberi y a los 24 años, el 5 de noviembre de 1845, entra en el noviciado en Ere, Bélgica y viste el hábito con el nombre de Carlos.
Durante el noviciado es irreprensible. Éste es el testimonio de uno de sus compañeros: Me sentía muy edificado delante de su grande santidad. Era ejemplar, lleno de fe y de piedad, puntual, observante de las reglas, simple, amable y de carácter dulce. Su piedad y su natural alegría le ganaban el afecto de todos. El 21 de diciembre de 1850 es ordenado sacerdote. En 1852 es enviado a Inglaterra donde estaban los pasionistas desde hacía 10 años. Carlos no regresará más a Holanda ni volverá a ver a los suyos. Su madre había muerto 8 años atrás y el padre cerca de dos.
Pasará más de cuarenta años de su vida en las islas británicas. Se establece primero en Aston may, en Inglaterra; donde se prodiga a favor de los inmigrantes irlandeses que llevan a cabo el duro trabajo de las minas. Esta experiencia será útil en su próxima permanencia en Irlanda. Se dona completamente a ellos, se interesa de sus problemas, de su salud. Conforta, ayuda, cura, mientras continúa trabajando a favor de la congregación y de la Iglesia.
En 1857 lo transfieren a Irlanda, en Dublín / Mount Argus, donde los Pasionistas llegaron hacía poco tiempo. Se debe construir el convento y la iglesia. El P. Carlos se revela providencial. El pueblo Irlandés que lo ha visto a su lado con tanta solicitud, se muestra generoso. Se construye el convento y una bella iglesia dedicada a san Pablo de la Cruz. El P. Carlos, sin saberlo, prepara su propio santuario.
Carlos no será nunca un gran predicador, sobretodo por la dificultad de la lengua, pero pasa horas y horas en el confesionario, asiste los moribundos, bendice los enfermos con la reliquia de san Pablo de la Cruz. Acompañando la bendición con estremecedoras oraciones compuestas por él mismo. Tiene la fama de taumaturgo. Cada día cerca de trescientas personas, provenientes de todas partes de Irlanda, de Inglaterra, de Escocia y hasta de América, acuden a él, atraídos de la fama de su santidad. Encontraban un corazón compasivo, disponible y tierno. Médicos y enfermeros de Dublín, frente a casos desesperados, aconsejaban llamar al P. Carlos y Carlos acudía a las casas y a los hospitales, llevando casi siempre el don de una curación inesperada y siempre un trago de serenidad. Con amor preparaba los moribundos al gran paso, arrodillado en oración, cercano de sus lechos. Para hacerlo descansar un poco, lo superiores varias veces lo cambian de convento, pero después deben regresarlo a Dublín.
En la comunidad era ejemplar, lleno de fe y de piedad, simple y afable, de una amabilidad angelical. No obstante las ocupaciones pasa largo tiempo en adoración delante del tabernáculo. Seguido lo encuentran en éxtasis, especialmente durante la misa. A veces el monaguillo se ve obligado a sacudirlo para que prosiga la celebración.
En los últimos años de su vida sufre mucho por una gangrena en una pierna y otros males. Soporta la enfermedad con paciencia continuando a desarrollar su apostolado. Cada día continua a subir y bajar una escalera de 59 gradas, y cientos de veces, para recibir las personas que vienen a él.
Muere serenamente el 5 de enero de 1893. por cinco días, antes de la sepultura, recibe honras fúnebres debido a un rey, con gente proveniente de toda Irlanda.
Juan Pablo II lo declara beato el 16 de octubre de 1988, haciendo oficial la santidad del padre Carlos, que ya en vida todos llamaban el santo de Mount Argus. Benedicto XVI lo declaró santo el 3 de Junio de 2007.
Por: Francisco Valori | Fuente: PassioChristi.org

Presbítero Pasionista
Fecha de canonización: 3 de junio de 2007 por el Papa Benedicto XVI.

El samaritano de Irlanda
Juan Andrés nace en Munstergeleene en Holanda el 11 de diciembre de 1829, cuarto de diez hijos en una familia adinerada.
Crece en inteligencia, edad y gracia. El hermano José dirá de él: Conocía solo dos caminos, el de la Iglesia y el de la escuela. Mientras se hace camino en el ánimo del joven el deseo de ser sacerdote. Conoce los Pasionistas, con poco tiempo en Holanda llevados por el P. Domingo Barberi y a los 24 años, el 5 de noviembre de 1845, entra en el noviciado en Ere, Bélgica y viste el hábito con el nombre de Carlos.
Durante el noviciado es irreprensible. Éste es el testimonio de uno de sus compañeros: Me sentía muy edificado delante de su grande santidad. Era ejemplar, lleno de fe y de piedad, puntual, observante de las reglas, simple, amable y de carácter dulce. Su piedad y su natural alegría le ganaban el afecto de todos. El 21 de diciembre de 1850 es ordenado sacerdote. En 1852 es enviado a Inglaterra donde estaban los pasionistas desde hacía 10 años. Carlos no regresará más a Holanda ni volverá a ver a los suyos. Su madre había muerto 8 años atrás y el padre cerca de dos.
Pasará más de cuarenta años de su vida en las islas británicas. Se establece primero en Aston may, en Inglaterra; donde se prodiga a favor de los inmigrantes irlandeses que llevan a cabo el duro trabajo de las minas. Esta experiencia será útil en su próxima permanencia en Irlanda. Se dona completamente a ellos, se interesa de sus problemas, de su salud. Conforta, ayuda, cura, mientras continúa trabajando a favor de la congregación y de la Iglesia.
En 1857 lo transfieren a Irlanda, en Dublín / Mount Argus, donde los Pasionistas llegaron hacía poco tiempo. Se debe construir el convento y la iglesia. El P. Carlos se revela providencial. El pueblo Irlandés que lo ha visto a su lado con tanta solicitud, se muestra generoso. Se construye el convento y una bella iglesia dedicada a san Pablo de la Cruz. El P. Carlos, sin saberlo, prepara su propio santuario.
Carlos no será nunca un gran predicador, sobretodo por la dificultad de la lengua, pero pasa horas y horas en el confesionario, asiste los moribundos, bendice los enfermos con la reliquia de san Pablo de la Cruz. Acompañando la bendición con estremecedoras oraciones compuestas por él mismo. Tiene la fama de taumaturgo. Cada día cerca de trescientas personas, provenientes de todas partes de Irlanda, de Inglaterra, de Escocia y hasta de América, acuden a él, atraídos de la fama de su santidad. Encontraban un corazón compasivo, disponible y tierno. Médicos y enfermeros de Dublín, frente a casos desesperados, aconsejaban llamar al P. Carlos y Carlos acudía a las casas y a los hospitales, llevando casi siempre el don de una curación inesperada y siempre un trago de serenidad. Con amor preparaba los moribundos al gran paso, arrodillado en oración, cercano de sus lechos. Para hacerlo descansar un poco, lo superiores varias veces lo cambian de convento, pero después deben regresarlo a Dublín.
En la comunidad era ejemplar, lleno de fe y de piedad, simple y afable, de una amabilidad angelical. No obstante las ocupaciones pasa largo tiempo en adoración delante del tabernáculo. Seguido lo encuentran en éxtasis, especialmente durante la misa. A veces el monaguillo se ve obligado a sacudirlo para que prosiga la celebración.
En los últimos años de su vida sufre mucho por una gangrena en una pierna y otros males. Soporta la enfermedad con paciencia continuando a desarrollar su apostolado. Cada día continua a subir y bajar una escalera de 59 gradas, y cientos de veces, para recibir las personas que vienen a él.
Muere serenamente el 5 de enero de 1893. por cinco días, antes de la sepultura, recibe honras fúnebres debido a un rey, con gente proveniente de toda Irlanda.
Juan Pablo II lo declara beato el 16 de octubre de 1988, haciendo oficial la santidad del padre Carlos, que ya en vida todos llamaban el santo de Mount Argus. Benedicto XVI lo declaró santo el 3 de Junio de 2007.
Marcelina Darowska, Beata
Marcelina Darowska, Beata
Marcelina Darowska, Beata
Fundadora, 5 de enero
Fundadora de la
Martirologio Romano: En Jazlowice, en Ucrania, beata Marcelina Darowska, que, muertos su esposo y su primogénito, se dedicó a Dios y, preocupada por la dignidad de la familia, fundó la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, para la educación de las jóvenes (1911).
Fecha de Beatificación: La beatificó Su Santidad Juan Pablo II el 6 de Octubre de 1996.

María Marcelina de la Inmaculada Concepción
Fundadora. Nació en Szulaki, Ucrania, en el seno de una familia terrateniente.
Desde pequeña destacó por su piedad y continua oración, virtudes por las cuales decidió dedicarse a la vida religiosa; sin embargo, en el lecho de muerte de su padre prometió que contraería matrimonio para preservar el linaje; se casó con Karol Darowski, con quien procreó dos hijos.
Enviudó después de tres años de matrimonio, y murieron sus hijos, por lo cual pudo ingresar en un convento.
Viajó a Roma, donde conoció al padre Hieronim Kajsiewicz (quien se convirtió en su director espiritual) y, por medio de él, a Josephine Karska, quien ya tenía la idea de fundar una congregación dedicada a la formación integral de la mujer; éste fue el inicio de la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción de la Bendita Virgen María.
Al morir sor Josephine, Marcelina asumió el cargo de superiora.
Trasladó a su país natal la sede de la congregación, y en Jazlowiec, Ucrania donde radicaría el resto de su vida, fundo la primera escuela para niñas, a la cual convirtió en un importante centro cultural y espiritual.
Su carisma se basaba en el renacimiento y la consolidación de la familia sobre las bases del amor, el respeto y la oración, y en fincar sólidas bases morales en la sociedad.
Las escuelas que fundó anexas a los monasterios eran gratuitas.
En los cincuenta años que fue abadesa fundó siete conventos, con igual número de escuelas.
Dejó herencia de oración, amor al prójimo, y formación académica y religiosa.

Fundadora de la
Congregación de las Hermanas
de la Inmaculada Concepción de la Virgen María
Fecha de Beatificación: La beatificó Su Santidad Juan Pablo II el 6 de Octubre de 1996.

Fundadora. Nació en Szulaki, Ucrania, en el seno de una familia terrateniente.
Desde pequeña destacó por su piedad y continua oración, virtudes por las cuales decidió dedicarse a la vida religiosa; sin embargo, en el lecho de muerte de su padre prometió que contraería matrimonio para preservar el linaje; se casó con Karol Darowski, con quien procreó dos hijos.
Enviudó después de tres años de matrimonio, y murieron sus hijos, por lo cual pudo ingresar en un convento.
Viajó a Roma, donde conoció al padre Hieronim Kajsiewicz (quien se convirtió en su director espiritual) y, por medio de él, a Josephine Karska, quien ya tenía la idea de fundar una congregación dedicada a la formación integral de la mujer; éste fue el inicio de la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción de la Bendita Virgen María.
Al morir sor Josephine, Marcelina asumió el cargo de superiora.
Trasladó a su país natal la sede de la congregación, y en Jazlowiec, Ucrania donde radicaría el resto de su vida, fundo la primera escuela para niñas, a la cual convirtió en un importante centro cultural y espiritual.
Su carisma se basaba en el renacimiento y la consolidación de la familia sobre las bases del amor, el respeto y la oración, y en fincar sólidas bases morales en la sociedad.
Las escuelas que fundó anexas a los monasterios eran gratuitas.
En los cincuenta años que fue abadesa fundó siete conventos, con igual número de escuelas.
Dejó herencia de oración, amor al prójimo, y formación académica y religiosa.
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