REFLEXIÓN ESPIRITUAL
RECONOCE LA DIGNIDAD DE TU NATURALEZA
De los sermones de san León Magno, papa
(Sermón 7 en la Natividad del Señor, 2. 6: PL 54, 217-218. 220-221)
(Sermón 7 en la Natividad del Señor, 2. 6: PL 54, 217-218. 220-221)
Al nacer nuestro Señor Jesucristo como hombre verdadero, sin dejar por un momento de ser Dios verdadero, realizó en sí mismo el comienzo de la nueva creación y, con su nuevo origen, dio al género humano un principio de vida espiritual. ¿Qué mente será capaz de comprender este misterio, qué lengua será capaz de explicar semejante don? La iniquidad es transformada en inocencia, la antigua condición humana queda renovada; los que eran enemigos y estaban alejados de Dios se convierten en hijos adoptivos y herederos suyos.
Despierta, oh hombre, y reconoce la dignidad de tu naturaleza. Recuerda que fuiste hecho a imagen de Dios... Si somos templos de Dios y el Espíritu de Dios habita en nosotros, es mucho más lo que cada fiel lleva en su interior que todas las maravillas que contemplamos en el cielo.
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