sábado, 7 de marzo de 2015

EL VUELO DEL QUETZAL 1-4 (Pedro Casaldáliga)

EL VUELO DEL QUETZAL

Espiritualidad en Centroamérica
Pedro Casaldáliga, 1988



A los veinte años
                               de Medellín (1968).

A los veinte años
                               de los Delegados de la Palabra
                               en Nicaragua  (mayo 1968)

A los diez años
                               de los mártires
                               de la masacre de Panzós, Guatemala
                               (29 de mayo 1978)

A los cinco años
                               de la caída del P. Guadalupe Carney
                               en Honduras  (19 septiembre 1983)


PRESENTACIÓN

Propiamente hablando, éste no es un libro "escrito" por Pedro Casaldáliga. Porque, en realidad, este libro no ha sido escrito, sino dicho, predicado, pronunciado, conversado, declarado por Pedro Casaldáliga en multitud de charlas, encuentros, homilías, retiros, meditaciones, visitas "pastorales", talleres de espiritualidad, cartas abiertas; declaraciones y entrevistas concedidas a los medios de comunicación social. No es un libro de laboratorio o de escritorio, sino un libro vivido, viajado, peregrinado, predicado, dado a luz sobre la marcha, hecho vida, visita, encuentro, comunicación y fe compartida por las veredas del Pueblo de Dios en Centroamérica, bajo "el vuelo del Quetzal" de Fuego y Libertad...
Ello es lo que explica el carácter vivencial y experiencial de su contenido (ajeno a unas tesis argumentadas racionalmente), las huellas orales del texto (expresamente mantenidas en su frescura original), su variedad interna (que obedece a momentos, destinatarios y contextos diversos) y, sobre todo, el viento del Espíritu de Jesús que palpita sus páginas agitado por "el vuelo del Quetzal".
Se trata pues de un libro coloquial, hecho de sugerencias, luces sobre el camino, palabras de compañero, como un silbido en medio de la noche, como una luz de aurora presentida. Podrá ser leído de principio a fin, o en otro orden. Se podrá volver a él en una segunda lectura, más reposada, o escogida al azar, como libro-compañero de oración, como libro-compañero que estimula siempre la reflexión, o como un texto-base sobre el que trabajar en grupos.
Indómito y rebelde, hecho Quetzal centroamericano, incapaz de soportar la cautividad, el Espíritu de Jesús, "Pater pauperum", Padre de los pobres, agita nuevamente su vuelo derramado sobre el Pueblo de Dios que trabajosamente camina por las veredas de Centroamérica. Y del vuelo de este Quetzal centroamericano de Fuego y Libertad nos da testimonio este libro de Pedro Casaldáliga.

José María Vigil
Centroamérica, Pentecostés de 1988



Este libro ha sido publicado en papel en las siguientes ediciones:

El vuelo del Quetzal. Espiritualidad en Centroamérica, Coordinadora Regional Centroamericana Oscar Romero, Managua 11988, 21989, 195 pp
El vuelo del Quetzal. Espiritualidad en Centroamérica, Maíz nuestro, Bogotá 1989, 195 pp
El vuelo del Quetzal. Espiritualidad en Centroamérica, Iglesia de Cuenca, Cuenca (Ecuador) 1989, 195 pp
El vuelo del Quetzal. Espiritualidad en Centroamérica, Centro Ecuménico de Estudios y Secretariado Internacional de Solidaridad Mons. Romero, México 1989, 195 pp
El vuelo del Quetzal. Espiritualidad en Centroamérica, Acción Ecuménica / Misioneros Maryknoll / Misioneros Claretianos, Caracas 1989, 195 pp
Il volo del Quetzal. Spiritualità in Centroamérica, La Piccola Editrice, Celleno (Italia) 11989, 21990, 234 pp

El libro está puesto a disposición pública en internet, en la biblioteca de los Servicios Koinonía: http://servicioskoinonia.org/biblioteca






1

POR LAS VEREDAS
DEL PUEBLO DE DIOS
EN CENTROAMÉRICA

refugiados en su propia tierra
Los refugiados guatemaltecos en México son indígenas en su inmensa mayoría. Hablando con ellos de nuestra pastoral indígena en Brasil -de esa obsesión indígena que uno tiene- yo veía cómo vibraban aquellos ojos...
Guatemala es un país particularmente prohibido e ignorado, para ser un país sumamente indígena. los indígenas nunca tuvieron un lugar en su tierra. Casi nunca han tenido tampoco lugar en la Iglesia. Y siguen sin espacio en su propia tierra maya. Y, en buena parte, sin espacio también en la Iglesia.
No se sabe cuántos refugiados guatemaltecos hay en México. (Pienso que no se sabe cuántos refugiados hay en el mundo). Dicen que en México los refugiados guatemaltecos quizás sean como 200.000. Unos 100.000 registrados y otros tantos sin documentar, dispersos...

el lobo ya vino
Quien no vive en Nicaragua piensa que se está viviendo la famosa fábula aquella de "¡que viene el lobo!"... y el lobo no viene. Que la invasión, que ahora, que inminente, que dentro de poco, que se está preparando... Hay algunos que piensan que es una invención del propio gobierno sandinista para provocar, para suscitar solidaridad.
Claro, sería importante recordar que el lobo ya vino...

sería una ofensa
Que no canonicen nunca a san Romero de América, porque le harían una ofensa. El es santo de un modo muy particular. Ya está canonizado. Por el Pueblo. No hace falta nada más...
Se lo decía yo a Jon Sobrino cuando visité el sepulcro del arzobispo mártir. Le decía: "Mira, Jon, que a nadie se le ocurra canonizar a Romero, porque sería como pensar que la primera canonización no sirvió"...

como si no fuera Centroamérica
En Honduras me sentí muy impresionado. Por varios motivos. En primer lugar porque vi que no conocemos Honduras. Y dejamos Honduras de lado. Como si Honduras no fuera también Centroamérica, como si Honduras no estuviera oprimida, perseguida, hasta masacrada, con mártires (sacerdotes, agentes de pastoral, campesinos, sindicalistas, políticos...). Recientemente fue asesinado Pavón, que era director de la Comisión de los Derechos Humanos; asesinado por denunciar los atropellos a los derechos humanos en Honduras.
Deberíamos pensar más en Honduras. Es una especie de hermana dejada de lado. No nos interesamos por ella suficientemente, no sabemos lo que pasa allí.. Ellos viven en una especie de clandestinidad. Cualquier reunión hay que hacerla con cuidado, y mordiéndose la lengua...

que sea canal del Reino
Me preguntan que dónde se ubica la Iglesia panameña ante el conflicto centroamericano... Pero ustedes los panameños ya lo saben: en el Canal, ¿no?
Les voy a decir lo que yo, viniendo de lejos, siento, lo que me parece que otros también dicen o piensan. Les diré: se tiene la impresión -desde fuera al menos- de que ustedes no se consideran Centroamérica. Se tiene la impresión de que la Iglesia panameña -así, en general, y estoy hablando de impresiones- no se considera Centroamérica.
Yo percibo que se distingue bastante: por una parte Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Honduras, que se sienten muy mal con todos los conflictos que sabemos, conflictos que hacen que se sientan como una especie de realidad más homogénea, más global ante los mismos desafíos. Por otra parte, Costa Rica... es Costa Rica, ya se sabe: una democracia rica. ¿Y Panamá? "Panamá no es Centroamérica". La impresión que se tiene es ésa.
Creo que sería bueno que ustedes se convirtieran a Centroamérica. Que pidieran a esos hermanos, tan golpeados, que los aceptaran en su casa, y que se sintieran y se hicieran ustedes responsables de ellos.
Lo diré una vez más: que igual que Panamá es canal del Imperio, se haga también Panamá, cada vez más, canal del Reino. Faciliten la información, el trasiego de informaciones de Centroamérica. Incluso el paso de hermanos, de delegados, de agentes de pastoral, de comunidades, etc. Posibiliten encuentros centroamericanos, que muy bien podrían realizarse aquí en Panamá, hasta con más seguridad física, con posibilidades incluso económicas. Promuévanlo. Prestarían ustedes un gran servicio de solidaridad, pastoral, eclesial.

Dios sigue revelándose
Recuerdo a un anciano refugiado guatemalteco, en el primer refugio que visité en Chiapas. El ha sido muy golpeado, y su familia también. Tiene varios mártires en la familia. Al despedirse le decía yo: "Pues, ánimo, compañero, vamos a continuar en el camino. El Señor nunca falla...". Y él, como muy desde dentro, me dijo: "Es verdad, monseñor; nosotros sí fallamos muchas veces, pero Dios no falla..."
Pienso que los refugiados viven de un modo más experimentado y como más último que Dios, en todo caso, no falla. A ellos ya les falló todo. No tienen siquiera el suelo patrio bajo los pies. Pero Dios no falla.
(Yo veía a aquellas indiecitas guatemaltecas, que ni entendían "el castilla"... En todas las celebraciones los varios grupos mayores recibían lógicamente su traducción en la propia lengua. Y yo me quedaba asombrado de la memoria fabulosa que tiene el indígena. Claro, habituados a una cultura oral, devolvían traduciendo todo lo que yo había dicho y creo que mucho más...).
Sentir a Dios así, de un modo tan extremo, me parece que les ayuda a purificar su propia religiosidad popular, que pudo ser también quizá "supersticiosa" (poniendo la palabra entre muchas comillas y queriéndola entender bien). Porque allí, como siempre que una persona humana o un pueblo vive desafiado por los retos extremos de la vida y de la muerte, de la patria o del exilio, del destierro o de la tierra prometida, la idea de Dios, la experiencia de Dios se purifica.
¿No es eso lo que le pasó a Israel? ¿Cómo fue Israel descubriendo a Dios? Pues a partir del cautiverio, a partir del destierro y de los varios exilios... ¿Por qué no vamos a creer que nuestros refugiados están hoy en Babilonia, o en Egipto? Lo que pasó entonces, pasa ahora, está pasando, y pasará. El mismo Dios que se reveló ayer como el Dios vivo sigue revelándose hoy, en una Palabra inédita, permanentemente renovada en la historia...

"centroamericanidad "
Uno de los desafíos más grandes que me parece debemos cultivar aquí en Centroamérica es precisamente éste de la centroamericanidad". Miren, si el Imperio ve a Centroamérica como una realidad única geopolíticamente hablando, me parece importante que los centroamericanos la vean también como una realidad única, en simultaneidad política, geopolítica, económica, humana, cultural, eclesial...
Y me parece también muy importante que fuera de Centroamérica las demás Iglesias también veamos a Centroamérica como una única realidad.

viajar en bus
En varias ocasiones me han dicho: ¿cómo es que viaja usted en bus?, ¿cómo no se protege (de no sé qué)?, ¿y cómo es que tiene usted la casa abierta? Y digo yo: bueno, ¿y el pueblo, cómo la tiene?, ¿y el pueblo, cómo viaja?
En una ocasión Dom Hélder Cámara se lo dijo a un Papa: "Santo Padre, salga del Vaticano, salga; será un testimonio". Y parece que el Papa y otros de los dicasterios le decían: "Pero, Dom Hélder, vea, el problema es de seguridad". Dom Helder respondió: "Bueno, pues miren, asuman la inseguridad".

Por añadidura del "ciento por uno evangélico", a mí concretamente me ha salvado la vida muchas veces el hecho de ir en bus, el mezclarme con el pueblo en el bus. Hay varios obispos latinoamericanos que han sido asesinados en sus carros particulares. En Perú cuatro últimamente: uno cada año. Hay indicios de que han sido asesinados. Supuestos "accidentes".

No hay comentarios:

Publicar un comentario