domingo, 9 de agosto de 2015

Santa Edith Stein - Santa Otilia de Alsacia - Beato Juan de Salerno - Beato Juan de Fermo - Beato Ricardo Bere 09082015

Santa Edith Stein

image Saber más cosas a propósito de los Santos del día


Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), virgen y mártir
fecha: 9 de agosto
n.: 1891 - †: 1942 - país: Polonia
canonización: B: Juan Pablo II 1 may 1987 - C:Juan Pablo II 11 oct 1998
hagiografía: Vaticano
Fiesta de santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith) Stein, virgen de la Orden de Carmelitas Descalzas y mártir, la cual, nacida y educada en la religión judía, después de haber enseñado filosofía durante algunos años entre grandes dificultades, recibió por el bautismo la nueva vida en Cristo, prosiguiéndola bajo el velo de las vírgenes consagradas hasta que, en tiempo de un régimen hostil a la dignidad del hombre y de la fe, fue encarcelada lejos de su patria, y en el campo de exterminio de Auschwitz, cercano a Cracovia, en Polonia, murió en la cámara de gas.

Edith Stein,  Teresa Benedicta de la Cruz, nació el día del Kippur, día festivo para los hebreos, y en Breslavia Alemania, el 12 de octubre de 1891, en el seno de una familia hebrea. Edith fue la última de once hijos. A los dos años de edad, muere su padre.    Hizo sus primeros estudios y el Bachillerato en su ciudad natal con calificaciones siempre sobresalientes. En la Universidad de Breslau estudia, de 1911 a 1913, Germanística, Historia, Psicología y Filosofía.    En 1913 se traslada a Göttingen para seguir sus estudios de filosofía siendo discípula de Edmund Husserl, un hebreo y no creyente, genio filosófico de su tiempo, haciendo el exámen de Licenciatura con calificación sobresaliente en 1915. Durante este período, llega a un ateísmo casi total, pues abandonó la fe y las prácticas religiosas.    Estalla en 1914 la primera guerra mundial y Edith trabaja como enfermera voluntaria siendo enviada a un hospital del frente. Después de ese infatigable trabajo, hace el examen de doctorado en la Universidad de Freiburg, con la calificación Summa cum laude.   Cuando contaba con 32 años enseña en la escuela de formación de maestras de las dominicas de Santa Magdalena en Espira. Además de las clases, escribe, traduce y da conferencias sobre la cuestión femenina y sobre la educación católica que la llevarán por diversas ciudades de Alemania y por los países limítrofes.    A los 41 años, es profesora en el Instituto Alemán de Pedagogía científica en Münster. Su fama de conferenciante traspasa las fronteras de Alemania y es invitada a hablar en Francia y Suiza. Desde su conversión deseó entrar en el Carmelo a pesar de la oposición de la familia, y su deseo se vio cumplido el 14 de octubre de 1933, a los 42 años, ingresando en el Carmelo de Colonia. Aquí cambia su nombre por el de Teresa Benedicta de la Cruz.    Su familia hebrea, rompe con ella. El 21 de abril de 1935, domingo de Pascua de Resurrección, emite sus votos religiosos y tres años después, aquél mismo día, sus votos perpetuos. Su vida será ya una Cruz convertida en Pascua. Dentro del convento, por orden del Provincial, continúa sus estudios científicos. A medida que el nazismo se consolida en el poder su condición de judía es una amenaza para ella y para la comunidad.   El día 31 de diciembre de 1938 emigra a Holanda y se establece en el convento de Echt. Aquí la encomiendan, entre otros trabajos, un estudio sobre San Juan de la Cruz, y escribe La ciencia de la Cruz. El día 2 de agosto de 1942 es detenida por la Gestapo, junto con su hermana Rosa, también convertida al catolicismo, y llevada con otros religiosos y religiosas al campo de concentración de Amersfoort.    Luego, en la noche entre el 3 y el 4 de agosto, los presos fueron trasladados al campo de Westerbork, situado en una zona completamente deshabitada al norte de Holanda.   El 9 de agosto de 1942, llegaba en el tren de la muerte al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Por su edad (51 años cumplidos), su baja estatura, sin signos externos de robustez, en la mentalidad nacista, no servía para trabajos forzados.    La llevaron a la barraca 36, siendo marcada con el Nº 44.074 de deportación, para morir mártir de la fe cristiana a los 51 años de edad, en la casita blanca, víctima del Ciclón B: Ácido Cianhídrico; durante la persecución nazi, ofreciendo su holocausto por el pueblo de Israel. La ducha anunciada, en vez del agua deseada, emanó el tóxico ciclón B de la muerte casi instantánea. Su cuerpo sin vida fue calcinado con leña (todavía estábamos en agosto de 1942).    No hay tumba. Las cenizas o huesos de la Hna. Edith se arrojaron en el campo adyacente. Hoy es un verde campo con cruces que plantan allí los grupos de peregrinos. Mujer de singular inteligencia y cultura, ha dejado numerosos escritos de elevada doctrina y de honda espiritualidad.    En 1962 se inició su proceso de beatificación. Teresa Benedicta de la Cruz dramática síntesis de nuestro tiempo, Mujer hija de Israel, Mártir por la fe en Cristo, y Víctima del exterminio judío, fue beatificada por Juan Pablo II en Colonia, el 1 de mayo de 1987. Su fiesta se celebra en el Carmelo Teresiano el 9 de agosto.    El Papa Juan Pablo II canonizó a la judía, filósofa, monja, mártir y beata, Teresa Benedicta de la Cruz de la Orden del Carmelo, el 11 de Octubre de 1998 en la Basílica de San Pedro en Roma





Oremos

Señor, ya que por don tuyo la fuerza se realiza en la debilidad, concede a cuantos  estamos celebrando la victoria de la Santa mártir Edith Stein que obtengamos la fortaleza de vencer nuestras dificultades como ella venció los tormentos del martirio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

...



Dios de nuestros padres, que guiaste a tu mártir Santa Teresa Benedicta al conocimiento de tu Hijo crucificado y a imitarle hasta la muerte, concédenos por su intercesión que todos los hombres reconozcan en Cristo a su Salvador y puedan contemplarte para siempre por medio de Él. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).



Santa Otilia de Alsacia

image Saber más cosas a propósito de los Santos del día


Santa Otilia 
Religiosa. Año 720. Esta es la santa patrona de Alsacia (una provincia muy famosa de Francia, que tiene como capital a Estrasburgo). En aquellas tierras se ha tenido enorme devoción a Santa Otilia, por más de 1,000 años.    El señor feudal que gobernaba Alsacia en el siglo VII era Aldarico. Era un pagano recién convertido al catolicismo, y no muy bien convertido aún.- Aldarico deseaba mucho tener un hijo varón, pero he aquí que lo que le nació fue una hija, y ciega.    El hombre se llenó de cólera y mandó que su hija fuera expulsada muy lejos de su castillo. La pobre niña fue llevada a un lejano convento de religiosas, las cuales la educaron lo mejor que pudieron, en la religión de Cristo.-    La niña crecía ciega pero he aquí que un día llegó al convento el obispo San Erardo, el cual había tenido un sueño en el que se le ordenaba que fuera a esa casa de religiosas y bautizara a una niña. Le presentaron a la cieguita y el santo al bautizarla le puso el nombre de Otilia, que significa: "luz de Dios". Y al administrarle el sacramento le dijo: "que se te abran los ojos de tu cuerpo, como se te han abierto los ojos de tu alma", y la niña recobró milagrosamente la vista.    Y el papá se propuso casarla con un gran señor alemán para que llegara a ser una princesa muy importante. Él no sabía que Otilia cuando estaba viviendo con las religiosas se había propuesto dedicar su vida entera a la oración y a las obras buenas, y a ser una religiosa. Cuando ella supo que su padre estaba resuelto a obligarla a casarse, se vistió de sirvienta, y así disfrazada huyó del palacio; un barquero la llevó al otro lado del inmenso río y ella siguió huyendo por los campos.    Al fin, Aldarico al darse cuenta de la gran santidad de su hija dispuso con su anciana esposa vivir los dos como monjes y convirtieron su castillo en un convento, dirigido por Otilia. Y allí murieron piadosamente. La santa se dedicó a ofrecer misas, limosnas y oraciones por el alma de su padre, y tiempo después en una visión le fue dicho que por sus misas y oraciones y obras de caridad, el alma de Aldarico lograba salir del purgatorio.   Después de dedicarse por muchos años a la oración y a prestar ayudas a enfermos y pobres, Otilia descansó en paz en el año 720. En su sepulcro empezaron a obrarse milagros, y toda aquella región de Alsacia la proclamó como patrona.   Todos los emperadores alemanes desde Carlos Magno (año 800) le rindieron homenaje.- El Papa San León IX y el Rey Ricardo I de Inglaterra fueron en peregrinación a visitar su tumba.- Todavía se conserva una fuente de agua que la santa hizo brotar con su oración, cuando en el convento no había nada para beber.    Y con esa agua se bañan los ojos muchos enfermos de la vista y consiguen admirables curaciones.





Oremos  

Tú, Señor, que concediste a Santa Otilia el don de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de esta santa, la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la perfección que nos propones en la persona de tu Hijo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.


Beato Juan de Salerno

image Saber más cosas a propósito de los Santos del día


Beato Juan de Salerno, religioso presbítero
En Florencia, en la Toscana, beato Juan de Salerno, presbítero de la Orden de Predicadores, que fundó el convento de Santa María Novella y luchó intrépidamente contra los herejes patarenos.
Juan Guarna nació en Salerno hacia el año 1190. En Bolonia, donde hacía sus estudios, conoció a santo Domingo, con quien contrajo estrecha amistad. Pronto tomó el hábito de la nueva orden. En 1219, santo Domingo mandó a trece frailes a predicar en Etruria y nombró superior del grupo a Juan de Salerno, a pesar de que era el más joven. Los frailes se establecieron en Rípoli, cerca de Florencia. Desde ahí salían a predicar a las ciudades de los alrededores, sobre todo a Florencia. Juan predicaba diariamente en esta última ciudad y buscaba con afán a las ovejas descarriadas. Como perdiesen mucho tiempo en idas y venidas, los dominicos acabaron por establecerse en San Pancracio, junto a las murallas de Florencia. Fray Juan sufrió ahí una ruda prueba. En efecto, una joven, prendada de él, se fingió enferma y le mandó llamar para confesarse. El beato acudió al punto, y la joven aprovechó la ocasión para tentarle. Juan de Salerno la reprendió seriamente y trató de hacerla entrar en razón; pero, como eso no sirvió de nada, tuvo que salir apresuradamente. Sin embargo, no olvidó a la joven en sus oraciones y al fin, obtuvo que ésta se arrepintiese delante de Dios y viniese a pedirle perdón humildemente. Según se cuenta, toda la ciudad se enteró de lo sucedido en la forma siguiente: Cuando un sacerdote iba a exorcizar a una posesa, el mal espíritu dijo por boca de la mujer: «Sólo es capaz de arrojarme de aquí quien pudo pasar por el fuego sin quemarse». El sacerdote le conjuró a que se explicara y, entonces, el mal espíritu contó lo que había sucedido a Juan de Salerno. El sacerdote llamó en seguida al fraile, quien arrojó al demonio de la posesa. Como poseía el don de leer en las almas, podía iluminar o humillar a sus penitentes para su mayor bien.

En 1221, se prohibió a los dominicos que fuesen a cantar el oficio divino en la Iglesia en que lo habían hecho hasta entonces. El beato se trasladó después a Santa María Novella, cuya famosa iglesia data de cincuenta años más tarde. Los patarinos -una secta que procedía de Bosnia- turbaban por entonces la paz religiosa de Italia. Gregorio IX encargó a Juan de Salerno que combatiese a dichos herejes, cuya vida y doctrina se asemejaba no poco a la de los albigenses, con los cuales se había enfrentado santo Domingo. Los patarinos profirieron amenazas contra el beato, pero éste no se amilanó y consiguió finalmente convertir a muchos de ellos. En su lecho de muerte, Juan de Salerno recordó a sus hermanos que la recepción de la comunión es el acto de la vida cristiana que exige mayor diligencia, devoción y pureza. Murió el 9 de agosto de 1242, y su culto fue aprobado en 1783.

En Acta Sanctorum, septiembre, vol. III, está la biografía escrita por Juan Caroli; pero dicho texto tiene algunas lagunas, de suerte que hay que completarlo con el que fue publicado en Analecta Bollandiana, vol. VII (1888), pp. 85-94.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI




Beato Juan de Fermo

image Saber más cosas a propósito de los Santos del día


Beato Juan de Fermo, religioso presbítero
En el monte Alvernia, también en la Toscana, beato Juan de Fermo, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que vivió en soledad, dominando su cuerpo con el ayuno y un admirable espíritu de penitencia.
Juan de la Verna nació en Fermo, en las Marcas, Italia, en 1259, de familia acomodada. A la edad de 10 años fue encomendado a los canónigos regulares de San Agustín, pero después prefirió ingresar entre los Hermanos Menores de San Francisco para satisfacer su deseo de vida retirada y penitente. Su decisión coincidió con un período de inquietud en la Orden de los Hermanos Menores de las Marcas. En este ambiente fue escrito por un marquesano de la misma circunscripción de Fermo, el célebre libro de «Las Florecillas de San Francisco». El autor de las «Florecillas» dedicó algunas narraciones al beato Juan de la Verna, a quien en varios lugares declara haber conocido. He aquí algunas de las tradiciones sobre el beato:

Aspirando a una mayor soledad Juan abandonó en 1292 a sus cohermanos de las Marcas para retirarse a la Verna, la montaña donde san Francisco buscó refugio y recibió los estigmas. Su larga permanencia en el santo monte hasta su muerte le dio el apelativo de «Juan de la Verna».

Un día, estando en oración, se le apareció san Francisco y le dijo: «He aquí, hijo mío, los Estigmas que deseas ver» y le mostró las manos, los pies y el costado dejándolo inundado de celestial consuelo. Por tres meses gozó de la presencia habitual de su Ángel custodio que lo visitaba en su celda y hablaba con él de la Pasión del Salvador y de los gozos del cielo. En la Verna, entre las muchas capillas también está la del beato Juan de la Verna antecedida de un murito que encierra un pequeño espacio rectangular. Varias veces fue visto en aquel lugar paseándose y hablando familiarmente con Jesús. Tenía gran devoción a las almas del Purgatorio, elevaba al Señor fervientes oraciones en sufragio de ellas; entre otras, celebrando la Misa el 2 de noviembre en la conmemoración de todos los difuntos, mientras elevaba la hostia suplicó a Dios, por los méritos de Jesús víctima, librar del Purgatorio a los difuntos, y vio una multitud de almas salir del lugar de expiación y subir al cielo. Era tanta la alegría que inundaba su corazón en la oración, que rogaba al Señor que le quitara tal dulzura.

Los últimos años de su vida los dedicó al ministerio apostólico. Evangelizó ciudades y pueblos en la provincia de Arezzo, recorrió la mayor parte del norte y del centro de Italia: Florencia, Pisa, Siena, convirtiendo pecadores, reduciendo herejes al seno de la madre Iglesia. Hacía prodigios, tuvo el don de profecía e intuición de los corazones, leía en las mentes como en un libro abierto, recordaba a los penitentes las culpas que olvidaban al confesarse. Preparaba las predicaciones en el silencio de la oración. Decía: «Cuando predico, me persuado de que no soy yo quien habla y enseña las verdades divinas, sino Dios mismo quien habla por mí». Fue amigo de Fray Jacopone de Todi y le administró los últimos sacramentos cuando estaba próximo a la muerte.

Juan previó la hora de su propia muerte, por lo cual se apresuró a regresar de Cortona a La Verna y el 9 de agosto de 1322 su bendita alma fue a recibir en el cielo la recompensa de sus trabajos apostólicos y de sus méritos. Tenía 63 años. León XIII el 24 de junio de 1880 aprobó su culto.

fuente: «Franciscanos para cada día» Fr. G. Ferrini O.F.M.




Beato Ricardo Bere

image Saber más cosas a propósito de los Santos del día


Beato Ricardo Bere, presbítero y mártir
En Londres, en Inglaterra, beato Ricardo Bere, presbítero y mártir, que, debido a su fidelidad al Romano Pontífice y por su defensa del matrimonio cristiano, fue encarcelado por orden del rey Enrique VIII y, en unión con sus hermanos de la Cartuja de esta ciudad, murió extenuado por las inhumanas condiciones de la prisión y por hambre, sufridas durante largo tiempo.
Ricardo Bere (o Beer) era monje cartujo del monasterio de esta Orden en Londres. Luego de que el prior san Juan Houghton fuera martirizado con otros dos priores en mayo, tomó la dirección un nuevo prior que, ayudado de otros monjes, quería que todos los miembros de la comunidad acatasen la voluntad del rey Enrique VIII. El 18 de mayo de 1537 toda la comunidad prestó el juramento pedido, pero diez religiosos se negaron, entre ellos el padre Ricardo Bere, sacerdote. Pocos días después fue llevado con sus compañeros a la cárcel y encadenado con una argolla en el cuello, y se les dejó morir de hambre. Durante un mes se les pudo llevar algunos alimentos pero luego se cortó toda fuente de suministros, y así fueron muriendo uno a uno. El padre Ricardo Bere falleció el 9 de agosto de aquel año. El papa León XIII lo beatificó, junto con otros mártires, el 9 de diciembre de 1886.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003




 
©Evangelizo.org 2001-2015



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario