La soberanía de los Estados, amenazada en la
Unión Europea
Los
partidarios de retorcer los derechos humanos para imponer la agenda totalitaria
de la ideología de género quieren amordazar a las naciones de la Unión.
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Desde hace años, algunos
actores de las instituciones comunitarias han mostrado su preocupación porque,
ya desde la sociedad civil, ya desde algunos gobiernos de países miembros de la
Unión, hay quien se ha atrevido a cuestionar los dogmas de lo políticamente
correcto y de la ideología de género.
Las posturas de los Gobiernos
de Polonia y Hungría frente a la imposición del aborto, la equiparación
del matrimonio a las uniones entre personas del mismo sexo, el derecho de los
niños a tener padre y madre, etc.
Frente a
esta ‘rebeldía’, la Comisión Europea, que utiliza fondos europeos
para cuestiones como desfilar con
carroza propia en la cabalgata gay de Ámsterdam, ya decidió el
pasado mes de enero activar el excepcional mecanismo de evaluación del
Estado de Derecho e imponer una
‘troika ideológica’ a Polonia, una nación que no se pliega a la
instauración de leyes como la del aborto libre.
Suprimir
el principio de subsidiariedad
Quienes quieren censurar
políticas provida y profamilia en diferentes países de la Unión
Europea, quieren subir un peldaño más la presión, atacando el principio de
subsidiariedad recogido en la Carta de los Derechos Fundamentales
de la Unión Europea.
Este principio es considerado
como “fundamental” para el correcto engranaje de las
instituciones comunitarias y los estados miembro y pretende “determinar el
nivel de intervención más pertinente en los ámbitos de las competencias
compartidas entre
la UE y los países de la UE”.
La subsidiariredad debe
aplicarse de forma complementaria con los principios de atribución y
proporcionalidad, por los que las instituciones europeas sólo disponen de
las competencias señaladas en los tratados y los medios para alcanzar los
objetivos de los tratados no pueden ir “más allá de lo necesario”.
La Comisión de Libertades
Civiles, Justicia y Asuntos de Interior de la Comisión Europea toma en
consideración este 6 de septiembre de 2016 un informe elaborado por la
eurodiputada de los Países Bajos Sophia in ‘t Veld que prevé la supresión del
artículo 51 de la Carta de los
Derechos Fundamentales de
la Unión Europea.
Dicho artículo está referido
al ámbito de aplicación de la Carta y reconoce de forma explícita que sus
disposiciones quedan bajo el respeto al principio de subsidiariedad.
Pese a pretender la supresión
de este artículo, el informe a debatir cae en contradicción al asegurar que las
recomendaciones que realizan “respetan los derechos fundamentales y el
principio de subsidiariedad” (sic).
Contra este movimiento, la
organización Europe for Family ha lanzado a través de la
plataforma CitizenGO una petición en diferentes idiomas (español, inglés, francés,alemán y húngaro)
que tratan de influir en los eurodiputados clave a la hora de aprobar este
informe y que ya ha concitado el apoyo de más de 160.000 ciudadanos.
Un
semáforo para controlarlos a todos
Evocando el Anillo
Único forjado por el Señor Oscuro Sauron para controlar el resto de
anillos de poder en la saga ideada por Tolkien, la eurodiputada autora de
la propuesta ha diseñado una suerte de “semáforo para controlarlos a todos”.
Dicho indicador tricolor, que
responde al código universal rojo – naranja – verde, estará elaborado por un
sinfín de expertos e instituciones liderados por el presidente del comité
científico de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE.
Aquellos países que tengan
más de una cuarta parte de los indicadores en situación roja, o que mantengan
en dicha calificación algún apartado durante un periodo de dos años, podrían
llegar a ser castigados con la suspensión de derechos derivados de la
aplicación de lslos tratados comunitarios, incluido el derecho de
voto en el Consejo, según se especifica en el artículo 7 del Tratado de la
Unión Europea (Tratado de Lisboa).
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