San Aicardo, abad
fecha: 15 de septiembre
†: c. 687 - país: Francia
otras formas del nombre: Acardo, Achard, Aicadro
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 687 - país: Francia
otras formas del nombre: Acardo, Achard, Aicadro
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En el monasterio de Jumièges, cerca
de Rouen, en Neustria, san Aicardo, abad, discípulo de san Filiberto, y sucesor
suyo a la cabeza del cenobio.
Se dice que, desde la edad de siete años,
Aicardo fue llevado a un monasterio de Poitiers para que se educara. Allí
permaneció hasta que su padre creyó llegado el tiempo de tenerlo en casa e
iniciarlo en la vida de la corte y los trabajos del campo; pero su madre tenía
vivos deseos de que su hijo fuera santo y pensaba que no debía preocuparle otra
cosa que la conducta de su vida y la salvación de su alma. Esta diferencia de
puntos de vista provocó agrias disputas entre los esposos y, para poner fin a
la discrepancia, se mandó traer a Aicardo para que diera su opinión. Así lo
hizo el joven, ante sus padres, de manera tan resuelta y firme, que no hubo más
remedio que darle el consentimiento inmediatamente: Aicardo ingresó sin demora
a la abadía de Saint Jouin en Ansion, en el Poitou. Hacía ya treinta y nueve
años que Aicardo era monje en Ansion, cuando san Filiberto fundó
el priorato de San Benito, en Quincay, con quince monjes traídos de Jumiéges, y
nombró superior a Aicardo. Bajo su dirección, la nueva casa prosperó
grandemente y aumentó el número de monjes. Poco después, San Filiberto se
retiró definitivamente de Jumiéges y renunció al cargo de abad en favor de
Aicardo. El nombramiento de éste fue aceptado por toda la comunidad, como
consecuencia de una visión que le fue concedida a uno de los monjes. No fue esa
la única ocasión en la vida de Aicardo, en que, de acuerdo con la tradición, se
produjo una visión o señal celeste en un momento oportuno. Ya había en Jumiéges
novecientos monjes, entre los cuales el abad incitaba a la perfección con su
ejemplo, y por cierto que algunos de ellos trataron de alcanzarla; pero hubo
otros que no se dejaban conducir tan fácilmente y se mostraban rebeldes, hasta
el día en que Aicardo tuvo un sueño sobre la próxima muerte y juicio de
cuatrocientos cuarenta y dos de ellos. Aquella visión del abad causó profundo
efecto entre los monjes y los indujo a la obediencia de la regla.
San Aicardo tuvo también una premonición
sobre la muerte de san Filiberto, que ocurrió poco antes de la suya. Cuando le
llegó la hora, pidió que le recostaran sobre un lecho de cenizas y le cubrieran
con una tela burda. Una vez cumplidos sus deseos, dijo a sus monjes: «Muy
amados hijos: no olvidéis jamás la última recomendación y testamento de este
vuestro padre que tanto os ama. Os imploro, en el nombre de nuestro divino
Salvador, que os améis siempre unos a otros y que no toleréis nunca que se
albergue en vuestro pecho el más leve sentimiento de rencor o de frialdad hacia
cualquiera de vuestros hermanos, ni permitáis ninguna cosa por la cual pueda
sufrir algún daño la perfecta caridad en vuestras almas. Será en vano que
hayáis soportado el yugo de la penitencia y que hayáis envejecido en el ejercicio
de los deberes religiosos, si no os amáis sinceramente unos a otros. Sin ese
amor, ni siquiera el martirio os hará aceptables a Dios. La caridad fraterna es
el alma de una casa religiosa». Después de haber hablado de esta manera,
entregó pacíficamente el alma al Señor.
En el Acta Sanctorurn, sept. vol. V
aparece un extenso relato sobre la vida de san Aicardo. Hay otras biografías,
pero poco dignas de confianza.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3330
San Nicetas Godo, mártir
fecha: 15 de septiembre
†: c. 370 - país: Serbia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 370 - país: Serbia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: A orillas del Danubio, en Iliria oriental, san Nicetas Godo, mártir,
a quien el rey arriano Atanarico, que odiaba la fe católica, mandó quemar.
refieren a este santo: San Sabas Godo

San Sabas y
san Nicetas fueron los dos mártires más renombrados entre los godos. Al primero
se le conmemora el 12 de abril y al segundo, a quien los griegos colocan en la
categoría de los «megalomártires» (grandes mártires), en la fecha de hoy.
Nicetas era un godo nacido en las riberas del Danubio y convertido a la fe en
su juventud por Ulfilas, un brillante misionero entre aquellas gentes y
traductor de la Biblia a la lengua gótica. Fue Ulfilas quien ordenó de
sacerdote a Nicetas. Hacia el año de 372, varios cientos de godos que huían de
los hunos invasores se refugiaron en Moldavia y las autoridades romanas les
hicieron un mal recibimiento, los maltrataron y vejaron. Inmediatamente, como
represalia, el rey Atanarico, señor de los godos de oriente, cuyo territorio lindaba
con el imperio romano en las regiones de Tracia, inició una violenta
persecución contra los cristianos.
Por orden del rey, un ídolo colocado sobre
una carreta fue llevado a través de todas las ciudades y aldeas donde se
sospechaba que había cristianos, y todo aquel que se negase a adorar al dios,
quedaba automáticamente condenado a muerte. Para matar en masa, los
perseguidores utilizaban el método de encerrar a los cristianos capturados en
casas o iglesias tapiadas y prenderles fuego. En el ejército de mártires que
glorificaron a Dios en aquella ocasión, figuró san Nicetas, que selló su fe y
su obediencia con su sangre, se purificó de toda culpa al morir en el fuego y
entró triunfante a la vida eterna. Sus reliquias fueron llevadas a Mopsuesta,
en Cilicia, donde tuvieron su santuario; por lo cual, el mártir godo fue
venerado en las iglesias bizantinas y sirias.
El texto en griego sobre la pasión de san
Nicetas, tal como lo presentó Metafrasto, se halla impreso con un comentario en
Acta Sanctorum, sept. vol. V. Pero en la Analecta Bollandiana, vol. XXXI
(1912), pp. 209-215, se imprimió el relato original con anotaciones críticas y
un comentario que ocupa las pp. 281-287 del mismo volumen.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
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referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3327
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