Santa Irmina, abadesa
fecha: 24 de diciembre
†: c. 710 - país: Alemania
otras formas del nombre: Irma, Ermina, Hermine, Ymena
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 710 - país: Alemania
otras formas del nombre: Irma, Ermina, Hermine, Ymena
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: Cerca de Tréveris, en Austrasia, santa Irmina, abadesa del cenobio de
Öhren, que, siendo una matrona consagrada a Dios, fundó un pequeño monasterio
en su villa de Echternach, que dotó y lo donó a san Wilibrordo.
refieren a este santo: San Wilibordo de
Utrecht

De acuerdo con la tradición, la princesa
Irmina, de quien se dice que fue hija de Dagoberto II de Austrasia (672-679),
había sido prometida en matrimonio al conde Herman. Ya estaban hechos todos los
preparativos para la boda en la ciudad de Tréveris, cuando uno de los hombres
que estaban al servicio de la princesa y perdidamente enamorado de ella, tendió
una celada al conde sobre un despeñadero vecino a la ciudad, se arrojó sobre
Herman con inaudita saña, lucharon los dos a brazo partido y ambos cayeron abrazados
en el precipicio.
Tras este trágico epílogo de sus
proyectos, Irmina obtuvo la autorización de su padre para ingresar a un
convento que el propio Dagoberto había fundado o reconstruido en las
proximidades de Tréveris. Santa Irmina fue una celosa colaboradora en los
trabajos misioneros de san Wilibrordo y,
en el año de 698, le cedió la mansión en la que él fundó el famoso monasterio
de Echternach, en el territorio del actual Luxemburgo. Se afirma que aquel
donativo lo hizo como una muestra de reconocimiento cuando san Wilibrordo
contuvo milagrosamente una epidemia que había azotado a su convento y causaba
muchas víctimas. Eso es todo lo que se sabe de cierto sobre santa Irmina. La
historia sobre los primeros años en la vida de Santa Irmina, la cuestión del
matrimonio, sobre los que únicamente un monje llamado Tiofrido hizo un relato
cerca de cuatrocientos años después de la muerte de la santa, es probablemente
fabulosa. Al respecto puede notarse que el Martirologio Romano actual la
consigna como matrona y no como virgen.
La biografía en latín de santa Irmina,
editadada por Weiland en Monumenta Germaniae Historica, Scriptores, vol. XXIII,
pp. 48-50, es una versión de la obra de Tiofrido y no de Teodorico, de quien se
dice que la escribió un siglo después. Ver Analecta Bollandiana, vol. VIII
(1889), pp. 285-286, así como C. Wampach, en Grundherrschaft Echternach, vol.
I, parte 1 (1929), pp. 113-135 y cf. los documentos impresos en la parte II
(1930).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_4600
Santa Tarsila, virgen
fecha: 24 de diciembre
†: c. 593 - país: Italia
otras formas del nombre: Tarsilia, Tarsilla
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 593 - país: Italia
otras formas del nombre: Tarsilia, Tarsilla
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Roma, conmemoración de santa
Tarsila, virgen, cuya continua oración, gravedad de vida y singular abstinencia
alaba san Gregorio Magno, su sobrino.

Gordiano el regionarius, padre de san Gregorio el
Grande, tuvo tres hermanas que llevaron una vida ascética de
reclusión religiosa en su casa. Los nombres de las tías de san Gregorio eran:
Tarsila, la mayor, Emiliana y Gordiana. Con más fuerza que el vínculo de la
sangre, unía a Tarsila y Emiliana el fervor de sus corazones y su común caridad.
Vivían en la casa que había sido de su padre, en el Clivus Scauri, como en un
monasterio, y unas a otras se alentaban en las prácticas de la virtud por la
palabra y el ejemplo, de manera que hicieron grandes progresos en la vida
espiritual. Aunque Gordiana se unió a ellas, no tardó en cansarse del silencio
y el retiro, y se sintió inclinada a adoptar otra clase de vida, por lo que se
casó con su tutor. Tarsila y Emiliana perseveraron en la senda que habían
elegido, contentas en la paz de su retiro y en la entrega de su amor a Dios,
hasta que fueron llamadas a recibir la recompensa de su fidelidad.
San Gregorio nos dice que Tarsila gozó de
la gracia de una visión de su bisabuelo, el papa San Félix II (III),
quien le mostró el lugar que estaba destinado a ella en el cielo, con estas
palabras: «Ven, que yo habré de recibirte en estas moradas de luz». Poco
después de aquella experiencia. Tarsila cayó gravemente enferma y, mientras sus
amigos y parientes rodeaban su lecho de muerte, comenzó a gritar: «¡Apártense!
¡Atrás, atrás! ¡Ya viene Jesús, mi Salvador!». Con estas palabras exhaló su
último suspiro y entregó el alma a Dios en la víspera de la Navidad. Cuando fue
amortajada, se descubrió que en sus rodillas y en sus codos, tenía unos callos
tan gruesos y endurecidos «como los de un camello», debido a sus continuas
plegarias que decía hincada y apoyada en un reclinatorio. Pocos días después de
su muerte, se apareció en sueños a Emiliana y la llamó para celebrar juntas la
Epifanía en el cielo. En efecto, Emiliana murió el 5 de Enero del año
siguiente. A las dos santas hermanas, se las nombra en los respectivos días de
su muerte en el Martirologio Romano.
San Gregorio el Grande habla de sus tías,
no solamente en sus Diálogos (Iib. IV, cap. XVI), sino también en una homilía
(ver Migne, PL. vol. LXXVI, c. 1291). Cf. Dudden, St Gregory the Great,
vol. I, pp. 10-11. N.ETF: como observa Domenico Agasso «Gregorio
cuenta la vida de sus parientes sólo cuando le sirven como ejemplo concreto y
actual, para enseñar con eficacia», no se trata de un mero ejercicio de
panegírico familiar.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
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