A ver si te llega ahora completo. Llega ya septiembre y con él llega, o van llegando muy
despacio y muy presentes estas tres letras: NCA. Nada es Casual Ahora.
Casi siempre y casi todo fue llegando despacio
en esta tierra nuestra sea norte o sur, amanecer o atardecer.
Nada es Casual Ahora. Ni el proceso, ni el progreso,
ni la lucha, ni la muerte, ni el mar, ni el aire o el agua, ni el amor, ni el
dolor...
Nada fue Casual Ahora. Nada será Casual Ahora. Nada es
Casual Ahora. NCA.
Me dicen que no. Que no es eso. Que no me
entero.
NCA es el
Nuevo
Contexto de
Aprendizaje. En
vertical...
NCA es el Nuevo Contexto de Aprendizaje. En
horizontal...
Precisamente por esto y este NCA, he decidido empezar
a aprender estas siete primeras tareas. Una para cada día de la semana:
· Aprender a
respirar (sobre todo cuando no hay aire)
· Aprender a
escribir (sobre todo cuando no hay letras ni lápices)
· Aprender a
hablar (sobre todo cuando no hay silencio)
· Aprender a
andar (sobre todo cuando no hay caminos)
· Aprender a
leer (sobre todo cuando no hay libros ni ojos)
· Aprender a
contar (sobre todo cuando no hay números ni dedos)
· Aprender a
amar (sobre todo cuando no hay personas)
Y trataré de empezar pronto estas tareas, por si se me
olvidan antes de comenzarlas.
Esto lo haré en alguno de los domingos de este nuevo
mes de septiembre.
Trataré de no olvidarme de comer, como digo en el
Comentario del relato de Lucas.
Trataré de no dejarme corroer por esa 'pasta gansa',
como se apunta en el texto del Evangelio de Mateo que comento, todavía letra a
letra.
Este par de comentarios los puedes leer, LEYENTE, a
continuación. Y también en el archivo adjunto.
Domingo
22º del T.O. Ciclo C (01.09.2019): Lucas 14,1. 7-14.
¡Comer
así será comulgar! Lo
medito y escribo CONTIGO;
¿Por qué Lucas 13,31-35 no se nos leerá
nunca en las asambleas del pueblo en las liturgias que se nos ofrecen como los
encuentros con su Dios? No perderé un segundo en investigar por qué esos
liturgistas usan sus tijeras manipuladoras. Me alimentaré de este mensaje de
Lucas y seguiré leyendo su relato.... ¡COMPLETO! Lucas 14,1-14.
¡Que no deje de leerse Lucas 14,2-6! Creo que
alguien debe de pensar que si se leen estos versículos más de uno identificará
el ‘sábado judío’ con el ‘domingo católico’. Y si estas cosas son así, más de
uno acabará dejando de lado ‘el domingo católico’ de la misma manera que el
galileo Jesús invitó a dejar de lado a ‘su sábado judío’.
“Jesús preguntó a los Expertos en la Ley y
a los Fariseos: ¿Se puede sanar en sábado, o no? Ellos se quedaron callados” (Lc 14,3-4).
Este es el asunto del texto que no se nos leerá.
“Un sábado entró Jesús a comer en casa de
uno de los Jefes de los fariseos. Ellos lo acechaban” (Lucas 14,1).
Así abre su mensaje la narración que se escuchará en septiembre en las
eucaristías católicas. Leído despacio el mensaje no me lo acabo de entender.
Era sábado, dice este Evangelista. Habrá que suponer que Jesús estaba invitado
a esa casa y a esa comida. Aunque el arranque de la narración parece decir otra
cosa muy distinta: Jesús entró a comer. ¿Entró solo o entraron
también con él sus seguidores y las mujeres, Mª. Magdalena (Lc 8,1-3)?
Todos hemos leído textualmente que ‘ellos
acechaban a Jesús’ y, por esta razón, habían colocado frente a Jesús a un
enfermo. ¿Esto sucedía en la puerta de entrada de la casa del Jefe fariseo o ya
dentro, donde se celebraba la comida? Siguiendo con atención al narrador,
también Jesús observa cuanto sucede en aquella casa desde el comienzo. Observar
no es acechar. ¿O también?
Me quedaré con el dato de que este Jesús es
un ‘muy’ peculiar contemplativo: “Al observar cómo los invitados
elegían los mejores puestos, les hizo esta recomendación. Cuando alguien te
invite a una boda... Y al que le había invitado le dijo. Cuando des una
comida...” (Lucas 14,7-14). Las recomendaciones que el Evangelista
coloca en labios de su Jesús de Nazaret están dirigidas, primero, al invitado a
una boda (14,8-11). Y en segundo lugar, a la persona que invita (14,12-14). Y
en ambos casos, estas recomendaciones acaban con un ‘recuerdo-sentencia’: el que
se abaja será levantado... ¡Dichoso tú, si no pueden pagarte!
Ambas sentencias me sorprenden. Mucho. No
es propio de la cultura de los valores que se cotizan en las bolsas de nuestras
sociedades políticas, económicas, religiosas, educativas: Si te humillas y te
callas, desapareces y dejas de existir. Si das y das y no te pagan acabarás
pelado.
Y voy a acabar este párrafo final del
comentario con el recuerdo simplista de saber que estamos leyendo a Lucas en el
capítulo decimocuarto de su Evangelio. Y en nada nos va a llegar la lectura de
“Lucas quince”, que así es como yo me lo recuerdo. Todo este capítulo de Lucas
se comprende desde estas claves elementales, o no tanto, del comer. Qué, cómo,
con quién...
Carmelo Bueno Heras
Domingo
40º de Mateo (01.09.2019): Mateo 22,15-22.
“Todo
cuanto deseas que te hagan, házselo a los demás” (Mateo 7,12)
“Entonces”, escribe el
Evangelista en Mt 22,15. Y este ‘entonces’ nos indica que seguimos imaginando a
Jesús de Nazaret en su segundo día dentro del Templo de Jerusalén. Parece que
ha acabado de hablar con ‘las autoridades religiosas’. Éstas, según nos da a
entender Mateo, han decidido acabar con ‘la presencia y la voz’ de Jesús. Éste
sigue ‘evangelizando’. Ahí.
La autoridad religiosa farisea del Templo
decide en estos momentos enviar una delegación de
fariseos y herodianos para espiar el hacer
y decir de este laico y galileo que anda por el Templo (Mt 22,17). Luego se le
acercarán otros oyentes y videntes de la evangelización de Jesús (Mt 22,23). Y
luego otros, representantes de otro colectivo, (Mt 22,34). Podríamos considerar
a todo este acontecimiento del pasado como un encuentro de ‘redes sociales’ del
presente.
Nos dice aquí este Evangelista que los
fariseos de la Ley y los herodianos de Herodes van juntos a tratar con Jesús de
un asunto que les preocupa de la misma manera, aunque se trate de dos
colectivos abiertamente enfrentados. Cuando los extremos se unen algo funciona
mal.
Este asunto que les une es el dinero. La economía,
aunque no sea exactamente lo mismo. La pasta, que diría la gente de a pie por
estas tierras en las que vivo. Al parecer, ante el asunto del ‘poder tener’ o
el ‘tener poder’ no hay religión ni opción política ni plan social que valga.
¿Será cierto que el único Dios que cuenta
para los humanos es el dinero, se sea del color que se sea o se piense como se
quiera pensar? Además quiero recordar que este mismo asunto ya les traía a mal
traer a los propios seguidores de Jesús, según nos lo dejó apuntado este
Evangelista en Mt 17,24-27.
¿Pagamos o no pagamos a Roma? Nosotros, que
somos todos judíos, ¿somos o no somos pueblo del Imperio? Esta es la cuestión
que se vuelve a poner ante la persona de Jesús de Nazaret. Y la finalidad de
estos fariseos y herodianos es sorprender a Jesús de manera tramposa. La respuesta
de este judío y laico de Galilea que es Jesús no pude ser más directamente
acusadora y desenmascaradora del proceder de aquellos interlocutores
interesados.
Todos sabían en aquellas épocas del siglo
primero que el dinero contante y sonante que circulaba por el Imperio no era
otro que el acuñado por Roma. ¿A esta manera de proceder en la vida no se le ha
llamado ‘moral farisea’? ‘La moneda que vale’ es la moneda de Roma. Y esta es
la moneda que se ansía, se almacena, se codicia, se intercambia, se atesora...
¡hasta en el mismo tesoro del Templo de Jerusalén’! El dios del fariseo y
herodiano es el dinero de Roma. Y el mercado más próspero de este dinero es el
Templo del dios Yavé de Israel (Mt 21,12-17).
Los fariseos y herodianos de entonces ‘se
maravillaron’ de la sabiduría del laico sabio Jesús de Nazaret, pero siguieron
a lo suyo y en cuanto pudieron le taparon la boca y le ataron las manos. Tal
vez pensaban que ‘callada la voz’ el negocio pudiera continuar. Así pensaban
aquellos fariseos y herodianos y así siguen los eternos mercaderes nuevos de
toda religión.
Carmelo Bueno Heras
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