Evangelio del día: Déjate renovar el corazón por la fuerza del
Espíritu Santo
Evangelio del día. AUDIO. Lucas 5,33-39 - XXII semana tiempo
ordinario: No se pone vino nuevo en odres viejos ¡A vino nuevo, odres nuevos!
Evangelio del día: Lucas 5,33-39
Evangelio del día: (La
discusión sobre el ayuno): "En aquel tiempo, los escribas y fariseos
dijeron a Jesús: "Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen
oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos
comen y beben". Jesús les contestó: "¿Ustedes pretenden hacer ayunar
a los amigos del esposo mientras él está con ellos? Llegará el momento en que
el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar". Les hizo además
esta comparación: "Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar
uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a este no quedará
bien en el vestido viejo. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque
hará reventar los odres; entonces el vino se derramará y los odres ya no
servirán más. ¡A vino nuevo, odres nuevos! Nadie, después de haber gustado el
vino viejo, quiere vino nuevo, porque dice: El añejo es mejor" Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
Ser cristiano significa dejarse renovar por Jesús en esta nueva
vida. Yo soy un buen cristiano, cada domingo, de 11 a mediodía voy a Misa, y
hago esto, y hago lo otro... Como si se tratara de una colección.
Pero la vida cristiana no es un collage de cosas. Es una
totalidad armónica, armoniosa, ¡y la hace el Espíritu Santo! Lo renueva todo:
renueva nuestros corazones, nuestras vidas y nos hace vivir en un estilo
diferente, pero en un estilo que llena toda la vida.
No se puede ser cristiano en pedazos, a tiempo parcial. ¡El
cristiano a tiempo parcial, no va! Todo, la totalidad, a tiempo completo. Esta
renovación la hace el Espíritu.
Ser cristiano, al final, no significa hacer cosas, sino dejarse
renovar por el Espíritu Santo, o, usando las palabras de Jesús, convertirse en
vino nuevo.
El Evangelio es una novedad, pero en la misma ley que está en la
historia de la Salvación. Y esta novedad va más allá de nosotros nos renueva y
renueva las estructuras. Por eso Jesús dice que para el vino nuevo se necesitan
odres nuevos.
En la vida cristiana, y también en la vida de la Iglesia, hay
estructuras antiguas, estructuras caducas: ¡es necesario renovarlas! Y la
Iglesia siempre ha estado atenta a esto, a través del diálogo, con las culturas
...Siempre se deja renovar de acuerdo con los lugares, los tiempos y las
personas. ¡Esto siempre lo ha hecho la Iglesia!
[...] El cristiano es
un hombre libre con esa libertad que nos da Jesús, no es
esclavo de hábitos, de estructuras... lo lleva adelante el Espíritu Santo.
Aquel día de Pentecostés con los discípulos allí estaba la
Virgen: Y dónde está la madre, los niños están a salvos ¡Todos!
Pidamos la gracia de no tener miedo a la novedad del Evangelio,
de no tener miedo a la renovación que hace el Espíritu Santo, no tener miedo de
dejar caer las estructuras obsoletas que nos aprisionan. Si tenemos miedo,
sabemos que está con nosotros la Madre y como los niños con un poco de miedo,
vamos hacia Ella y Ella nos custodia con su manto, con su protección de madre.
Así sea. (Homilía en Santa Marta, 06 de julio de 2013)
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