domingo, 2 de noviembre de 2014

EL MIEDO SE APRENDE (AUTOLIBERACIÓN INTERIOR) Anthony de Mello


5

EL MIEDO SE APRENDE


La felicidad no tiene contrapuesto porque nunca se pierde. Puede estar os­curecida, pero nunca se va porque tú eres felicidad. La felicidad es tu esen­cia, tu estado natural y, por ello, cuan­do algo se interpone, la oscurece, y su­fres por miedo a perderla. Te sientes mal, porque ansías aquello que eres. Es el apego a las cosas que crees que te proporcionan felicidad lo que te hace sufrir. No has de apegarte a ninguna cosa, ni a ninguna persona, ni aun a tu madre, porque el apego es miedo, y el miedo es un impedimento para amar. El responsable de tus enfados eres tú, pues aunque el otro haya provocado el conflicto, el apego y no el conflicto es lo que te hace sufrir. Es el miedo a la imagen que el otro haya podido hacer de ti, miedo a perder su amor, miedo a tener que reconocer que es una imagen la que dices amar, y miedo a que la ima­gen de ti, la que tú sueñas que él tenga de ti, se rompa. Todo miedo es un im­pedimento para que el amor surja. Y el miedo no es algo innato, sino aprendido.

El miedo es provocado por lo no existente. Tienes miedo porque te sien­tes amenazado por algo que ha regis­trado la memoria. Todo hecho que has vivido con angustia, por unas ideas que te metieron, queda registrado dentro de ti, y sale como alarma en cada situa­ción que te lo recuerda. No es la nueva situación la que te llena de inseguridad, sino el recuerdo de otras situaciones que te contaron o que has vivido ante­riormente con una angustia que no has sabido resolver. Si despiertas a esto, y puedes observarlo claramente, recor­dando su origen, el miedo no se volve­rá a producir, porque eliminarás el re­cuerdo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario