Santos Ciento veinte Mártires de Persia, mártires
fecha: 5 de abril
fecha en el calendario anterior: 6 de abril
†: 344 - país: Irak-Irán
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 6 de abril
†: 344 - país: Irak-Irán
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
También en Seleucia, conmemoración de
ciento once varones y nueve mujeres, mártires, que, procedentes de varias
ciudades regias, por haber rehusado firmemente renegar de Cristo y adorar el
fuego, por mandato del mismo rey fueron quemados vivos.
Ignoramos los nombres de estos mártires,
pero, según la tradición, en el reinado del rey Sapor II de Persia, más de cien
cristianos fueron martirizados el mismo día, en Seleucia de Tesifonte. Entre
ellos, había nueve vírgenes consagradas a Dios; el resto eran sacerdotes,
diáconos y monjes. Como todos se negasen a adorar al sol, fueron encarcelados
durante seis meses en sucias prisiones. Una rica y piadosa mujer, llamada
Yaznadocta les ayudó, enviándoles alimentos. A lo que parece, Yaznadocta se las
arregló para averiguar la fecha en que los mártires iban a ser juzgados. La
víspera, organizó un banquete en su honor, fue a visitarles en la prisión y
regaló a cada uno un vestido de fiesta. A la mañana siguiente, volvió muy
temprano y les anunció que iban a comparecer ante el juez y que aún tenían
tiempo de implorar la gracia de Dios para tener el valor de dar su sangre por
tan gloriosa causa. Yaznadocta añadió: «En cuanto a mí, os ruego que pidáis a
Dios que tenga yo la dicha de volver a encontraros ante su trono celestial».
El juez prometió nuevamente la libertad a
los mártires, con tal de que adorasen al sol, pero ellos respondieron que los
vestidos de fiestas que llevaban eran la mejor prueba de que estaban dispuestos
a dar la vida por su Maestro. El juez les condenó a ser decapitados. Esa misma
noche, Yaznadocta consiguió recuperar los cadáveres y los quemó para evitar que
fuesen profanados. Aunque no hay en esta narración los elementos milagrosos que
generalmente despiertan sospechas en los críticos, contiene sin embargo algunos
detalles improbables, como lo demostró el P. Peters. El ciclo de las actas de
los mártires de Adiabene, al que este relato pertenece, no siempre es
fidedigno.
Ver Peters, Analecta Bollandiana, vol.
XLIII, 1925, pp. 261-304; E. Assemani publicó por primera vez el texto sirio en
Acta Martyrum Orientalium, vol. I, p. 100; también lo publicó Bedjan sin
traducción. El P. Delehaye publicó las antiguas versiones griegas en Patrologia
Orientalis, vol. II (1905). Ver la traducción francesa en 11. Leclercq, Les
Martyrs, vol. LII.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
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que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?ids=1114
can.: pre-congregación
país: África Septentrional - †: s. V
país: África Septentrional - †: s. V
En Regie, en
Mauritania, pasión de los santos mártires, que en la persecución bajo
Genserico, rey arriano, recibieron la muerte en la iglesia el día de Pascua;
entre ellos estaba el lector, que, mientras cantaba el Aleluya en el púlpito,
fue traspasado con una saeta en la garganta.
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