sábado, 11 de junio de 2016

Beata Iolanda, abadesa - San Paris, monje y presbítero (11 de junio)

Beata Iolanda, abadesa

fecha: 11 de junio
fecha en el calendario anterior: 15 de junio
n.: 1235 - †: 1298 - país: Polonia
otras formas del nombre: Yolanda, Jolenta, Helena
canonización: 
Conf. Culto: León XII 26 sep 1827
hagiografía: «Franciscanos para cada día» Fr. G. Ferrini O.F.M.

Cerca de Gniezno, lugar de Polonia, beata Yolanda, abadesa, la cual, a la muerte de su esposo, el duque Boleslao el Piadoso, abandonó todos los bienes temporales y, junto con su hija, profesó la vida monástica en la Orden de las Clarisas.
Yolanda, princesa de Polonia, nació en 1235, hija de Bela IV rey de Hungría y de María Lascaris, de la casa imperial griega. Fue hermana de Cunegunda, venerada también como santa. También su padre era Terciario franciscano. Su familia hundía sus raíces en la santidad de santa Eduviges, san Esteban rey y san Ladislao. Lateralmente estaba emparentada con santa Margarita, reina de Suecia.
Siendo aún niña, Yolanda fue encomendada a su hermana Cunegunda, que se había casado con el rey de Polonia, en todo digno de su esposa, tanto que era llamado Boleslao el Casto. Yolanda al crecer también encontró esposo en el país adoptivo de su hermana. Era otro Boleslao, duque de Kalisz, llamado Boleslao el Piadoso. Así la hija del rey de Hungría, que había crecido en Bohemia y desposada con un noble polaco, fue considerada y amada allí como en su propia patria.
El reinado de Yolanda y Boleslao no tuvo larga duración. Pronto murió el esposo de Yolanda. Ella había tenido tres hijas: colocó dos con digno matrimonio, y junto con la tercera hija, que aspiraba a la vida religiosa, se retiró entre las clarisas de Sandeck. En aquel modesto convento vivía ya su hermana, la viuda reina Cunegunda, fundadora del mismo. El silencio del claustro escondió así por muchos años las virtudes de las tres mujeres, excepcionales por nacimiento y por vocación. En 1292 murió Cunegunda. Yolanda, para huir a las incursiones de los bárbaros, dejó aquel monasterio y pasó a otro más al occidente, el convento de las clarisas de Gniezno. Era un convento fundado por su esposo Boleslao, sin pensar él que más tarde su propia esposa se ocultaría entre aquellas hijas de Santa Clara bajo el hábito franciscano. A pesar de ser la superiora, actuaba como si fuera inferior a todas: practicó intensamente las virtudes cristianas y religiosas, especialmente la humildad, la oración y la meditación de la pasión de Cristo. Se dice inclusive que tuvo revelaciones y apariciones de Jesús crucificado.
Supo conducir a sus cohermanas por la vida de las más heroicas virtudes, precediéndolas en la práctica de la penitencia y de la contemplación con una generosidad constante que era alimentada por la meditación diaria de la Pasión de Cristo. El Esposo celestial la recompensó apareciéndosele varias veces y embriagándola con las delicias de su amor. La soledad no le impidió ocuparse de los pobres, a quienes daba alegremente alimento y generosas ofrendas.
En 1298 enfermó gravemente y predijo la hora de su muerte. Mientras sus cohermanas lloraban alrededor de su lecho de enferma, las exhortó a la fidelidad en la observancia de la regla y a la perseverancia en el desprecio de las cosas terrenas. Luego habló con ellas de la magnífica recompensa que la esperaba en el cielo. Fortalecida con los últimos sacramentos, se durmió dulcemente en el Señor. Era el 11 de junio de 1298. Tenía 63 años de edad. Aprobó su culto León XII el 26 de septiembre de 1827.
N. de ETF: en cuanto a la aprobación del culto, Butler señala que fue Urbano VIII, es decir dos siglos antes. Bien puede ser que se trate de un error de alguno de los dos hagiógrafos, bien que Butler tome como «aprobación del culto» alguna manifestación pública de Urbano VIII (por ejemplo, que haya autorizado misa y oficio de la beata), sin que haya habido propiamente decreto de aprobación hasta León XII.
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1981




San Paris, monje y presbítero

fecha: 11 de junio
n.: 1159 - †: 1267 - país: Italia
otras formas del nombre: Paricio
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En Treviso, en el territorio de Venecia, san Paris, presbítero de la Orden de los Camaldulenses, que fue director espiritual de religiosas durante setenta y siete años, y falleció a la edad de ciento ocho.
Tanto Bolonia como Treviso reclaman el honor de haber sido la cuna de san Paris. Las investigaciones de los bolandistas han venido a demostrar, con certeza casi absoluta, que fue natural de Treviso, donde pasó toda su larga existencia. Desde su infancia, Paris demostró una vocación tan evidente hacia la vida religiosa que, a la edad de doce años, se le permitió recibir el hábito de los camaldulenses. A pesar de su juventud, desde un principio entró de lleno en la existencia del claustro y muy pronto se convirtió en un modelo de fervor y obediencia a la regla. En 1190 fue ordenado sacerdote, a la edad de treinta años, e inmediatamente después se le nombró director espiritual de las monjas de Santa Cristina; se dice que ejerció ese puesto, con abundantes y magníficos frutos para la comunidad, durante setenta y siete años. Parece que la existencia del santo no tuvo acontecimientos fuera de lo común y probablemente se le habría olvidado, a no ser por sus profecías y los milagros que ocurrieron durante su vida y después de su muerte. Se cree que vivió hasta la edad de ciento ocho años. Su cadáver fue sepultado en la iglesia del convento al que había servido durante tanto tiempo, y las gentes comenzaron a rendirle culto desde su muerte; su sucesor, Alberto, obispo de Treviso, extendió su devoción.
Los bolandistas, que escribían en el año de 1698, se quejaban de que no podían obtener informaciones satisfactorias respecto al santo, entre las autoridades camaldulenses, ni tampoco sobre el supuesto proceso que se elaboró para su canonización. Los investigadores tuvieron que referirse al mediocre relato de A. Florentinus, impreso en la Historiae Camaldulenses (1575). No proporciona muchos detalles más G. B. Mittarelli en su Memorie della Vita di San Parisio (1748).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1980

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