Beato Marcos Criado, presbítero y mártir
fecha: 25 de septiembre
n.: 1522 - †: 1569 - país: España
canonización: Conf. Culto: León XIII 2 jul 1899
hagiografía: Santoral Trinitario
n.: 1522 - †: 1569 - país: España
canonización: Conf. Culto: León XIII 2 jul 1899
hagiografía: Santoral Trinitario
Elogio: En la sierra de las Alpujarras,
cerca de la ciudad hispánica de Granada, beato Marcos Criado, presbítero de la
Orden de la Santísima Trinidad para la redención de cautivos y mártir, víctima
de los moriscos.

Este trinitario nació en un lugar cercano,
Andújar, y una fecha lejana, en 1522. Como es natural tenía una gran devoción a
la Virgen de la Cabeza. De hecho pierde a su madre siendo niño y ante este
dolor acude a su madre del cielo, a la Virgen de la Cabeza. A ella le hablaría
de su soledad y de ella sentiría su abrazo de madre, que siempre está ahí,
atenta a sus hijos. Marcos, aquel día se encomendó a la madre de Dios y madre
nuestra y se consagró a ella.
Años más tarde, aún muy joven pide entrar
en la comunidad de Trinitarios de su ciudad, quizá como respuesta a su
consagración de niño. Tras un año de noviciado realizó su profesión religiosa
como trinitario. Después realizó los estudios teológicos hasta que fue ordenado
sacerdote. La lectura del Evangelio y de los libros de teología le hacían
escuchar la Palabra de Jesús que lo llamaba a seguirlo dejándolo todo en
pobreza, obediencia y castidad. Aquellas palabras le hicieron encontrarse con
la Palabra hecha carne en la realidad y el sufrimiento humano. También él
quería anunciar la palabra de vida y esperanza. Marcos destacó por ser un gran
predicador, de hecho pasó por diversas comunidades -Andújar, Ronda, Jaén y
finalmente Úbeda- con el ministerio de predicador mayor. También en el
confesionario su palabra trasmitía la acogida y el perdón de Dios Padre,
destacando como confesor.
Marcos leía la Biblia y meditaba sobre la
obediencia de Jesús a la voluntad del Padre. Se encontraba en la comunidad de
Úbeda. Aquella tarde tenían capítulo, el Ministro Local lo había convocado de
forma extraordinaria, le intrigaba pensar que nuevas tenía que comunicarles.
Tras una oración comenzaron la reunión, en el orden del día sólo un punto. Los
Obispos de Guadix y Almería pedían a los trinitarios tres o cuatro misioneros
para afianzar la fe de los moriscos en la zona de las Alpujarras. La mayoría de
los moriscos se habían bautizado para evitar ser expulsados y sólo habían
recibido una superficial evangelización. Los obispos querían consolidar la fe
de aquellos pueblos apartados y aislados por la abrupta Sierra Nevada. Junto a
las palabras de los obispos el provincial añadió que esta empresa se equiparaba
a la redención de cautivos, por la redención de almas. Al pedir voluntarios
llenos de Espíritu se ofrecen el P. Pedro de San Martin y el P. Marcos Criado.
Era el momento de encarnar la Palabra. Como los apóstoles, de dos en dos,
parten nuestros hermanos. Pedro iría a Almería, mientras que Marcos a Guadix.
Repentinamente el P. Pedro enferma y tras varios días muere. Marcos se
encuentra sólo en su misión, pero de nuevo siente como la Virgen de la Cabeza,
le dice que está con él, y que le acompaña en su encomienda. Tras presidir el
funeral se pone en camino, había sido nombrado vicario del párroco de la Peza
(Granada).
Desde la Peza va visitando los distintos
pueblos de la Alpujarra. Sus dotes de predicador movilizaban a los cristianos y
sus palabras en el confesionario trasmitían el amor de Dios. Lo mismo impartía
catequesis a los niños en la calle que visitaba a enfermos. Su fama corrió por
la sierra, las autoridades civiles y religiosas le facilitaban su trabajo y le
pedían a los vecinos que lo acogiesen como a un apóstol. Sin embargo esta fama
también le ganó detractores, en la Peza recibe una paliza para que deje su
actividad. Un clima de hostilidad se levantaba contra los cristianos, Marcos
recibe una nueva paliza en la sierra de Filabres, lo dan por muerto, pero
sorprendentemente se recupera. Algunos pueblos cristianos son arrasados y
profanados sus templos. Nuestro misionero sufre en este contexto de
confrontación por lo que decide hablar con Abencotha, líder de los moriscos. Le
pide que respete y deje tranquilos a los cristianos y lo invita a cambiar de
actitud en nombre de Jesús. Tan insultante le pareció a Abencotha el encuentro
que a las palabras responde con violencia. Lo prenden con una soga y lo atan a
un caballo arrastrándolo por abruptos caminos. Lo abandonaron como muerto. De
nuevo se recupera y continúa su misión, predicando, visitando a los cristianos
acosados. Sus milagrosas recuperaciones, su fidelidad a su misión, y
predicaciones producen conversiones, hasta de «renegados de la fe»; al mismo
tiempo que la persecución se hace más hostil contra los cristianos. Son
asesinados los primeros sacerdotes en Vera y Marcos estando en Cadiar se ve
obligado a huir para evitar su muerte. Vuelve a la Peza.
Las autoridades civiles publican el
«Edicto del Primero de Mayo» para reprimir a los moriscos. Este documento
consigue el efecto contrario, los moriscos se quieren vengar de la opresión y
obligaciones impuestas por el edicto atacando a la población cristiana. En la
noche de Navidad de 1568 comienza el levantamiento de las Alpujarras. Aben
Humeya capitanea una revuelta contra los cristianos que irá recorriendo todos
los pueblos de la zona, acabando con sacerdotes y cristianos. Año y medio más
tarde llegan a la Peza atemorizando a la comunidad cristiana que se refugia en
el castillo, junto a sus pastores. El párroco que increpó a los agresores
encontró allí su muerte. El P. Marcos celebró sus funerales y desde aquel
momento se instala en la Iglesia presintiendo su fin violento. El 22 de
septiembre de 1569 tras celebrar la Eucaristía se dirigió a los fieles manifestando
su deseo de dar la vida por Cristo. De repente un grupo de moriscos entra
violentamente en el templo, les habla pero la respuesta es violencia sorda. Los
fanáticos lo sacan a golpes y puntapiés y lo llevan hasta a las afueras del
pueblo. Allí un grupo mayor le esperaba. Le torturaron para que renegara de
Cristo, y de su boca ensangrentada emergió una clara palabra: «¡Jamás!» Entre
golpes e insultos lo amarraron a una encina con los pies al aire, esperando
contemplar su agonía y muerte. El día 23 aún estaba vivo y de repente comenzó a
cantar salmos, palabras de confianza, de perdón, de alabanza, por lo que
apedrearon hasta que ellos creían que estaba muerto. El 24 comprobaron que aún
vivía, intentaba balbucear alguna palabra. Aquel día murió, o nació a la vida
definitiva. Permaneció en el árbol hasta el 25 y para verificar su muerte un
morisco cruel le abrió el pecho y le sacó el corazón.
Los testigos de aquel macabro espectáculo
estaban conmovidos tras tres días de violencia y agonía, aceptada en fidelidad
y amor ¿Quién le daba aquella fuerza? Al sacarle el corazón todos los presentes
quedaron admirados y cayeron en tierra. En el corazón parecía estar escrita una
palabra: «Jesús», el nombre que apasionó aquel corazón y que le hizo dar la
vida por amor. Habían terminado con su vida, pero la palabra triunfó, venció la
fe. Todos fueron a anunciar el hecho prodigioso, los cristianos recogieron el
cuerpo y el corazón de su mártir. Comenzaron a llamarlo el Santo Marcos. Debido
al culto y veneración que recibió durante siglos en este pueblo y comarca se
comienza el proceso de beatificación hasta que en 1899 el Papa León XIII lo
elevó a los altares como mártir.
Nota de ETF: propiamente el proceso de
beatificación no llegó a término, pero el 2 de julio de 1899 el papa León XIII
aprobó el culto «ab immemoriale», con título de beato; puede leerse el decreto
en ASS 32 (1899-1900), pág. 249.
fuente: Santoral
Trinitario
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3491
Beatos Juan-Pedro Bengoa Aranguren, Pablo María Leoz y Portillo, y Jesús
Hita Miranda, mártires
fecha: 25 de septiembre
†: 1936 - país: España
canonización: B: Juan Pablo II 1 oct 1989 (Jesús Hita Miranda: 1995)
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
†: 1936 - país: España
canonización: B: Juan Pablo II 1 oct 1989 (Jesús Hita Miranda: 1995)
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
Elogio: En la villa de Carrión de Calatrava, cerca de Ciudad Real, en España,
beatos Juan-Pedro (José) Bengoa Aranguren, presbítero, Pablo María (Pedro) Leoz
y Portillo, religioso de la Congregación de la Pasión, y Jesús Hita Miranda,
religioso de la Compañía de María, los tres fusilados por los milicianos que
odiaban la Iglesia, durante el furor de la persecución religiosa.
Ver más información en:
En Carrión de Calatrava (Ciudad Real)
fueron fusilados el día 25 de septiembre de 1936 tres religiosos, de los cuales
dos eran pasionistas y uno marianista. Los pasionistas pertenecían al convento
de Daimiel (Mártires Pasionistas de Daimiel, grupo de Ciudad Real) que fue
mandado evacuar en la noche del 21 al 22 de julio de 1936; luego de recibir la
absolución y la sagrada comunión los religiosos abandonaron el convento y se
dividieron en grupos. Uno de esos grupos lo formaron los dos pasionistas
rememorados hoy, uno de los cuales era sacerdote. El resto de los pasionistas,
hasta un total de 26, murieron en fechas diversas: 23 y 25 de julio, 25 de
septiembre y 23 de octubre; y fueron todos beatificados por el papa Juan Pablo
II el día 1 de octubre de 1989. El día 24 de septiembre habían sido arrestados
en la fonda de Ciudad Real donde vivían, les llevaron al seminario, convertido
en checa, y de allí sobre las diez de la noche los sacaron y los llevaron a
Carrión de Calatrava, donde entrada la madrugada los asesinaron. Fueron
arrojados sus cuerpos a un pozo, y ha sido luego imposible identificarlos entre
tantos fusilados. Ahora descansan en el Valle de los Caídos. Estos son sus
datos:

José María Bengoa Aranguren nació en Santa Águeda de Guesatíbar,
en Guipúzcoa, el 19 de junio de 1890 en el seno de una familia numerosa y
cristiana, que tenía una buena amistad con el cura de Santa Águeda, a la que
éste correspondía enseñándole a José María latín y perfeccionando su educación
literaria y moral. Decidida su vocación religiosa, ingresó el 15 de agosto de
1907 en la congregación pasionista, y al tomar el hábito cambió su nombre por
el de Juan Pedro de San Antonio. Emitió los primeros votos el 9 de noviembre de
1908. En el verano de 1910 fue destinado a México, a la comunidad estudiantil
de Toluca. Al llegar la revolución carrancista en 1914 los estudiantes hubieron
de huir y esconderse. Entonces el cónsul español les facilitó la salida del
país y se fueron a los Estados Unidos, donde el 17 de junio de 1916 fue
ordenado sacerdote. Al poco tiempo fue destinado a Cuba, y casi enseguida
volvió a España, a Daimiel. Pero a comienzos de 1921 volvía a México como
superior de la casa de Toluca. Aquí trabajó con gran celo. En 1923 volvió a
España para el capítulo provincial. Quedó de vicario en Corella y se ocupó de
la predicación por los pueblos cercanos. En 1926 fue destinado a Daimiel y
luego quedó como rector de la nueva casa de Zaragoza. En 1932 volvía de vicario
a Daimiel. Ya tenía la salud resentida pero no dejó de predicar por los pueblos
del contorno. Llegada la revolución y al tener que dispersarse los religiosos,
el P. Juan Pedro y su compañero el hermano Pablo María llegaron con gran
trabajo a Ciudad Real, donde se hospedaron en una fonda, en la que hallaron al
tercer mártir de hoy, el marianista Jesús Hita. Se levantaban a las cinco,
hacían oración, rezaban el rosario completo y vivían en humildad y paciencia,
esperando la voluntad de Dios. Cuando lo iban a fusilar, apretó el crucifijo
contra el pecho y dio vivas a Cristo Rey.

Pedro Leoz Portillo nació en Leoz (Navarra) el 16 de
febrero de 1882 en una familia que dio también otros hijos a la Iglesia y que
los educó a todos en la fe cristiana con mucho esmero. Fue un niño y un joven
de hermosas costumbres. A los 26 años optó por la vida religiosa en la misma
Congregación Pasionista en la que ya tenía un hermano, renunciando a marchar a
América en busca de fortuna como hasta entonces tenía pensado. Había rechazado
también un matrimonio y había dejado de pensar en la Cartuja, a la que se
sintió inclinado. Profesó el 8 de septiembre de 1909 como hermano coadjutor con
el nombre de Pablo María de San José. Estuvo once años en Corella, luego pasó a
Daimiel, de ahí a Zaragoza, y en 1929 vuelve a Daimiel como portero y luego
limosnero, oficio éste en el que recibió muchos insultos, ante los que él
callaba y sonreía. Llegada la revolución se fue con el P. Juan Pedro, a cuyo
lado estuvo en la fonda, donde él hacía la cocina y ayudaba cuanto podía, y de
ahí fue sacado para el supremo sacrificio.

Jesús Hita Miranda, religioso marianista, nace en Calahorra
(La Rioja) el 17 de abril de 1900. Postulante en Escoriaza (1913) y novicio en
Vitoria (1918), se licenció en Letras en la Universidad de Zaragoza, en 1930.
En 1936 se hallaba en Madrid, y el 29 de junio se le pide que vaya a Ciudad
Real para ayudar en los cursos de verano: «Sea lo que Dios quiera. Si somos
mártires, mejor». El 24 de julio los milicianos se incautan del colegio de
Ciudad Real, y acepta ir a la pensión de la calle de Montesa, donde se
encuentran un sacerdote diocesano y dos religiosos pasionistas. El día 27,
llega un padre claretiano. También se hallan acogidas dos monjas dominicas y
otras dos del servicio doméstico. La beatificación del Hno Jesús Hita Miranda
fue también un 1 de octubre, pero de 1995, junto con otros hermanos
marianistas.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
accedida 1361 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3492
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