domingo, 4 de diciembre de 2016

San Bernardo de Parma, monje y obispo - Beato Pedro Pettinario, religioso (4 de diciembre)

San Bernardo de Parma, monje y obispo

fecha: 4 de diciembre
n.: c. 1060 - †: 1133 - país: Italia
otras formas del nombre: Bernardo Uberti
canonización: 
C: 1139
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

Elogio: En Parma, de la Emilia, san Bernardo, obispo, el cual, siendo monje, se aplicó a una vida de perfección, y después, como cardenal, buscó el bien de la Iglesia, para, finalmente, ya obispo, procurar la salvación de las almas.
refieren a este santo: San Atón de Pistoya

Bernardo pertenecía a la gran familia florentina de los Uberti. Renunció a un brillante porvenir para ingresar en la austera Orden de Valleumbrosa, fundada poco antes por san Juan Gualberto. Con el tiempo, Bernardo llegó a ser el abad del monasterio de San Salvio y, más tarde, general de la orden. Urbano II le elevó al cardenalato y le confió varias embajadas. En aquélla época, Parma se vio violentamente desgarrada por el cisma del obispo Cadalo, quien se erigió en antipapa, así como por el de los obispos que apoyaron a otro antipapa parmesano, Guiberto de Ravena. Precisamente en esa época turbulenta, san Bernardo fue elegido obispo de Parma y recibió la consagración de manos del papa Pascual II. El santo apoyó celosamente al papa legítimo y aplicó las reformas de san Gregorio VIII, sobre todo en materia de simonía, pues ese abuso era muy común en su diócesis. Por esa razón, los partidarios del antipapa Maginulfo hicieron prisionero a san Bernardo el año 1104, en el momento en que celebraba la misa, y le desterraron de su diócesis durante dos años.
En tiempos en los que tantos obispos no sólo aceptaban el poder temporal, sino que lo buscaban, san Bernardo tuvo el mérito de renunciar al que había heredado de sus predecesores en la sede de Parma. Por otra parte, jamás olvidó -ni permitió que otros olvidasen- que había abrazado el estado de perfección en la vida monástica, de suerte que siguió observando la regla en cuanto se lo permitían sus deberes episcopales. En 1127, los jefes del partido de los Hobenstaufen proclamaron rey de Alemania a Conrado, olvidando los derechos de Lotario II; san Bernardo protestó contra la elección y tuvo que huir nuevamente de Parma. Lotario fue coronado emperador en Roma, en 1133. San Bernardo murió en Parma el 4 de diciembre de ese mismo año. A seis años de su muerte su sucesor procedió al reconocimiento y elevación de sus restos a la categoría de reliquias, lo que para la época constituían una forma de beatificación.
Las dos biografías latinas más importantes fueron publicadas en Chronica Parmensia; P. E. Schramm las reeditó, basándose en textos mejores, en el suplemento de Monumenta Germaniae Historica, vol. XXX, pte. II , fasc. II (1929). Véase sobre este punto Analecta Bollandiana, vol. XLVIII (1930), p. 414. La mejor de las biografías relativamente antiguas es la de I. Affó (1788); véase también Munerati, en Rivista di scienze storische, vol. III (1906), pp. 79-86 y 257-264. R. Davidson da una idea clara de la situación política de la época, en Geschichte von Florenz, vol. I, pp. 289 ss., y en Forschungen zur alt. Gesch. Florenz, pp. 66 ss.
Imagen: estatua de san Bernardo, en la cripta de la Catedral de Parma (1544).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_4413




Beato Pedro Pettinario, religioso

fecha: 4 de diciembre
fecha en el calendario anterior: 11 de diciembre
†: 1289 - país: Italia
otras formas del nombre: Pedro Pectinario, pedro Tecelano, Pedro de Siena
canonización: 
Conf. Culto: Pío VII 2 ene 1802
hagiografía: Frate Francesco

Elogio: En Siena, de la Toscana, beato Pedro Pettinario, religioso de la Tercera Orden de San Francisco, insigne por su peculiar caridad hacia los pobres y los enfermos, y por su humildad y silencio.
Pedro o Pettinaio nació en Campi, región del Chianti, de donde se trasladó con su familia a Siena. El sobrenombre le viene de su oficio de fabricante y comerciante de peines. Jocoso e impulsivo en su juventud, empezó a cambiar después de su conversión. El negocio le iba bien; era propietario de una casa y una viña. Se casó, pero, al comprobar la esterilidad de su mujer, hizo con ella el voto de castidad perfecta, pero se mostró excelente esposo, procurando hacerla sentirse a gusto hasta en las cosas más pequeñas. Comenzó a santificarse en el ejercicio de su profesión. Compraba y vendía siempre al precio justo; la calidad de sus productos era tan apreciada por los habitantes de Siena, que él iba tarde al mercado sólo por la tarde, para no perjudicar a sus competidores.
Pero nunca llegaba tarde a las predicaciones y los oficios religiosos; ni a las casas de los pobres, a los que llevaba ayudas junto con otros ocho amigos; ni al hospital de Santa María della Scala, donde curaba a los enfermos, aplicando remedios y besando sus llagas.
Al quedar viudo, vendió la viña de su propiedad, luego la casa, repartiendo todo a los pobres. Conservando sólo lo necesario para vivir modestamente, se fue a vivir a una casucha cerca de la Puerta dell’Ovile. Profesó la regla de la Orden seglar de penitencia fundada por San Francisco y, después de haber renunciado a todo, se esforzó por vivir en la mayor pobreza.
Era inclinado a la contemplación y gozó de arrobamientos y éxtasis, a veces en presencia de compañeros. Hacia el final de su vida parecía vivir siempre más retirado del mundo. Después de una grave enfermedad, obtuvo el permiso para vivir en una celda del convento de los franciscanos de Siena, donde pasaba las noches en oración. Mostraba una devoción ardiente hacia la Virgen, ayunando en su honor el sábado y encomendándose a ella noche y día. También fue peregrino, fue a Roma, a Pistoia, a Asís y a La Verna. Su espiritualidad lleva la impronta franciscana. No ha dejado escritos, pero son famosos sus silencios. Después de 14 años de esfuerzos adquirió el don de no hablar sino por necesidad. Por esto a menudo es representado en la iconografía con un dedo sobre los labios, y es llamado el «santo del silencio». Pero la pocas palabras que decía y las muchas cosas que obraba debían de ser de una gran eficacia.
Su incesante celo por las obras de misericordia lo hizo adquirir pronto fama de gran santidad entre sus conciudadanos. Los franciscanos de Siena lo llamaban a él cuando había que discernir acerca de la vocación de sus novicios. Los franciscanos más radicales, los llamados "espirituales", se inspiran en él. El futuro predicador dominico beato Ambrosio Sansedoni renunció a ser obispo, aconsejado por él. En 1282 le encargaron elegir entre los detenidos de las prisiones a cinco hombres entre los menos culpables, para ser liberados. En 1286 el municipio le confió el cuidado de repartir dinero a los pobres azotados por la carestía. ciertos traficantes pusieron en sus manos el dinero que habían defraudado a la ciudad, para que lo entregara a las autoridades.
Murió el 4 de diciembre de 1289 (dicen algunos que a los 128 años de edad) y sus últimas palabras fueron una advertencia a Siena, Florencia y Pistoia, a las cuales predijo grandes males. Su cuerpo fue sepultado en la iglesia de San Francisco, de Siena. A partir de entonces, muchos paisanos suyos invocaban su intercesión y le atribuyeron muchas gracias y prodigios. El municipio lo consideró enseguida beato, aunque la confirmación del culto no vino hasta el 2 de enero de 1802, por obra del papa Pío VII. Dante Alighieri exalta la eficacia de su oración en la Divina Comedia (Purgatorio, canto XIII), explicando al poeta que por sus pecados debería estar aún en el ante-Purgatorio, pero lo evitó gracias a las oraciones del santo varón Pier Pettinaio. La tumba quedó destruida tras un incendio, y del beato sólo quedó el brazo, que conservan las clarisas de Siena.
fuente: Frate Francesco
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_4414

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