Santa Magdalena de Canossa, virgen y fundadora
fecha: 10 de abril
n.: 1774 - †: 1835 - país: Italia
canonización: B: Pío XII 7 dic 1941 - C: Juan Pablo II 2 oct 1988
hagiografía: Vaticano
n.: 1774 - †: 1835 - país: Italia
canonización: B: Pío XII 7 dic 1941 - C: Juan Pablo II 2 oct 1988
hagiografía: Vaticano
Elogio: En Verona, en el territorio de Venecia, santa Magdalena de Canossa,
virgen, que espontáneamente renunció a todas las riquezas de su patrimonio para
seguir a Cristo, y fundó un instituto doble, el de Hijas y de Hijos de la
Caridad, para fomentar la instrucción cristiana de los niños.
refieren a este santo: Beata Anunciata
Cocchetti, Beata Leopoldina
Naudet

Nace en Verona el 1 de marzo de 1774 de
noble y rica familia, tercera de seis hermanos. A través de etapas muy
dolorosas, como la muerte de su padre, las segundas nupcias de su madre, la
enfermedad y la incomprensión, el Señor la guía hacia caminos imprevedibles que
Magdalena intenta recorrer con muchos esfuerzos. Atraída por el Amor de Dios, a
los 17 años desea consagrar su vida a Él y por dos veces intenta la esperiencia
del Carmelo. Pero su Espíritu la solicita interiormente a recorrer un nuevo
camino: dejarse amar por Jesús, el Crucificado, pertenecer a Él sólo para
dedicarse completamente a sus hermanos afligidos por distintas pobrezas.
Vuelve a su familia y, obligada por
eventos dolorosos y trágicas situaciones históricas de fines del siglo XVIII,
encierra en el secreto de su corazón la vocación y participa en la vida del
Palacio Canossa aceptando la gestión del cuantioso patrimonio familiar.
Encendida de caridad, Magdalena oye el grito de los pobres hambrientos de pan,
instrucción, comprensión y de la Palabra de Dios. Ella los descubre en los
barrios periféricos de Verona, donde los reflejos de la Revolución francesa,
las subsiguientes dominaciones de Emperadores extranjeros y las Pascuas de
Verona, habián dejado signos de patente devastación y de sufrimiento humano.
Magdalena busca y encuentra a las primeras
compañeras llamadas a seguir Cristo pobre, casto, obediente y enviadas a
testimoniar su incondicionada caridad entre los hermanos. En 1808, superadas
las últimas oposiciones de su familia, Magdalena deja definitivamente el
Palacio Canossa para empezar, en el barrio más pobre de Verona, aquella que
interiormente reconoce como la voluntad del Señor: servir a los más necesitados
con el corazón totalmente plasmado en Cristo. ¡La Caridad es un fuego que
inflama! Magdalena está dispuesta al Espíritu que la guía también entre los
pobres de otras ciudades: Venecia, Milán, Bérgamo, Trento ... En pocos
decenios, las fundaciones de la Canossa se multiplican, la familia religiosa
crece al servicio del Reino.
El amor por Cristo Muerto y Resucitado
arde en el corazón de Magdalena que, con sus compañeras, se vuelve testimonio
del mismo Amor en cinco sectores específicos: la escuela de caridad por el
crecimiento integral de la persona; la catequesis a todas las clases,
privilegiando a los más lejanos; la asistencia sobre todo hacia las enfermas en
los hospitales; seminarios residenciales para formar maestras, que obrasen en
el campo, y preciosas colaboradoras de los párrocos en las actividades
pastorales; cursos de ejercicios espirituales anuales para las damas de la alta
nobleza, con el fin de animarlas espiritualmente y envolverlas en los distintos
ámbitos caritativos.
Más tarde, esta actividad es dirigida a
cualquier clase de personas. Alrededor de la figura y de la obra de Magdalena
nacen constantemente otros testimonios de la Caridad: Naudet, Rosmini, Provolo,
Steeb, Bertoni, Campostrini, Verzeri, Renzi, los Cavanis, Leonardi, todos
fundadores de otras Familias religiosas. La Institución de las Hijas de la
Caridad obtiene, entre 1819 y 1820, la aprobación eclesiástica en las distintas
diócesis donde las Comunidades ya están presentes. El 23 de diciembre de 1828,
Su Santidad león XII aprueba la Constitución del Instituto con el Breve Si
Nobis.
Después de repetidos intentos negativos
con Don Antonio
Rosmini y con Don Antonio Provolo, hacia el fin de su vida,
Magdalena consigue empezar también el Instituto masculino que proyectó ya desde
1799. En Venecia, el 23 de mayo de 1831, abre el primer oratorio de los Hijos
de la Caridad para la formación cristiana de los jóvenes y de los adultos,
entregándolo al sacerdote veneciano Don Francesco Luzzo, ayudado por dos laicos
de Bérgamo: Giuseppe Carsana y Benedetto Belloni.
Magdalena acaba su intensa y fecunda
existencia terrena a la edad de 61 años. Muere en Verona el 10 de abril de 1835
asistida por sus Hijas. Era Viernes Santo. Fue beatificada por SS Pío XII en
1941 y canonizada el 2 de octubre de 1988, en la Plaza de San Pedro, por SS.
Juan Pablo II.
fuente: Vaticano
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
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