San Adón de Vienne, monje y obispo
fecha: 16 de diciembre
†: 875 - país: Francia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: 875 - país: Francia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Vienne, de Burgundia, san Adón,
obispo, que fue elegido para la sede siendo monje, y honró egregiamente la
memoria de los santos al escribir un Martirologio.

Adón procedía de una distinguida familia
del Gátinais. Se educó en la abadía de Ferriéres, cerca de Sens, bajo la
dirección del célebre Lupo Servato. Renunciando a un brillante porvenir en el
mundo, tomó el hábito en la abadía, donde pronto se distinguió por su santidad
y saber. El abad de Prüm, Markwardo, pidió al abad Sigulfo que enviase a Adón,
quien era todavía muy joven, a enseñar las ciencias sagradas en su monasterio.
Sigulfo accedió. Adón supo hacer de sus discípulos verdaderos siervos de Dios;
pero, a raíz de ciertas dificultades, tuvo que salir de Prüm. Más tarde,
Remigio de Lyon, arzobispo de dicha ciudad, le confió la parroquia de San Román.
Por otra parte, Lupo Servato, que había sido elegido abad de Ferriéres, se
constituyó en abogado de Adón, quien fue elegido y consagrado arzobispo de
Vienne el año 859. El santo predicó infatigablemente las verdades eternas.
Generalmente comenzaba así sus sermones: «Escuchad a la Verdad Eterna, que os
habla en el Evangelio», «Escuchad a Jesucrito, quien os dice», o alguna
expresión por el estilo. Adón fue un obispo admirable que se opuso
implacablemente a Lotario II de Lorena en los asuntos matrimoniales que
presentó al papa san Nicolás I.
Carlos el Calvo envió al santo a Roma a exponer el caso de Teutberga, y el Papa
escogió a Adón como legado para llevar las cartas que anulaban los infames
decretos del sínodo de Metz.
San Adón escribió varias obras, la más
conocida de las cuales es el «martirologio» que lleva su nombre. La primera
versión fue escrita en San Román, entre los años 855 y 860. Tanto el
martirologio de Usuardo, que era un resumen del de Adón, como las versiones
posteriores de este último, ejercieron una influencia muy fuerte sobre el
Martirologio Romano, y puede decirse que esa influencia fue perniciosa, porque
sus datos no eran de muy buena calidad. El beato usó, entre otras fuentes, el
«Martirologium Romanum Parvum», que pasaba por ser un martirologio antiguo de
la iglesia romana. Él mismo cuenta que en Ravena vio un manuscrito de dicha
obra, enviado a Aquilea por uno de los papas, y que hizo una copia para su
propio uso. Actualmente está probado que el «Parvum» era una obra espuria,
escrita en la época de Adón, y no han faltado quienes afirman que el propio
Adón fue el autor de ella. No hay por qué escandalizarse, ya que la idea -por
lo demás muy justa- de que la falsificación de documentos es algo reprobable,
data de mucho tiempo después. Aun en nuestros días, no es raro que se ponga en
circulación una leyenda piadosa o una fábula hagiológica, sin advertir
expresamente que se trata de un hecho dudoso o absolutamente falso desde el
punto de vista histórico.
San Adón escribió también las vidas de san
Desiderio y san Teuderio, y una Crónica Universal de las Seis Edades del Mundo,
desde la creación hasta el año 869. Vienne, como otras ciudades episcopales del
sur de Galia (por ejemplo Arles y Marsella), aspiraba a poseer orígenes
apostólicos. Adón inventó la tradición de que san Pablo envió a Crescente no a
Galacia -en la actual Turquía- sino a Galia (según 2Tim 4,10); y de hecho
durante siglos el Martirologio Romano conmemoró el 29 de diciembre la solemne
consagración de Crescente como primer obispo de Vienne, y hacía alusión a ella
al hablar del martirio de Crescente en Galacia, el 27 de junio. Éste, como
muchos otros errores y fábulas, fueron convirtiendo al Martirologio en una pozo
de leyendas más que en un recordatorio de la auténtica memoria santoral de la
Iglesia. Es una prueba más de que la santidad personal no está reñida con
cometer graves fallos. Adón murió en Vienne, el 16 de diciembre del 875. Se
alterna en la bibliografía el título de «santo» con el de «beato».
Hay una biografía de Adón en Mabillon,
vol. IV, pte. 2, pp. 262-275; pero su valor como fuente histórica es
discutible. Duchesne estudia la relación de Adón con Vienne, en Fastes
Episcopaux, vol. I, pp. 147, 162, 210. Dom Quentin investigó muy a fondo la
cuestión del martirologio de Adón, en Martyrologes historiques (1908). El
artículo «El Martirologio
en la Historia», de Alejandro Olivar (incluido en «El
Martirologio», del Centre de Pastoral Litúrgica, 2005) ofrece interesante
información introductoria para conocer mejor, y valorar los alcances y límites
del trabajo de Adón. Imagen: vidriera de san Adón, en la catedral de St.
Maurice, en Vienne.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
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can.: pre-congregación
país: Irlanda - †: s. inc.
país: Irlanda - †: s. inc.
En Hibernia, san
Beano, ermitaño.
can.: culto local
país: Francia - †: 867
formas del nombre: Eberhard
país: Francia - †: 867
formas del nombre: Eberhard
En Cisoing, de la
región de Artois, en la Galia, san Everardo, que siendo duque de Friuli fundó
este monasterio de canónigos regulares, en el cual fue sepultado algunos años
después de su muerte.
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