jueves, 5 de junio de 2025

Día 6 Mes del Sagrado Corazón de Jesús: Corazón agonizante de Jesús.

  Mes del Sagrado Corazón de Jesús: Día 6: Corazón agonizante de Jesús



Día 6 de junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús. Debemos ser devotos del Divino Corazón de Cristo que demuestra tanto amor a nosotros

La Devoción al Sagrado Corazón de Jesús, como la conocemos, comenzó alrededor del año 1672. En repetidas ocasiones, Jesús se le apareció a Santa Margarita María Alacoque en Francia, y durante estas apariciones le explicó la devoción a Su Sagrado Corazón como Él quería que la gente lo practicara. Para el día 6 de junio del mes del Sagrado Corazón,

Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús.

Hay dos cosas que siempre debemos encontrar juntas en la devoción al Sagrado Corazón: el Corazón de Cristo y el amor de Cristo por nosotros.
La verdadera devoción al Sagrado Corazón significa ser devotos al Divino Corazón de Cristo tal como Su Corazón representa y nos recuerda su amor a nosotros
Nuestro Señor Jesucristo pidió ser honrado en el símbolo de Su Sagrado Corazón. El Sagrado Corazón de Jesús representa el amor de Cristo por toda la humanidad, y nuestra devoción a ella es una expresión de nuestra fe en Su misericordia.
¡Conviértete en un fiel devoto del Sagrado Corazón de Jesús y verás milagros en tu vida!

1. Confía en el Sagrado Corazón de Jesús.

Amado Corazón de Jesús, Tú Permaneces como mi amante fiel y eterno, aunque yo vaya dando tumbos por el camino del amor, tu amor. Quieres que yo dé mucho fruto, pero para eso debo vivir unido a Ti, unido a tu sacratísimo corazón y a tu Palabra que es la semilla que alimenta al mío.
Dame de tu fuerza, de tu coraje, de tu amor y de tu perdón. Necesito a diario esas cuatro cosas en mi vida para tener la dirección correcta. Quiero hacer de mi vida una vida de servicio, obrar bien por los míos y por mi prójimo, desvivirme por ellos como Tú lo hiciste por mí.
Al final de mis días eso es lo que contará, no mi prestigio, riqueza, poder o belleza. Sé que quieres que construya mi vida sobre el amor que brota de tu Sagrado Corazón, que permanezca siempre firme y lleno de tu bondad. Confío en que Tú me llevarás seguro con la fuerza sanadora que emerge de tu Corazón.
Confío en Ti, confío en tu amor, confío en que me ayudas y me regalas tu bendición en todos los momentos de mi vida. Sagrado Corazón de Jesús, quiero amarte con verdadero amor. Amén

2. Oración inicial.

Sagrado Corazón de Jesús, necesito de tu fuerza que todo lo restaura, tu poder que sana y libera y conduce por nuevos caminos llenos de bendiciones.
Tú conoces lo que hay en mi corazón: quiero amarte y servirte, no porque sea un mandato, sino porque lo acepto como una petición de amor respetuosa y lleno de gozo por hacer tu voluntad, la cual, con ella siempre me diriges y quieres lo mejor para mí.
Sagrado Corazón de Jesús, quiero seguir tus pasos, vivir lo que Tú mismo viviste, amar lo que Tú amas, despreciar el mal que te aleja de mí.
Te amo, creo en tus mandamientos, que no son otra cosa que peticiones de amor que brotan de tu sagrado corazón. Amén. Sagrado Corazón de Jesús en ti confío. Amén.

3. Día 6 de junio: Corazón agonizante de Jesús.

También Jesús llora. ¿Recordáis el Huerto de los Olivos? Allí, el Corazón de Jesús fue expuesto al dolor, al miedo, a la tristeza. Aquí Jesús te renueva aquella triste escena. Pide adoradores, tiene sed de almas, y está solo, abandonado, olvidado. Solo en la noche. Solo en las largas jornadas. Siempre solo. ¿Irá quizá alguno a hacerle compañía?
Jesús vive en el sagrario y es abandonado por el hombre. Quiere ser su comida y sufre el rechazo. Derrama por él su sangre y la derrama inútilmente.
En vano el Señor llama adoradores a su altar. En vano llama a las almas a la comunión; pero los hombres se obstinan en vivir lejos de Él. Por eso, Él está triste.
Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

4. Oración final.

Amantísimo Corazón de Jesús, de Ti provienen abundantes gracias, misericordia y perdón, defiendes a los oprimidos, ayudas a los más débiles, rescatas a los que son despreciados.
Una y otra vez intervienes en cada una de mis debilidades, me acoges, me perdonas y me invitas a convertirme de corazón.
Sagrado Corazón de Jesús, Tú lo sabes todo, Tú escudriñas la profundidad de nuestros corazones y ves nuestro interior, conoces mi debilidad.
Quiero aprender a perdonar y a pedir perdón, a reconocerme pecador y no juzgar a los demás, más bien acudo a Ti, que eres la fuente de la misericordia, para que pongas en mí la gracia de ser misericordioso.
Quiero sabe inyectar esperanzas en vez de condenas. Derrama tu amor en mi corazón para solidarizarme con todos. No permitas que sea indiferente ante las personas que necesitan de una palabra de consuelo.
Te suplico, Oh Dios mío, que extiendas tu mano en estos momentos sobre mis heridas y sánalas con tu inmenso amor. Eres el dueño de mi vida. Todo te lo entrego. Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

Meditación final.

El Sagrado Corazón de Jesús quiere inspirar a los corazones de hombres y mujeres de nuestros días para que puedan estar fortalecidos ante los continuos ataques de antivalores de esta sociedad y además infundirles un gran deseo de llevar a cabo grandes obras de las que se creen ser incapaces de realizar.
El Corazón de Jesús le dijo a Santa Margarita María Alacoque:
"Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí".
Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

Oración al Sagrado Corazón de Jesús.

Oración del día 6 de junio. Sagrado Corazón de Jesús, con especial devoción me dirijo a ti en este momento para pedir tu sanación sobre todos aquellos que sufren de un terrible VICIO en su vida. Dales la fuerza para vencer ese mal que los ata a una vida turbia y vacía. Llénalos de esperanza para que puedan ver las promesas que le esperan a los que ponen tu confianza en Ti. Tú que, por tu inmenso amor, eres capaz de romper con todas las cadenas, suelta las ataduras de aquellos que, preso de sus emociones, no han podido encontrar una salida a su terrible mal y les ha conducido a separaciones, relaciones rotas, a crímenes o la violencia. Po los méritos de tu Sagrado Corazón, libéralos de esa tiranía del vicio. Quita de sus corazones todo ese apego excesivo a los placeres terrenales y pasajeros, para que puedan sentir la plenitud de tu amor y puedan alcanzar la vida eterna. Amén.

Oraciones de confianza al Sagrado Corazón para tiempos difíciles.

Sagrado Corazón de Jesús, manantial divino de paz y sosiego, dulce santuario de descanso, ven a mi vida a traer paz a mi alma y a fortalecer mi espíritu, especialmente en esta situación difícil que estoy atravesando...
- Nombra aquí tu situación -
Prometo, oh Manso y Sagrado Corazón, poner todas mis preocupaciones y miedos en la herida de tu costado, para ser atendido de acuerdo con tu perfecta voluntad, que sólo desea el mejor y más alto bien para aquellos que recurren a ti.
Sagrado Corazón Jesús, sólo tu amor es suficiente para librarme de la ansiedad, me rindo ante él; aferrándome a la esperanza de una rápida resolución, confiando en todas tus promesas. Amén.
Redacción: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net | Con información de: Padre León Dehón

Santos del día 6 de junio

                                                Santos del día 6 de junio

San Norberto, obispo, hombre de austeras costumbres y totalmente dedicado a la unión con Dios y a la predicación del Evangelio, que instituyó, cerca de Laon, en Francia, la Orden Premonstratense de Canónigos Regulares, y luego, designado obispo de Magdeburgo, en Sajonia, se mostró pastor eximio en la renovación de la vida cristiana y en la difusión de la fe entre las poblaciones vecinas. († 1134)

En Roma, en la vía Aurelia, a dos miliarios de la ciudad, santos Artemio y Paulina, mártires. († 302)
En Scete, en Egipto, san Besarión, anacoreta, que por el amor de Dios fue mendicante y peregrino. († s. IV)
En Grenoble, en Burgundia, san Ceracio, obispo, que expresó palabras de gratitud al papa san León I por haber escrito a Flaviano, y preservó a su grey del contagio de la herejía. († c. 452)
En Milán, en la Lombardía, san Eustorgio II, obispo, que, conocido por su piedad, justicia y demás virtudes propias de un pastor, edificó un célebre baptisterio. († 518)
En Hibernia, san Jarlato, obispo. († 550)
En los montes del Jura, san Claudio, a quien se considera como obispo y abad del monasterio de Condat. († c. 703)
En el territorio de Bolonia, en la Emilia, tránsito de san Alejandro, obispo de Fiésole, que, a su regreso de la ciudad de Pavía, adonde había ido para reclamar ante el rey de los longobardos los bienes de su iglesia retenidos por usurpadores, estos lo ahogaron arrojándolo a un río. († 823)
En Constantinopla, san Hilarión, presbítero y abad del monasterio llamado de Dalmacio, que por defender el culto de las sagradas imágenes tuvo que soportar cárcel, azotes y el exilio. († 845)
En las islas Orcadas, próximas a la costa de Escocia, san Colmán, obispo. († c. 1010)
En el monasterio de Cava dei Tirreni, en la Campania, beato Falcón, abad. († 1146)
En Clermont-Ferrand, en Aquitania, san Gilberto, abad de la Orden Premonstratense, que, después de haber vivido como eremita, fundó el monasterio y el hospital de Neufontaines. († 1152)
En Udine, en el territorio de Venecia, beato Bertrando, obispo de Aquilea y mártir, que trabajó en la formación del clero, alimentó con sus bienes a los pobres en tiempo de escasez, defendió con tesón los derechos de la Iglesia y, ya nonagenario, fue víctima de unos sicarios. († 1350)
En Ortona, en el Abruzo, beato Lorenzo de Másculis de Villamagna, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, ilustre por su celo en predicar la palabra de Dios. († 1535)
En Londres, en Inglaterra, beato Guillermo Greenwood, mártir, monje de la Cartuja de esta ciudad, que en tiempo de Enrique VIII, por su tenaz fidelidad a la Iglesia católica, consumó su martirio con la cárcel, el hambre y la enfermedad. († 1537)
En Saint-Chamond, en el territorio de Lyon, en Francia, san Marcelino Champagnat, presbítero de la Sociedad de María, que fundó el Instituto de Hermanos Maristas de la Enseñanza, para la formación cristiana de los niños. († 1840)
En la ciudad de Luong My, en Tonkín, santos mártires Pedro Dung y Pedro Thuan, pescadores, y Vicente Duong, agricultor, que en tiempo del emperador Tu Duc, por negarse a pisotear la Cruz, fueron condenados a la hoguera. († 1862)
En Ciudad de México, tránsito de san Rafael Guizar Valencia, obispo de Veracruz, en México, que durante el tiempo de persecución, tanto clandestinamente como en el destierro, ejerció con coraje su ministerio episcopal. († 1938)
En Sachsenhausen, en Alemania, beato Inocencio Guz, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, el cual, durante la ocupación militar de Polonia, su patria, por un régimen contrario a la religión y a los hombres, fue asesinado por los guardias del campo de concentración a causa de su fe en Cristo. († 1940)
En Chiavenna, en la región de la Lombardía, Italia, beata María Laura Meinetti, religiosa de las Hijas de la Cruz y mártir. († 2000)

06 de junio: Institución de las Monjas de la Visitación de Nuestra Señora por San Francisco de Sales (1610)

 

06 de junio: Institución de las Monjas de la Visitación de Nuestra Señora por San Francisco de Sales (1610)

La Orden de la Visitación de Santa María, V.S.M. u Orden de la Visitación de Nuestra Señora (en latin Ordo Visitationis Beatissimae Mariae Virginis) es una congregación de religiosas fundada por san Francisco de Sales y santa Juana Francisca Frémyot de Chantal. Se trata de un instituto de vida consagrada que viven en pobreza y humildad, caracterizándose también por no poner muchas restricciones a la hora de admitir a las postulantes (edad, estado de salud, viudedad, etc.). Su regla la crea San Francisco de Sales, quien se basa en la Regla de San Agustín. Promueven especialmente la devoción por el Sagrado Corazón de Jesús, de quien Santa Margarita María Alacoque, monja salesa, recibió las revelaciones.

Estas monjas son comúnmente llamadas visitandinas o salesas.


Historia

La orden fue fundada como congregación religiosa por Francisco de Sales (1567-1622), obispo de Ginebra entonces exiliado en Annecy, y por su discípula la baronesa Jeanne-Françoise Frémiot de Chantal (1572-1641). La idea de crear una nueva congregación había sido expuesta por el obispo a la baronesa el 4 de junio de 1607: el 6 de junio de 1610, en la casa de la Galerie de Annecy, donde vivía Francisco de Sales, Juana de Chantal y Charlotte de Bréchard fundaron el Instituto de la Visitación de Santa María. En 1611, tras un año de noviciado, las primeras hermanas hicieron la profesión de manos de los fundadores. Las primeras constituciones son de 1613: escritas por Francisco de Sales, no prescribe la clausura, pero recomienda el "ejercicio del amor divino" mediante la visita a los pobres y los enfermos: de ahí vendrá el nombre de "visitandines" que recibirán las hermanas. Además, promueve la devoción al Sagrado Corazón.

El arzobispo de Lyon, Denis-Simon de Marguemont, pidió a Francisco de Sales que se abriera un convento de salesas en la ciudad en 1615, las autoridades eclesiásticas, entonces, impusieron modificaciones a las constituciones, que tomarán la forma definitiva hacia el 1616. La congregación se convierte entonces en una orden monástica de clausura, dedicado a la vida contemplativa. La regla se basaba en la Regla de San Agustín. La orden fue aprobada por la Santa Sede el 23 de abril de 1618, el 16 de octubre fue erigida como orden religiosa por Pablo V.

Pronto tuvo una gran difusión: en 1622, a la muerte de Francisco de Sales, había 13 monasterios, en 1641, al fallecer Chantal, ya eran 87 casas.

(fuente: wikipedia.org)

miércoles, 4 de junio de 2025

Día 5 mes del Sagrado Corazón de Jesús: Los mandamientos de Dios

 Mes del Sagrado Corazón de Jesús: Día 5: Los mandamientos de Dios




Día 5 de junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús. Debemos volver nuestros rostros a Dios con esta devoción amorosa y pedirle Su misericordia

En 1899, el Papa León XIII consagró el mundo al Sagrado Corazón de Jesús. Desde entonces, sus sucesores han exhortado a los fieles a recurrir al Sagrado Corazón y a realizar actos de consagración personal. Para el día de junio, en el mes del Corazón de Jesús, vamos a meditar sobre los mandamientos de Dios a la luz de su misericordia.

Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús.

Muchos Papas han pedido a los fieles que ofrezcan oraciones y penitencias al Sagrado Corazón en reparación por los muchos pecados del mundo.
Teniendo en cuenta nuestra época, las tentaciones y los pecados de este mundo, la creciente apatía, también debemos volvernos en una devoción amorosa al Sagrado Corazón de Jesús y pedirle que derrame Su gracia sobre nosotros.
Debemos esforzarnos por hacer nuestros corazones igual al de Jesús, puesto que el mismo Señor nos dijo: "Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios". (Mateo 5,8)
Recordemos las palabras del Prefacio de la Misa en honor al Sagrado Corazón de Jesús:
"Elevado en la Cruz, Cristo dio su vida por nosotros, tanto nos amó. De su lado herido fluía sangre y agua, la fuente de la vida sacramental en la Iglesia. A su corazón abierto, el Salvador invita a todos lo hombres a sacar agua de alegría de los manantiales de salvación".
¡Venera con toda tu alma al Sagrado Corazón de Jesús!

1. Confía en el Sagrado Corazón de Jesús.

Amado Corazón de Jesús, Tú Permaneces como mi amante fiel y eterno, aunque yo vaya dando tumbos por el camino del amor, tu amor. Quieres que yo dé mucho fruto, pero para eso debo vivir unido a Ti, unido a tu sacratísimo corazón y a tu Palabra que es la semilla que alimenta al mío.
Dame de tu fuerza, de tu coraje, de tu amor y de tu perdón. Necesito a diario esas cuatro cosas en mi vida para tener la dirección correcta. Quiero hacer de mi vida una vida de servicio, obrar bien por los míos y por mi prójimo, desvivirme por ellos como Tú lo hiciste por mí.
Al final de mis días eso es lo que contará, no mi prestigio, riqueza, poder o belleza. Sé que quieres que construya mi vida sobre el amor que brota de tu Sagrado Corazón, que permanezca siempre firme y lleno de tu bondad. Confío en que Tú me llevarás seguro con la fuerza sanadora que emerge de tu Corazón.
Confío en Ti, confío en tu amor, confío en que me ayudas y me regalas tu bendición en todos los momentos de mi vida. Sagrado Corazón de Jesús, quiero amarte con verdadero amor. Amén

2. Oración inicial.

Sagrado Corazón de Jesús, necesito de tu fuerza que todo lo restaura, tu poder que sana y libera y conduce por nuevos caminos llenos de bendiciones.
Tú conoces lo que hay en mi corazón: quiero amarte y servirte, no porque sea un mandato, sino porque lo acepto como una petición de amor respetuosa y lleno de gozo por hacer tu voluntad, la cual, con ella siempre me diriges y quieres lo mejor para mí.
Sagrado Corazón de Jesús, quiero seguir tus pasos, vivir lo que Tú mismo viviste, amar lo que Tú amas, despreciar el mal que te aleja de mí.
Te amo, creo en tus mandamientos, que no son otra cosa que peticiones de amor que brotan de tu sagrado corazón. Amén. Sagrado Corazón de Jesús en ti confío. Amén.

3. Día 5 de junio: Los mandamientos de Dios.

Jesús habló claramente: "Si me amas, guarda mis mandamientos"¿Quieres salvarte? Observa mis mandamientos.
Aquí no hay escapatoria: para querer bien a Jesús y para salvarte, es necesario que hagas lo que Él te manda: observar sus santos mandamientos.
A ti no te queda mas que obedecer. Sí, es necesario obedecer. Pero la obediencia debe ser completa; observarlos todos y siempre.
Dios no ha dado ni cinco, ni siete mandamientos, sino diez; y al infierno se va lo mismo por transgredir uno que los diez. A la cárcel no se va por cometer muchos delitos; basta un solo delito
Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

4. Oración final.

Amantísimo Corazón de Jesús, de Ti provienen abundantes gracias, misericordia y perdón, defiendes a los oprimidos, ayudas a los más débiles, rescatas a los que son despreciados.
Una y otra vez intervienes en cada una de mis debilidades, me acoges, me perdonas y me invitas a convertirme de corazón.
Sagrado Corazón de Jesús, Tú lo sabes todo, Tú escudriñas la profundidad de nuestros corazones y ves nuestro interior, conoces mi debilidad.
Quiero aprender a perdonar y a pedir perdón, a reconocerme pecador y no juzgar a los demás, más bien acudo a Ti, que eres la fuente de la misericordia, para que pongas en mí la gracia de ser misericordioso.
Quiero sabe inyectar esperanzas en vez de condenas. Derrama tu amor en mi corazón para solidarizarme con todos. No permitas que sea indiferente ante las personas que necesitan de una palabra de consuelo.
Te suplico, Oh Dios mío, que extiendas tu mano en estos momentos sobre mis heridas y sánalas con tu inmenso amor. Eres el dueño de mi vida. Todo te lo entrego. Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

Meditación final.

El Sagrado Corazón de Jesús quiere inspirar a los corazones de hombres y mujeres de nuestros días para que puedan estar fortalecidos ante los continuos ataques de antivalores de esta sociedad y además infundirles un gran deseo de llevar a cabo grandes obras de las que se creen ser incapaces de realizar.
El Corazón de Jesús le dijo a Santa Margarita María Alacoque:
"Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí"
Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.
Jesús nos conoce y nos ama a todos. Su vida en la tierra fue una ofrenda de su infinita compasión. Su agonía y su pasión fueron la misericordia viva de su entrega hacia nosotros. Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por eso, el Sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y por nuestra salvación, se considera con razón, el principal signo y símbolo de este inmenso AMOR, un amor con el que el divino Redentor ama continuamente al Padre eterno y a todos los seres humanos sin excepción.

Oración al Sagrado Corazón de Jesús.

Oración del día 5 de junio. Sagrado Corazón de Jesús, quiero arrojarme a tus brazos en este momento para abrazar de Tu tierna misericordia. Tú eres mi refugio seguro, mi roca fuerte, mi escudo infalible y única esperanza. Acudo a ti hoy para que me des la gracia de verme librado de mis APEGOS, esos apegos que me distancian de Ti y no me permiten amar en plenitud. Tú tienes un remedio para todos mis males. Eres el hogar donde encuentro alivio a todos mis sufrimientos. Eres mi fuente infalible e inagotable de amor, de luz, fuerza, sabiduría, perseverancia, paz y consuelo. Es por ello que quiero ponerte por encima de todo. Libérame de esos apegos materiales y emocionales a los que he puesto por encima de tu Corazón amorosos. Dame la oportunidad de hacer las cosas bien. Ayúdame, protégeme, ten piedad de mí, oh Corazón de Jesús. Amén.

Oraciones de confianza al Sagrado Corazón para tiempos difíciles.

Sagrado Corazón de Jesús, manantial divino de paz y sosiego, dulce santuario de descanso, ven a mi vida a traer paz a mi alma y a fortalecer mi espíritu, especialmente en esta situación difícil que estoy atravesando...
- Nombra aquí tu situación -
Prometo, oh Manso y Sagrado Corazón, poner todas mis preocupaciones y miedos en la herida de tu costado, para ser atendido de acuerdo con tu perfecta voluntad, que sólo desea el mejor y más alto bien para aquellos que recurren a ti.
Sagrado Corazón Jesús, sólo tu amor es suficiente para librarme de la ansiedad, me rindo ante él; aferrándome a la esperanza de una rápida resolución, confiando en todas tus promesas. Amén.
Redacción: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net | Con información de: Padre León Dehón

Santos del día 5 de junio

                                              Santos del día 5 de junio

Memoria de san Bonifacio, obispo y mártir. Monje en Inglaterra con el nombre de Wifrido por el bautismo, al llegar a Roma el papa san Gregorio II lo ordenó obispo y cambió su nombre de pila por el de Bonifacio, enviándolo después a Germania para anunciar la fe de Cristo a aquellos pueblos, donde logró ganar para la religión cristiana a mucha gente. Rigió la sede de Maguncia (Mainz) y, hacia el final de su vida, al visitar a los frisios en Dokkum, consumó su martirio al ser asesinado por unos paganos. († 754)

En Egipto, santos Marciano, Nicandro, Apolonio y compañeros, mártires, de quienes se cuenta que, por haber confesado la fe cristiana, después de diversos tormentos fueron emparedados, y quedaron expuestos al sol ardiente hasta morir extenuados de calor, sed y hambre. († s. III)
En Tiro, en Fenicia, san Doroteo, obispo, que ya como simple presbítero padeció mucho bajo el emperador Diocleciano, y en tiempo del emperador Juliano, con más de ciento siete años de edad, honró su ancianidad con el martirio, que consumó en Tracia. († s. IV)
En Auvernia, en Aquitania, san Ilidio, obispo, que llamado por el emperador a Tréveris para que liberase a su hija de un espíritu inmundo, al regreso del viaje falleció en el Señor. († 384)
En Como, en la Lombardía, san Eutiquio, obispo, insigne por su vida de oración y su amor a Dios y a la soledad. († 539)
En Dokkum, en Frisia, santos Eoban, obispo, Adelario y nueve compañeros, que, junto con san Bonifacio, culminaron gloriosamente su vida con el martirio. Sus nombres: Vintrungo y Gualterio, presbíteros; Amundo, Sevibaldo y Bosa, diáconos; Vacaro. Gundecaro, Eluro y Atevulfo, monjes. († 754)
En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, beato Sancho, mártir, el cual, oriundo de Albi, lugar de la Galia, aún adolescente fue hecho cautivo y educado en el palacio real sarraceno, pero en la persecución suscitada por los musulmanes no dudó en asumir el martirio por su fe en Cristo. († 851)
Cerca de Assergi, en los Abruzos, san Franco, eremita, que se construyó una pequeña celda en una cueva entre abruptas rocas, donde llevó una vida de austeridad y sencillez. († s. XII)
En Ciano, cerca de Mileto, en Calabria, san Pedro Spanó, eremita, insigne por su pobreza y espíritu de compunción. († s. XII)
En Shiki, de Amakusa, Japón, beato Adán Arakawa, catequista mártir, que decapitado por la noche y en clandestinidad, mostró más ánimo que sus verdugos. († 1614)
En Hanoi, en Tonkín, san Lucas Vu Bá Loan, presbítero y mártir, decapitado en tiempo del emperador Minh Mang por su fe en Cristo. († 1840)
En la ciudad de Tang Gia, también en Tonkín, santos Domingo Toai y Domingo Huyen, mártires, que, siendo padres de familia y pescadores, bajo el emperador Tu Duc consumaron su martirio al ser quemados vivos tras los tormentos sufridos en la cárcel, donde exhortaban a los compañeros a mantener la fe. († 1862)
En Nieszawa, Polonia, Beata Margarita (Lucía) Szewczyk, virgen, fundadora de la Congregación de las Hijas de la Bienaventurada Virgen María de los Dolores. († 1905)