viernes, 31 de octubre de 2014

España: el arzobispo de Madrid inauguró el Foro Cristianismo y Sociedad 31102014

España: el arzobispo de Madrid inauguró el Foro Cristianismo y Sociedad

La primera sesión abordó la dignidad humana y la inmigración en Ceuta y Lampedusa

El arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, ha inaugurado este viernes la primera sesión del Foro Cristianismo y Sociedad, organizado por Justicia y Paz de Madrid, la Parroquia San Jerónimo el Real y la Fundación Crónica Blanca, con una mesa redonda titulada "Lampedusa, Ceuta ¿Cuál será la siguiente? Dignidad de la persona y emigración".

  
En el acto, que se ha celebrado en el templo de Los Jerónimos y ha comenzado poco después de las 20 horas, han intervenido el profesor del departamento de Sociología y Trabajo de la Universidad Pontificia de Comillas, Pedro Cabrera; el director del secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, José Luis Pinilla, y el arzobispo de Tánger, Mons. Santiago Agrelo.

El Foro Cristianismo y Sociedad, vinculado académicamente al Máster en Periodismo Social de la Fundación Crónica Blanca y la Universidad CEU San Pablo, consta de tres programas: un seminario sobre ética social; un espacio de visionado y debate de películas y documentales de temática social; y una serie de seis mesas redondas.

Además de la mesa redonda sobre inmigración, se celebrarán otras cinco que versarán sobre los siguientes temas: "¿Tiene arreglo la política? Democracia y gestión pública"; "¿Es viable una empresa justa y solidaria? Economía y empresa"; "¿Qué es antes, el trabajo o el capital?'; '¿Está diciendo algo nuevo el papa Francisco?"; y "Cultura mediática: ¿Hacia Babel o hacia Pentecostés?".

En estos encuentros, participarán, entre otros, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el sacerdote José María Gil Tamayo; el presidente de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García; y Francisco Vázquez, que fue embajador de España ante la Santa Sede de 2006 a 2011.

No confundir la “Santa Muerte” con fiesta de los fieles difuntos 31102014

No confundir la “Santa Muerte” con fiesta de los fieles difuntos

 
Imágenes de la Santa Muerte en mercado de Ciudad de México. Foto: Wikipedia / Maurice Marcellin (CC BY-SA 3.0)
Imágenes de la Santa Muerte en mercado de Ciudad de México. Foto: Wikipedia / Maurice Marcellin (CC BY-SA 3.0)
 
MÉXICO D.F., 31 Oct. 14 / 07:06 am (ACI).-

Cercanos al día de los fieles difuntos, algunas personas se preparan para celebrar a la llamada “Santa Muerte”, en diversos lugares de Estados Unidos y México, como en Ciudad Juárez, donde se ha incrementado el número de adeptos.

“Mucha gente nos critica, no les gusta, pero no entienden que para nosotros (la ‘Santa Muerte’) es un santo, solo que tiene un aspecto diferente al de ellos”, dijo al diario MX Josefina Ramírez, encargada de uno de los “santuarios” donde la gente “rinde culto”.

“Cada día nos llega una persona desconocida que comienza a creer en ella, cada vez vemos que vienen más y más, está creciendo el número de gente que le es leal”, añadió.

La Santa Muerte es una falsa devoción difundida en distintos lugares de México y otros países de América Latina. Es representada con una calavera adornada, según el gusto personal de los adeptos.

Narcotraficantes, delincuentes, ex convictos o secuestradores se acercan a esta controvertida imagen para pedir por el éxito de sus delitos. Este culto blasfemo también está vinculado a prácticas de brujería.

En el 2012, integrantes de la secta asesinaron en Sonora (México) a dos niños de 6 y 7 años, y una mujer de 55. Ambos murieron degollados como ritual de sacrificio dedicado a la “Santa Muerte”.

Recientemente el vocero de la Diócesis de Veracruz en México, P. Víctor Díaz, recordó que “la muerte no es santa. Aquí no hay ninguna Santa Muerte porque Cristo ha venido a vencer la muerte y al pecado, por eso nosotros debemos de celebrar el recuerdo de nuestros fieles difuntos que están en la Gracia de Dios”.

La falsa “Santa Muerte” también es conocida como San La Muerte, Señor de la Buena Muerte, Señor de la Paciencia, San Justo Nuestro Señor de la Buena Muerte, Nuestro Señor de Dios y la Muerte, San Esqueleto, Ayucaba, Señor que Todo Lo Puede, San Severo de la Muerte o El Santito.

 

Ideas para celebrar la Fiesta de todos los Santos con los más pequeños 31102014

Ideas para celebrar la Fiesta de todos los Santos con los más pequeños

 
Foto: Shower of Roses / http://showerofroses.blogspot.com
Foto: Shower of Roses / http://showerofroses.blogspot.com
 
LIMA, 31 Oct. 14 / 04:35 pm (ACI).-

Disfraces, dulces, flores y hasta las polémicas calabazas también puede ser útiles para celebrar la Fiesta de todos los Santos con los más pequeños. Aquí algunas propuestas.

En algunas parroquias y comunidades católicas se va haciendo costumbre disfrazar a los niños de su santo favorito y reunirse en un sitio para un compartir con actividades infantiles. No se necesita una gran inversión, sino que con ayuda de algunas telas u objetos caseros, se puede lograr una buena caracterización.

Por ejemplo si la idea es vestir a la consentida de la casa como Santa Catalina de Siena, se puede usar un largo vestido blanco con una tela negra para la cabeza en forma de “toca” (lo que usan las religiosas), sostenida por una corona de ramas secas. Mientras que en la mano puede llevar una cruz con azucenas.

Si se desea darle un toque más dulce, se puede cambiar el vestido por uno de color crema y la corona de ramas por una de rosas y así podría convertirse en Santa Rosa de Lima.

En el caso de los varones, una gran manta o sábana blanca que envuelva el cuerpo y una imagen de la Virgen de Guadalupe, en la parte frontal, daría la impresión de tener en la familia a un San Juan Diego con el manto de la Guadalupana.

También se podría representar a Santo Domingo Savio, patrono de las los coros de niños, con un pantalón marrón, casaca verde, camisa blanca y una corbata “michi”. Aunque si lo que se busca es caracterizar a un santo fundador, entonces una túnica negra  o marrón mostrarían a un San Ignacio de Loyola o un San Francisco de Asís, respectivamente.

En las actividades infantiles se pueden utilizar recipientes con caramelos y pegar en ellos la estampa de los santos que sean más conocidos.

Por ejemplo, para profundizar sobre la vida de San Juan Pablo II, se hacen preguntas de la vida del Pontífice y el que responda correctamente, sacará un caramelo del recipiente que tiene la imagen del “Papa peregrino”. En los dulces se pueden envolver algunas de sus frases más famosas.

Los que viven en zonas de época de calabazas, como Estados Unidos, la idea es usar este vegetal para dibujar en ellas una estrella, una cruz y, para los más creativos, el rostro de la Virgen María o de Cristo. De esta manera se evitará las caras terroríficas y así darle un sentido más cristiano.

 

«APRESURÉMONOS HACIA LOS HERMANOS QUE NOS ESPERAN»

Reflexión Espiritual

De los sermones de san Bernardo, abad: «APRESURÉMONOS HACIA LOS HERMANOS QUE NOS ESPERAN»
Despertémonos, por fin, hermanos; resucitemos con Cristo, busquemos los bienes de arriba, pongamos nuestro corazón en los bienes del cielo. Deseemos a los que nos desean, apresurémonos hacia los que nos esperan, entremos a su presencia con el deseo de nuestra alma. Hemos de desear no sólo la compañía, sino también la felicidad de que gozan los santos, ambicionando ansiosamente la gloria que poseen aquellos cuya presencia deseamos. Y esta ambición no es mala, ni incluye peligro alguno el anhelo de compartir su gloria.

El segundo deseo que enciende en nosotros la conmemoración de los santos es que, cómo a ellos, también a nosotros se nos manifieste Cristo, que es nuestra vida, y que nos manifestemos también nosotros con él, revestidos de gloria. Entretanto, aquel que es nuestra cabeza se nos representa no tal como es, sino tal como se hizo por nosotros, no coronado de gloria, sino rodeado de las espinas de nuestros pecados. Teniendo a aquel que es nuestra cabeza coronado de espinas, nosotros, miembros suyos, debemos avergonzarnos de nuestros refinamientos y de buscar cualquier púrpura que sea de honor y no de irrisión. Llegará un día en que vendrá Cristo, y entonces ya no se anunciará su muerte, para recordarnos que también nosotros estamos muertos y nuestra vida está oculta con él. Se manifestará la cabeza gloriosa y, junto con él, brillarán glorificados sus miembros, cuando transfigurará nuestro pobre cuerpo en un cuerpo glorioso semejante a la cabeza, que es él.

Deseemos, pues, esta gloria con un afán seguro y total. Mas, para que nos sea permitido esperar esta gloria y aspirar a tan gran felicidad, debemos desear también, en gran manera, la intercesión de los santos, para que ella nos obtenga lo que supera nuestras fuerzas.

(Sermón 2: Opera omnia, edición cisterciense, 5 (1968), 364-368)

Noticelam, el Boletín del Consejo Episcopal Latinoamericano (“Achicando brechas”) 31102014

Noticelam, el Boletín del Consejo Episcopal Latinoamericano

2014-10-31 Radio Vaticana


“Achicando brechas”, es el título del Editorial N° 47 del Noticelam, el Boletín del Consejo Episcopal Latinoamericano.
Los Editores recuerdan que, “en tiempos de desigualdades sociales, achicar brechas en el ámbito eclesial ─ concepto que implica necesariamente apertura de conciencias ─  propone como primer objetivo la esperanza en la motorización de muchas opciones simultáneas, bien concretas.
La latencia luminosa del deseo de cambiar realidades – señalan los redactores – se percibe en los proyectos que van tomando cuerpo aquí y allá, aumentando el paisaje de manos tendidas que acompañan el camino hacia un espacio en el que las avenidas digitales ya son parte del tránsito crepitante en nuestras ciberciudades.
En este sentido, la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL) late irrigando futuro hoy cuando achica la brecha digital, incluyendo a más y más comunidades a la vida en red. Red que se hace redes y más. El Equipo de Redacción recuerda que, durante la tercera semana de noviembre, Lima será la sede del XIII Encuentro Continental de la Red Informática de la Iglesia en América Latina, bajo el título “Redes para una cultura del encuentro”, esta iniciativa – recuerdan los Redactores – es impulsada por el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales (PCCS), el CELAM y la Conferencia Episcopal Peruana. La presencia del Noticelam está garantizada en este evento.
De otro lado, el Equipo de Redacción destaca las siguientes noticias  en esta edición:
Los Movimientos Sociales han hecho resonar su voz en el Vaticano en un primer Encuentro Internacional del que participaron más de 100 organizaciones, donde el Papa Francisco supo dar palabra al compromiso, a las luchas y alegrías, allí representadas.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina envía un video mensaje a la ciudadanía para aportar datos sobre la sustracción de bebés nacidos durante el cautiverio de sus madres durante la última dictadura militar de los años 1976-1983.
El obispo auxiliar de San Pedro Sula, Honduras, se expresa sobre la situación en las cárceles de su país.
El CELAM presentó el libro Antropología trinitaria para nuestros pueblos.
La Conferencia Episcopal del Brasil manifiesta preocupación por los derechos de los indígenas.
Y, además, en esta edición de NOTICELAM miramos con especial alegría hacia Haití, Perú y Brasil por las designaciones episcopales conocidas esta última semana.
(from Vatican Radio)

Reto de amor: saber escuchar 31102014

Reto de amor: saber escuchar

Hola buenos días hoy Sión nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
ECO EN EL SILENCIO
Puede que no lo hayas notado, pero estoy convencida de que, varias veces al día, el universo entero guarda silencio.Esta semana me ha tocado ser hebdomadaria; es decir, la que dirige la oración litúrgica. Dicho así no parece nada terrorífico, pero hay que leer la letra pequeña… ¡Resulta que es la que tiene que entonar al empezar el coro!
Vale, no es para tanto, sólo es cantar una frase… pero es que llega el momento, y a mí me da no sé qué. Ya te decía al principio, estoy segura de que el universo se queda en silencio. Los pájaros se callan, el viento para… ¡vamos, que hasta me parece que el órgano no logra subir el volumen para darme la nota! Lo único que se oye es el silencio. Y es que una cosa es cantar una canción tú solita, y otra muy distinta es entonar para que te siga toda una Comunidad. Más de una vez he mirado el florero que hay a los pies del altar deseando esconderme dentro…
Le estaba contando todos estos percances musicales al Señor cuando, de pronto, me hizo entender. ¿Sabes qué? El silencio que noto a mi alrededor no es una sensación fruto de los nervios… ¡en Cristo es una realidad!
¿Te ha pasado alguna vez que, al hablar con alguien por teléfono, percibes que a la vez está trabajando en su ordenador, arreglando su habitación, etc? Te escucha, sí, pero no del todo. Espera, espera… tú también lo has hecho alguna vez, ¿a que sí?
Hoy el reto del amor es saber escuchar. Pero, para poder aprender, ¿qué mejor que acudir al Maestro? En cuanto te sientas a orar… ¡para Cristo el universo se vuelve silencio! Él está totalmente contigo, toda su atención es para ti. ¡Eres precioso a sus ojos! Disfruta de su cariñosa escucha… Y, si hoy alguien te llama, mira a Cristo y haz silencio. Así podrás escuchar al que está al otro lado del teléfono… ¡y escucharás también los susurros del Señor! ¡Te invito a que hoy tus conversaciones sean “a tres”! ¡Feliz día!
¡VIVE DE CRISTO!

Si pastores cristianos no "casan" a gays, irán a la cárcel 29102014

Si pastores cristianos no "casan" a gays, irán a la cárcel

 
David y Evelyn Knapp. Foto: Cortesía de Alliance Defending Freedom
David y Evelyn Knapp. Foto: Cortesía de Alliance Defending Freedom
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WASHINGTON D.C., 29 Oct. 14 / 04:27 pm (ACI/EWTN Noticias).-

Dos ministros cristianos en Coeur d'Alene, estado de Idaho (Estados Unidos), podrían enfrentar un castigo legal o ser forzados a vender su capilla matrimonial de casi 100 años, si se niegan a realizar ceremonias de "matrimonio" homosexual.
"Muchos han negado que los pastores serían alguna vez obligados a realizar ceremonias que son completamente opuestas a su fe, pero eso es lo que está sucediendo aquí, y ha sucedido así de rápido", dijo el 18 de octubre Jeremy Tedesco, consejero legal principal del grupo defensor de la libertad religiosa Alliance Defending Freedom.
"El gobierno no debería forzar a ministros ordenados a actuar contra su fe bajo amenaza de tiempo en cárcel y multas criminales", dijo. "La ciudad no puede borrar estas libertades fundamentales y reemplazarlas con coerción del gobierno e intolerancia".
Tedesco respondió al cambiante clima legal en Idaho, que está amenazando el trabajo de David y Evelyn Knapp, ordenados ministros de la Iglesia Internacional del Evangelio de Foursquare.
Casados durante 47 años, la pareja ha dirigido la Capilla Matrimonial Hitching Post, de 95 años de antiguedad, desde 1989.
Las autoridades de Coeur d’Alene han dicho a los Knapps que su negativa a realizar ceremonias homosexuales en su capilla viola la política anti-discriminación de la ciudad. Por cada día que se rehusen a realizar la ceremonia, se enfrentan hasta a 180  días en cárcel y hasta multas de 1,000 dólares.
La aplicación de la ordenanza anti-discriminación de la ciudad sigue a un mandato de una corte federal que anuló la enmienda constitucional de Idaho, que definió el matrimonio como una unión de un hombre y una mujer.
Alliance Defending Freedom ha presentado una denuncia federal en representación de los Knapps, buscando una orden de restricción temporal contra la ley de la ciudad.
"Si los Knapps se rehusan a realizar una ceremonia homosexual por una semana, se arriesgan a ir a la cárcel por más de tres años y ser multados con 7 mil dólares", reclama la demanda presentada por Alliance Defending Freedom para proteger el negocio familiar. "Si los Knapps se rehúsan a realizar una ceremonia homosexual por 30 días, se arriesgan a ir a la cárcel por más de 14 años y ser multados por 30 mil dólares. Si los Knapps se rehusan a realizar una ceremonia homosexual por un año, se arriesgan a ir a la cárcel por 180 años y ser multados por 365 mil dólares".
La empresa de los Knapps que opera la capilla, Hitching Post Weddings, dice en su documento fundacional que el negocio busca promover el matrimonio bíblico.
Las ceremonias religiosas de la capilla invocan la bendición de Dios sobre los recién casados, y citan la Biblia alentando a la pareja a tener un matrimonio exitoso.
Las parejas casadas en la capilla reciben un CD con dos sermones sobre el matrimonio, y reciben recomendaciones de muchos libros cristianos sobre el matrimonio. Los Knapps cobran una pequeña tarifa por los matrimonios en su capilla.
"La ciudad tiene graves deficiencias en su fundamento jurídico, y nuestra demanda busca asegurar que la libertad de esta pareja de adherirse a su propia fe como pastores esté protegida, de acuerdo al propósito de la Primera Enmienda".
La demanda argumenta que la aplicación de la ley por parte de la ciudad viola el Acta de Restauración de la Libertad Religiosa de Idaho.
En declaraciones en mayo de este año a la estación de noticias KXLY de Spokane, Washington, Donald Knapp señaló que "no puedo unir a la gente en una forma en la que creo que entraría en conflicto con lo que la Biblia enseña".
"No odio a esas personas. No creo que nadie debe jamás ser abusivo o tratarlos mal o nada como eso, pero no puedo, con la conciencia tranquila, unir a una pareja así", dijo.
Los Knapps dijeron en mayo que si la ley los obliga a realizar ceremonias homosexuales, ellos buscarán vender la capilla.
Warren Wilson, un funcionario de la oficina del fiscal de la ciudad, dijo en mayo al SpokaneSpokesman-Review que la capilla "sería probablemente considerada un lugar e alojamiento" que estaría sujeto a la ordenanza anti-discriminación de la ciudad.
Jonathan Scruggs, consejero legal de Alliance Defending Freedom, criticó que las autoridades de la ciudad "de alguna forma esperan que los pastores ordenados accionar un interruptor y apagar toda fidelidad a su Dios y a sus promesas".

 

Seminarista rescata Eucaristía de inminente profanación del Estado Islámico 31102014

Seminarista rescata Eucaristía de inminente profanación del Estado Islámico

 
Martin Baani. Foto: Ayuda a la Iglesia Necesitada
Martin Baani. Foto: Ayuda a la Iglesia Necesitada
ERBIL, 31 Oct. 14 / 04:20 am (ACI).- Por: John Pontifex

Las bombas caen y el sonido de la explosión conmociona y transmite miedo a los corazones de las personas. En medio del sonido del llanto y de la actividad frenética, la gente empaca las pertenencias que puede llevar y se va en medio de la noche.

En medio de todo, se encuentra Martin Baani, un seminarista de 24 años. Se da cuenta que esta es la última batalla de Karamlesh.

Durante 1,800 años el cristianismo ha tenido un hogar en los corazones y mentes de los pobladores de la aldea, tan llena de antigüedad. Ahora, esa época está a punto de llegar a un calamitoso final; el Estado Islámico está avanzando.

El teléfono móvil de Martin suena: un amigo tartamudea la noticia de que el poblado cercano de Telkaif ha caído en manos de "Da'ash" -el nombre árabe del Estado Islámico. Karamlesh seguramente sería la siguiente.

Martin sale pronto de la casa de su tía, donde se está quedando, y se dirige a la cercana iglesia de San Addai. Él toma el Santísimo Sacramento, un fajo de papeles oficiales y sale de la iglesia. Afuera lo espera un automóvil. Su párroco, el P. Thabet, y tres sacerdotes más están dentro.

Martin entra y el auto acelera. Ellos dejan Karamlesh y los últimos remanentes de la presencia cristiana en el pueblo se van con ellos.

 Hablando con Martin en el calmado Seminario de San Pedro, en Ankawa -un suburbio de la capital regional kurda de Erbil- es difícil imaginar que está describiendo algo excepto una pesadilla. Pero no hay nada de sueño en la expresión de Martin. "Hasta el último minuto, la Pashmerga (las fuerzas armadas kurdas que protegen los poblados) nos decían que (el lugar) era seguro.

"Pero entonces escuchamos que estaban ubicando armas grandes sobre la Colina de Santa Bárbara (en el límite del pueblo), y entonces supimos que la situación se había vuelto muy peligrosa".

Haciendo un balance de esa terrible noche del 6 de agosto, la confianza de Martin se ve reforzada por la presencia de otros 27 seminaristas en San Pedro, muchos de ellos con sus propias historias de escape las garras de militantes islámicos.

Martín y sus compañeros estudiantes para el sacerdocio saben que el futuro es poco prometedor respecto al cristianismo en Irak. Una comunidad de 1.5 millones de cristianos antes de 2003 se ha reducido a menos de 300 mil. Y de aquellos que permanecen, más de un tercio están desplazados. Muchos, si no la mayoría, quieren una nueva vida en un nuevo país.

Martin, sin embargo, no es uno de ellos. "Fácilmente me podría ir", explicó con calma. "Mi familia ahora vive en California. Ya me han dado una visa para ir a Estados Unidos y visitarlos".

"Pero me quiero quedar. No quiero escapar del problema".

Martin ya ha tomado la elección que marca a los sacerdotes que han decidido quedarse en Irak; su vocación es servir a la gente, pase lo que pase.
"Debemos luchar por nuestros derechos. No debemos tener miedo", explicó. Describiendo en detalle el trabajo de auxilio en las emergencias que ha ocupado mucho de su tiempo, es fácil ver que siente que su lugar es estar con la gente.

Martin ya es sub diácono. Ahora en su año final de teología, la ordenación sacerdotal está a solo unos meses.

"Gracias por sus oraciones", dice Martin mientras lo dejo. "Contamos con su ayuda".
John Pontifex es periodista principal de Ayuda a la Iglesia Necesitada, una organización internacional católica de caridad bajo la guía de la Santa Sede, que provee asistencia a la Iglesia sufriente y perseguida en más de 140 países.

 

Oración, la gran palanca de la fe.(Habla con Dios. La Oración)

Oración, la gran palanca de la fe
Habla con Dios
Para orar, es necesario querer orar. La oración es buscar a Dios, es ponernos en contacto con Él.


Por: Jesús Martí Ballester | Fuente: Publicado en Betania



 
 
"Dadme un punto de apoyo y moveré la tierra."

Es muy conocida esta frase de Arquímedes de Siracusa: “Dadme un punto de apoyo y moveré la tierra”, la verdad de cuyo principio ha sido demostrada por la ciencia y la experiencia y de sobra conocemos la fuerza prodigiosa que desarrolla la palanca, barra rígida apoyada sobre un punto llamado fulcro, según definición de la mecánica física, teniendo por una parte la resistencia, que es lo que se quiere levantar o mover, y por otra, la fuerza. La distancia que hay entre el punto de apoyo y la fuerza es el "brazo de palanca", que puede ser igual o desigual, como la balanza y la "romana", en la que al ser el brazo del peso muy corto y el de la fuerza muy largo, permite pesar toneladas con gramos. Si el brazo de la palanca es suficientemente largo, un solo gramo es capaz de contrapesar muchas toneladas. Leonardo Da Vinci, adelantándose en esto a Stevin de Brujas, aprovechó este conocimiento para demostrar la ley de la palanca por el método de las velocidades virtuales, principio que ya enunciaba Aristóteles, anticipándose a Bernardino Baldi y a Galileo. Con una palanca conveniente, hasta un niño puede levantar miles de toneladas: Dicho esto, hemos entrado en el tema. Ha dicho Jesús: “Si tenéis fe como un grano de mostaza diréis a esta montaña: “Lánzate al mar, y se lanzará”.


LA ORACIÓN PALANCA MORAL

Con la fe como fulcro, o punto de apoyo, la esperanza como barra que sostiene el peso a levantar, la oración en el extremo opuesto, ésta se constituye en la palanca que levanta el mundo, según el principio científico de Arquímedes y el testimonio de la Sagrada Escritura.

El Movimiento de Cursillos de Cristiandad usa mucho el vocablo, "Palanca", incluyendo en ella la oración y los sacrificios que se hacen para conseguir el fruto del Cursillo. Resulta que la esperanza del orante y la confianza de conseguir lo que se pide, se convierten en brazo de palanca, de forma que cuanto mayor es la "confianza", mayor es el poder de la palanca, y bastará una fuerza pequeñísima para obtener lo que se pide. Sin fe, si no creemos que Dios puede darnos lo que pedimos, no hay oración posible. Si no creemos que Dios existe, o si, creyéndolo, pensamos que no puede darnos lo que le pedimos, la oración es inútil. Por eso los musulmanes, que creen en el fatalismo, determinado infaliblemente, no tienen oración de petición. Al no creer que Dios nos puede dar lo que le pidamos, sólo hacen oración de adoración, practicada, eso sí, con gran devoción tres veces al día; pero sin pedir nada a Dios, porque creen que es inútil.


LA FE, PUNTO DE APOYO Y LA CONFIANZA, BRAZO DE PALANCA

Para que la oración sea eficaz, es necesario esperar que Dios nos va a dar lo que le pedimos, y eso es confianza, que no sólo nace de la fe en que Dios puede darnos lo que le pedimos, sino fiarse de la promesa de Dios de escucharnos: “Pedid y recibiréis, llamad y se os abrirá, buscad y hallaréis”. “El que pide recibe, al que llama se le abre, el que busca, encuentra”. Esa verdad revelada es la fuente de la que brota la confianza de que Dios nos concede lo que le pedimos porque lo ha prometido. Esta es la fe y la confianza que pide Cristo, cuando garantiza que si decís a esta montaña: “arráncate y arrójate al mar, os obedecerá”. “Si tenéis fe, todo lo que pidiereis en la oración, lo alcanzaréis." La fe y la confianza, que se completan la una a la otra, hacen la oración eficaz.


LOS APOSTOLES VACILABAN

Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu que no lo deja hablar; cada vez que lo agarra lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han podido
Jesús preguntó al padre del poseso: --¿Cuánto tiempo hace que esto sucede? --Desde la niñez –respondió-- y muchas veces lo ha tirado al agua y al fuego, para acabar con él. Pero si puedes algo, socórrenos, compadecido de nosotros. Jesús le dijo: --Si tú puedes creer, todo es posible para el que cree. El padre del muchacho exclamó: --¡Señor! Yo creo, pero ayuda tú mi incredulidad. Aquel padre creía, pero no creía con bastante firmeza para tener confianza ilimitada en Cristo. También los discípulos creían en el poder de Cristo, pero dudaban por falta de confianza y preguntan a Jesús: -- ¿Por qué no pudimos echarlo nosotros? -- Esta ralea no sale más que a fuerza de oración confiada. Los discípulos pidieron a Jesús que les aumentara la fe y la confianza: --Señor, auméntanos la fe. La diferencia entre la fe y la confianza se ve con mucha claridad en el caso del padre de este endemoniado.
(Mc 11, 21).

Dice el texto latino: "Si habueritis fidem sicut granum sinapis et non haesitaveritis...". “Si tuviereis fe como un grano de mostaza y no vacilarais. El verbo “haesito”, significa dudar, vacilar e indica incertidumbre, irresolución. Cuando "la confianza" es ilimitada, o lo que es lo mismo, cuando el brazo de palanca es muy grande, la oración obra milagros. Pero este brazo de palanca tan colosal es escaso.


¿QUÉ REMEDIO?: LA POLEA

Cuando deseamos conseguir algo careciendo de esta confianza ilimitada, podemos usar la polea, verdadera palanca, que es una cuerda flexible y deslizante alrededor de una rueda, que en el extremo de la cuerda lleva el peso, y al otro extremo la fuerza para que tirando el peso vaya subiendo poco a poco. Una serie de tirones va elevando el peso; pero si se deja de tirar y se suelta la cuerda, el peso, que ya había subido a cierta altura, cae precipitadamente.

Así funciona nuestra oración, cuando la confianza es limitada... Y así resulta ser nuestra oración ordinaria, como elevada por la polea. Queremos obtener de Dios una gracia, que es como querer levantar un peso, pero no tenemos la confianza suficiente para poder alcanzarla de una vez, por falta de fuerza capaz de levantarla de un solo tirón, y pedimos repetidas veces a Dios lo que deseamos, como a pedacitos de confianza. Actuamos como con la polea, subimos el peso a base de tirones sucesivos. Si nuestra confianza fuera muy grande, como la del centurión de Cafarnaún, o la de la Cananea de Tiro, de los cuales dijo Jesús admirado: “No he encontrado tanta fe en Israel”, no necesitaríamos orar más que una vez para obtener lo que pedimos, como ellos. Al no tener esa confianza, necesitamos dar tirones sucesivos. Ha sido necesario repetir y repetir nuestra oración porque nuestra confianza es muy pequeña. Si nuestros pedazos de confianza son más grandes, necesitaremos repetir nuestra oración menos veces.


ANTE EL FRACASO DE LA ORACIÓN

Cuando la confianza es nula, aunque se repitan mil veces las oraciones no se logra nada, como si no se tira de veras de la polea, el peso se quedará donde está. Cuando se deja de orar porque se cede al cansancio de pedir, o se desconfía de ser escuchado, o se deja vencer por el aburrimiento el desánimo, no se conceden las peticiones. Como cuando se quiere subir un peso por medio de la polea, nos cansamos y soltamos la cuerda el peso cae, y los esfuerzos anteriores han resultado inútiles. Previendo esto los mecánicos, inventaron la polea compuesta, el polipasto, formado de dos o tres poleas simples, para que, aunque dejemos de tirar, el peso se mantenga. Este símil es por analogía, la oración hecha por dos o más personas. Mientras una deja de pedir, las otras siguen pidiendo, hasta que se consigue lo que se pide. Esta es la fuerza de la oración de la Iglesia, de la familia o de la comunidad. En este principio se basa el Apostolado de la Oración, en el que miles y miles de personas piden a Dios la misma gracia continuamente, como si cada una tuviera un cabo de diversas cuerdas unificadas, para conseguir de Dios la gracia que se pide.


ORACIÓN FRÍA Y RUTINARIA

Pero si los que piden no tiran de veras su oración resulta ser oración de disco, de CD, a la que le falta la confianza. Si cada uno ora con un poquito de confianza, probablemente Dios concederá nuestra petición. Si se reza mecánicamente, sin verdadero empeño, Dios no ha prometido darnos sin más ni más todo lo que le pidamos, aunque se lo pidamos millares de veces, o se lo pidan millones de personas. La promesa es clara: "Todo lo que pidiereis con fe, sin andar vacilando, se os concederá", y esto según la determinación de su Providencia, pero no en virtud de su promesa. En muchas ocasiones Dios concede lo que se le pide, aunque nosotros no lo veamos. Miles de almas alcanzan, por ejemplo, su salvación, y muchas personas han alcanzado la plenitud de las virtudes, sin que nos demos cuenta de que la consiguieron por nuestras oraciones.

Santa Teresita de Lissieux lo dice de esta manera plática: En la lamparita mortecina del sagrario, la sacristana encendió con cuidado una vela y con ella las de toda la comunidad.

Hemos convertido la palanca y la polea en una imagen para explicar de algún modo el funcionamiento de la oración, que, según San Agustín, es “la fuerza del hombre y la debilidad de Dios”.



HÁGASE TU VOLUNTAD

Jesús no ha señalado un catálogo de cosas que podemos pedir, su madre le pidió en Caná vino, el buen ladrón le pidió el paraíso. Podemos pedir de todo y todo, pero somos como niños que no saben lo que piden y debe quedar el discernimiento de la madre dar lo bueno y lo mejor y no dar lo malo, que a veces deslumbra y es bonito y bien visto, lo razonable es lo, después de pedir, lo dejemos en manos de Dios, que él sí sabe lo que nos conviene más o lo que nos puede dañar. Para que después no se nos pueda decir, “Fraile mostén, tú te lo tienes, tú te lo ten”, terminar siempre nuestras peticiones, como nos enseña Jesús en la oración que nos enseñó: “Hágase tu voluntad“, que es como Él oró en la agonía de Getsemaní: “Padre, si es posible, pase de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya”.


EL PADRE COLOMA

Escribe el Padre Coloma, insigne escritor costumbrista:

“Una tarde vi llegar al aperador del Cortijo. Fui volando a verlo: su hijo había llegado de África y por él supe que de tres de los míos que estaban en el ejército, el mayor había muerto; al segundo lo había matado a traición un moro y que el tercero estaba en el hospital de Algeciras. Volví en busca de Chana, mi mujer, y le di la noticia. Ella se encogió como si viera venir el torreón de Tepul: los ojos se le desencajaron y se puso más blanca que un papel. --Vamos a Algeciras, Cristóbal, me dijo. Aparejó la burra y tomamos el camino de Algeciras. Chana caminaba en la burra arrebujaá en un pañolón rezando credos y salves. Yo iba detrás echando sapos y culebras, y renegando de cuanto bicho viviente se menea… Yo no era malo, creía en Dios y en la Virgen Santísima y en cuanto hay que creer en el mundo; pero aquella pena me había derramado toda la hiel por el cuerpo, y hasta la saliva de la boca me sabía amarga... De repente tropezó la burra y tiró las alforjas… Me cegué… me cegué y eché una blasfemia. Chana saltó de la burra como si hubiera oído la trompeta del juicio; se me puso delante más tiesa que un muerto en la sepultura y me dijo: -¡Calla esa lengua, Cristóbal! ¡Calla esa lengua; que bien mereces que Dios te mate a tu hijo!”. - Y ¿por qué hace Dios con nosotros esas tropelías?- grité yo más furioso. –Porque somos pecadores, contestó con una voz que parecía un juez sentenciando a muerte .Mira –añadió levantando la mano-- esos puñados de estrellas: mira las lágrimas que costamos a María Santísima… Cuéntalas si puedes… ¡Ella las derramó y nosotros pecamos!... Yo no se lo que me pasó entonces; pero el corazón se me salía por la boca, y me fui quedando atrás, atrás, pare verme solo. Miraba yo esas benditas estrellas del cielo, y se me salían por los ojos las lágrimas como garbanzos. --Virgen Santísima que por mí lloraste- decía yo a voces-; si no supe lo que dije… ¡Madre de pecadores, ampara a esta oveja perdida! ¡Madre que perdiste a un hijo, ten piedad de quien pierde tres de un golpe!... --Llegamos a Algeciras por la mañana, y nos fuimos derechos al hospital; preguntamos a un cabo por Sebastián Pérez, y nos hizo entrar en la oficina del registro. Había allí un sargento, que buscó el nombre en el registro. --Sebastián Pérez -dijo- entró el 25 de mayo... Salió el 1 de junio. --Y ¿para dónde ha salido?, preguntó Chana. --Para el camposanto, con los pies por delante, respondió el sargento. --Sentí que Chana me clavaba las uñas en el brazo, y que temblaba como si tuviera frío de cuartanas. --Vamos al camposanto, dijo. Y fuimos al camposanto, pero ya lo habían cerrado y el conserje no nos quiso abrir. --Chana se sentó en el umbral y por una rendijilla de la puerta miraba allá dentro, por ver desde lejos la tierra que se comía a su hijo. Teníamos diez reales, y Chana mandó decir una misa a la Virgen de los Dolores. Yo me escurrí a la sacristía, en busca de un Padre cura, y me confesé mientras tanto, llorando de hilo en hilo. A la vuelta caminamos siete horas sin decir palabra. Al oscurecer me faltó hasta el aliento y me dejé caer junto a un pozo de abrevar ganado. Chana se apeó de la burra y se sentó a mi vera. --¿Qué haremos ahora, Chana?, pregunté yo, hablando primero. --¿Qué haremos? Lo que dice el Padrenuestro… Cristóbal… Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo… --Yo me eché a llorar como una criatura, porque, aunque era hombre que con una mano paraba una yunta de bueyes, no tenía en el corazón el aguante de aquella santa mujer, que no era una mujer de carne y hueso, sino un ángel del cielo. --¿Y qué ha sido de Chana? --A Chana le pasó lo que al caballo viejo… Desde entonces hincó la cabeza en tierra y no la volvió a levantar nunca. Corazón le sobraba; pero el cuerpo se le iba solo a la sepultura, y a los tres meses estaba en la eternidad con sus tres hijos.” Yo me quedé solo, señorito, solo… Trabajo cuando hay en qué, y cuando no hay, nunca me niegan un pedazo de pan por esos cortijos, y siempre que paso por el Cristo de Mirabal, me asomo a la capilla y digo: --“Señor, aquí está tío Pellejo… Setenta años tengo ya… ¡no se te olvide!”

Así acaba el insigne costumbrista Padre Luís Coloma autor de cuentos infantiles, Ajajú y Periquillo sin miedo, Medio Juan y Juan y Medio, Por un piojo, Caín, Mal alma, La Gorriona y Era un santo, Paz a los muertos, y cuentos rurales, Ranoque y Juan Miseria. Pequeñeces, que le colocó en el primer plano de la actualidad literaria, Boy, La reina mártir, Jeromín y Fray Francisco. Del estruendo que provocó Pequeñeces asegura que fue como entrar por primera vez en la ducha y recibir la inesperada rociada, como después diría Martín Descalzo que le había ocurrido a él con su primera novela, “La Frontera de Dios”, ganadora del Premio Nadal. El moralismo con que termina Coloma la historieta del Tío Pellejo, busca conducir al lector a la resignación del “Hágase tu voluntad” de la tía Chana, respondiendo al tío Pellejo: --¿Qué haremos ahora, Chana”? –pregunté yo. --¿Qué haremos? Lo que dice el Padrenuestro… Cristóbal… Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo…”

Porque Dios sabe mejor que nosotros lo que nos conviene para nuestra mayor felicidad definitiva y eterna.

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Para orar, es necesario querer orar. La oración es buscar a Dios, es ponernos en contacto con Dios, es encontrarnos con Dios, es acercarnos a Dios. Orar es llamar y responder. Es llamar a Dios y es responder a sus invitaciones. Es un diálogo de amor.

Algunas recomendaciones prácticas y consejos que cada persona puede adaptar a su estilo de vida lo encontrarás en el

Taller de Oración

Las letanías ¿oración o palabrería? (Reflexiones sobre la oración) 31102014

Las letanías ¿oración o palabrería?
Reflexiones sobre la oración
Sirven como vehículo para el amor y la preocupación que no podemos expresar.


Por: P. John Bartunek, L.C. | Fuente: Catholic.net



Vamos a ofrecer tres reflexiones sobre la finalidad de rezar letanías.

No es el único camino

En primer lugar, recuerda que las letanías no son la única forma de oración que la Iglesia nos ofrece. No tenemos que comprometer todo nuestro tiempo de oración en letanías. En algunas tradiciones religiosas, las letanías o las fórmulas de oraciones vocales son la única forma de oración, pero en nuestra tradición cristiana, también tenemos otras formas de oración.
Primero, contamos con la liturgia misma (la Misa, las demás celebraciones sacramentales, la liturgia de las horas...).
Segundo, tenemos un rico tesoro de oraciones vocales que se nos exhorta a hacer nuestras –como la oración de san Francisco («Señor, hazme un instrumento de tu paz...») o la famosa oración del Beato John Newman «Guíame Luz amable, entre tanta tiniebla espesa...».
Tercero, constantemente se nos anima a aprender a rezarle a Dios con nuestras propias palabras, a través de la reflexión meditativa de la Biblia o de otros libros espirituales. A esto se le llama oración mental. Las letanías son sólo parte de nuestras tradiciones de oración, un subconjunto de oración vocal y litúrgica. Así que no debes sentirte presionado por hacerlas tu forma favorita de oración.

Una tradición honorable

Por otra parte, ten en mente que las letanías tienen una larga tradición y que, efectivamente, han sido una forma favorita de oración para muchos católicos a través de los siglos, incluso para los Papas. El Papa san Juan Pablo II por ejemplo, tenía toda una pila de sus letanías favoritas en su reclinatorio. Constantemente las usaba.
Por último, ya que las letanías tienen un pedigrí espiritual muy fuerte, debe haber algo de valor en esta forma de oración. Sin embargo, son tan repetitivas y tan formuladas que, - ¿cuál es su valor? Por lo menos, ofrecen dos ventajas.

El valor de las letanías

En primer lugar, la repetición es una manera de mostrar énfasis. Por ejemplo, cuando repetimos tres veces «Señor Jesús, yo creo en ti», estamos haciendo hincapié, y renovando así, nuestra decisión de poner nuestra fe en Jesucristo. Es como encender tres veladoras en cada lado del altar en lugar de sólo una: estamos haciendo énfasis en el sentido de esas palabras cuando las repetimos. No es una forma de lavado de cerebro porque no nos estamos forzando a nosotros mismos a afirmar cosas que son falsas o en las que no creemos. ¡Al contrario!
En segundo lugar, la repetición y las fórmulas nos ayudan a canalizar las emociones más profundas de nuestro corazón, las emociones, deseos o preocupaciones que, a menudo, tenemos gran dificultad para expresar en palabras. Cuando un ser querido está sufriendo, por ejemplo, podemos rezar por él con nuestras propias palabras, pidiendo a Dios que lo sane y lo fortalezca. Pero algunas veces las palabras que se nos vienen simplemente no parecen ser lo suficientemente poderosas para expresar el amor que sentimos en lo profundo de nuestras almas. En ese caso, nos puede ayudar el orar las letanías de los santos por la intención de la persona que amamos y que está sufriendo.
Al invocar a los santos y rogarles que intercedan por nuestro ser querido, permitimos que las palabras de las letanías sirvan como vehículo para el amor y la preocupación que no podemos expresar. Las letanías se convierten en ruedas de un tren, llevando el peso de nuestro corazón al Señor.

Una canción hablada

En este sentido, las letanías son como canciones. En una canción, las palabras generalmente son repetitivas, como cuando cantamos el estribillo una y otra vez y la música es una fórmula predeterminada. Pero esto, en lugar de impedirnos expresar nuestra oración, en realidad nos permite orar de manera más personal y apasionada, y dar expresión a los sentimientos que se encuentran en las profundidades ocultas y de difícil acceso de nuestra alma.
Si después de leer estas reflexiones aún te sientes incómodo rezando letanías, ya no te preocupes. Sigue utilizando las formas cristianas de oración que resuenan más profundamente en ti, y el Espíritu Santo, ciertamente, será capaz de continuar guiándote hacia la realización de su sueño para tu vida.
 
 
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María... ahora y en la hora de nuestra muerte...31102014

María... ahora y en la hora de nuestra muerte...
María, Madre de Misericordia está cerca de nosotros siempre.


Por: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net



Madre... hoy necesito preguntarte acerca de las almas del purgatorio.

- Bien hija. ¿Qué es lo que quieres saber, exactamente?- contestas a mi alma desde tu suave imagen de Luján.

En la parroquia de mi barrio sólo escucho un sereno silencio. Un momento más y comenzará la Santa Misa...
- Madre, es tan grande mi ignorancia que ni siquiera sé que preguntarte.

- Mira, antes de responderte quiero que te respondas a ti misma una pregunta. ¿Mueve tu corazón la curiosidad o el amor?

- Quiero que sea el amor, Señora mía ¡Ayúdame a que sea el amor!...

- Tus palabras alegran mi corazón. Me preguntas acerca de las almas del purgatorio. Te propongo que cierres los ojos y vengas conmigo.

- ¿Adónde Madre?

- A un lugar donde es grande la pena y larga la espera.

Mi imaginación dibuja, entonces, un sitio triste, solitario... en semipenumbras. Como un grande y profundo valle al que no puedo bajar. María permanece a mi lado. Desde una especie de acantilado diviso, en el fondo del valle, tantísimas almas suplicantes.
La Misa comienza en la Parroquia. Quiero oírla a tu lado, Madre. Pero necesito preguntar:
- Señora, nada soy y nada valgo. Ningún mérito tengo para pedirte ¡Oh Madre de Misericordia! ¿Puede mi nada hacer algo para aliviar el gran sufrimiento de estas almas?

Me miras con infinita ternura. Te acercas a mi corazón y tomas de él algo que parece una cadena.

- Pero ¿De dónde sacas esos eslabones, María?

- Esta cadena, hija mía, es la que has construido con tus oraciones de hoy.


Ella se acerca al borde del acantilado y arroja un extremo de la cadena pero... resulta demasiado corta para llegar, siquiera, al alma más cercana. Mis oraciones fueron tan apuradas, tan frías, tan débiles...
María camina ahora hacia una persona entre los bancos de la parroquia y toma la cadena que brota de su corazón.
¡Oh, sí! Ésta sí que alcanza. La pobre alma logra asirse de ella y María comienza a rescatarla. El alma a ascendido unos pasos cuando la cadena ¡Se rompe! ¡Ay, Madre, se ha cortado! ¿Qué se hace ahora María?
Mi amadísima Madre no se rinde. Se dirige ahora a una señora mayor que sigue la misa con devoción. Esta simple mujer diariamente reza el Santo Rosario en la Parroquia. También se preocupa de estar en estado de gracia, confesando asiduamente, ora por el Santo Padre y no tiene afecto alguno al pecado. A este último punto ella lo consigue a fuerza de gran lucha diaria con sus naturales inclinaciones, pidiendo continuamente la asistencia del Señor, quien la fortalece en la diaria Eucaristía.

María toma, delicadamente, el Rosario que pende de su cuello y con él, como irrompible y eterna cadena ¡Rescata un alma!. ¡Santo Dios! ¡Jamás vi algo semejante!¡Qué gratitud infinita la del alma liberada!¡Que exquisita es ahora su belleza!

- Explícame, Madre, por caridad.

- Hija, lo que acabo de tomar del alma de esa buena mujer, sencilla, callada y muchas veces inadvertida es, sencillamente ¡Una indulgencia plenaria! ¡La indulgencia del Rosario!

- Entonces, ¡Oh Madre!¡Mira esa alma allí!¡Rescátala con ese Rosario!

- Ya no puedo hija, pues sólo se puede ganar una indulgencia plenaria por día...

- Que pena, María, habrá que esperar, entonces, hasta mañana. Cuando ella vuelva a rezar el Rosario y recibir la Eucaristía ¿Verdad?

- Si querida, pero no debería darte pena tener que esperar. Más bien debería darte pena que yo no tenga otro rosario, con las debidas condiciones, que me regalara una indulgencia plenaria.

Allí, con profundo dolor por mis olvidos, me doy cuenta de que no tiene, mi corazón, el Rosario que necesita María... ¿Cuánto tiempo me hubiese llevado el rezarlo con devoción?¿Media hora, tal vez? ¡Oh alma mía! Te vas tras tantas preocupaciones vanas y descuidas las cosas eternas.

- Mi querida, tan grande es la misericordia de Dios que no sólo con el rezo del Rosario un alma puede ganar indulgencias. Puedes ganarlas plenarias o parciales, es decir, puedes alcanzar la remisión total o parcial de las penas debidas por los pecados de un alma, la tuya o la de un difunto, mas no la de otra persona que aún camina en la tierra.

- Dime, Madrecita dulce, de qué otras maneras puedo regalarte cadenas largas y fuertes para que tú, entre tus piadosas manos, las tornes santas y eternas.

- Veamos ¿Recuerdas la enseñanza de Jesús? “El que busca encuentra”... Busca hija, tómate el trabajo de averiguar, habla con tu párroco. Hallarás lo que buscas si media de tu parte voluntad y esfuerzo.

Se acerca la hora de la consagración. El coro de la parroquia canta ¡Santo, Santo, Santo!. Miro a esas pobres almas angustiadas en el fondo del valle. Sus miradas me dicen ¡Canta, hermana, canta fuerte!¡Canta por nosotras!¡Canta por todas las veces que no supimos hacerlo!
Canto entre lágrimas... canto por ellas...
Voy a recibir la Eucaristía. Vuelvo mis ojos al fondo del valle. ¡Qué miradas! ¡Cómo quisieran ellas estar, por un segundo, en mi sitio... a escasos metros del Santísimo!

Pobres almas, tantas veces olvidadas por mi corazón.
Si tan sólo pudiera, ahora, hacer algo por aliviar sus penas...
- Puedes... puedes, hermana.. –Claman a mi corazón las benditas almas del Purgatorio- Al menos escribe de nuestra espera y nuestra angustia por no poder llegar aún a la presencia del Padre. Escribe acerca de cadenas que se cortan y de cadenas que liberan. Pide a María, Madre de Misericordia, que tus letras lleguen a las almas de los hermanos. Pide que ellos sientan compasión de nosotras y nos alivien con sus oraciones y limosnas en nuestro nombre. Quizás esas almas hagan por nosotras todo lo que querrían que hicieran por ellas cuando mueran.

Así lo hice. Ya está escrito. Entre tus manos queda, Madre. Ahora rezaré el Rosario. Pido a Dios que los eslabones que broten de mi alma no defrauden las esperanzas de mi Reina y Señora.


NOTA:

"Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a mi imaginación, sin intervención sobrenatural alguna."

 
 
 

Carta de un seminarista con cáncer terminal a la mujer con el mismo mal que planea suicidarse 28102014

Carta de un seminarista con cáncer terminal a la mujer con el mismo mal que planea suicidarse

 
Phillip Johnson. Foto: Diócesis de Raleigh.
Phillip Johnson. Foto: Diócesis de Raleigh.
 
WASHINGTON D.C., 28 Oct. 14 / 10:05 pm (ACI/EWTN Noticias).-

 Un seminarista espera ordenarse como diácono a comienzos de 2015 y como sacerdote en 2016, a pesar de que los médicos le pronosticaron apenas un año y medio de vida, en 2008. Ahora le envía un mensaje a una mujer que ha anunciado que se someterá al suicidio asistido el 1 de noviembre.
A Phillip Johnson, que tiene actualmente 30 años, le diagnosticaron cáncer cerebral de grado III, conocido como astrocitoma anaplásico, hace seis años, cuando servía como oficial de la marina estadounidense en el Golfo Pérsico.

"Recuerdo el momento en que vi las imágenes computarizadas de los escaneos cerebrales. Fui a la capilla de la base y caí al piso llorando. Le pregunté a Dios '¿por qué yo?'", escribió Johnson en una columna publicada el 22 de octubre, titulada "Querida Brittany: Nuestras vidas valen vivirlas, incluso con cáncer cerebral" para el sitio web de la Diócesis de Raleigh (Estados Unidos).

Johnson fue enviado a casa para radiación y quimioterapia y luego dado de alta de la marina, antes de entrar a formación para el sacerdocio, una llamada de la que dijo haberse dado cuenta desde los 19 años.

Incluso con tratamiento agresivo, la mayoría de investigación muestra que el promedio de tiempo de supervivencia para este tipo de cáncer es de 18 meses, dijo.

Citando a la mujer de 29 años que ha expresado en un video su decisión de morir por un suicidio asistido médico, Brittany Maynard, Johnson dijo que "que te digan que tienes ese tipo de línea de tiempo aún se siente como si fueras a morir mañana".

Después de consultar a sus médicos, Johnson entendió que "gradualmente perderé control de mis funciones corporales en una edad joven, desde parálisis a incontinencia, y es muy probable que mis facultades mentales también desaparecerán y me llevarán a confusión y alucinaciones antes de mi muerte".

Al igual que la mujer enferma terminal, él no quiere morir o "sufrir el probable resultado de esta enfermedad".

"Yo creo que nadie quiere morir de esta manera".

Sin embargo, Johnson cree que un sufrimiento así no disminuye su valor como persona. "Mi vida significa algo para mí, para Dios y para mi familia y amigos, y, salvo una recuperación milagrosa, continuará significando algo mucho después de que esté paralizado en una cama de hospital".

"Mi familia y amigos me aman por quien soy, no solo por los rasgos de personalidad que lentamente se irán si este tumor avanza y toma mi vida".
Johnson reconoce la tentación de Maynard de acabar con su vida "en sus propios términos". Él admitió que a veces deseó que el cáncer acabara con su vida rápidamente para terminar el sufrimiento, y que esperaba ser curado del cáncer por un milagro.

El haber recibido este tiempo adicional para vivir ha probado ahora ser un milagro en sí mismo, dijo Johnson. De hecho, ha "experimentado incontables milagros" a través de su enfermedad.

En su preparación para el sacerdocio, Johnson ha sido capaz de servir a otras personas con enfermedades terminales, y aprendió que "el sufrimiento y el dolor de corazón que es parte de la condición humana no tiene que ser desperdiciado e interrumpido por miedo o buscando control en una situación aparentemente incontrolable".

"Quizás este es el milagro más importante para mí".

Evitar el sufrimiento a todo costo, incluso a la expensa de la vida de uno, es una forma de tratar de ganar control "en medio de la confusión", pero ignora el valor redentor del sufrimiento.

"No buscamos el dolor por sí mismo, sino que nuestro sufrimiento puede tener gran significado si tratamos de unirlo a la Pasión de Cristo y ofrecerlo por la conversión o intenciones de otros".

Johnson dijo que al acabar su vida prematuramente, Maynard se perderá los "momentos más íntimos de su vida" a cambio de una opción más rápida "que se enfoca más en sí misma que en cualquier otro".

En su propia experiencia, el seminarista ha soportado tristeza, pero también ha experimentado periodos de "gran alegría".

"Aún me pongo triste. Aún lloro. Aún le ruego a Dios que me muestre Su voluntad a través de todo este sufrimiento y me permita ser Su sacerdote si es Su voluntad, pero sé que no estoy solo en mi sufrimiento", dijo, señalando el apoyo de su familia, amigos y de la Iglesia.

Johnson dijo que seguirá rezando por Maynard en su enfermedad, para que ella "entienda el amor que todos tenemos por ella antes de que acabe con su propia vida".

Si ella deja de lado la idea de suicidarse y escoge luchar contra la enfermedad, ella sería "un ejemplo increíble e inspiración para otros incontables en su situación".

"Ella ciertamente sería una inspiración para mí mientras continúo la lucha contra mi propio cáncer".

 

Yo soy el buen Pastor (santo Tomás de Aquino)


REFLEXIÓN ESPIRITUAL

Del comentario de santo Tomás de Aquino sobre el evangelio de san Juan (Cap. 10, lect. 3)

Yo soy el buen Pastor. Es evidente que el oficio de pastor compete a Cristo, pues, de la misma manera que el rebaño es guiado y alimentado por el pastor, así Cristo alimenta a los fieles espiritualmente y también con su cuerpo y su sangre. Andabais descarriados como ovejas -dice el Apóstol-, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.
Pero ya que Cristo, por una parte, afirma que el pastor entra por la puerta y, en otro lugar, dice que él es la puerta, y aquí añade que él es el pastor, debe concluirse de todo ello, que Cristo entra por sí mismo. Y es cierto que Cristo entra por sí mismo, pues él se manifiesta a sí mismo, y por sí mismo conoce al Padre. Nosotros, en cambio, entramos por él, pues es por él que alcanzamos la felicidad.
Pero, fíjate bien: nadie que no sea él es puerta, porque nadie sino él es luz verdadera, a no ser por participación:
No era él -es decir, Juan Bautista- la luz, sino testigo de la luz. De Cristo, en cambio, se dice: Era la luz verdadera; que alumbra a todo hombre. Por ello, de nadie puede decirse que sea puerta; esta cualidad Cristo se la reservó para sí; el oficio, en cambio, de pastor lo dio también a otros y quiso que lo tuvieran sus miembros: por ello, Pedro fue pastor, y pastores fueron también los otros apóstoles, y son pastores todos los buenos obispos. Os daré -dice la Escritura- pastores a mi gusto. Pero, aunque los prelados de la Iglesia, que también son hijos, sean todos llamados pastores, sin embargo, el Señor dice en singular: Yo soy el buen Pastor; con ello quiere estimularlos a la caridad, insinuándoles que nadie puede ser buen pastor, si no llega a ser una sola cosa con Cristo por la caridad y se convierte en miembro del verdadero pastor.
El deber del buen pastor es la caridad; por eso dice: El buen pastor da la vida por las ovejas. Conviene, pues, distinguir entre el buen pastor y el mal pastor: el buen pastor es aquel que busca el bien de sus ovejas, en cambio, el mal pastor es el que persigue su propio bien.
A los pastores que apacientan rebaños de ovejas no se les exige exponer su propia vida a la muerte por el bien de su rebaño, pero, en cambio, el pastor espiritual sí que debe renunciar a su vida corporal ante el peligro de sus ovejas, porque la salvación espiritual del rebaño es de más precio que la vida corporal del pastor. Es esto precisamente lo que afirma el Señor: El buen pastor da la vida -la vida del cuerpo- por las ovejas, es decir, por las que son suyas por razón de su autoridad y de su amor. Ambas cosas se requieren: que las ovejas le pertenezcan y que las ame, pues lo primero sin lo segundo no sería suficiente.
De este proceder Cristo nos dio ejemplo: Si Cristo dio su vida por nosotros, también nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.

EL BUEN PASTOR

EL BUEN PASTOR

 
Papa Francisco con cordero“Al final de una cena, un conocido actor de teatro entretenía a los invitados declamando textos de Shakespeare.

Después se ofreció a que le pidieran alguna pieza extra. Un tímido sacerdote preguntó al actor si conocía el salmo 22.

El actor respondió: ‘Sí, lo conozco, pero estoy dispuesto a recitarlo con una condición; que después lo recite usted’.

El sacerdote se sintió un poco incómodo, pero accedió.

El actor hizo una bellísima interpretación, con una dicción perfecta:

El Buen Pastor‘El Señor es mi Pastor, nada me falta:
 en verdes praderas me hace recostar;
 me conduce hacia fuentes tranquilas
 y repara mis fuerzas;
 me guía por el sendero justo,
 por el honor de su nombre.

 Aunque camine por cañadas oscuras,
 nada temo, porque tú vas conmigo:
 tu vara y tu cayado me sosiegan.

 Preparas una mesa ante mí,
 enfrente de mis enemigos;
 me unges la cabeza con perfume,
 y mi copa rebosa.

 Tu bondad y tu misericordia me acompañan
 todos los días de mi vida,
 y habitaré en la casa del Señor
 por años sin término.’

 Al final, los invitados aplaudieron vivamente.

Llegó el turno del sacerdote, que se levantó y, tras un momento de silencio y cerrando los ojos, recitó lentamente las mismas palabras del Salmo. Esta vez, cuando terminó, no hubo aplausos, sólo un profundo silencio y el inicio de lágrimas en algún rostro.

El actor se mantuvo en silencio unos instantes, después se levantó y dijo: ‘Señoras y señores, espero que se hayan dado cuenta de lo que ha sucedido esta noche: yo conocía el Salmo, pero este hombre conoce al Pastor”.


http://webcatolicodejavier.org/indiceref.html

El amor es (AUTOLIBERACIÓN INTERIOR) Anthony de Mello


El amor es

A la persona no se la puede desear, porque en cuanto deseas a una per­sona has dejado de amarla como tal. Yo no soy una cosa. No soy deseable ni indeseable. Soy lo que soy y nada más. Tú llegarás a amar a las perso­nas en cuanto no te importe lo que son las personas. El amor es imper­sonal. En el amor no se mete la per­sonalidad. El amor es, y fluye por medio de ti; tú no lo fabricas y en el amor la persona se queda a un lado. Por eso, el amor te deja libre y dis­ponible. El yo es un impedimento para amar. Cuando eliges, o com­paras, o pides compensaciones, es porque necesitas a esa persona para amarte a ti mismo. Cuando desapa­recen los recuerdos, los prejuicios y las visiones subjetivas, entonces ya surge el amor que fluye desde donde es.

La personalidad, el yo, es un im­pedimento para amar, porque consi­dero a las personas amadas como algo mío. Amo a mi hijo, a mi marido, a mi familia, porque son algo mío, dis­tinguiéndolos de los que me quedan más lejos. Entonces estoy cosifican­do lo más cercano como pertenencias a las que debo amar. Y el amor no sabe de deberes ni de gratificaciones, porque el amor es libre y gratuito. "Te amo, te quiero, te necesito, no puedo vivir sin ti" significan: me agarro a ti porque llenas mi necesidad y mi ape­go. Eso es egoísmo. El amor existe aunque no haya nadie allí. Es nues­tra esencia y se manifiesta en una manera de ser, un estado del alma, y está en consonancia con la capacidad de ver y existir, y en cuanto veamos y seamos nosotros mismos libremen­te, no podremos ser otra cosa que amor.

Jesús ama así. Tenemos una idea equivocada del amor como algo mue­lle, dulzón y consentidor. El amor va siempre unido a la verdad y a la li­bertad, y por eso nunca es débil. Pue­de ser brusco, pero también puede ser suave y más dulce que nada. Jesús fue amor siempre, y en su vida se mani­festó unas veces brusco, duro inclu­so, y otras tierno, dulce y sensible. El amor da siempre la respuesta acerta­da, no se equivoca.

Por eso no puedes imitar a Jesús, ¿cómo vas a imitarlo?, ¿acaso tú eres Él? Cada uno tiene que ser auténti­co, ser uno mismo, y Jesús lo fue has­ta el fin. El día que seas tan auténti­co como lo fue Jesús, entonces no tendrás que imitarlo, pues en cada momento sabrás lo que hacer. El día que llegue a ti la iluminación, serás amor y vivirás la eternidad en cada instante.

 

Yo soy, y el ser no cabe en ninguna imagen porque las trasciende todas.

San Wolfgango de Ratisbona - San Quintín de Vermand 31102014

viernes 31 Octubre 2014

San Wolfgango de Ratisbona



San Wolfgango de Ratisbona, monje y obispo
En Ratisbona, en el territorio de Baviera, san Wolfgango, obispo, que, después de ser maestro de escuela y haber profesado como monje, fue elevado a la sede episcopal, desde donde reinstauró la disciplina del clero, y mientras visitaba la región de Pupping descansó en el Señor.
San Wolfgang, que pertenecía a una familia suaba, nació hacia el año 930. Sus padres le enviaron muy joven a la abadía de Reichenau, en una isla del Lago de Constanza, que era entonces un floreciente centro del saber. Allí se hizo amigo de un joven de la nobleza, llamado Enrique, hermano de Poppón, el obispo de Wurzburg. Este último había fundado una escuela en su ciudad episcopal, y Enrique convenció a Wolfgang de que se trasladase con él a dicha escuela. La inteligencia de que dio muestras el joven suabo, despertó entre sus compañeros la admiración y la envidia. El año 956, Enrique fue elegido arzobispo de Tréveris. Se llevó a Wolfgang a su arquidiócesis y le nombró profesor en la escuela de su catedral. En Tréveris Wolfgang cayó bajo la influencia de un monje muy dinámico, llamado Ramuoldo, y secundó con gran entusiasmo los esfuerzos de Enrique por promover la religión en la arquidiócesis. Enrique murió el año 964. Wolfgang se hizo entonces benedictino en un monasterio de Einsiedeln, cuyo abad era un inglés llamado Gregorio. El abad cayó pronto en la cuenta de que las cualidades de Wolfgang eran todavía mayores que su fama y le nombró director de la escuela del monasterio. San Ulrico, obispo de Augsburgo, le confirió la ordenación sacerdotal. Ello despertó el celo misionero de Wolfgang, quien partió a evangelizar a los magiares de Panonia. La empresa no tuvo el éxito que merecía. Por entonces, el emperador Otón II se enteró de que el santo era una persona idónea para ocupar la sede de Regensburg (Ratisbona), que estaba vacante. Inmediatamente le mandó llamar a Frankfurt y le confirió el beneficio temporal, por más que Wolfgang le rogó que le dejase volver a su monasterio. La consagración episcopal tuvo lugar en Regensburg, en la Navidad del año 972.
 
San Wolfgang no abandonó jamás el hábito monacal y en la práctica de su ministerio episcopal mantuvo las austeridades de la vida conventual. Lo primero que hizo, una vez que se estableció en su diócesis, fue emprender la reforma del clero y de los monasterios, especialmente de dos conventos de monjas poco edificantes. Una de las principales rentas de la sede procedía de la abadía de San Emmeram de Regensburg. Hasta entonces había dependido del obispo, y los resultados habían sido tan malos como en otros casos análogos. Wolfgang le devolvió la autonomía y confió su gobierno a Ramuoldo, a quien mandó llamar de Tréveris. El santo era incansable en la predicación, y su intenso espíritu de oración confería una eficacia especial a su palabra. Cumplió con gran fidelidad y vigilancia todas sus obligaciones episcopales durante los veintidós años que ocupó la sede. Se refieren varios milagros obrados por él y su generosidad con los pobres llegó a ser proverbial. En una ocasión en que escaseaba el vino, ciertos sacerdotes ignorantes empezaron a emplear agua en vez de vino en la misa; naturalmente, eso horrorizó al santo obispo, quien distribuyó el vino de su propia bodega por toda la diócesis.
 
Durante algún tiempo, san Wolfgang abandonó el gobierno de su diócesis y se retiró a la soledad; pero unos cazadores descubrieron su retiro y le obligaron a volver a Regensburg. Como quiera que fuese, la vocación monacal del santo no le impidió cumplir con sus obligaciones seculares, ya que asistió a varias dietas imperiales y acompañó al emperador en una campaña a Francia. San Wolfgang cedió una parte de Bohemia, que pertenecía a su diócesis, para que se fundase una nueva, cuya sede se estableció en Praga. El duque Enrique de Baviera tenía gran veneración por el santo y le confió la educación de su hijo Enrique, quien fue más tarde emperador y santo canonizado. En el curso de un viaje por el Danubio, rumbo a Austria, San Wolfgang cayó enfermo y falleció en la pequeña población de Puppingen, no lejos de Linz. Fue canonizado en 1052. Su fiesta se celebra en muchas diócesis de Europa Central y en las casas de los canónigos regulares de Letrán, ya que San Wolfgang restableció entre su clero la vida canonical.
 
Biografía de Wolfgang, escrita por Othlo en Acta Sanctorum, nov., vol. II, pte. I. Otto Háfner con el título de Der hl. Wolfgang, ein Stern des X. Jahrhunderts (1930); también el estudio arqueológico de J. A. Endres, Beiträge zur Kunst und Kulturgeschichte des mittelalterlichen Regensburgs.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI






Dios todopoderoso y eterno, que nos concedes celebrar los méritos de todos los santos en una misma solemnidad, te rogamos que, por las súplicas de tan numerosos intercesores, nos concedas en abundancia los dones que te pedimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

San Quintín de Vermand



San Quintín, mártir
Cerca de la ciudad de Vermand, en la Galia Bélgica, san Quintín, mártir, del orden senatorial, que padeció por Cristo en tiempo del emperador Maximiano.
San Quintín era romano. Según la leyenda, partió a la Galia en compañía de san Luciano de Beauvais. Ambos predicaron juntos en ese país, y no se separaron sino hasta llegar a Amiens. San Quintín se quedó allí, para hacer el intento de ganar a Cristo esa comarca con el trabajo y la oración. Su premio fue la corona del martirio. El prefecto Ricciovaro, habiendo tenido noticias de los progresos del cristianismo en Amiens, mandó aprehender a san Quintín. Al día siguiente, el santo misionero compareció ante el prefecto, que trató en vano de doblegarle con promesas y amenazas. Como no lo lograse, le mandó azotar y le encerró en una mazmorra, a donde los cristianos no podían ir a visitarle.
 
El relato del martirio de San Quintín está formado por una serie de torturas y milagros inventados. Se cuenta que se le atormentó en el potro hasta descoyuntarle todos los huesos; después se le desgarró con garfios, se le virtió aceite hirviente en la espalda y se le aplicaron a los costados antorchas encendidas. Con la ayuda de un ángel, Quintín escapó de la prisión, pero los guardias le arrestaron nuevamente cuando predicaba en la plaza pública. Al partir de Amiens, Ricciovaro mandó que Quintín fuese conducido a Augusta Veromanduorum (actualmente Saint-Quentin) y allí trató de doblegarle otra vez. Finalmente, avergonzado al verse vencido por el santo, Ricciovaro mandó torturarle de nuevo y degollarle. En el momento de la ejecución, una paloma salió del cuello cercenado y se perdió en el cielo. El cadáver fue arrojado al río Somme, pero los cristianos lo recuperaron y lo sepultaron cerca de la ciudad.
 
Dado que san Gregorio de Tours habla ya de una iglesia dedicada a San Quintín, no hay razón para dudar que haya sido un mártir auténtico. Pero su biografía ha sido embellecida con toda clase de agregados legendarios y existen versiones muy diferentes.
 
 Biblioteca Hagiográfica Latina, nn. 6999-7021. En el largo artículo consagrado a san Quintín, en Acta Sanctorum, oct., vol. XIII (1883) se citan varios textos de la leyenda y algunos relatos de la translación de las reliquias; pero de entonces acá, se han descubierto otras versiones, entre las que se cuenta cierto número de poemas carolingios (por ej. Analecta Bollandiana, vol. xx, 1901, pp. 1=44). Es interesante notar que Beda conoció la leyenda de San Quintín; véase Martyrologes historiques de Dom Quentin, quien opina que el pasaje de Beda es auténtico. La expresión castellana «armarse la de san Quintín» no se refiere de manera directa al santo, sino a las batallas (varias a lo largo de la historia) ocurridas en torno a la ciudad de Saint-Quentin.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI