lunes, 31 de diciembre de 2018

Santos del día 1 de enero

Santos del día 1 de enero
Kalendis ianuarii
   Santa María, Madre de Dios (2 coms.) - Solemnidad litúrgica   
Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, en la octava de la Natividad del Señor y en el día de su Circuncisión. Los Padres del Concilio de Efeso la aclamaron como Theotokos, porque en ella la Palabra se hizo carne, y acampó entre los hombres el Hijo de Dios, príncipe de la paz, cuyo nombre está por encima de todo otro nombre.
En Cesarea de Capadocia, muerte de san Basilio, obispo, cuya memoria se celebra mañana.
En la Campania y en los Abruzos, conmemoración de san Justino, que fue obispo ilustre por su celo y defensa de los cristianos.
En Roma, san Almaquio, que, habiéndose opuesto a las luchas de gladiadores, por orden de Alipio, prefecto de la ciudad, fue muerto por ellos y contado entre los mártires vencedores.
En los montes del Jura, en la Galia Lugdunense, conmemoración de san Eugendo, abad de Condat, que desde su adolescencia vivió en este monasterio, donde promovió la vida en común de los monjes.
En Ruspe, ciudad de Bizacena, san Fulgencio, obispo, quien, después de haber sido procurador de ese lugar, abrazó la vida monástica y fue constituido obispo. En la persecución desencadenada por los vándalos, sufrió mucho a causa de los arrianos y, exiliado a Cerdeña por el rey Trasamundo, pudo al fin regresar a Ruspe, donde dedicó el resto de su vida a alimentar a sus fieles con palabras de gracia y de verdad.
En Vienne, de Burgundia, san Claro, abad del monasterio de San Marcelo, que dejó a sus monjes un ejemplo de perfección religiosa.
En Troyes, ciudad de Neustria, san Frodoberto, fundador y primer abad del monasterio de Celle.
En el monasterio de Fécamp, en Normandía, muerte de san Guillermo, abad de San Benigno de Dijon, que al final de su vida dirigió con firmeza y prudencia a muchos monjes, distribuidos en cuarenta monasterios.
En Souvigny, de Burgundia, muerte de san Odilón, abad de Cluny, que fue severo consigo mismo, pero dulce y misericordioso con los demás. Estableció treguas entre quienes estaban en lucha, y en tiempo de hambre ayudó a los necesitados con todas sus fuerzas. Fue el primero en establecer en sus monasterios la Conmemoración de todos los fieles difuntos, fijándola para el día siguiente a la solemnidad de Todos los Santos.
En Gablonné, en Bohemia, santa Zdislava, madre de familia, que prestó consuelo a los afligidos.
En Gualdo Cattaneo, de la Umbría, beato Hugolino, que vivió como anacoreta.
En Roma, san José María Tomasi, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares Teatinos y cardenal, quien, deseando ardientemente la renovación del culto divino, se dedicó con tesón a la investigación y publicación de los textos y documentos litúrgicos más antiguos, así como a la catequesis de niños.
En Avrillé, en las cercanías de Angers, en Francia, beatos Juan y Renato Lego, presbíteros y mártires, que fueron degollados durante la Revolución Francesa por haberse negado a pronunciar el execrable juramento impuesto al clero.
En Roma, san Vicente María Strambi, obispo de Macerata y Tolentino, de la Congregación de la Pasión, que gobernó santamente las diócesis que tenía encomendadas y por su fidelidad hacia el Romano Pontífice fue desterrado.
En la ciudad de Hasselt, cerca de Maastricht, en Bélgica, beato Valentín Paquay, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, quien se distinguió, por el admirable ejemplo de su caridad cristiana, en la predicación, en el ministerio de la reconciliación y en fomentar la devoción al Rosario, alcanzando, en su espíritu de humildad, una sublime santidad.
En Lvov, ciudad de Ucrania, san Segismundo Gorazdowski, presbítero, originario de Polonia, que se distinguió por su amor al prójimo, por ser precursor en el empeño de proteger la vida y por fundar el Instituto de Hermanas de San José, dedicado a la atención de los pobres y abandonados.
En el acantilado de Santander, España, beato Andrés Gómez Sáez, presbítero salesiano y mártir, arrojado al mar a causa de su fe.
En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, en Alemania, beato Mariano Konopinski, presbítero y mártir, el cual, polaco de origen, falleció en la paz de Cristo a causa de las atrocidades que le infligieron los médicos de aquel lugar.
En Mirna, en la actual Eslovenia, beato Luis Grozde, mártir.

Santa Catalina Labouré, virgen (31 de diciembre)


Santa Catalina Labouré, virgen

fecha: 31 de diciembre
fecha en el calendario anterior: 28 de noviembre
n.: 1806 - †: 1876 - país: Francia
canonización: 
B: Pío XI 28 may 1933 - C: Pío XII 27 jul 1947
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En París, también en Francia, santa Catalina Labouré, virgen de las Hijas de la Caridad, que de manera singular honró a la Inmaculada y brilló por su sencillez, caridad y paciencia.
Zoe Labouré, hija de un campesino de Fain-les-Moutiers, nació en 1806. Fue la única de una numerosa familia que no asistió a la escuela y no aprendió a leer ni a escribir. Cuando su madre murió, Zoe tenía ocho años. Algún tiempo después, su hermana mayor, Luisa, ingresó en el instituto de las Hermanas de la Caridad, de suerte que Zoe quedó encargada de hacer casa a su padre. A eso de los catorce años, la joven se sintió también llamada a la vida religiosa. Su padre se opuso un tanto; pero finalmente, en 1830, Zoe consiguió ingresar en la casa que tenían las hermanas de la caridad de San Vicente de Paúl en Chatillon-sur-Seine. En religión tomó el nombre de Catalina. Al terminar el postulantado, fue enviada al convento de París (rue du Bac), a donde llegó cuatro días antes de que las reliquias de san Vicente fuesen trasladadas de Notre-Dame a la iglesia de los lazaristas en la calle de Sevres. Al atardecer del día de esa fiesta, tuvo lugar la primera de las extraordinarias visiones que tuvo Catalina Labouré, pero no fue aquélla la más importantes, y transcurrieron tres meses desde entonces para que se iniciara la serie de tres apariciones trascendentales que habrían de dar fama mundial al nombre de la hermana. A eso de las 11.30 de la noche del 18 de julio de 1830, la hermana Catalina despertó sobresaltada y se encontró ante «un niño resplandeciente» que la invitaba a seguirle con un gesto de su mano. El niño la condujo a la capilla de las monjas donde la aguardaba la Santísima Virgen. La entrevista se prolongó durante dos horas y, según se supo más tarde, en el curso de la misma, la Madre de Dios le advirtió que la tenía destinada a una tarea muy difícil y le reveló ciertos sucesos futuros, como la muerte violenta de un arzobispo de París que habría de ocurrir, como ocurrió en efecto, cuarenta años más tarde (Mons. Darboy, en 1871).
La segunda aparición tuvo lugar el 27 de noviembre, cuando Nuestra Señora se manifestó a Catalina en la misma capilla. En aquella ocasión, la Madre de Dios no habló, pero en cambio se apareció inmóvil y resplandeciente, como la figura de una estampa. Parecía estar dentro de un gran círculo luminoso, de pie sobre una esfera; tenía las manos extendidas hacia abajo, y de sus palmas irradiaban rayos de luz. En torno a la figura de la Virgen aparecía la siguiente inscripción: «¡Oh, María, concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a vos¡», En un momento dado, la imagen pareció darse la vuelta y, en el reverso apareció una «M» coronada por una cruz y con dos corazones debajo, uno ceñido por una corona de espinas y el otro traspasado por una espada. En el mismo momento, Catalina creyó oír una voz que le mandaba acuñar una medalla con aquella imagen y aquellos símbolos. La misma voz prometía que, cuantos portasen la medalla con devoción, recibirían grandes gracias por la intercesión de la Madre de Dios. La visión se repitió al mes siguiente y en varias ocasiones más, hasta el mes de septiembre de 1831. La hermana Catalina refirió todo a su confesor, el P. Aladel, quien investigó cuidadosamente el asunto y, convencido de su autenticidad, obtuvo del arzobispo de París, Mons. de Quélen, el permiso de acuñar la medalla. En junio de 1832, quedaron listos los primeros 1500 ejemplares de la que se conoció desde entonces como la medalla «milagrosa». Según parece, ese nombre se le dio a causa de las circunstancias maravillosas de su origen, más que a milagros relacionados con ella. En seis años, se vendieron 130.000 ejemplares de la «Noticia histórica de los orígenes y efectos de la Medalla Milagrosa», obra del P. Aladel, publicada en 1834 y que fue traducida a varios idiomas, incluso al chino. En 1836, el arzobispo de París instituyó una investigación canónica sobre las visiones. Pero la hermana Catalina no compareció ante los miembros de la comisión. Las precauciones que la santa había tomado para permanecer ignorada, la promesa que había arrancado al P. Aladel de no revelar su nombre a nadie, el secreto absoluto que había guardado sobre las visiones, excepto ante su confesor y su repugnancia a comparecer ante las autorirdades eclesiásticas, explican por qué los miembros de la comisión no hablaron con ella. El tribunal tomó en consideración las circunstancias, el carácter de la visionaria, la prudencia y buen juicio del P. Aladel y falló en favor de la autenticidad de las visiones. La popularidad de la medalla creció rápidamente, sobre todo a partir de la conversión de Alfonso Ratisbonne en 1842. Era éste un judio alsaciano que había aceptado, sin entusiasmo alguno, llevar la medalla y más tarde, tuvo una aparición de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en la iglesia de Sant'Andrea delle Trate, de Roma. En seguida, recibió el bautismo y posteriormente se ordenó sacerdote y fundó la congregación religiosa de los Padres y las Hermanas de Sión. También se hizo una investigación canónica sobre la visión de Alfonso Ratisbonne.
El informe de la comisión y el del arzobispo de París, se usaron a fondo en el proceso de beatificación de Catalina Labouré, sobre cuya vida personal se sabe muy poco. Sus superiores la calificaron de «más o menos insignificante, realista y poco imaginativa, fría y casi apática». Desde 1831 hasta su muerte, ocurrida el 3I de diciembre de 1876, la santa vivió sin hacerse notar en el convento de Enghien-Reuilly, donde ejerció los cargos de portera, encargada del gallinero y encargada del cuidado de los ancianos del hospicio. Ocho meses antes de su muerte, Catalina reveló a su superiora, la Madre Dufes, las gracias extraordinarias que había recibido. Todo el pueblo se volcó en sus funerales. Poco después, un niño de once años, inválido de nacimiento, fue curado instantáneamente en el sepulcro de la santa. Catalina Labouré fue canonizada en 1947.
Se ha escrito mucho sobre Catalina y la Medalla Milagrosa. Probablemente la biografía más conocida es la del P. E. Crapez. Mencionemos también la biografía del P. E. Cassinari. Anterior a éstas es la obra de Lady Georgiana Fullerton, Life and Visions of a Sister of Charity (1880).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sn_4671

San Silvestre. Papa. Construyó la Basílica de San Pedro en el Vaticano (31 de diciembre)

San Silvestre. Papa. Construyó la Basílica de San Pedro en el Vaticano

san silvestre papa y confesor construyo la basilica de san pedro en el vaticano

Al Papa San Silvestre le correspondió el honor de bautizar a Constantino, el primer emperador que se hizo cristiano

 
San Silvestre se ha hecho famoso porque le correspondió gobernar a la Iglesia Católica en la época en la que se acabaron las persecuciones y el emperador Constantino decretó plena libertad para practicar en todas partes la religión de Jesucristo. Fue San Silvestrequien construyó la Basílica de San Pedro en el Vaticano

Fiesta: 31 de Diciembre

Martirologio Romano: San Silvestre I, papa, que piadosamente rigió la Iglesia durante muchos años, período en el cual el emperador Constantino Augusto construyó basílicas venerables, y el Concilio de Nicea aclamó a Cristo como Hijo de Dios. En este día su cuerpo fue enterrado en Roma, en el cementerio de Priscila.

Biografía de San Silvestre

San Silvestre le regaló Constantino el palacio de Letrán en Roma, y desde entonces estuvo allí la residencia de los Pontífices.
También tuvo este Pontífice la suerte de poder construir (con ayuda del gobierno y de los fieles) la antigua Basílica de San Pedro en el Vaticano, y la primera Basílica de Letrán.
Durante su Pontificado, San Silvestre se reunió el Concilio de Nicea (año 325), en el cual los obispos de todo el mundo declararon que quien no crea que Jesucristo es Dios, no puede pertenecer a nuestra santa religión, y compusieron el Credo que rezamos los católicos.
Dicen que a San Silvestre le correspondió el honor de bautizar a Constantino, el primer emperador que se hizo cristiano (todos los anteriores habían sido paganos).
El Pontificado de San Silvestre duró 20 años y transcurrió todo en medio de gran tranquilidad y completa libertad para la Iglesia.

Su muerte

San Silvestre muere el 31 de diciembre del año 337. Fue sepultado en el cementerio de Priscila, en la vía Salaria, en una basílica donde estaba enterrado el papa San Marcelo, y que desde entonces se llamó de San Silvestre.
Por el año 1890 se creyó identificar sus ruinas en el transcurso de unas excavaciones, y por fin lo logra en 1907 el arqueólogo Marucchi.
Una Iglesia fue reconstruída sobre los antiguos cimientos y fue inaugurada el 31 de diciembre del mismo año
"En la eternidad, las condecoraciones no serán para los que tuvieron una vida sin problemas, sino para quienes supieron luchar contra las dificultades". (San Francisco de Sales)

Vídeo (Sanación del dolor: Vacíame de toda inseguridad, miedo y todo bloqueo emocional) 31122018



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Oración de Sanación - Vídeo reflexión para hoy (Sanación y perdón: Sin tu amor peligra mi vida, mi corazón se llena de oscuridad) 31122018


Oración de Sanación

Señor mío, Tú eres el Alfa y Omega, el principio de la vida y del amor. Tu Poder y tu Amor existen desde el comienzo mismo de todo y te nos has manifestado a largo de nuestro camino de vida.
Tú, permaneces cerca de mí con tu Palabra sanadora, Tú me guías y me conduces aun cuando transito por lugares oscuros, perdido y sin rumbo.
Tú nunca te vas de mi lado, nunca me abandonas, intervienes en mi vida, en cada una de mis situaciones y con tu verdad me iluminas los caminos.
Yo sé que Tú me quieres alegre y en paz en todo momento, alegre cuando te sirvo, cuando oro, cuando trabajo, cuando doy y recibo y hasta cuando sufro, porque Tú eres la verdadera alegría, la fuente de paz, la fuente del amor y de toda bendición.
No permitas que me separe de esta alegría, dejándome dominar por mis pasiones, por el orgullo, por la ambición de poder, por la envidia amarga que deja vacíos en el alma.
Quiero que mi corazón se abra a ti, se rebose de Ti. Que tu Palabra poderosa, que da luz, vida y salvación penetre las profundidades de mi ser..
Ven Señor, ven a desbordarme con tu paz y aleja todas las tinieblas de mí que quiere opacar mi esperanza y derribar la fortaleza que en Ti he encontrado.
A Ti, Señor, Luz de luz, eterna verdad, sabiduría celestial, sea el Honor y la Gloria por siempre y para siempre. Amén.

Propósito para hoy

Ayudaré hoy a algún indigente. Le mostraré la alegría que el Señor me ha dado y compartiré un desayuno con él.

Frase de reflexión

"El consumismo nos impulsa a desechar. Pero la comida que se tira a la basura es el alimento que se roba al pobre, al que pasa hambre". Papa Francisco.

Vídeo reflexión para hoy

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Diálogo con Jesús 31122018


Diálogo con Jesús
Señor mío, pienso mucho en la necesidad de ser dócil y paciente antes las distintas situaciones que intentan descontrolar mis emociones pero sabes que no es algo que sólo dependa de mi voluntad, sino que necesito de tu acción poderosa, para que mi corazón sea capaz de vivir al ritmo del tuyo y así poder ir aceptando cada cosa sin drama y con la conciencia de que siempre quieres lo mejor para mí. Te suplico que bendigas a todos los que amo y a los cuales, por distintas razones, he herido con mi comportamiento impaciente. Dame la posibilidad de no volverlo a hacer, de curar esas heridas y de poder pedirle perdón a cada uno de ellos. Confío en tu poder y en tu misericordia que me van transformando. Amén

Purifícame de todo lo que no ha sido santo, bello y bueno (Los cinco minutos del Espíritu Santo) 31122018

Purifícame de todo lo que no ha sido santo, bello y bueno


Al terminar el año es bueno dejarlo todo en la presencia de Dios, decirle que queremos que todo lo bueno que hemos vivido sea para su gloria, y pedirle al Espíritu Santo que purifique todo lo que no ha sido santo, bello y bueno.
En un año el Espíritu Santo ha hecho muchas cosas en nuestra vida, ha trabajado secretamente en nuestro interior y nos ha enseñado secretos de sabiduría. De nuestras angustias, fracasos, errores y sufrimientos, también ha sacado cosas buenas, aunque nosotros no alcancemos a descubrirlas.
Demos gracias al dulce huésped del alma, por su presencia discreta y constante, por su tierna paciencia con nosotros, y sobre todo por su infinito amor, que puede darle sentido a todo lo que hemos vivido.
Y para poder comenzar mañana un año mejor, invoquémoslo con toda el alma: "¡Ven Espíritu Santo!".

La Familia Divina (Evangelio meditado Adviento y Navidad) 31122018

La Familia Divina
Santo Evangelio según San Juan 1, 1-18. Día Séptimo de la Octava de Navidad.


Por: H. Francisco Javier Posada Huaracha, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, dame la gracia de reconocerme como parte de tu familia divina.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 1, 1-18
En el principio ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Ya en el principio él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la existencia por él y sin él nada empezó de cuanto existe. Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios.
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre, lleno de gracía y de verdad.
Juan el Bautista dio testimonio de él, clamando: "A éste me refería cuando dije: 'El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo'".
De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
  1. encarnación de Jesucristo fue un evento que marcó profundamente la historia; una de las cosas que Jesús nos hizo presente con su venida fue la gracia y misterio de la paternidad divina. Jesús, siendo Hijo de Dios, nos ayudó a darnos cuenta y comprender qué significa el ser hijos de Dios. Esta revelación vino por partes de Dios. Primero el Padre se manifestó al pueblo de Israel como un Dios personal; después el Hijo se hizo hombre y habitó entre nosotros (cfr. Jn1,14) y, por último, el Espíritu Santo se manifestó como una persona divina en la vida de la Iglesia de una manera especial.
De manera particular resalta la revelación de Dios como Padre e Hijo, en especial en este tiempo de navidad, porque este periodo nos interpela a reflexionar en el misterio de la familia divina y humana de Dios. El misterio de Dios como Padre al que podemos acudir cuando tenemos necesidad, nos ayuda a comprender nuestro dignidad y lugar en el planeta.
El reconocer nuestra condición de hijos amados de Dios es muy importante porque nos ayuda a compartir su amor con todos los que no lo conocen o lo ignoran. Experimentar el amor paternal de Dios nos empuja a hablar de nuestra familia divina con nuestros hermanos, los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Acojamos esta invitación que nuestro Señor nos hace, en este tiempo especial, para que la gente reconozca a Dios que es amor.
No nos olvidemos en este día de agradecer a Dios por el año transcurrido y por cada bien recibido. Y nos hará bien, a cada uno de nosotros, tomar un poco de tiempo para pensar cuántas cosas buenas he recibido del Señor este año y agradecer. Y si hay pruebas, dificultades, agradecer también porque nos ha ayudado a superar esos momentos. Hoy es un día de agradecimiento.
(Angelus de S.S. Francisco, 31 de diciembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hacer una visita al Santísimo para agradecerle a Dios por ser mi padre.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Un año nuevo está por comenzar... (meditación para hoy) 31122018

Un año nuevo está por comenzar...
¿Qué pasó con aquellos deseos que brotaron en nuestro corazón al terminar de oír las doce campanadas y nos hicieron decir: 


Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 



Sonarán las campanas en el reloj...

Las 12. Las 12 de la noche.

Parece que los meses del año que termina, con sus días y sus horas se columpian en cada una de ellas... Doce meses, doce campanadas. El año se va. El año 2017 se acaba. Se esfuman los doce meses como en un conjuro de tiempo y eternidad. Los tuvimos en nuestras manos paro ya no volverán.

Fueron instantes nuestros, únicos e irrepetibles, vividos dentro de nuestro libre albedrío, hora tras hora y ahora se van, perdiéndose en la noche última del año. La noche vieja.

El poeta dice:

El indivisible tiempo
lo hemos dividido en años
y así decimos que pasa
cuando nosotros pasamos. 


Así es, decimos que el tiempo se va cuando somos nosotros los que nos vamos. Decimos que el tiempo corre, que el tiempo vuela, pero los que corremos, los que volamos sobre el tiempo somos nosotros. El tiempo siempre está, el tiempo ni tiene tiempo, ni es joven ni viejo, nosotros si.

Las 12. Noche Vieja. Un año nuevo está por comenzar.

Las 12 horas del 31 de diciembre de 2017... ¿Qué hicimos con estos trescientos sesenta y cinco días? ¿Qué dijimos, qué pensamos una noche como esta pero del año pasado? ¡Cuántos planes, cuántas promesas, cuántos propósitos! ¿Somos los mismos de aquella noche de otras muchas noches o sentimos que fuimos limando las aristas de nuestro carácter, rellenando "baches" en los que caíamos una y otra vez, quitando obstáculos, que quizá amábamos pero que nos hacían tropezar en nuestro plan de ser mejores como seres humanos en nuestra plenitud y dignidad? ¿Qué pasó con aquellos deseos vehementes que brotaron en nuestro corazón al terminar de oír las doce campanadas y nos hicieron decir: "¡Ahora sí, este año nuevo sí!

Poco a poco se nos fueron aminorando las fuerzas, el entusiasmo, y llegó esa desgana o indiferencia por las cosas. La bruma de la rutina nos envolvió en sus días grises y nos heló el corazón y el coraje.

O no fue así... y sentimos que sí ha habido un cambio positivo. Que el sol del amor nos arropa y podemos repartir el calor que hay en nuestra alma a los demás. Que estamos en pie de lucha, que las 12 campanadas resuenan en nuestro corazón como el tañer de las campanas de la ermita invitándonos a orar.

Que cada campanada se un:
Perdón y gracias, Dios mío, me estás regalando otro año para crecer en la fe y en el amor a Ti y a los demás. El tiempo pasado está en Tus manos , el que comienza en las mías, pero quiero que Tu me acompañes a vivirlo!.

Y con el año que se va y el nuevo que comienza, en esta Noche Vieja, la más vieja del año, recordamos al poeta que nos dice:

Un año más, no mires con desvelo
la carrera veloz del tiempo alado
que un año más en la virtud pasado
un paso es más que te aproxima al cielo.


Y siguiendo con los versos terminaremos esta pequeña reflexión con uno que una noche como esta me inspiro:

Esta noche es "noche-vieja"
y yo hago un alto en mi camino,
sentada bajo la luna
abro mi alforja y la miro.
¿Qué es lo que tengo en ella?
Oro y plata:-Te lo cambio
por la sonrisa de un niño.

Quiero caminar descalza
por lo prados con rocío
quiero soltar mis amarras
y extender libre mis alas
y sentir mi poderío.

Poderío y libertad
olvidando el claro-oscuro
de ambiciones que esclavizan
tan pesadas como un yugo.

Esta noche es "noche vieja"
tengo el alma transparente,
cuando llegue el año nuevo
que me encuentre en la vereda
como quién vuelve a nacer,
sin sandalias ,sin alforja,
con la piel limpia de luna
las estrellas en mi pelo
y cantando el "aleluya".

Esta noche es noche vieja,
y yo tengo el alma nueva...
¡quién lo pudiera creer!


 
Preguntas o comentarios al autor    Ma. Esther de Ariño