domingo, 30 de junio de 2019

San Ladislao, rey (30 de junio)


San Ladislao, rey

fecha: 30 de junio
fecha en el calendario anterior: 27 de junio
n.: 1040 - †: 1095 - país: Eslovaquia
otras formas del nombre: Lancelot, Laszlo, Ladislas
canonización: 
C: Celestino III 1192 (?) - PC
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Nitra, en los montes Cárpatos, muerte de san Ladislao, rey de Hungría, que restableció en su reino las leyes cristianas dictadas por san Esteban, reformando las costumbres y dando él mismo ejemplo de virtud. Propagó fervientemente la fe cristiana en Croacia, que había sido incorporada al reino húngaro, estableciendo la sede episcopal de Zagreb. Murió cuando se disponía a una guerra con Bohemia y fue enterrado en Varadino, en Transilvania.
Si bien es verdad que Hungría debe a san Esteban el establecimiento de su monarquía y la organización de su Iglesia, no es menos cierto que tiene una deuda igual con otro santo rey de la misma casa real de Arpad. Porque Ladislao extendió las fronteras del reino, mantuvo a raya a sus enemigos y, desde el punto de vista político, lo convirtió en un gran Estado. Pero no se canoniza a los hombres por semejantes actividades (si es que alguna vez se canonizó formalmente a Ladislao, lo que parece dudoso), sino que se rinde la debida veneración a su memoria por su vida privada y su trabajo por la cristiandad.
Pasó la niñez y la juventud en un ambiente cargado de intrigas políticas y dinásticas y, sin modificaciones en el estado de cosas, Ladislao ocupó el trono de Hungría en el año 1077. Inmediatamente fueron negados sus derechos reales por su hermanastro Salomón, quien tomó las armas contra él; pero a fin de cuentas, el rey lo derrotó en el campo de batalla. Se afirma que el joven monarca era un dechado de gracias y que, desde temprana edad, dio muestras de poseer todas las virtudes que deben adornar a un hidalgo y noble caballero. A una estatura descomunal, que le permitía sacar la cabeza y hasta los hombros por encima de cualquier muchedumbre, unía la fuerza de un toro y el valor de un león, pero todos estos atributos estaban en él atenuados por una cortés afabilidad, y una gentileza que conquistaba a todos inmediatamente. Su piedad, tan fervorosa como bien equilibrada, se expresaba en su celo por la fe, en el escrupuloso cumplimiento de sus deberes religiosos, en su estricta moral y en la austeridad de su vida. Se había despojado de toda ambición personal y, sólo por su sentido de la obligación, aceptada la dignidad que le habían echado sobre las espaldas. En persecución de una política dictada por sus sentimientos religiosos y patrióticos, Ladislao se vinculó estrechamente al Papa Gregorio VII y a los otros oponentes del emperador Enrique IV de Alemania. Abrazó la causa del rival de Enrique, Ruperto de Suabia, y se casó ron Adelaida, la hija del duque Welfo de Baviera, el más poderoso de los aliados de Ruperto. Dentro del propio territorio de Hungría el rey tuvo que soportar numerosas invasiones por parte de los «kuman» y otras tribus, pero a todas las rechazó triunfalmente e hizo lo más que pudo para atraer a los bárbaros a la civilización y al cristianismo; al mismo tiempo, en su reino otorgó la libertad religiosa a los judíos y los ismaelitas (mahometanos). A solicitud suya, la Santa Sede reconoció como dignos de veneración al rey Esteban I, a su hijo Emeric, así como a Gerardo, el obispo mártir.
Ladislao gobernó con mano firme, tanto en los asuntos civiles como en los eclesiásticos; así se puso de manifiesto en el curso de la dieta de Szabolcs, y en el año 1091, cuando su hermana Elena, la reina de los croatas, le pidió ayuda en contra de los asesinos de su esposo, Ladislao en persona acudió a socorrerla, restableció el orden en Croacia y estableció la sede de Zagreb. Cuando Elena murió sin haber tenido hijos, Ladislao anexó Croacia a Hungría y Dalmacia a la República de Venecia, no obstante las promesas y las amenazas del emperador de Constantinopla. Sin embargo, el Papa Urbano II recurrió al Emperador en busca de apoyo para organizar la primera Cruzada y, los reyes de Francia, España e Inglaterra, eligieron a Ladislao como el comandante en jefe de la expedición. Pero no tuvo ocasión de partir con los cruzados, porque la muerte le sorprendió repentinamente en la ciudad de Nitra, en Bohemia, a principios del año 1095. Sólo tenía cincuenta y cinco años de edad.
El cuerpo de San Ladislao se llevó a Nagy Varad (Oradea Mare, en Transilvania) para sepultarlo en la ciudad que había fundado y en la catedral que construyó. Desde el momento de su muerte, se le honró como a un santo y a un héroe nacional. Sus proezas dieron el tema para innumerables baladas, trovas y leyendas populares entre los magiares. Sus reliquias fueron solemnemente guardadas en un santuario, en el año 1192. En ese mismo año se afirma que fue canonizado por el papa Celestino III (aunque no parece que se haya conservado la bula correspondiente).
En el Acta Sanctorum, junio, vol. VII, los bolandistas imprimieron una serie de leyendas litúrgicas, acompañadas de las acostumbradas disertaciones históricas. Probablemente sea una fuente de información más digna de confianza, la biografía editada por S. L. Edlicher, de su Rerum Hungaricarum Monumento Aspadiana (1849), pp. 235-244 y 324- 338.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
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CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


Inmaculado Corazón de María

Consagración individual al Inmaculado Corazón de María



Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía,
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.

Quiero ser como tú quieres que sea,
hacer lo que tú quieres que haga.
No temo, pues siempre estás conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.

Pon mi mano en la tuya para que esté siempre contigo.

Consagración del hogar y la familia al Inmaculado Corazón de María



¡Oh Virgen María!, queremos consagrar hoy nuestro hogar y cuantos lo habitan a vuestro Purísimo Corazón.
Que nuestra casa, como la tuya de Nazaret, llegue a ser un oasis de paz y felicidad por:
   -  el cumplimiento de la voluntad de Dios,
   -  la práctica de la caridad,
   -  y el abandono a la Divina Providencia,
¡Que nos  amemos  todos como Cristo  nos enseñó!. Ayúdanos a vivir siempre cristianamente y envuélvenos en tu ternura.

Te pido por los hijos que Dios nos ha dado (se citan los nombres) para que los libres de todo mal y peligro de alma y cuerpo, y los guardes dentro de Tu Corazón Inmaculado. Dígnate, Madre nuestra, transformar nuestro hogar en un pequeño cielo, consagrados todos a vuestro Corazón Inmaculado. Amén.

¡Corazón Inmaculado de María, sálvanos! 

¿Qué es la Consagración al Inmaculado Corazón de María?



Una promesa de amor en donde se le da todo lo que la familia es, tiene y hace a Jesús a través del Corazón Inmaculado de la Virgen María, para vivir plenamente entregados a la voluntad del Padre.

La familia se abandona en las manos de la Virgen María para que ella ejerza su papel de Madre espiritual, de Mediadora de las gracias, de Abogada y de Reina.

La meta final de toda consagración es Jesús; La Virgen María es el medio eficaz para alcanzar mayor unión con Cristo y es fuente de protección maternal contra Satanás.

Por medio de la consagración, los miembros de la familia han de llegar a ser como San José, totalmente dedicados a Jesús y a María. Deben pedir a Dios la gracia de vivir fieles a esta consagración, reconociendo que pertenecen a los Corazones de Jesús y de María, quienes han de ser el centro de cada aspecto de sus vidas, decisiones, relaciones, etc.

¿Cuáles son los frutos de la Consagración al Inmaculado Corazón de María?

Permitirá a la Virgen Santísima usar libremente su poder de intercesión y de santificación para el crecimiento de su familia en la gracia.

La Virgen  respeta la voluntad de cada uno y por eso espera a que la familia se consagre libremente para entonces ejercer su misión plenamente. Primero hay que abrir las puertas y luego responder fielmente a todo cuanto pide la Virgen para acercarnos al Corazón de Jesús.

La Virgen María será Fuente de Protección: Por la decisión libre que han tomado, su familia pertenece a al Corazón de María, y serán protegidos espiritualmente.

Les obtendrá gracias para vivir en la virtud y les ayudará a abrir sus corazones para vivir las virtudes que se encuentran en los Corazones de Jesús y María. Especialmente la humildad, la mansedumbre, el amor sacrificial, la pureza y la obediencia

También les ayudará a ejercer las virtudes que construyen y mantienen la unidad de familia, como la  paz, el orden, el respeto, la delicadeza, el pensar primero en el otro, la abnegación, la comunicación y sobre todo la caridad.


¿Cómo debe vivir una Familia consagrada al Corazón Inmaculado de María?

-Fidelidad a la Iglesia y a los Sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Confesión habitual.

-Oración, personal y familiar, especialmente el rezo del Santo Rosario con frecuencia.

-Tener una imagen del Corazón Inmaculado de María en un lugar destacado del hogar

-Apoyar a su parroquia de la manera que ustedes puedan (con su tiempo, con recursos, etc.)

-Ser generosos en las necesidades de los demás.

-Renovar regularmente la oración de Consagración de la familia al Corazón Inmaculado de María.

El mono (Reflexión)

El mono

monoHabía una vez un mono que andaba saltando de árbol en árbol. Mientras saltaba vio un bello nogal. Cogió una nuez y la mordió. Como la cáscara estaba amarga, el mono la tiró y se quedó sin probar el rico bocado que tenía dentro.
En la vida sucede lo mismo. Existen personas que comienzan a realizar una actividad: aprender un oficio, tocar un instrumento, comenzar una escultura, etc. Estas personas, cuando tropiezan con las primeras dificultades, abandonan la tarea iniciada y, de ese modo, se quedan sin saborear las satisfacciones que les hubiera deparado el trabajo iniciado, una vez que hubieran superado las dificultades del comienzo.
Cuando tengas complicaciones, pide a Dios que te ayude a superarlas. Ten fe y confianza y no se te ocurra tirar la toalla cuando surjan las primeras dificultades para conseguir tu objetivo.
Web católico de Javier

España renueva su consagración al Corazón de Jesús: «En Ti ponemos nuestra vida y la de España» 30062019

Un siglo después se ha pedido un «profundo rejuvenecimiento de la fe» en el país

España renueva su consagración al Corazón de Jesús: «En Ti ponemos nuestra vida y la de España»


En esta renovación de la consagración de España han participado más de 15.000 personas, agotando así el aforo disponible en el santuario
En esta renovación de la consagración de España han participado más de 15.000 personas, agotando así el aforo disponible en el santuario
Este domingo 30 de junio de 2019, un siglo y un mes después de que en 1919 Alfonso XIII consagrase el Reino al Sagrado Corazón de Jesús, España ha vuelto a renovar esta consagración en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico del país y lugar en el que hace 100 años se produjo este histórico acontecimiento para los católicos españoles.
En una emotiva celebración en la que participaron 15.000 fieles, cientos de sacerdotes y religiosas, decenas de obispos y cardenales se pidió la protección del Corazón de Jesús y el “rejuvenecimiento de la fe en España”.
Una renovación marcada por la Adoración
La Eucaristía fue presidida por el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, y fue al término de la misa y en un ambiente de Adoración Eucarística con miles de personas arrodilladas en la explanada del santuario cuando se llevó a cabo la oración de consagración. Al no ser realizada por el jefe del Estado como en 1919 hizo el Rey Alfonso XIII, en esta ocasión la oración ha sido iniciada por el arzobispo madrileño, el nuncio apostólico, Renzo Fratini, el arzobispo de Toledo y Primado de España, Braulio Rodríguez, el obispo de Getafe, Ginés García, y después por el resto de fieles.
Antes el Nuncio leyó un mensaje enviado por el Papa Francisco en el que animó a ser “testigos de la presencia viva de Cristo en medio de nuestro mundo, de modo que pueda ser conocido y amado y reinar en el corazón de los hombres, los hogares, los diferentes ámbitos de la sociedad”.
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Siguiendo el mismo esquema que hace un siglo fue el arzobispo toledano, en su condición de primado, el que ha colocado el Santísimo en la custodia con el que se ha producido en la Adoración Eucarística durante la cual se renovó la consagración.
"Expresar nuestra inmensa gratitud"
“Señor Jesucristo, Salvador del mundo, al cumplirse el centenario de la consagración de España a tu Sagrado Corazón, los fieles católicos volvemos a postrarnos en este lugar donde se levanta este trono de tus bondades, para expresar nuestra inmensa gratitud por los bienes innumerables que has derramado sobre este pueblo de tu herencia y de tus predilecciones”, decía parte de esta oración.
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Los miles de congregados oraban afirmando que “al renovar la consagración de España, los fieles católicos expresamos nuestro ferviente deseo de corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordia, impulsando, en comunión con toda la Iglesia, una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría del Evangelio”.
“Concédenos permanecer siempre junto a María, Madre tuya y Madre nuestra, como en la víspera de Pentecostés, para que el Espíritu Santo produzca un profundo rejuvenecimiento de la fe en España”, proseguía la oración.
Un ambiente cargado de emoción y de alegría
Una vez concluida la oración de esta renovación de la consagración de España, los presentes rompían en un fuerte aplauso mientras proferían vítores al Corazón de Jesús y a Cristo Rey. De este modo, se llegaba al momento culminante de un Año Jubilar por una devoción históricamente de gran arraigo en el pueblo español.
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Previamente, el cardenal Osoro presidió la Eucaristía en la que además del nuncio Fratini han participado entre otros los cardenales Rouco y Amigo, así como 14 obispos españoles provenientes de distintas regiones. Estaban presentes entre otros, los obispos de Getafe, diócesis en la que se encuentra el santuario, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, así como vascos como Munilla o catalanes como Vives.
En su homilía, el arzobispo de Madrid recordó que “al renovar el centenario de la consagración de España al Corazón de Jesús asumimos la misión de hacer presente su rostro”.
De este modo, afirmaba que "el Corazón de Cristo nos muestra la realidad de Dios y la del hombre y que desea vivir en Verdad y no negociar con la Verdad, sin  acomodarse a las circunstancias”.
“Qué grande es este Dios que sale a nuestro encuentro, que habla nuestro lenguaje y comparte nuestras preocupaciones”, aseguró y recordó que “somos el pueblo de Dios y este pueblo que camina en España quiere renovar y consagrar España una vez mas al Corazón de Jesús”, afirmaba.
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“Sagrado Corazón, en ti ponemos nuestra vida y la de España. Cuídanos, haznos hermanos que tengamos la necesidad de amarnos, de pedirnos perdón y de perdonar”, dijo para concluir el cardenal Osoro.
Así es la oración de consagración que se ha leído este domingo
A continuación ofrecemos íntegra la oración con la que se ha renovado la consagración de España al Corazón de Jesús:
Señor Jesucristo, Redentor del género humano,
Sacerdote eterno y Rey del Universo:
nos dirigimos a tu Sacratísimo Corazón con humildad y confianza,
con reverencia y esperanza, con profundo deseo de darte gloria, honor y alabanza.
Señor Jesucristo, Salvador del mundo,
al cumplirse el centenario de la consagración de España a tu Sagrado Corazón,
los fieles católicos volvemos a postrarnos en este lugar
donde se levanta este trono de tus bondades,
para expresar nuestra inmensa gratitud por los bienes innumerables
que has derramado sobre este pueblo de tu herencia y de tus predilecciones.
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Durante la noche anterior a la renovación a la consagración en el cerro hubo una vigilia en la que el Sagrado Corazón fue iluminado con los colores de la bandera española
Señor Jesucristo, Hijo de Dios Vivo,
te alabamos por el amor que has revelado a través de tu Sagrado Corazón,
el cual, traspasado por nosotros, es fuente de nuestra alegría 
y manantial del que brota la vida eterna.
Reunidos en tu Nombre, que está por encima de cualquier otro nombre,
renovamos la consagración que fue hecha aquí hace cien años
a tu Sacratísimo Corazón, en el cual habita la plenitud de la
verdad y la caridad.
Al renovar la consagración de España,
los fieles católicos expresamos nuestro ferviente deseo
de corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordia,
impulsando, en comunión con toda la Iglesia,
una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría del Evangelio.
Cuando la Iglesia nos llama por la voz del Sucesor de Pedro
a impulsar una nueva evangelización, concédenos salir valerosos
al encuentro de las heridas de nuestros contemporáneos
para llevar a todos el bálsamo de la misericordia que brota de tu Corazón traspasado.
Que a todos anunciemos con mansedumbre y humildad: ¡sus heridas nos han curado!
Venga, pues, a nosotros Vuestro Santísimo Reino,
que es Reino de justicia y de amor.
Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares,
en la inteligencia de los sabios, en las aulas de las ciencias y de las letras,
y en nuestras leyes e instituciones.
Concédenos permanecer siempre junto a María,
Madre tuya y Madre nuestra, como en la víspera de Pentecostés,
para que el Espíritu Santo produzca un profundo rejuvenecimiento de la fe en España.
Que nuestro pueblo, tierra de María, sepa recibir y custodiar
los frutos santos de su herencia católica para que pueda hacerlos crecer
afrontando con valentía los retos evangelizadores del presente y del futuro.
Líbranos del maligno
y llévanos a participar en la victoria de tu Sagrado Corazón.
Que al consagraros nuestra vida,
merezcamos recibir como premio de ella
el morir en la seguridad de vuestro amor
y en el regalado seno de vuestro Corazón adorable.
¡Que todos proclamemos y demos gloria a Ti,
al Padre y al Espíritu Santo,
único Dios que vive y reina por los siglos de los siglos!
Amén.

6 consejos que harán que te enamores de la oración 30062019

6 consejos que harán que te enamores de la oración

mujer orando con las manos juntas cabello sobre su rostro iglesia

La vida cristiana, incluyendo la oración, es algo en lo que tenemos que trabajar para volvernos mejores cada día

 
¿Quieres orar pero no estás seguro de cómo comenzar? Primero déjame contarte una historia sobre un monje que casi ahogó a un seminarista...

¿Qué tan importante es rezar?

Había una vez un joven seminarista que comenzó su viaje hacia el sacerdocio. Él era un sabelotodo, y quería ser el mejor en todo lo que hacía. Escuchó hablar sobre un monje muy santo que era considerado un maestro espiritual, en lo referente a la oración y a la contemplación.

El seminarista lo buscó, y le pidió al viejo monje que le enseñara todos sus secretos para la oración, el monje le dijo que se fuera. El seminarista era testarudo y regresó pronto, pidiendo nuevamente sus secretos para la oración. El monje le dijo que regresara una semana después.

Cuando volvió a la semana siguiente, el monje lo llevó afuera, a la parte trasera del monasterio hacia un lago. Él no había dicho ni una palabra, entraron en el lago hasta donde el agua les llegaba un poco más arriba de la cintura, el seminarista se impacientaba con el monje, quien aún no había pronunciado una palabra.

Repentinamente el monje agarró al seminarista y hundió su cabeza en el agua, el seminarista luchó y golpeó, pero la fuerza del monje era como la de un buey viejo, lo mantenía hundido en el agua. Cuando el monje finalmente lo dejó ir, salió sin aliento, avergonzado, muy molesto y confuso. El monje lo miró y dijo:

"Hasta que no rece con la misma desesperación con la que buscaba aire, usted no ha rezado".

Las oraciones son tan importantes para nuestra alma como el aire lo es para nuestro cuerpo.

Cómo rezar

Necesitamos rezar para estar conectados con Dios, quien nos creó con un plan en mente. Veamos algunas cosas que nos pueden ayudar a ahondar en la oración de nuestro día a día.

1.- Comienza diciendo: ¡hola! 

Cuando un amigo llega a un lugar, la primera cosa que hace la mayoría de la gente es saludarlo. En muchas formas, ese es el comienzo de una oración: el reconocimiento de la presencia de Dios.

Cuando entramos en una Iglesia nos arrodillamos ante el tabernáculo, para rendirnos mientras reconocemos y reverenciamos la presencia real de Jesús en la Eucaristía.

Al comenzar a orar, si tratas simplemente de caminar por algún lugar durante el día, en una capilla o en una habitación, tomate un momento para reconocer en presencia de quien estás.

"Ríndanse y reconozcan que yo soy Dios: yo estoy por encima de las naciones, por encima de toda la tierra."(Salmo 46,11)

2.- Se tú mismo.

Mucha gente piensa que la santidad es inalcanzable, y que para rezar tenemos que parecer una estatua de San Francisco, con nuestras manos plegadas piadosamente.

La realidad es que fuimos creados para estar en comunicación con Dios, y Él desea estar en una relación con nosotros, Él no quiere que seas una copia exacta de un santo, Él te creó con tus propios talentos y pasiones, y quiere que brilles a través de ellos de manera única, muéstrate tal cual eres y permite que Dios te transforme en el santo que quieres ser.

3.- Maestro, enséñanos a orar.

Los apóstoles de Jesús le dijeron esas palabras, y la conversación que resultó es la oración que llamamos "Padrenuestro".

Si sus propios apóstoles le pidieron a Jesús que los enseñara a orar, nosotros debemos pedirle mucho más todavía. Pídele a Diosque te ayude y Él sabrá escucharte.

"Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá". (Mateo 7,7)

4.- Rompe los frenos.

El mundo en el que vivimos hoy nos bombardea con publicidades y ruidos en todas las direcciones, desde textos, hasta música, televisión o internet.

Estás cosas no son malas, pero demasiado tiempo con ellas pueden ser una distracción de nuestra relación y conversación con Dios.

"El silencio es tan carente en este mundo que a menudo demasiado ruidoso, que no es favorable al recogimiento y la escucha de la voz de Dios" (Papa Benedicto XVI).

Tomate diez minutos cada día, del tiempo que pasas en facebook o viendo televisión, y utiliza ese tiempo para orar. Coloca a Dios nuevamente en el centro de tu corazón y tu mente.

5.- Mantén viva la oración.

Una vida de oración que no se mantiene es como un lago sin corriente de agua, se estanca. No hay oxigeno entrando, y se vuelve inhabitable, todo lo que encuentras es un cúmulo de mosquitos. A nadie le gustan los mosquitos; así que no seas esa persona.

Sin embargo alguien que cultiva su relación con Dios en la oración, encuentra un escenario muy diferente. Hay agua fresca brotando en el lago, proporciona vida, hay árboles y flores que crecen por todos lados. Tus oraciones afectarán todos los aspectos de tu vida.

"¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos, sino que se complace de la ley del Señor y la medita de día y de noche! Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y que cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien". (Salmo 1,1-3)

6.- Permite que te transforme.

La práctica hace al maestro. La vida cristiana, incluyendo la oración,es algo en lo que tenemos que trabajar para volvernos mejores.

Dios puede hacer cosas maravillosas en nosotros para llegar a Él a través de la oración.

"Las virtudes se forman en la oración. Orar preserva el temperamento. Orar reprime la ira. Orar evita emociones como el orgullo y la envidia. Orar trae al alma la Espíritu Santo, y lleva a los hombres al cielo" (San Efraín de Siria)

¡Solo inténtalo!

Como católicos tenemos acceso a las formas más elevadas de la oración cada domingo (y cada día si podemos) en la Misa, terminando con recibir al mismo Jesús en la Eucaristía. Ese es el alimento para el alma, una oportunidad para entrar en un estado más profundo cada vez y escuchar a Dios hablándote en tu interior.

También podrías comenzar rezando el rosario, nuestra madre María es asombrosa, y es el ejemplo perfecto de cómo amar a su hijo.

La oración de San Miguel Arcángel es también una gran oración. Satanás siempre está intentando separarnos de Dios, San Miguel se lanzó con látigos sobre Satanás. Sí, en definitiva quieres a este poderoso ser en nuestro equipo.

Reza por tu familia, por tu sacerdote, por tu iglesia, por tu futura esposa o esposo, y dale gracias a Dios por todas las personas que ha traído a tu vida que te han ayudado a moldearte en la persona que eres.

Reza para que, en tu viaje hacia la oración, te enamores del Dios que estará contigo a través de los malos tiempos y en las incontables aventuras que tendrás durante el resto de tu vida.

¡Que todos los santos y los ángeles rueguen por nosotros!
 
 
Adaptación y traducción por Qriswell Quero, del artículo publicado en: Life Teen, autor: Aaron Hostetter

Oración de sanación 30062019


Oración de sanación

Señor mío, gracias porque cada día me impulsas con el poder de tu Espíritu para salir adelante y vencer toda tristeza y desánimo que quiera obstaculizarme en este camino para ser feliz.
Estoy dispuesto a entregarlo todo con tal de que permanezcas a mi lado y me hagas sentir protegido y amado. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón. Quiero sentir que me llenas de confianza y servirte con todo mi ser.
Ayúdame a conquistar mis sueños, a recuperar las fuerzas gastadas en situaciones que, en nada, han sido provechosas a mi vida y a fortalecer mi alma para encarar el mal que quiere robarme la alegría.
Quiero ser libre de malos recuerdos, emociones negativas, vicios y de todas esas heridas del pasado que han dejado una huella oscura en mi corazón, abriendo paso al resentimiento y al sufrimiento.
Quiero ser mejor persona, coherente y comprometida con el anuncio de tu Palabra, de tu amor, perdón, justicia y solidaridad.
Ayúdame a entender que, sólo dejando aquellas cosas atrás, que mantienen mi mente en la angustia y el desespero, es que podré darlo todo por Ti.
Ven y mueve mi corazón, sacude esos rastros de dolor y revélame por siempre el camino de tu salvación, el camino a tu felicidad.
Ven y llévate la tristeza y haz que mi corazón actúe y se mueva por tu inmenso amor y tu misericordia. Amén

Propósito para hoy

Hoy, tomaré una pequeña pausa en medio de mis actividades del día y hablaré con Dios de las cargas que me tienen angustiado

Frase de reflexión

"Nuestra oración no se puede reducir a una hora el domingo; es importante tener una relación cotidiana con el Señor". Papa Francisco

Evangelio del día y Reflexión del Papa Francisco 30062019


Evangelio del día: Si no escuchas a Dios en tu conciencia no eres libre
Evangelio del día. AUDIO. Lucas 9,51-62 - Jesús nos quiere libres, ¿y esta libertad dónde se hace? Se hace en el diálogo con Dios

Evangelio del día: Lucas 9,51-62

Evangelio del día (Seguir al Señor no es fácil, pero lo vale todo): "Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: "Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?". Pero él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo. Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: "¡Te seguiré adonde vayas!". Jesús le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". Y dijo a otro: "Sígueme". El respondió: "Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre". Pero Jesús le respondió: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios". Otro le dijo: "Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos". Jesús le respondió: "El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios" Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco

Jesús tomó la firme decisión de caminar a Jerusalén... Jerusalén es la meta final, donde Jesús, en su última Pascua, debe morir y resucitar, y así llevar a cumplimiento su misión de salvación.
Desde ese momento, después de esa firme decisión, Jesús se dirige a la meta, y también a las personas que encuentra y que le piden seguirle les dice claramente cuáles son las condiciones: no tener una morada estable; saberse desprender de los afectos humanos; no ceder a la nostalgia del pasado.
Pero Jesús dice también a sus discípulos, encargados de precederle en el camino hacia Jerusalén para anunciar su paso, que no impongan nada: si no hallan disponibilidad para acogerle, que se prosiga, que se vaya adelante. Jesús no impone nunca, Jesús es humilde, Jesús invita. Si quieres, ven. La humildad de Jesús es así. Él invita siempre, no impone.
Todo esto nos hace pensar. Nos dice, por ejemplo, la importancia que, también para Jesús, tuvo la conciencia: escuchar en su corazón la voz del Padre y seguirla. Jesús, en su existencia terrena, no estaba, por así decirlo, telemandado: era el Verbo encarnado, el Hijo de Dios hecho hombre, y en cierto momento tomó la firme decisión de subir a Jerusalén por última vez; una decisión tomada en su conciencia, pero no solo: ¡junto al Padre, en plena unión con Él! Decidió en obediencia al Padre, en escucha profunda, íntima, de su voluntad.
Y por esto la decisión era firme, porque estaba tomada junto al Padre. Y en el Padre Jesús encontraba la fuerza y la luz para su camino. Y Jesús era libre; en aquella decisión era libre.
Jesús nos quiere a los cristianos libres como Él, con esa libertad que viene de este diálogo con el Padre, de este diálogo con Dios. Jesús no quiere ni cristianos egoístas, que siguen el propio yo, no hablan con Dios, ni cristianos débiles, cristianos que no tienen voluntad, cristianos telemandados, incapaces de creatividad, que buscan siempre conectarse a la voluntad de otro y no son libres.
Jesús nos quiere libres, ¿y esta libertad dónde se hace? Se hace en el diálogo con Dios en la propia conciencia. Si un cristiano no sabe hablar con Dios, no sabe oír a Dios en la propia conciencia, no es libre, no es libre. (Reflexión antes del rezo del ángelus, 30 de junio de 2013)

Evangelio del día de hoy


Comentarios del Evangelio del día de hoy en audio:
🎧
Evangelio del día

Conversando con el amor 30062019


Conversando con el amor
Mi Dios, quiero entregarte todos mis miedos y preocupaciones, porque sé que sólo pueden encontrar solución en Ti. Gracias, porque sé que siempre estarás conmigo y harás que todos mis problemas sean auténticos trampolines que me impulsen a lograr mis objetivos. No permitas que los malos deseos, palabras destructivas o las acciones de aquellos que no me quieren, me hagan daño y me hagan sufrir. Cuento con tu presencia. Amén

Mes del Sagrado Corazón de Jesús: Día 30: La Comunión reparadora

Mes del Sagrado Corazón de Jesús:
Día 30: La Comunión reparadora

sagrado corazon de jesus dia  la comunion reparadora

El corazón de Jesús nos recuerda su enseñanza del agua viva que fluye de Su lado traspasado y la enseñanza de que el Espíritu Santo fluyó sobre la Iglesia

 
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús representa actos de veneración de Su corazón físico, unido a su divinidad, como símbolo de su amor redentor a toda la humanidad

En un sentido popular, el corazón es el asiento de la vida interior de una persona, tanto natural como sobrenatural.

El corazón de Jesús nos recuerda su enseñanza del agua viva que fluye de Su lado traspasado y la enseñanza patrística de que el Espíritu Santo fluyó sobre la Iglesia a través de esa herida.

Santa Margarita María Alacoque, una santa del siglo XVII, promovió la devoción del Sagrado Corazón de Jesús especialmente en actos de reparación y de consagración

Consagremos nuestros corazones hoy al Sagrado Corazón de Jesús

1. Confía en el Sagrado Corazón de Jesús

Amado Corazón de Jesús, Tú Permaneces como mi amante fiel y eterno, aunque yo vaya dando tumbos por el camino del amor, tu amor. Quieres que yo dé mucho fruto, pero para eso debo vivir unido a Ti, unido a tu sacratísimo corazón y a tu Palabra que es la semilla que alimenta al mío.

Dame de tu fuerza, de tu coraje, de tu amor y de tu perdón. Necesito a diario esas cuatro cosas en mi vida para tener la dirección correcta. Quiero hacer de mi vida una vida de servicio, obrar bien por los míos y por mi prójimo, desvivirme por ellos como Tú lo hiciste por mí.

Al final de mis días eso es lo que contará, no mi prestigio, riqueza, poder o belleza. Sé que quieres que construya mi vida sobre el amor que brota de tu Sagrado Corazón, que permanezca siempre firme y lleno de tu bondad. Confío en que Tú me llevarás seguro con la fuerza sanadora que emerge de tu Corazón.

Confío en Ti, confío en tu amor, confío en que me ayudas y me regalas tu bendición en todos los momentos de mi vida.

Sagrado Corazón de Jesús, quiero amarte con verdadero amor.

Amén

2. Oración inicial

Sagrado Corazón de Jesús, necesito de tu fuerza que todo lo restaura, tu poder que sana y libera y conduce por nuevos caminos llenos de bendiciones.

Tú conoces lo que hay en mi corazón: quiero amarte y servirte, no porque sea un mandato, sino porque lo acepto como una petición de amor respetuosa y lleno de gozo por hacer tu voluntad, la cual, con ella siempre me diriges y quieres lo mejor para mí.

Sagrado Corazón de Jesús, quiero seguir tus pasos, vivir lo que Tú mismo viviste, amar lo que Tú amas, despreciar el mal que te aleja de mí.

Te amo, creo en tus mandamientos, que no son otra cosa que peticiones de amor que brotan de tu sagrado corazón. Amén. Sagrado Corazón de Jesús en ti confío.

Amén.

3. Día 30: La comunión reparadora.

Si quieres amar al Corazón de Jesús debes comulgar su cuerpo muy frecuentemente. ¿No eres digno? Y para hacerla una vez al año ¿te sientes digno? No eres perfecto.

Pero la comunión no es un premio; es un medio para llegar a la perfección. ¿Tienes muchos defectos? Para corregirlos tienes necesidad de la comunión.

No son los sanos los que tienen necesidad de curación, sino los enfermos. ¿No sabes que la comunión borra por sí todos los pecados veniales y preserva de los mortales?

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

4. Oración final

Amantísimo Corazón de Jesús, de Ti provienen abundantes gracias, misericordia y perdón, defiendes a los oprimidos, ayudas a los más débiles, rescatas a los que son despreciados.

Una y otra vez intervienes en cada una de mis debilidades, me acoges, me perdonas y me invitas a convertirme de corazón.

Sagrado Corazón de Jesús, Tú lo sabes todo, Tú escudriñas la profundidad de nuestros corazones y ves nuestro interior, conoces mi debilidad.

Quiero aprender a perdonar y a pedir perdón, a reconocerme pecador y no juzgar a los demás, más bien acudo a Ti, que eres la fuente de la misericordia, para que pongas en mí la gracia de ser misericordioso.

Quiero saber inyectar esperanzas en vez de condenas. Derrama tu amor en mi corazón para solidarizarme con todos. No permitas que sea indiferente ante las personas que necesitan de una palabra de consuelo.

Te suplico, Oh Dios mío, que extiendas tu mano en estos momentos sobre mis heridas y sánalas con tu inmenso amor. Eres el dueño de mi vida. Todo te lo entrego.

Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

Nota final: El Sagrado Corazón de Jesús quiere inspirar a los corazones de hombres y mujeres de nuestros días para que puedan estar fortalecidos ante los continuos ataques de antivalores de esta sociedad y además infundirles un gran deseo de llevar a cabo grandes obras de las que se creen ser incapaces de realizar.

El Corazón de Jesús le dijo a Santa Margarita María Alacoque:

"Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí".

Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.

 
 
Redacción: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net | Con aportes de: Padre León Dehón

Santos Protomártires de la Iglesia Romana, mártires (30 de junio)


Santos Protomártires de la Iglesia Romana, mártires

fecha: 30 de junio
fecha en el calendario anterior: 24 de junio
†: c. 64 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: Santos Protomártires de la santa Iglesia Romana, que, acusados de haber incendiado la Urbe, por orden del emperador Nerón unos fueron asesinados después de crueles tormentos, otros, cubiertos con pieles de fieras, entregados a perros rabiosos, y los demás, tras clavarlos en cruces, quemados para que, al caer el día, alumbrasen la oscuridad. Eran todos discípulos de los Apóstoles y fueron las primicias del martirio que la iglesia de Roma presentó al Señor.
Oración: Señor, Dios nuestro, que santificaste los comienzos de la Iglesia romana con la sangre abundante de los mártires, concédenos que su valentía en el combate nos infunda el espíritu de fortaleza y la santa alegría de la victoria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Aquellos confesores de los que sólo Dios sabe el número y los nombres, se mencionan en el Martirologio Romano como «primicias del martirio que la iglesia de Roma presentó al Señor». Es interesante hacer notar que el primero de los césares que persiguió a los cristianos fue Nerón, el más vil, despiadado y falto de principios entre los emperadores romanos. En el mes de julio del 64, cuando habían transcurrido diez años desde que ascendió al trono, un terrible incendio destruyó a Roma. El fuego nació junto al Gran Circo, en un sector de cobertizos y almacenes atestados de productos inflamables, y de ahí se propagó rápidamente en todas direcciones. Las llamas lo devoraron todo durante seis días y siete noches, cuando pareció que habían sido sofocadas por la demolición de numerosos edificios; pero volvieron a surgir de entre los escombros y continuaron su obra devastadora durante tres días más. Cuando por fin fueron ahogadas definitivamente, las dos terceras partes de Roma eran una masa informe de ruinas humeantes.
En el tercer día del incendio, Nerón llegó a Roma, procedente de Ancio, para contemplar la escena. Se afirma que se recreó en aquella contemplación y que, ataviado con la vestimenta que usaba para aparecer en los teatros, subió a lo más alto de la torre de Mecenas y ahí, con el acompañamiento de la lira que él mismo pulsaba, recitó el lamento de Príamo por el incendio de Troya. El bárbaro deleite del emperador que cantaba al contemplar el fuego destructor, hizo nacer la creencia de que él había sido el autor de la catástrofe y que, no sólo había mandado quemar a Roma, sino que había dado órdenes para que no se combatiese el fuego. El rumor corrió de boca en boca hasta convertirse en una abierta acusación. Las gentes afirmaban haber visto a numerosos individuos misteriosos arrojar antorchas encendidas dentro de las casas, por mandato expreso del emperador. Hasta hoy se ignora si Nerón fue responsable o no de aquel incendio. En vista de los numerosos incendios que se han declarado en Roma desde entonces, puede decirse que también aquél, quizá el más devastador entre todos, se debió a un simple accidente. Sin embargo, quedaba el hecho de la complacencia de Nerón y, tanto se divulgaron las sospechas contra él, que se alarmó y, para desviar las acusaciones que se hacían en su contra, señaló a los cristianos como autores directos del incendio.
«Puesto que circulaban rumores de que el incendio de Roma había sido doloso, Nerón presentó como culpables, castigándolos con penas gravísimas, a aquellos que, odiados por sus abominaciones, el pueblo llamaba 'cristianos'» (Tácito, Anales, XV). No obstante que nadie creyó que fuesen culpables del crimen, los cristianos fueron perseguidos, detenidos, expuestos al escarnio y la cólera del pueblo, encarcelados y entregados a las torturas y a la muerte con increíble cruelad. Algunos fueron envueltos en pieles frescas de animales salvajes y dejados a merced de los perros hambrientos para que los despedazaran; muchos fueron crucificados; otros quedaron cubiertos de cera, aceite y pez, atados a estacas y encendidos para que ardiesen como teas. Muchas de estas atrocidades tuvieron lugar durante una fiesta nocturna que ofreció Nerón en los jardines de su palacio. El martirio de los cristianos fue un espectáculo extra en las carreras de carros, donde el propio Nerón, vestido con las plebeyas ropas de un auriga, divertía a sus invitados al mezclarse con ellos y al manejar a los caballos que tiraban de un carro. Entre muchos de los romanos que presenciaron la salvaje crueldad de aquellas torturas, surgió el sentimiento de horror y el de piedad por las víctimas, no obstante que la población entera tenía encallecidos sus sentimientos, acostumbrada, como estaba, a los sangrientos combates de los gladiadores.
Tácito, Suetonio, Dion Casio, Plinio el Viejo y el satírico Juvenal, hacen mención del incendio; pero solamente Tácito se refiere al intento de Nerón para que la culpa recayera sobre una secta determinada. Tácito especifica a los cristianos por su nombre, pero Gibbon y otros investigadores sostienen que el historiador incluye a los judíos en la denominación, puesto que, por aquella época, los que habían abrazado la religión de Cristo no eran tan numerosos como para causar alarma entre las autoridades de Roma. Sin embargo, este punto de vista, que parece destinado a disminuir la influencia del cristianismo, no tiene muchos adeptos. Debe apuntarse que los cristianos, aunque eran una minoría en Roma, no estaban bien distinguidos de los judíos en ese momento -es conocida la frase que trae Suetonio: «en el barrio judío se pelean por un tal Cresto»...-, y se les atribuían monstruosidades, como las de realizar sacrificios humanos, comer carne de niños, etc, los cristianos, como decía Tácito, eran «odiados por sus abominaciones», así que aunque no estuvieran dispuestos a creer que habían provocado el incendio, seguramente era creencia popular que el castigo era igualmente merecido.
Artículo ligeramente enmendado para dar cabida a nuevos datos. La Historia de la Iglesia de H. Jedin, ed. Herder (1966), tomo I, cap. VIII, pág 203ss., ofrece un panorama ecuánime de la cuestión de la primera persecución romana, en el contexto de las ideas religiosas del momento. Imagen: «Vista de la basílica y la plaza de San Pedro, a la izquierda la sala de audiencias papales construida en 1971. La silueta verde marca la posición y trazado del antiguo Circo de Nerón, el punto rojo marca el lugar donde se encontraba el obelisco del circo, ahora señalado por una losa de piedra en el suelo. Directamente debajo de la cúpula de San Pedro, en el borde del antiguo circo, el tradicionalmente considerado sepulcro de Pedro.» Foto y explicación tomados del Ökumenisches Heiligenlexikon.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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