Hoy el reto del amor es dar gracias por todas las personas que han hecho posible que este libro | |||||||||||
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Año del Señor 2016
Lerma, 1 de abril
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¡YA TENEMOS EL LIBRO ENTRE LAS MANOS!
Ayer por la mañana nos llamaron del torno para decirnos que bajásemos a la portería, que había un montón de cajas para nosotras. No nos lo podíamos creer: ¡era el libro! Cuando abrimos las cajas y lo vimos, nos parecía un sueño.
"Si no puedes perdonar, esto es para ti". En este proyecto de libro con Cd de música, hemos estado trabajando 21 personas; es un libro que ha salido gracias a todos. Cada uno ha puesto sus dones al común, hemos tenido días muy duros, pero siempre el Señor salía por nosotros y nos daba signos claros de que Él quería este libro. En sus páginas vas a descubrir el don del perdón, pues lo único que quiere trasmitir es que, si no puedes perdonar, no tienes que culpabilizarte, lo que tienes que hacer es ir a Cristo y pedirle que cure tu corazón para que saque el rencor y el odio, y vuelva a entrar el amor.
Pero todo no acaba con la publicación del libro. El Señor ha querido mover el corazón de muchas más personas, para ahora hacer posible unas presentaciones. Nosotras somos monjas de clausura y, por tanto, no vamos a las presentaciones: nuestra misión es orar por todos los que vais a ir y por los que leeréis este libro. Pero estas personas se convierten en nuestras manos y, gracias a su entrega, podrás disfrutar de una presentación.
En todos los lugares en que se realizarán tendrán la misma estructura: presentación del libro, testimonio de uno de los protagonistas y Adoración, en la que cantarán los chicos que nos han ayudado a sacar adelante el Cd que acompaña el libro. La Adoración es fundamental, es lo más importante, porque Él es el que te va a regalar el don del perdón.
Te comparto fechas y lugares por si quieres participar en alguna:
Madrid (Parroquia de Santa María de Caná, 7 de Abril a las 20:45h; Parroquia San Juan Crisóstomo, 8 de Abril a las 20:30 h.)
Burgos (Parroquia San José Obrero, 9 de Abril a las 20:00 h.)
Valencia (Parroquia San Valero y San Vicente Mártir, 16 de Abril a las 17:00 h.)
Toledo (Parroquia San Juan de la Cruz, 6 de Mayo a las 21:00 h.)
La venta al público en librerías y on-line comenzará el 12 de abril. Mientras tanto, puedes adquirirlo en las presentaciones.
También puedes reservarlo en nuestro monasterio, mandando un correo electrónico a
libroperdondominicaslerma@gmail.com
indicando tu nombre, apellidos, dirección postal (calle, número, piso, letra y código postal) y tu teléfono. Nos pondremos en contacto contigo para mandártelo. Como te decía antes, nosotras no estaremos en las presentaciones, pero oraremos por cada uno de vosotros. Y por ello, si quieres te dediquemos tu ejemplar, sólo tienes que decirlo.
Hoy el reto del amor es dar gracias por todas las personas que han hecho posible que este libro esté en tus manos, y por todas las personas que nos ayudan a llevarlo adelante. No tengas miedo a trabajar en común: es una gozada descubrir a los hermanos.
VIVE DE CRISTO
http://dominicaslerma.es/
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial. Solo se permite un uso para actividades de evangelización siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
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Dios, nuestro Salvador; hizo aparecer su misericordia y su amor por los hombres. Demos gracias a Dios, pues por él abunda nuestro consuelo en esta nuestra peregrinación, en éste nuestro destierro, en ésta vida tan llena aún de miserias.
Antes de que apareciera la humanidad de nuestro Salvador, la misericordia de Dios estaba oculta; existía ya, sin duda, desde el principio, pues la misericordia del Señor es eterna, pero al hombre le era imposible conocer su magnitud. Ya había sido prometida, pero el mundo aún no la había experimentado y por eso eran muchos los que no creían en ella. Dios había hablado, ciertamente, de muchas maneras por ministerio de los profetas. Y había dicho: Sé muy bien lo que pienso hacer con ustedes: designios de paz y no de aflicción. Pero, con todo, ¿qué podía responder el hombre, que únicamente experimentaba la aflicción y no la paz? "¿Hasta cuándo - pensaba- irán anunciando: «Paz, paz», cuando no hay paz?" Por ello los mismos mensajeros de paz lloraban amargamente, diciendo: Señor, ¿quién ha dado fe a nuestra predicación? Pero ahora, en cambio, los hombres pueden creer, por lo menos, lo que ya contemplan sus ojos; ahora los testimonios de Dios se han hecho sobremanera dignos de fe, pues, para que este testimonio fuera visible, incluso a los que tienen la vista enferma, el Señor le ha puesto su tienda al sol.
Ahora, por tanto, nuestra paz no es prometida, sino enviada; no es retrasada, sino concedida; no es profetizada, sino realizada: el Padre ha enviado a la tierra algo así como un saco lleno de misericordia; un saco, diría, que se romperá en la pasión, para que se derrame aquel precio de nuestro rescate, que él contiene; un saco que, si bien es pequeño, está totalmente lleno. En efecto, un niño se nos ha dado, pero en este niño habita toda la plenitud de la divinidad. Esta plenitud de la divinidad se nos dio después que hubo llegado la plenitud de los tiempos. Vino en la carne para mostrarse a los que eran de carne y, de este modo, bajo los velos de la humanidad, fue conocida la misericordia divina; pues, cuando fue conocida la humanidad de Dios, ya no pudo quedar oculta su misericordia. ¿En qué podía manifestar mejor el Señor su amor a los hombres sino asumiendo nuestra propia carne? Pues fue precisamente nuestra carne la que asumió, y no aquella carne de Adán que antes de la culpa era inocente.
¿Qué cosa manifiesta tanto la misericordia de Dios como el hecho de haber asumido nuestra miseria? ¿Qué amor puede ser más grande que el del Verbo de Dios, que por nosotros se ha hecho como la hierba débil del campo? Señor, ¿qué es el hombre para que le des importancia, para que te ocupes de él? Que comprenda, pues, el hombre hasta qué punto Dios cuida de él; que reflexione sobre lo que Dios piensa y siente de él.
No te preguntes ya, oh hombre, por qué tienes que sufrir tú; pregúntate más bien por qué sufrió él. De lo que quiso sufrir por ti puedes concluir lo mucho que te estima; a través de su humanidad se te manifiesta el gran amor que tiene para contigo. Cuanto menor se hizo en su humanidad, tanto mayor se mostró en el amor que te tiene, cuanto más se abajó por nosotros, tanto más digno es de nuestro amor. Dios, nuestro Salvador -dice el Apóstol-, hizo aparecer su misericordia y su amor por los hombres. ¡Qué grande y qué manifiesta es esta misericordia y este amor de Dios a los hombres! Nos ha dado una grande prueba de su amor al querer que el nombre de Dios fuera añadido al título de hombre.