jueves, 3 de noviembre de 2022

Santos del día 4 de noviembre

 

Santos del día 4 de noviembre
Pridie Nonas novembris
   San Carlos Borromeo, obispo (3 coms.) - Memoria litúrgica   
Memoria de san Carlos Borromeo, obispo, que nombrado cardenal por su tío materno, el papa Pío IV, y elegido obispo de Milán, fue en esta sede un verdadero pastor fiel preocupado por las necesidades de la Iglesia de su tiempo. Para la formación del clero convocó sínodos y erigió seminarios, visitó muchas veces toda su diócesis con el fin de fomentar las costumbres cristianas y dio muchas normas para bien de los fieles. Pasó a la patria celeste en la fecha de ayer. († 1584)
En Bolonia, de la Emilia, santos Vidal y Agrícola, mártires, el primero de los cuales, según nos refiere san Ambrosio, fue antes siervo del segundo, y luego compañero y colega en el martirio. Vidal padeció tantos tormentos que no le quedó parte de su cuerpo sin heridas, y Agrícola, a su vez, sin intimidarse ante el suplicio de su antiguo criado, le imitó en el mismo martirio al ser crucificado. († 304)
En Mira, de Licia, santos mártires Nicandro, obispo, y Hermas, presbítero. († c. s. IV)
Conmemoración de san Pierio, presbítero de Alejandría, en Egipto, ilustrado en los temas filosóficos, pero más esclarecido aún por la integridad de su vida y su voluntaria pobreza. Mientras Teonas regía la Iglesia alejandrina, explicó con profundidad al pueblo las divinas Escrituras, y en Roma, después de la persecución, descansó en paz. († s. IV)
En Rodez, de Aquitania, san Amancio, obispo, a quien se tiene por el primero de esta ciudad. († s. V)
En Maastricht, junto al Mossa, en Brabante, de Austrasia, san Perpetuo, obispo. († c. 620)
En Tréveris, de Austrasia, santa Modesta, abadesa, que, consagrada a Dios desde la infancia, fue la primera que presidió la comunidad de monjas del cenobio «ad Horreum» (Öhren) en la ciudad, y estuvo unida con santa Gertrudis de Nivelles en total familiaridad, basada en Dios. († c. 680)
   San Emerico, laico (2 coms.)   
Junto a Alba Real (Székesfehérvár), en Panonia, san Emerico o Enrique, hijo de san Esteban, rey de los húngaros, sorprendido por una muerte prematura. († 1031)
En Cerfroid, en el territorio de Meaux, en Francia, san Félix de Valois, a quien, después de una larga vida de ermitaño, se le considera compañero de san Juan de Mata en la fundación de la Orden de la Santísima Trinidad, para la redención de los cautivos. († 1212)
En Padua, en la región de Venecia, beata Elena Enselmini, virgen de la Orden de las Clarisas, que sufrió con admirable paciencia multitud de dolores y hasta la pérdida del habla. († 1242)
En el convento de Nuestra Señora des Cöts, de Nantes, en Francia, beata Francisca de Amboise, que, siendo duquesa de Bretaña, fundó en Vannes el primer Carmelo femenino francés, donde se retiró como sierva de Cristo al quedar viuda. († 1485)
En Montefusco, Avellino, beata Maria Luisa (Teresa) Manganiello, llamada la «analfabeta sabia de Montefusco», miembro de la Tercera Orden de San Francisco, en quien reconocen su origen la congregación de las Hermanas Francescanas Immaculatinas, fundada poco tiempo después de la muerte de la beata. († 1876)

03 de noviembre: Nuestra Señora de Rennes

 

03 de noviembre: Nuestra Señora de Rennes

El voto a la Virgen de la Buena Nueva tiene su origen cuando el pueblo le pidió a la Virgen qe los protegiera de la plaga de 1634. Se hizo una imagen para venerarla, la cual desapareció durante la Revolución y fue reconstruida en 1861; actualmente, se encuentra ahora en una capilla de la Basílica de Notre Dame anexo Bonne Nouvelle.


Señora Medieval

La imagen de Nuestra de Señora de Rennes es de madera de roble, es la más antigua conservada en esa ciudad francesa. La estatua ha sufrido alteraciones, su estilo es gótico y conserva la tradición romana de la Virgen en Majestad.

La iglesia se comenzó a construir en 1703. En 1720, un incendio retrasó la construcción de la nave. La fachada empezó a ser construida alrededor de 1755, y las bóvedas de piedra sólo se completó en 1760.

Hoy la Iglesia de Saint- Sauveur tiene un lugar especial en Rennes . Es la iglesia más grande de la reverencia por la ciudad, sus puertas se encuentran abiertas de 7 am a 19 pm . Varias Misas se celebran allí cada día y se brinda la oportunidad de recibir el sacramento de la reconciliación.


La tabla de la Transfiguración (1824 )

La tabla reemplazó un Descendimiento de la Cruz hoy en Saint- Sulpice Fougeres ocupa la parte inferior del coro desde enero de 1825. Aunque lejos de las copas de más de cinco metros, se puede decir que una parte del altar.

En 1822 se decidió una restauración completa de la iglesia. En 1824, culimaron con los trabajos y el resultado de sus esfuerzos fue aclamado como una obra maestra. Fue enviado a Rennes unos días antes de Navidad como un regalo maravilloso, aunque fue bendecido por el obispo recién el día 09 de enero 1825 , en presencia de los funcionarios.

traducido por mallinista
((fuente: cathedralerennes.catholique.fr)

Santos del día 3 de noviembre

 

Santos del día 3 de noviembre
Tertio Nonas novembris
   San Martín de Porres, religioso (5 coms.) - Memoria litúrgica   
San Martín de Porres, religioso de la Orden de Predicadores, hijo de un español y de una mujer de raza negra, quien, ya desde niño, a pesar de las limitaciones provenientes de su condición de hijo ilegítimo y mulato, aprendió la medicina que, después, siendo religioso, ejerció generosamente en Lima, ciudad del Perú, a favor de los pobres. Entregado al ayuno, a la penitencia y a la oración, vivió una existencia austera y humilde, pero irradiante de caridad. († 1639)
En Cesarea de Capadocia, santos Germán, Teófilo y Cirilo, mártires. († s. inc.)
En Agrigento, de Sicilia, san Libertino, obispo y mártir. († s. III/IV)
En la región de Lauragais, en la Galia Narbonense, san Pápulo, venerado como mártir. († s. III/IV)
En Viterbo, del Lacio, santos Valentín, presbítero, e Hilario, diácono, mártires. († s. inc.)
En la Bretaña Menor, san Guenael, venerado como abad de Landevenec. († s. VI)
En Roma, conmemoración de santa Silvia, madre del papa san Gregorio I Magno, de la que el mismo Pontífice dejó escrito que había alcanzado la cima de la oración y de la penitencia, siendo óptimo ejemplo para todos los demás. († c. 592)
En el monasterio de Hornbach, junto a Estrasburgo, en Burgundia, sepultura de san Pirmino, obispo y abad de Reichenau, que evangelizó a alamanes y bávaros, fundó muchos monasterios y compuso para sus discípulos un libro para catequizar a los campesinos. († 753)
En el cenobio de Antidio, en Bitinia, san Juanicio, monje, que, después de más de veinte años al servicio de las armas, vivió solitario en varias montañas del Olimpo, y solía acompañar su oración con estas palabras: «Dios es mi esperanza, Cristo mi refugio, el Espíritu Santo mi protector». († c. 846)
En Alem, de Flandes, conmemoración de santa Odrada, virgen. († c. s. XI)
En Urgel, en la región hispánica de Cataluña, san Ermengol, obispo, uno de los preclaros pastores que se cuidaron de restablecer la Iglesia en las tierras rescatadas del yugo de los sarracenos. Construyó un puente poniendo los materiales y su mano de obra, pero, resbalándose de lo alto, murió entre las piedras por fractura del cráneo. († 1035)
En el territorio de los marsos, en el Abruzo, beato Berardo, obispo, que sobresalió en la extirpación de la simonía, la restauración de la disciplina clerical y la sustentación y protección de los pobres. († 1130)
En Cudot, en la región de Sens, en Francia, beata Alpaide, virgen, que, siendo jovencita, cruelmente herida y abandonada por los suyos, vivió recluida en una minúscula celda hasta la ancianidad. († 1211)
Cerca del monasterio de Fieschingen, santa Ida, reclusa. († c. 1226)
En Rímini, de la provincia de Flaminia, beato Simón Balachi, religioso de la Orden de Predicadores, que entregó toda su vida al servicio de los hermanos, dedicado a la penitencia y a la oración. († 1319)
En Milán, de la Lombardía, muerte de san Carlos Borromeo, obispo, cuya memoria se celebra mañana. († 1584)
Junto a la fortaleza Xa Doai, en Tonquín, san Pedro Francisco Nerón, presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París y mártir, que, en tiempo del emperador Tu Duc, vivió tres meses encerrado en una cueva estrechísima, donde, herido atrozmente con varas, se abstuvo durante tres semanas de todo alimento y consumó su martirio al ser finalmente decapitado. († 1860)
En Linares, de Jaén, España, beato Manuel Lozano Garrido,llamado popularmente «Lolo», periodista, que dio alegre testimonio del Evangelio en medio del sufrimiento de una parálisis progresiva. († 1971)

miércoles, 2 de noviembre de 2022

Conmemoración de todos los fieles difuntos

 

Conmemoración de todos los fieles difuntos

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fecha de inscripción en el santoral: 2 de noviembre
hagiografía: Vaticano

Elogio: Conmemoración de todos los fieles difuntos. La Santa Madre Iglesia, después de su solicitud en celebrar con las debidas alabanzas la dicha de todos sus hijos bienaventurados en el cielo, se interesa ante el Señor en favor de las almas de cuantos nos precedieron con el signo de la fe y duermen en la esperanza de la resurrección, y por todos los difuntos desde el principio del mundo, cuya fe sólo Dios conoce, para que, purificados de toda mancha del pecado y asociados a los ciudadanos celestes, puedan gozar de la visión de la felicidad eterna.

Oración: Escucha, Señor, nuestras suplicas, para que, al confesar la resurrección de Jesucristo, tu Hijo, se afiance también nuestra esperanza de que todos tus hijos resucitarán. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).


Salmo 111: La felicidad del justo




1 Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
2 Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.

3 En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
4 En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.

5 Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
6 El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.

7 No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
8 Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.

9 Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.

10 El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.

Después de celebrar ayer la solemne fiesta de Todos los Santos del cielo, hoy conmemoramos a todos los Fieles Difuntos. La liturgia nos invita a orar por nuestros seres queridos que han fallecido, dirigiendo nuestro pensamiento al misterio de la muerte, herencia común de todos los hombres. Iluminados por la fe, contemplamos el enigma humano de la muerte con serenidad y esperanza. Según la Escritura, más que un final, es un nuevo nacimiento, es el paso obligado a través del cual pueden llegar a la vida plena los que conforman su vida terrena según las indicaciones de la palabra de Dios.

El salmo 111, composición de índole sapiencial, nos presenta la figura de estos justos, los cuales temen al Señor, reconocen su trascendencia y se adhieren con confianza y amor a su voluntad a la espera de encontrarse con él después de la muerte. A esos fieles está reservada una »bienaventuranza»: »Dichoso el que teme al Señor» (v. 1). El salmista precisa inmediatamente en qué consiste ese temor: se manifiesta en la docilidad a los mandamientos de Dios. Llama dichoso a aquel que «ama de corazón sus mandatos» y los cumple, hallando en ellos alegría y paz.

La docilidad a Dios es, por tanto, raíz de esperanza y armonía interior y exterior. El cumplimiento de la ley moral es fuente de profunda paz de la conciencia. Más aún, según la visión bíblica de la «retribución», sobre el justo se extiende el manto de la bendición divina, que da estabilidad y éxito a sus obras y a las de sus descendientes: «Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita. En su casa habrá riquezas y abundancia» (vv. 2-3; cf. v. 9). Ciertamente, a esta visión optimista se oponen las observaciones amargas del justo Job, que experimenta el misterio del dolor, se siente injustamente castigado y sometido a pruebas aparentemente sin sentido. Job representa a muchas personas justas, que sufren duras pruebas en el mundo. Así pues, conviene leer este salmo en el contexto global de la sagrada Escritura, hasta la cruz y la resurrección del Señor. La Revelación abarca la realidad de la vida humana en todos sus aspectos.

Con todo, sigue siendo válida la confianza que el salmista quiere transmitir y hacer experimentar a quienes han escogido seguir el camino de una conducta moral intachable, contra cualquier alternativa de éxito ilusorio obtenido mediante la injusticia y la inmoralidad. El centro de esta fidelidad a la palabra divina consiste en una opción fundamental, es decir, la caridad con los pobres y necesitados: «Dichoso el que se apiada y presta (...). Reparte limosna a los pobres» (vv. 5. 9). Por consiguiente, el fiel es generoso: respetando la norma bíblica, concede préstamos a los hermanos que pasan necesidad, sin intereses (cf. Dt 15, 7-11) y sin caer en la infamia de la usura, que arruina la vida de los pobres.

El justo, acogiendo la advertencia constante de los profetas, se pone de parte de los marginados y los sostiene con ayudas abundantes. «Reparte limosna a los pobres», se dice en el versículo 9, expresando así una admirable generosidad, completamente desinteresada. El salmo 111, juntamente con el retrato del hombre fiel y caritativo, «justo, clemente y compasivo», presenta al final, en un solo versículo (cf. v. 10), también el perfil del malvado. Este individuo asiste al éxito del justo recomiéndose de rabia y envidia. Es el tormento de quien tiene una mala conciencia, a diferencia del hombre generoso cuyo «corazón está firme» y «seguro» (vv. 7-8).

Nosotros fijamos nuestra mirada en el rostro sereno del hombre fiel, que «reparte limosna a los pobres» y, para nuestra reflexión conclusiva, acudimos a las palabras de Clemente Alejandrino, el Padre de la Iglesia del siglo II, que comenta una afirmación difícil del Señor. En la parábola sobre el administrador injusto aparece la expresión según la cual debemos hacer el bien con «dinero injusto».

Aquí surge la pregunta: el dinero, la riqueza, ¿son de por sí injustos? o ¿qué quiere decir el Señor? Clemente Alejandrino lo explica muy bien en su homilía titulada «¿Cuál rico se salvará?» Y dice: Jesús «declara injusta por naturaleza cualquier posesión que uno conserva para sí mismo como bien propio y no la pone al servicio de los necesitados; pero declara también que partiendo de esta injusticia se puede realizar una obra justa y saludable, ayudando a alguno de los pequeños que tienen una morada eterna junto al Padre (cf. Mt 10, 42; 18, 10)» (31, 6: Collana di Testi Patristici, CXLVIII, Roma 1999, pp. 56-57).

Y, dirigiéndose al lector, Clemente añade: «Mira, en primer lugar, que no te ha mandado esperar a que te rueguen o te supliquen, te pide que busques tú mismo a los que son dignos de ser escuchados, en cuanto discípulos del Salvador» (31, 7: ib., p. 57). Luego, recurriendo a otro texto bíblico, comenta: «Así pues, es hermosa la afirmación del Apóstol: 'Dios ama a quien da con alegría' (2 Co 9, 7), a quien goza dando y no siembra con mezquindad, para no recoger del mismo modo, sino que comparte sin tristeza, sin hacer distinciones y sin dolor; esto es auténticamente hacer el bien» (31, 8: ib.).

En el día de la conmemoración de los difuntos, como dije al principio, todos estamos llamados a confrontarnos con el enigma de la muerte y, por tanto, con la cuestión de cómo vivir bien, cómo encontrar la felicidad. Y este salmo responde: dichoso el hombre que da; dichoso el hombre que no utiliza la vida para sí mismo, sino que da; dichoso el hombre que es «justo, clemente y compasivo»; dichoso el hombre que vive amando a Dios y al prójimo. Así vivimos bien y así no debemos tener miedo a la muerte, porque tenemos la felicidad que viene de Dios y que dura para siempre.


SS. Benedicto XVI pronunció esta catequesis en la Aundiencia General de los miércoles, el 2 de noviembre de 2005, el primer año de su pontificado.
En la imagen: El triunfo de la muerte, de Lorenzo Costa (1490), fresco en Santiago el Mayor, Bolonia.

fuente: Vaticano

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ingreso o última modificación relevante: ant 2012

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02 de noviembre: Nuestra Señora de Emminont

 

02 de noviembre: Nuestra Señora de Emminont

El santuario de Nuestra Señora de Emminont o Notre -Dame D' Emminont, se encuentra cerca de Abbeville , en Francia. Es muy visitado por los peregrinos marianos.

Las reliquias de San Wulfram (también deletreado Wulfran o Vulfran) de Sens, que murió en 656, fueron llevados a la ermita en el año 1058. Hasta ese momento, la iglesia había sido conocida como la Colegiata de Nuestra Señora en Abbeville, pero después de las reliquias de San Wulfram fueron enterrados allí, el templo fue dedicado de nuevo en honor de San Wulfram. La iglesia conserva ese nombre hasta hoy .

Hermanos franciscanos se dedicaron al cuidado de la ermita. Ellos fueron consultados en 1510 sobre el trabajo en la catedral de Amiens. La nave fue construida entre los años 1488 a 1539 , y el pequeño coro entre 1661 y 1663. La construcción fue financiada por el rey de Francia , y el conde de Ponthieu, y los fieles de Abbeville. La iglesia es mucho menor de lo que inicialmente estaba destinado a ser ya que el plan inicial para la iglesia nunca fue terminado.

Durante la Revolución Francesa, la Iglesia de San Wulfram fue profanada y se le dio el nombre de "Templo de la Razón " por los revolucionarios que buscaban destruir a Dios mediante la demolición de los monumentos de incalculable valor y artefactos, y sí, la gloria de su propia historia .

La ciudad de Abbeville fue duramente bombardeada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial , por lo que gran parte de lo que se ve ahí hoy en día es de origen bastante moderno . La iglesia también fue dañada, pero se hicieron esfuerzos para restaurar la iglesia a su antigua grandeza .

La lista de los favores concedidos por la Virgen de Emminont es realmente innumerables. Incluye las curaciones milagrosas, favores espirituales y temporales sorprendentes y arroyos de gracias y bendiciones .

traducido por mallinista
((fuente: www.roman-catholic-saints.com)