jueves, 4 de julio de 2024

Santos del día 4 de julio

 

Santos del día 4 de julio
Quarto Nonas iulii
   Santa Isabel de Portugal, reina (2 coms.) - Memoria litúrgica   
Santa Isabel, reina de Portugal, admirable por su desvelo en conseguir que reyes enfrentados hiciesen las paces y por su caridad en favor de los pobres. Muerto su esposo, el rey Dionisio, abrazó la vida religiosa en el monasterio de monjas de la Tercera Orden de las Clarisas de Estremoz, en Portugal, que ella misma había fundado, y en el cual murió cuando se esforzaba por conseguir la reconciliación entre un hijo y un nieto suyos que estaban enfrentados. († 1336)
En África Proconsular, san Jocundiano, mártir. († s. inc.)
En Vatan, en la región de Bourges, en Aquitania, san Lauriano, mártir. († s. III/IV)
En Cahors, en Aquitania, san Florencio, obispo, alabado por san Paulino de Nola como hombre humilde de corazón, fuerte en la gracia y afable en la palabra. († s. V)
En Langres, en Aquitania también, san Valentín, presbítero y eremita. († c. s. V)
En Blangy, en la región de la Galia Atrebatense, santa Berta, abadesa, la cual, habiendo ingresado junto con sus hijas Gertrudis y Deotila en el monasterio que ella misma había fundado, pasados unos años se retiró a una celda donde vivió en completa clausura. († c. 725)
En Erissos, en la isla de Lesbos, tránsito de san Andrés de Creta, obispo de Gortinia, que con oraciones, himnos y cánticos de refinada composición alabó a Dios y exaltó a la Madre del Señor, la Virgen inmaculada y asunta a los cielos. († 740)
En Augsburgo, ciudad de Baviera, san Udalrico, obispo, ilustre por su admirable abstinencia, su generosidad y sus vigilias, que falleció nonagenario tras haber ejercido durante cincuenta años su ministerio episcopal. († 973)
En el monasterio de Hautecombe, junto al lago de Burget, en Saboya, inhumación del beato Bonifacio, obispo, que, de estirpe regia, se retiró primero a una Cartuja, y elevado después a la sede episcopal de Belley y finalmente a la de Canterbury, en ambos lugares se entregó asiduamente al cuidado de su grey. († 1270)
En Florencia, ciudad de la Toscana, beato Juan de Vespignano. († s. XIII/ XIV)
En Dorchester, en Inglaterra, beatos mártires Juan, presbítero, apellidado Cornelio y admitido poco antes en la Compañia de Jesús, y los seglares que con él colaboraban, Tomás Bosgrave, Juan Carey y Patricio Salmon, todos los cuales, en tiempo de la reina Isabel I, glorificaron juntos a Cristo con el martirio. († 1594)
En York, también en Inglaterra, beatos mártires Guillermo Andleby, presbítero, y Enrique Abbot, Tomás Warcop y Eduardo Fulthorp, seglares, que durante la misma persecución fueron condenados a la pena capital por su fidelidad a la Iglesia católica y, tras pasar por crueles suplicios, volaron al Cielo, donde recibieron el premio eterno. († 1597)
En Edo (Tokio), beato Pedro Kibe Kasui, presbítero de la Compañía de Jesús, mártir. († 1639)
En la región de los hurones, entonces en territorio de Canadá, san Antonio Daniel, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, tras haber celebrado la Misa, y cuando estaba en la puerta de la iglesia protegiendo a sus neófitos del ataque de unos paganos, fue asaeteado y finalmente arrojado al fuego. Su memoria y la de sus compañeros mártires se celebra el diecinueve de octubre. († 1648)
En Mauriac, en Francia, beata Catalina Jarrige, virgen, de la Tercera Orden de Santo Domingo, insigne por su entrega a los pobres y a los enfermos, que durante la Revolución Francesa defendió a los sacerdotes perseguidos, a quienes ayudaba y visitaba en la cárcel. († 1836)
En la ciudad de Hengyang, en la provincia de Hunam, en China, san Cesidio Giacomantonio, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que en la persecución llevada a cabo por los seguidores del movimiento Yihetuan, al intentar proteger el Santísimo Sacramento de las turbas incontroladas, murió tras ser apedreado y quemado vivo, envuelto con un lienzo empapado en petróleo. († 1900)
En Turín, ciudad de Italia, beato Pedro Jorge Frassati, joven militante en varias asociaciones de seglares católicos y gran deportista, que se entregó alegremente y con toda su energía a las obras de caridad en favor de pobres y enfermos, hasta que, afectado por una parálisis fulminante, descansó en el Señor. († 1925)
En Cuenca, España, beato Pedro Romero Espejo, sacerdote de la congregación del Santísimo Redentor y mártir en la cruel persecución que acompañó a la Guerra Civil española. († 1938)
En el campo de exterminio de Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia, beato José Kowalski, mártir, que en tiempo de guerra fue encarcelado por su fe en Cristo y, después de atroces tormentos, consumó el martirio en aquel lugar. († 1942)
En Ronco, Brescia, Italia, beata Lucía de la Inmaculada, religiosa profesa del Instituto de las Siervas de la Caridad, que, diagnosticada de una grave enfermedad, ofreció a Dios su sufrimiento como expiación por los enfermos que atendía en el hospital. († 1954)
En Santa Marinella, Italia, beata María Crucificada Curcio, virgen y fundadora de la congregación de las Carmelitas Misioneras de Santa Teresa del Niño Jesús. († 1957)

04 de julio: Nuestra Señora Refugio de los Pecadores

 

04 de julio: Nuestra Señora Refugio de los Pecadores

En 1709 el Beato jesuita Baldinucci llamó N. S. Refugio de los Pecadores a una copia de N. S. de la Encina de Prato, la que utilizó en sus misiones. Esta imagen esta actualmente en el santuario de Frascati.

Esta es una de las advocaciones más veneradas de la Santísima Virgen, como Abogada, Auxiliadora y Mediadora ante Cristo Nuestro Señor, cuya fiesta se celebra el 4 de julio, pues fue un 4 de julio de 1719 cuando fue coronada con ese nombre.

El Papa Clemente XI, Sumo Pontífice en los primeros 21 años del siglo XVIII (de 1700 a 1721), fue quien le concedió la coronación pontificia bajo ese título: Nuestra Señora del Refugio de Pecadores. Eran aquellos tiempos de los errores cismáticos de los jansenistas que tanto enfriaron la piedad y devoción de los fieles, y tiempos también de grandes pestes que dejaron muchas muertes en Europa; más en Italia y Francia.


ORIGENES DE LA ADVOCACION

La advocación de Nuestra Señora María Santísima del Refugio de Pecadores, proviene de Italia.

Hacia el año de 1709 el Beato jesuita Antonio Baldinucci sacó una copia de una imagen de Nuestra Señora de la Encina que se veneraba en Poggio Prato, Italia, cerca de Monte Pulciano. Esta santa imagen se llamó de Nuestra Señora del Refugio de los pecadores.

El Beato Antonio Baldinucci, en su celo por la conversión de los pecadores, quiso llevar consigo a Nuestra Señora del Refugio, y así la llamaba a través de sus correrías misioneras.

Hoy, esa primera copia de Nuestra Señora Refugio de Pecadores, se conserva y venera en la ciudad de Frascati, al Sureste de Roma, camino a Nápoles, cuyo santuario es muy reconocido como centro de peregrinaciones.

En ese mismo siglo XVIII, allá por el año 1750, los misioneros jesuitas de la Compañía de Jesús, a ejemplo del Beato Antonio Baldinucci, llevaron varias copias de esa imagen y la dieron a conocer en las misiones que predicaban y en los propios templos a su cuidado. El hecho es que muchos niños y niñas mexicanos, llevan por nombre bautismal el de José o María del Refugio: «Cuco» o «Cuquita», como se les dice con cariño familiar, se debe al arraigo de la devoción a la Santísima Virgen, Refugio de Pecadores.


LA IMAGEN

Esta advocación de la Santísima Virgen ha infundido un gran fervor en el pueblo cristiano ocasionando la conversión de muchos pecadores. Es la razón de llamarla “Refugio de los pecadores”.

Se trata de un bajo relieve encontrado en un pajar y colocado en el hueco de un árbol de un bosque cercano al monte Pulciano.

El padre Baldinucci buscaba una imagen mariana “que fuera su compañera, guía y maestra en las misiones” que consiguiera reformar las costumbres, suscitara la devoción y atrajera los favores de María sobre sus devotos.

La Virgen del Refugio se representa sentada y con el Niño de pie sobre su regazo es una Virgen llena de ternura que inclina su rostro hacia su hijo. Las sienes de María al igual que las de su Hijo se coronan con una diadema real engastada en pedrería. Sus vestimentas consisten en una túnica rosada y un manto azul además del paño de color avellana que le rodea el cuello y le cruza el pecho. El Niño Jesús por su parte, viste un ligero “paño de pudor” o una túnica larga de tela translúcida y vaporosa. Entrelaza sus manos con las de María que lo sostiene y así puede posar sus pies sobre ella o encima de un banco de nubes. Algunos ramilletes o guías florales trazan un arco festivo y ocupan la parte superior de las imágenes.

Tanto en vida del Padre Baldenucci como después de su muerte, la del Refugio fue una imagen de misión en tierra de relajados o gentiles y de vocación peregrina, esas propiedades las conservó en el mundo americano sobre todo en algunas regiones como Zacatecas, el Bajío y Puebla donde es de notar que más de setenta nichos esquineros fueron erigidos durante las últimas décadas del siglo XVIII.

Su devoción llegó hasta la Alta California y por el sur hasta Guatemala. En 1719 llegó a la Nueva España la primera estampa traída por el jesuita Juan José Giuca, quien había presenciado la coronación pontificia en Frascati.

Un poco más tarde, procedente de Italia, arribó la primera imagen pintada. La imagen fue coronada por manos del Cardenal Albani merced a una concesión del Papa Clemente XI, el 4 de julio de 1717 y se conserva actualmente en Frascati.

En el mismo siglo XVIII (1719) llegaron a México varias copias de esa imagen que influyeron en las labores apostólicas de los misioneros para la conversión de innumerables pecadores, al parecer en la misma fecha de la coronación se fijó su advocación que coincide con una de las advocaciones de la Letanía Lauretana: Refugium Peccatorum.


RASGOS TÍPICOS DE ESTA ADVOCACIÓN

Desde los inicios de la devoción propalada por el Beato Antonio Baldinucci, se hablaba ya del rasgo peculiar que distinguía a Nuestra Señora en la advocación «del Refugio», por la que por su intercesión y mediación ante el Único Mediador, Jesucristo Nuestro Señor, se constituía en seguro refugio de nuestro peregrinar en este mundo, con todos sus peligros, angustias y luchas.

Así se le conoció desde el inicio. Y, además, muy especialmente, como refugio para alcanzar la gracia de la conversión de los pecadores, muchos de ellos empedernidos, que buscaron su arrepentimiento y refugio en Nuestra Señora durante el proceso de su conversión. Tal devoción ha despertado siempre gran fervor en sus santuarios, donde se consignan milagros y conversiones espirituales significativas.

Su Santidad Juan Pablo II, con su fervor mariano, insistió, en su homilía dictada en el Santuario de Nuestra Señora de Zapopan (30 enero de 1979), en la función de esos templos como «lugares de conversión, de penitencia y de reconciliación con Dios». Y él seguramente bien conocía el Santuario de Nuestra Señora del Refugio allá en Frascati, cerca de Roma, cuando afirmaba: «Ella (en esta especial advocación, podríamos decir), despierta en nosotros la esperanza de la enmienda y de la perseverancia en el bien». Y Más aún, cuando insiste: «Ella nos permite superar las múltiples estructuras de pecado en las que está envuelta nuestra vida personal, familiar y social».

Con la exhortación Papal se corrobora y fortalece la devoción a Nuestra Señora Refugio de Pecadores, que la Iglesia conmemora el 4 de julio de cada año.


EN MÉXICO

Esta advocación pasó al continente americano por los Jesuitas que la promovieron por la Nueva España.

Una imagen llegó a la ciudad de Puebla y “Hallándose presente en Frascati a la dicha solemnidad de la coronación de la imagen, el Padre Juan José Giuca de nuestra Compañía, y habiendo venido a esta misión a esta provincia el año de 1719, TRAJO LA PRIMERA ESTAMPA, y dio la primera noticia de la gran Reina y Señora del Refugio; y habiéndose dedicado al apostólico ministerio de misionar por varios lugares, especialmente del obispado de Puebla, publicando en ellos las maravillas de Nuestra Señora, hubo tal conmoción en todas partes, que para fomentar el amor y la devoción para la Señora del Refugio, se imprimieron en varias láminas, mas de cuatrocientas mil estampas, que en breve se expendieron porque de todas partes las pedían”

El Padre jesuita Juan Antonio de Oviedo en su libro Zodiaco Mariano (México-1750), dice que “En el año de 1744 hallándose en Puebla el R. P. Fr. José María Guadalupe y Alcibia predicador apostólico del Colegio de Propaganda Fide de Zacatecas, negoció y llevo consigo una copia de dicha soberana Imagen, y en carta fechada en Zacatecas el 25 de mayo de 1746, escrita por el P. Juan José Giuca, que fue quien le dio la imagen”, en esta carta dice que por espacio de nueve meses que estuvo misionando, fue tanta la devoción que en procesiones se contaron hasta catorce mil antorchas, y “Después de acabadas las misiones, se colocó la dicha sagrada Imagen en el altar mayor de la Iglesia de dicho Colegio, hallándose rodeada de votos de plata, cuerpos, pies, cabezas, que la devoción de los fieles le prestaban en reconocimiento de los beneficios recibidos”.

Las Misiones del Colegio Apostólico de Propaganda Fide de Guadalupe tenía como patrona a Nuestra Señora de los Dolores. Esta advocación también la tenía el Colegio de la Santa Cruz de Querétaro, y al llegar esta imagen del Refugio al Colegio de Guadalupe, optaron por nombrar a Nuestra Señora del Refugio de Pecadores por patrona de las Misiones, que la propagaron por todo el norte de México.

En 1844 los franciscanos del Colegio de Guadalupe celebraron la llegada de la Imagen del Refugio, y los cien años también celebraron el grato acontecimiento.

Y por ultimo en el año de 1994, se restauró la imagen que hoy se encuentra en un crucero del Convento de Guadalupe y se celebraron los 250 años de la llegada de dicha imagen.

Para el 1854 los franciscanos publicaron un devocionario titulado “Aljaba Apostólica – Guadalupana, que contiene Las canciones y saetas reducidas a lo preciso para utilidad de los misioneros, la preparación para predicar y las bendiciones comunes. Por un religioso del Apostólico Colegio de Ntra. Señora de Guadalupe de Zacatecas”. En este libro se encuentra el “Devocionario de Nuestra Señora del Refugio, esto es, novena, día cuarto y sábado Mariano. Que dedica a la misma Señora un Religioso del Colegio de nuestra Señora de Guadalupe de Zacatecas.

En el año de 1874 el presbítero José Francisco Sotomayor dedica un capitulo a la historia de esta imagen en su libro “Historia del Apostólico Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe de Zacatecas”.

Y para el año de 1885 se publico “El devoto de María Santísima del Refugio de Pecadores” devocionario por F. J. Trinidad Macias.

El 7 de noviembre de 1908 se publicó una estampa del Beato Antonio Baldinucci portando la imagen de Nuestra Señora del Refugio de Pecadores. Así mismo se hizo un retrato al óleo del Beato que se encuentra en la sacristía de la Catedral de Zacatecas.

Un año después el P. Fr. Ángel de los Dolores Tiscareño publicó un gran libro en los talleres de Nazario Espinosa titulada “Nuestra Señora del Refugio patrona de las Misiones del Colegio Apostólico de Nuestra Señora de Guadalupe de Zacatecas”.

También se publicó los “Estatutos de la Cofradía de Nuestra Señora del Refugio. Erigida canónicamente en toda la Diócesis de Zacatecas.

La devoción a Nuestra Señora del Refugio esta muy extendida en la diócesis de Zacatecas, y varios templos y parroquias tienen como patrona a la Virgen del Refugio, que celebran su fiesta el 4 de julio.

(fuente: forosdelavirgen.org)

martes, 2 de julio de 2024

Santos del día 3 de julio

 

Santos del día 3 de julio
Quinto Nonas iulii
   Santo Tomás, apóstol (2 coms.) - Fiesta litúrgica   
Fiesta de santo Tomás, apóstol, quien, al anunciarle los otros discípulos que Jesús había resucitado, no lo creyó, pero cuando Jesús le mostró su costado traspasado por la lanza y le dijo que pusiera su mano en él, exclamó: «Señor mío y Dios mío». Y con esta fe que experimentó es tradición que llevó la palabra del Evangelio a los pueblos de la India. († s. I)
En Laodicea, en Siria, conmemoración de san Anatolio, obispo, que dejó numerosos escritos dignos de admiración, no solo para las personas de fe, sino también para los filósofos. († s. III)
En Bizia, ciudad de Tracia, san Memnón, centurión y mártir, que, convertido a la fe en tiempos de Diocleciano y Maximiano por san Severo, juntamente con éste fue sometido a crueles tormentos, y victorioso entró en primer lugar en el cielo. († c. s. III)
En Mesia, conmemoración de los santos Marcos y Muciano, mártires, que fueron decapitados por negarse a inmolar a los ídolos y por confesar todavía más valientemente a Cristo. († c. s. IV)
En Altino, en la región de Venecia, san Heliodoro, obispo, que tuvo como maestro a san Valeriano de Aquilea, como compañeros a los santos Cromacio y Jerónimo, y fue el primer obispo de esta ciudad. († s. IV/V)
En Constantinopla, san Anatolio, obispo, que profesó la fe ortodoxa sobre las dos naturalezas de Cristo expresada por el papa san León en el tomus que envió a Flaviano, y cuyo contenido se preocupó de hacer llegar al concilio de Calcedonia. († 458)
En Roma, en la basílica de San Pedro, san León II, papa, conocedor tanto de la lengua griega como de la latina, amante de la pobreza y de los pobres, que acogió las decisiones del Tercer Concilio de Constantinopla. († 683)
En Toulouse, junto al río Garona, en Francia, san Raimundo Gayrard, maestro de escuela, que, al quedar viudo, consagró su vida a hacer obras de caridad, fundó para un hospital y, finalmente, fue admitido entre los canónigos de la basílica de San Saturnino. († 1118)
En la ciudad de Hung Yên, en Tonquín, san José Nguyên Dình Uyên, catequista y mártir, que, encarcelado en tiempo del emperador Minh Mang por quienes odiaban la fe cristiana, murió en prisión. († 1838)
En la ciudad de Vinh Long, en Cochinchina, san Felipe Phan Van Minh, presbítero y mártir, decapitado, en tiempo del emperador Tu Duc, por confesar a Cristo. († 1853)
En Fuencarral, pueblo cercano a Madrid, en España, beata María Ana Mogas Fontcuberta, virgen, fundadora del Instituto Franciscano de Hermanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, para la educación de las niñas y el cuidado de pobres y enfermos. († 1886)
En una región pantanosa junto a Dongyangtai, pueblo cercano a Shenxian, en la provincia china de Hebei, santos hermanos Pedro Zhao Mingzhen y Juan Bautista Zhao Mingxi, mártires, que, en la persecución promovida por los seguidores del movimiento Yihetuan, olvidándose de sí mismos, fueron asesinados mientras se esforzaban para proteger a las mujeres y niños cristianos que huían. († 1900)

03 de julio: Nuestra Señora de la Carolle

 

03 de julio: Nuestra Señora de la Carolle

Existen antiguos santuarios marianos que aún se pueden ver en lugares de toda Europa, aunque no es nada como lo que solía ser en la Edad Media, cuando estos santuarios eran numerosos y de diversa índole.

Según la tradición, el día 3 de julio en el año 1418, un soldado suizo cometió un sacrilegio en una estatua de la Santísima Virgen conocida como Nuestra Señora de la Carolle, o Nuestra Señora de Carole. La imagen estaba ubicada en la esquina de la Rue aux Ours, que fue construido en el Siglo XIII, y terminó en el hospital de San Juan, que ya no existe. La Rue aux Ours es ahora una calle corta que comienza en la calle Rue Saint-Martin y termina en el Boulevard Sebastopol, en París, Francia.

Se dice que el soldado suizo vino sobre el altar de la Santísima Virgen, después de haber dejado una taberna. Probablemente estaba alcoholizado cuando él sacó su espada y repetidamente golpeó la estatua de la Santísima Virgen con el arma sin razón alguna. La estatua de Nuestra Señora de Carole comenzó a sangrar profusamente, como si fueran de carne y hueso, y herida por los golpes.

Los ciudadanos que habían observado el sacrilegio se indignaron, y siguieron al soldado mientras huía de la escena de su crimen. El hombre fue finalmente capturado y detenido, y luego llevado ante el Canciller, donde fue condenado a muerte por la indignación.

En recuerdo de este incidente, y en expiación por el crimen, había un festival popular que tuvo lugar en la Rue aux Ours cada año. Hubo fuegos artificiales, y una figura de cera que representa el miserable sacrílego que había golpeado a la imagen de la Santísima Virgen fue incendiada. Esta fiesta continuó hasta la Revolución Francesa la suspendió.

traducido por mallinista 
(fuente: www.roman-catholic-saints.com)

Santos del día 2 de julio

 

Santos del día 2 de julio
Sexto Nonas iulii
En Roma, en el cementerio de Dámaso, en el segundo miliario de la vía Aurelia, santos Proceso y Martiniano, mártires. († s. inc.)
Conmemoración de los santos mártires Liberato, abad, Bonifacio, diácono, Servo y Rústico, subdiáconos, Rogato y Septimio, monjes, y el niño Máximo, quienes en Cartago, durante la persecución desencadenada por los vándalos bajo el rey arriano Hunerico, por confesar la verdadera fe católica y un solo bautismo fueron sometidos a crueles tormentos y muertos a golpes de remo en la cabeza mientras estaban tendidos sobre los leños donde los iban a quemar, y así concluyeron el curso de su admirable combate, recibiendo del Señor la corona del martirio. († 484)
En Tours, ciudad de Neustria, santa Monegunda, consagrada a Dios, que, habiendo dejado patria y progenitores, se entregó únicamente a la oración. († p. 557)
En Winchester, en Inglaterra, san Swithun, obispo, que fue insigne por su austeridad y por su amor a los pobres, y por instituir muchas iglesias, que visitaba siempre caminando. († 862)
En Sezze, en el Lacio, san Lídano, abad, fundador del monasterio de este lugar, que con sus monjes procuró el saneamiento de las tierras circundantes, para librarlas de la malsana fiebre palúdica. († 1118)
En Villeneuve, cerca de Aviñón, en Francia, tránsito del beato Pedro de Luxemburgo, obispo de Metz, siempre entregado a la penitencia y a la oración. († 1387)
En Fabriano, del Piceno, conmemoración de los beatos Juan y Pedro Becchetti, presbíteros de la Orden de Ermitaños de San Agustín, unidos más por la conducta de vida que por los vínculos de la sangre. († c. 1420/ 1421)
En Lecce, en la región de Apulia, san Bernardino Realino, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús, ilustre por su caridad y su benignidad, el cual, despreciando los honores del mundo, se entregó al cuidado pastoral de los presos y de los enfermos, así como al ministerio de la palabra y de la penitencia. († 1616)
En Lieja, en Bélgica, beata Eugenia Joubert, virgen de la Congregación de la Sagrada Familia del Corazón de Jesús, que consagró su vida a enseñar la doctrina cristiana a las niñas y, atacada por la tisis, siguió con amor a Cristo sufriente. († 1904)

02 de julio: Nuestra Señora del Boschetto

 

02 de julio: Nuestra Señora del Boschetto

Los marineros y pescadores en una hermosa ciudad de Liguria (en Génova) tienen un culto celoso y dedicado al Milagroso cuadro de la Virgen, vigilado en el santuario construido por sus antepasados, en el lugar de una aparición de Nuestra Señora.

La historia se transmiten de padres a hijos hasta nuestros días. En una pequeña colina con vistas a Camogli, llamada el Boschetto, entre 1612 y 1630 se construyó un santuario dedicado a Nuestra Señora de Boschetto, para recordar que el 2 de julio de 1518 la Virgen María apareció a una pastora de doce años de edad.


HISTORIA

En el año del Señor 1518, pocas casas dispersas rompían la monotonía del valle de Ruta, lleno de olivares y viñedos, y una parte que estaba cubierta de bosques, de los cuales un hermoso sombreaba el centro del valle.

En el Boschetto hubo una vez castaños, robles y olmos. Donde se unían tres vías, existía una construcción con un cuadro que representa a la Virgen y el Niño Jesús en sus brazos. Se ignora cómo y por quién fue expuesta y pintada.

Delante del capitel se detenían a recitar oraciones los transeúntes, en su mayoría campesinos. Entre los más asiduos había una chica de doce años de edad, pastora, llamada Angela Schiaffino, que el día 2 del mes de julio, se paró como siempre a orar frente al cuadro. Absorta en la oración de repente apareció una hermosa Señora, que le manifiesta el deseo de que se le cumpla su aspiración de que se le construya una Iglesia. Esa mujer dijo que tenía que decir a la gente que este lugar debía levantarle una Iglesia. Pero Angela la dice que dice que nadie le va a creer.

A continuación, la Virgen le hace una marca en la palma de su mano, precisamente una M que en ese tiempo se usaba hacer en carácter gótico, presentándose los ojos de la gente con similitud con una herradura, e hizo lo mismo en una gran piedra cerca de ellos, lo que indicaba el sitio donde debería construirse el Santuario y el Monasterio.

Todos los Camoglini dieron gracias a la dulce Reina del Cielo, que de una vez rompió con su luz las sombras del Boschetto, que bien podría simbolizar la oscuridad de nuestro intelecto, y nos santifica por sus múltiples apariciones en esta tierra para la alegría de los justos.

El mensaje divino confiado a la niña, como lo demuestran los signos en la mano y en la piedra, y muchas otras maravillas, encontraron rápidamente la aprobación del pueblo. Inmediatamente después comenzó la construcción de una capilla.

Por último el cuadro Milagroso fue colocado en el pequeño santuario. Angela Schiaffino, elocuente testigo, vivió largos años y fue muy considerada a lo largo del valle, por su don especial de predecir muchas cosas ocultas y que iban a ocurrir. Cuando terminó su paso por esta tierra, fue enterrada a los pies del cuadro de la Virgen.

Durante casi 500 años de historia, cuatro Pontífices romanos intervinieron con actos que afectan directamente a la adoración de Nuestra Señora del Boschetto de Camogli.

El papa Pío VII el 12 de agosto de 1817 concedió la coronación de taumaturga, que ocurrió con gran solemnidad el 30 de agosto de 1818 en el tercer Centenario de la aparición.

El papa Gregorio XVI el 22 de mayo de 1841 le concedió Oficio y Misa propia.

El papa Pío X el 24 de octubre de 1905 concedió la norma de altar privilegiado, con el beneficio de celebrar misas en sufragio de las almas para ganar la liberación del Purgatorio.

Por último el papa Pío XII el 27 de marzo de 1955 proclamó a Nuestra Señora del Boschetto como Patrona a la Ciudad de Camogli.


EL SANTUARIO

En el siglo XVI, en la encrucijada de tres rutas había un pilar coronado por una imagen que representa a la Virgen María y el Niño Jesús en su regazo. En esta sagrada efigie, de acuerdo a testimonios recogidos a comienzos del siglo XVII por el padre Serafino de Génova, el 2 de julio de 1518 apareció la Virgen a Angela Schiaffino, una pastora sólo doce años, que expresó el deseo de que rápidamente le erigieran una capilla.

Los vestigios de este primer edificio religioso, ahora escondido en el terraplén por debajo de la plaza, salió a la luz cuando se derrumbó el muro de apoyo: se podría calcular que en aquel sagrado templo, la puerta se enfrentaba al norte y el ábside al mediodía. Medía de longitud poco más de diez metros, y de ancho poco menos de cinco.

Cuando es necesario hacer una ampliación de la capilla irremediablemente se perdió la piedra histórica marcada por el dedo de la Madonna. En 1603 esta piedra se rompió en varios pedazos por la involuntaria acción de un albañil.

En 1612, con la llegada de los padres Servitas, se procedió a la ampliación de la capilla y a la construcción del antiguo convento. El trabajo duró alrededor de veinte años, con la contribución de todas las personas que ofrecieron generosamente los costos de mano de obra y donación de productos de la tierra y el mar: barriles de aceite, vino y pescado salado. La administración cívica, por su parte, destinó los ingresos de fábrica de Capodimonte y algunas contribuciones extraordinarias.

La nueva iglesia mide unos treinta metros de largo y diez y medio metros de ancho: el altar mayor, construido de ladrillo, fue re hecho de mármol unos pocos años más tarde, y posteriormente se levantó la parte superior, que fue modificada durante el siglo las restauraciones del siglo XIX.

La supresión de las órdenes religiosas y la incautación de sus bienes decretados en la era napoleónica, también golpearon al Santuario del Boschetto, que pudo permanecer abierto al público sólo gracias a la ciudad de Camogli.

En 1810 la propiedad se vende a Bartolomé Denegri, genovés, que la restaura. En 1947 el complejo fue adquirido y donado al santuario por el rector Mons. Giacomo Crovari.

La actual iglesia conserva pocos elementos del siglo XVII al haber sido objeto de numerosas transformaciones en los siglos siguientes. Se accede a través de un patio cuyo manto de asfalto cubre el adoquinado de 1818.

El primer altar que se encuentra entrando a la derecha, está dedicado a un santo de la orden Servita, Pellegrino Laziosi, canonizado en 725. El lienzo setentesco que lo adorna representa un episodio de su vida, cuando su dolencia en la pierna fue milagrosamente curada por Cristo descendido de la cruz.

Sigue el altar de Nuestra Señora de los Dolores, patrona y titular de los Servitas y de la Confraternidad del oratorio adyacente a la iglesia. También está la valiosa estatua de madera de Francisco Ravaschio, discípulo de Schiaffino, con los siete medallones ovalados que representan los dolores de María.

El tercer altar, decorado con una gran pintura, está dedicada al Sagrado Corazón. Junto al altar, a la derecha, es recordado San Filippo Benizi, fundador de los Siervos de María. El lienzo es una visión del Santo, durante el cual la Virgen, sobre un carro triunfal arrastrado por un león y un cordero, da a San Filippo el hábito de la Orden.

A la vuelta de la nave derecha se puede admirar las pinturas recientes de prof. Ferruccio Poggi.

En el centro de la nave principal nota el gran fresco del prof. Isola (XIX), que representan a la “Asunta con los cuatro profetas”.

Sobre el altar mayor está la tabla con la sagrada imagen de Nuestra Señora, que tiene a su hijo en su regazo. Es una obra de valiosa factura, atribuida a Teramo Piaggio Zoagli, un pintor de la escuela de Antonio Semino, que trabajó mucho en la Riviera di Levante. En 1887 fue incluida en un marco de plata donado por los Camogliesi devotos.

A la vuelta, el fresco de Paganelli (XVII) es la aparición de la Virgen a Angela Schiaffino. Al lado del altar mayor dos lienzos, obra de Paolo De Servio de Lucca (XIX), ilustrando la visitación y coronación de la Madonna.

En el pasillo izquierdo, se ve el altar de San Agustín, construido por la corporación de tejedores de seda a principios del siglo XVIII, sobre el cual se ha expuesto la reliquia de San Juan Bono, un nativo de Camogli y obispo de Milán en el siglo séptimo.

Sigue la capilla una vez dedica a la Asunta, dedicada hoy a San José, con un valioso altar de mármol y una estatua de madera del siglo XIX, obra de Antonio Cánepa.

Por último, se puede admirar el altar de Santa María Magdalena, construida en el siglo XVII por la familia Lardone. El ancón representa a la Santa en su lecho de muerte, rodeada de ángeles que la vinieron a acompañar al vuelo al cielo.

En el lado este de la iglesia se puede visitar el claustro del siglo XVII, sometido a un largo proceso de restauración que comenzó en 1974 y concluyó en enero de 1986, con la solemne inauguración del cardenal arzobispo de Génova, Giuseppe Siri.

El local cuenta con un centenar de pinturas votivas, algunas de las cuales son de buena factura, todas comunican la devoción de los marineros Camogliesi hacia Nuestra Señora del Boschetto. Del siglo XVII es el oratorio contra el brazo del convento, con entrada sobre el patio. Incluso hoy es la sede de la antigua Confraternidad dedicada a Nuestra Señora de los Dolores, que anualmente organiza el viernes el santo de la basílica con una procesión con el arca de la Virgen.


LOS EX-VOTOS

La construcción de este Santuario duró 20 años y todos los ciudadanos participaron los costos, incluyendo al atún; documentos de la época muestran que en 1630 los ingresos de la pesca fueron dedicados al santuario. Este lugar se ha convertido en lo largo de los siglos en la sede del culto y la devoción de los hombres de mar, un verdadero santuario de marineros y pescadores.

Los habitantes de Camogli, recurrieron a “su” Virgen a pedirle, y debido a que estaban recibiendo, comenzaron a llevar al santuario votos para de dar las gracias por la ayuda sobrenatural recibida en tiempo de necesidad.

Muchos navegantes encargaban pinturas que representan el peligro del que escaparon, algunos de estos cuadros fueron pintados en el extranjero, antes de regresar a casa, otros en condiciones de sanos y salvos, una vez alcanzado su Camogli fueron llevados al Santuario. Cada uno de estos cuadros cuenta una historia, es una especie de diario de bordo, ya que a menudo se informó en detalle no sólo el evento, nombre del buque y el capitán, sino también la latitud y longitud donde el buque se encontraba en peligro.

La tradición dice que en el pasado al menos 400 de esos exvotos eran expuestos en el interior de la iglesia, mientras que ya en 1938 eran sólo 76, lamentablemente, habiéndose perdido irremediablemente los otros.

(fuente: forosdelavirgen.org)