domingo, 30 de noviembre de 2014

Primero Domingo de Adviento 30112014

domingo 30 Noviembre 2014

Primero Domingo de Adviento



Primero Domingo de Adviento

Hay que salir al encuentro del Señor que se acerca; hay que hacerlo acompañado de las buenas obras. Este es el punto central que unifica las lecturas de este primer domingo de adviento. El Señor volverá, esto es una certeza que nace de las palabras mismas de Cristo en el Evangelio. Sin embargo, no conocemos ni la hora ni el día de su llegada, por eso la actitud propia del cristiano es la de una amorosa vigilancia (EV. Más aún, ante el Señor que se avecina hay que salir a su encuentro llenos de entusiasmo, hay que despertarse del sueño y ver que el día está por despuntar. Así como al amanecer todo se despierta y se llena de nueva esperanza, así la vida del cristiano es un continuo renacer a una nueva vida en la luz. (2L). La visión del profeta Isaías (1L) resume espléndidamente la actitud propia para este adviento: estamos invitados a salir al encuentro del Señor que nos instruye en sus caminos. Salir a su encuentro iluminados por la luz que irradia el amor de Dios por cada uno de nosotros los hombres.

Mensaje doctrinal
1. La gozosa expectación por la venida del Señor. El adviento es un tiempo muy rico en la vida de la Iglesia que desea prepararnos para el nacimiento de Jesucristo en Belén. Nos invita a comprender el amor de Dios que se decide a entrar en la historia humana de un modo tan humilde y misterioso. Simultáneamente, el adviento llama nuestra atención sobre la segunda venida de Cristo al final de los tiempos, cuando vendrá a juzgar a vivos y muertos. Este mismo Cristo que nace de María Virgen en la pequeñez de un recién nacido, vendrá al final de los tiempos en la majestad de su gloria para juzgarnos según nuestras obras. Este primer domingo de Adviento subraya, sobre todo, la preparación de la segunda venida y nos invita a estar alertas y vigilar, porque no sabemos el día, ni la hora de la llegada.

La visión del Profeta Isaías nos presenta "el final de los días" como una explosión gozosa de la esperanza mesiánica. Todos los pueblos, todos los hombres están invitados a subir al monte del Señor, a la casa de Dios. Es difícil imaginar una esperanza mesiánica en medio de los días aciagos en tiempos del profeta, sin embargo la Palabra de Dios es eficaz y no defrauda. Dios es fiel a sus promesas. El Señor mismo será quien nos instruirá por sus caminos y a una época de guerra y desazón, sucederá una época de paz y concordia. Al final de los tiempos el Señor reinará como soberano. Al final de los tiempos vencerá el bien sobre el mal; el amor sobre el odio; la luz sobre las tinieblas. Dios mismo será el árbitro y juez de las naciones. Maravillosa visión del futuro que posee una garantía divina. Habrá que caminar a la luz del Señor hacia esta patria celeste con el corazón henchido de esperanza: Venid subamos al monte del Señor.

2. La humanidad entera camina hacia "el día del Señor", hacia la casa de Dios. No se puede caminar de cualquier modo cuando hacia Dios se va. No se puede seguir un camino distraído cuando al final del sendero se nos juzgará sobre el amor. El Salmo 121 expresa adecuadamente los sentimientos del pueblo que va al encuentro del Señor: ¡Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor! Nuestro caminar, pues, será un caminar en la luz, un caminar en el que nos revistamos de las armas de la luz. La antítesis luz-tinieblas es una metáfora común en el Antiguo Testamento: las tinieblas son el símbolo de la incontinencia, de la debilidad de alma, de la falta de esperanza; el día, por el contrario, simboliza la toma de conciencia, la posibilidad de avanzar y el inicio de una nueva situación que vendrá a culminar en el éxito. No podemos seguir viviendo en las tinieblas del pecado de la lujuria y desenfreno, nos repite San Pablo. Caminar en la luz es caminar en la nueva vida que nos ofrece el Señor por la redención de nuestros pecados. Habrá que revestirse de Cristo Jesús, en el corazón y en las obras, revestirse de Cristo Jesús para poder caminar como en pleno día.

3. El día de su venida está cercano. Es una afirmación que se desprende de la carta de San Pablo a los romanos: la noche está avanzada, el día está por despuntar. Por eso, la actitud propia del cristiano es la del centinela que espera la aurora. Como el centinela espera la aurora, así mi alma espera al Señor. La misma certeza que tiene el vigía nocturno de que el día llegará, la tiene el cristiano de que el Señor volverá y no tardará. Cada momento que pasa nos acerca más al encuentro con "el sol de justicia", con la luz indefectible", con "el día que no conoce ocaso". Es decir, cada vez estamos más cerca de la salvación. La vigilia que nos corresponde es una vigilia llena de esperanza, no de temores y angustias, no de desesperación y desconcierto; sino la vigilia de la laboriosidad como Noé en su tiempo; la vigilia de la fortaleza de ánimo en medio de las dificultades del mundo. El verdadero peligro no se encuentra en las dificultades y tentaciones de este mundo, sino en el vivir como si el Señor no hubiese de venir, como si la eternidad fuese un sueño, una quimera.

La imagen del ladrón que llega de noche a una hora inesperada influyó poderosamente en los primeros cristianos como se deduce de los textos de Pedro y Pablo respectivamente (2 Pt 3, 10 y 1 Ts 5,2) y creó en las primeras comunidades una gozosa espera del Señor. Sin embargo, esta imagen no significa que el Señor viene con tono amenazante a robar nuestras posesiones, sino más bien subraya que no tenemos certeza de la hora en que vendrá y que, por tanto, hay que estar siempre preparados para salir a su encuentro.

Sugerencias pastorales
1. La belleza y el valor de la vida presente. El mundo agitado que nos ha tocado vivir invita, no pocas veces, a la tristeza y al pesimismo. El cúmulo de noticias de guerra, muertes, violaciones crean en el ánimo no sólo un desencanto, sino un verdadero decaimiento anímico y espiritual. La contemplación serena y profunda del adviento del Señor es una invitación a no dejarnos llevar por esta tentación. Por encima de las apariencias de este mundo y de sus miserias está la promesa y el amor de Dios, por encima de la noche obscura que nos rodea está el amanecer de un nuevo día y una nueva esperanza. Dios no abandona al hombre en sus tinieblas y en su obscuridad, Dios no se desentiende de un mundo en peligro. Él mismo viene a rescatarnos porque tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo Unigénito. No miremos ya más las tinieblas pues nada bueno de ellas obtendremos, volvamos nuestra mirada al rostro de Cristo, revistámonos en nuestro ser y en nuestras obras de Cristo el Señor. La vida presente tiene un valor de redención, en ella vamos construyendo la parte que nos corresponde en la obra de la salvación. Esta vida mortal es, a pesar de sus vicisitudes y sus oscuros misterios, su sufrimiento, su fatal caducidad, un hecho bellísimo, un prodigio siempre original y conmovedor, un acontecimiento digno de ser cantado con gozo y con gloria: ¡la vida, la vida del hombre! (Pablo VI).

2. Caminar en la luz. Para nosotros caminar en la luz significa vivir en gracia, despojarnos del pecado, iniciar un camino de conversión del corazón hacia el Padre de las misericordias. El adviento tiene también su cariz penitencial como camino de purificación para llegar al encuentro con el niño de Belén. Los puros de corazón verán a Dios. Acudamos pues al trono de la gracia en el sacramento de la Penitencia y de la Eucaristía. Vivamos en la luz, armémonos de las armas de la luz.

sábado, 29 de noviembre de 2014

San Andrés 30112014

San Andrés
Según la tradición, la cruz de su martirio tenía forma de X


Por: Alejandro E. Pomar | Fuente: La Biblia on line




Muchos títulos justifican la extraordinaria devoción de que, desde tiempos muy antiguos, es objeto San Andrés, tanto en la Iglesia de Oriente como en la de Occidente. En efecto, es "el primer llamado" (en griego "Protocleto") por Jesús al ministerio apostólico, y hermano carnal de Pedro, cuya profesión de pescador compartía. Andrés, además, introduce a su hermano en el seguimiento de Cristo (cfr. Jn. 1, 35-42). Por otra parte, el haber muerto crucificado, y el amor por la cruz que le atribuye la tradición, lo hacen particularmente cercano al Maestro.

Tuvo el privilegio de ser nombrado, junto a Pedro y Pablo, en el embolismo del Padrenuestro de la Misa (hasta la reforma del Misal Romano) y en el Canon Romano. Ocupa aún hoy, el primer lugar después de los Príncipes de los Apóstoles, desde los tiempos de San Gregorio Magno.

La tradición popular, no documentada pero muy antigua, le ha asignado un campo de apostolado en Grecia (si bien hay otras versiones, por ejemplo la costa del Mar Negro y el Cáucaso). Habría sido crucificado en Patrás de Acaya, en Grecia, alrededor del año 60. La Iglesia de Oriente considera a Andrés como su Cabeza y Fundador.

Los "Hechos de Andrés", apócrifo de los primeros tiempos cristianos, no sólo nos cuentan con detalle la pasión y la muerte del apóstol, sino que conservan incluso muchas de las palabras que habría dirigido a su juez (el procónsul Egeo o Egeas), al pueblo que contemplaba el suplicio, y a la cruz: "¡Oh cruz, instrumento de salud del Altísimo! ¡Oh cruz, signo de victoria de Cristo sobre sus enemigos! ¡Oh cruz plantada en la tierra y que fructificas en el cielo! ¡Oh nombre de la cruz que abarcas en ti al universo! ¡Salve, cruz, que has unido al mundo en toda su extensión!".

En la antífona del Benedictus leemos este texto, procedente de la passio latina: "Salve, oh cruz preciosa, recibe al discípulo de aquel que en ti estuvo clavado, Cristo, mi maestro".

El himno de Laudes, "Captátor olim píscium", compuesto por San Pedro Damián en el siglo XI, también recoge el tema de la cruz : "Tú, hermano de Pedro, obtuviste su misma muerte, pues la cruz engendró para el Cielo a los que habíais nacido de una misma carne".

Según la tradición, la cruz de su martirio tenía forma de "X" (cruz "aspada"). Esa cruz no sólo se transformó en su atributo iconográfico principal, sino que es conocida popularmente como "cruz de San Andrés". Es representado siempre con la cruz aspada en sus manos o crucificado en ella.

Sus restos se veneraron en Constantinopla desde el siglo IV y fueron llevados a Amalfi en el siglo XIII. Su cabeza, llevada a Roma en 1462, fue colocada en la Basílica de San Pedro, pero el papa Pablo VI, como gesto ecuménico, la devolvió a la iglesia grecoortodoxa en 1964.

Su fiesta se celebra el 30 de noviembre.


Imagen: San Andrés Apóstol. Autor: El Españoleto

P. Lombardi: avanza el diálogo interreligioso 29112014

P. Lombardi: avanza el diálogo interreligioso

Papa Francisco junto al Gran Mufti de Estambul - AP
29/11/2014 05:30



En su segundo día en Turquía, el Papa se trasladó desde Ankara a Estambul. Allí la primera etapa fue la visita a la Mezquita azul. Habla el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, p. Federico Lombardi SJ, en entrevista telefónica con nuestro compañero Sergio Centofanti:

P.- ¿Cuál es el significado para la pequeña comunidad católica el encuentro con Papa Francisco?
R.-Es un gran consuelo para ellos que el Papa venga a esta tierra donde los católicos son muy pocos: es una ocasión considerada extraordinaria; excepcional para ellos ver la cabeza de la comunidad de la Iglesia universal y también una oportunidad para estar juntos para los católicos de los diversos ritos. Algo que no es en absoluto - digamos – descontado y fácil: creo que uno de los mensajes que el Papa da en estas ocasiones, cuando viene a visitar a los católicos de Oriente, también es el de la unión, la buena colaboración entre los católicos de los diferentes ritos, que en Oriente son tantos. Aquí habitan no sólo los latinos, sino también los coptos, sirios y armenios: son por lo tanto cuatro comunidades que tienen, de alguna manera, que constituir juntos una comunidad más grande. Cuando los vimos, festivos en torno al Papa, vimos que Pedro es un signo de unidad en la Iglesia Católica.

P.- Comienza la parte ecuménica del viaje: las relaciones con los ortodoxos son muy buenas…
R.- ¡Oh sí! El Patriarca Bartolomé ya estaba presente esta mañana en el aeropuerto, en Estambul, para dar la bienvenida al Papa desde el primer momento en que puso pie en esta ciudad. El Patriarca sabe muy bien que la visita para la fiesta de San Andrés al Patriarcado y el encuentro con él son unos de los motivos determinantes para esta decisión del Papa de venir en tierra turca. Así que está muy agradecido porque es un gran apoyo para el Patriarcado, para los ortodoxos en su vivir en esta tierra, que no es fácil tampoco para ellos; y también es un gran estímulo en el camino hacia la unidad, en el ecumenismo, en el que también ellos están comprometidos como los católicos. Es un continuar una bellísima relación de amistad fraternal entre Francisco y Bartolomé, que ya había comenzado con el Papa Benedicto naturalmente, pero que ahora tiene una nueva linfa. Con esta ya son cuatro las veces que han tenido encuentros muy significativos. Lo que significa que el diálogo entre los dos líderes más importantes de la ortodoxia y del catolicismo es muy intenso y esto es una buena esperanza para la causa del ecumenismo en todo el mundo.

P.- Un breve comentario sobre la jornada de ayer…
R.- Era un poco el encuentro con un gran país no cristiano, fundamentalmente, como es Turquía, y con la situación en el Oriente Medio. El Papa expresó su estima por este pueblo y también la importancia que tiene entre Oriente y Occidente, entre Asia y Europa, ahora en las situaciones de conflicto que hay en esta región y por la acogida de los refugiados. Por lo tanto es un discurso de encuentro con un pueblo que vive también un momento delicado de su historia, en un escenario muy complejo y problemático. Y luego ha estado la dimensión – diría – muy convincente del diálogo con el Islam en el Diyanet, el Departamento de Asuntos Religiosos. Un encuentro cordial y también una conciencia de que el momento actual es un momento particularmente crucial también para el islam mundial, con sus conflictos internos, con sus problemas para hacer frente al terrorismo y al fundamentalismo. Por lo tanto los problemas que se vivieron ayer me parecieron no sólo los de la relación entre el Islam y los cristianos o las dificultades que los cristianos afrontan en tierras de mayoría musulmana, sino un compartir una situación de necesidad, de compromiso de los verdaderos creyentes -  de los religiosos y de los creyentes en Dios – para la paz, para la superación de los fundamentalismos, del terrorismo, de los odios, de los conflictos, en este mundo en el que hoy vivimos. Me parece que entre el Papa y el presidente del Diyanet, se ha establecido un sentimiento profundo de conciencia de la amplitud de los horizontes, en los que hay que poner hoy el diálogo interreligioso para el bien de la humanidad. No sólo mirar a los horribles conflictos, los horribles problemas que existen en diversas partes y que deben ser sin duda condenados, medicados, superados, sino también mirar en perspectiva de las grandes confesiones religiosas en el mundo globalizado. Me parecía que había una sensibilidad común sobre la necesidad de un nuevo compromiso con el diálogo interreligioso: el Papa lo dijo en una pequeña parte durante su discurso: “tenemos que encontrar nuevas formas, también con valentía y creatividad, para el diálogo interreligioso en el mundo de hoy”. Por lo tanto, me parece que se ha dado un paso de sensibilidad común y de profundización del significado del diálogo interreligioso islámico-cristiano, que más tarde en la visita a la Mezquita de hoy, también encontró su gesto de expresión.

Catequesis para el Hombre Nuevo (texto) (Las Grandes Fórmulas - Lección VII) Curso del Padre Antonio Oliver


Las amenazas de la Gran Transformación (II) (Leonardo Boff)

Las amenazas de la Gran Transformación (II)

2014-08-08



  En el artículo anterior analizamos las amenazas que nos trae la transformación de la economía de mercado en sociedad de mercado con la doble injusticia que acarrea: la social y la ecológica. Ahora queremos detenernos en su incidencia en el ámbito de la ecología tomada en su más amplia acepción ambiental, social, mental e integral.

Constamos un hecho singular: en a medida en que crecen los daños a la naturaleza que afectan cada vez más a las sociedades y la calidad de vida, crece simultáneamente la conciencia de que, en un 90%, tales daños se atribuyen a la actividad irresponsable e irracional de los seres humanos, más específicamente, a aquellas élites de poder económico, político, cultural y mediático que se han constituido en grandes corporaciones multilaterales y han asumido por su cuenta los rumbos del mundo. Es urgente que hagamos alguna cosa que interrumpa esta vía hacia el precipicio. Como advierte la Carta de la Tierra: «o hacemos una alianza global para cuidar de la Tierra y unos de otros podremos asistir a la destrucción de nuestra especie y de la diversidad de la vida» (Introducción).
La cuestión ecológica, especialmente tras el Informe del Club de Roma en 1972 titulado Los límites del Crecimiento se ha vuelto un tema central de la política, de las preocupaciones de la comunidad científica mundial y de los grupos más despiertos y preocupados por nuestro futuro común.

El foco de las cuestiones se desplazó del crecimiento/desarrollo sostenible (imposible dentro de la economía de libre mercado) hacia el sostenimiento de toda la vida. Primero hay que garantizar la sostenibilidad del planeta Tierra, de sus ecosistemas, de las condiciones naturales que posibilitan la continuidad de la vida. Solamente garantizadas estas condiciones previas, se puede hablar de sociedades sostenibles y de desarrollo sostenible o de cualquier otra actividad que quiera presentarse con este calificativo.

La visión de los astronautas reforzó esta nueva conciencia. Desde sus naves espaciales o desde la Luna se dieron cuenta de que Tierra y humanidad forman una única entidad. No están separadas ni son realidades paralelas. La humanidad es una expresión de la Tierra, su parte consciente, inteligente y responsable de la conservación de las condiciones que continuamente producen y reproducen la vida. En nombre de esta conciencia y de esta urgencia surgió el principio responsabilidad (Hans Jonas), el principio cuidado (Boff y otros), el principio sostenibilidad (Informe Brundtland), el principio de interdependencia-cooperación (Heisenberg/Wilson/Swimme), el principio prevención/precaución (Carta de Río de Janeiro de 1992 de la ONU), el principio compasión (Schopenhauer/Dalai Lama) y el principio Tierra (Lovelock y Evo Morales).

La reflexión ecológica se ha vuelto más compleja. No se puede reducir solo a la preservación del medio ambiente. La totalidad del sistema-mundo está en juego. Así han surgido una ecología ambiental que tiene como meta la calidad de vida; una ecología social que busca un modo sostenible de vida (producción, distribución, consumo y tratamiento de las basuras); una ecología mental que se propone criticar prejuicios y visiones de mundo hostiles a la vida y formular un nuevo diseño civilizatorio, a base de principios y de valores, para una nueva forma de habitar la Casa Común; y finalmente una ecología integral que se da cuenta de que la Tierra es parte de un universo en evolución y que debemos vivir en armonía con el Todo, uno, complejo y cargado de propósito.

Se ha creado de este modo una cuadrícula teórica, capaz de orientar el pensamiento y las prácticas amigables a la vida. Entonces se hizo evidente que la ecología más que una técnica de manejo de bienes y servicios escasos representa un arte, una nueva forma de relacionarse con la naturaleza y con la Tierra y el descubrimiento de la misión del ser humano en el proceso cosmogénico y en el conjunto de los seres: cuidar y preservar.

Por todas partes del mundo han surgido movimientos, instituciones, organismos, ONGs, centros de investigación, cada cual con su singularidad: hay quien se preocupa por los bosques, otros de los océanos, de la preservación de la biodiversidad, de las especies en peligro de extinción, de los ecosistemas tan diversos, de las aguas y de los suelos, o de las semillas y la producción orgánica. Entre todos estos movimientos cabe destacar a Greenpeace por su persistencia y valor de enfrentarse, corriendo peligros, a quienes amenazan la vida y el equilibrio de la Madre Tierra.

La misma ONU ha creado una serie de instituciones que tienen como objetivo hacer el seguimiento del estado de la Tierra. Las principales son el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura, la OMS (Organización Mundial de la Salud), la Convención sobre la Biodiversidad y especialmente el IPPC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático) entre otras.

Esta Gran Transformación de la conciencia está llevando a cabo una complicada travesía, necesaria para fundar un nuevo paradigma, capaz de transformar la eventual tragedia ecológico-social en una crisis de paso que nos permitirá un salto de calidad rumbo a un nivel más alto de relación amistosa, armoniosa y cooperativa entre Tierra y humanidad. Si no asumimos esta tarea, el futuro común estará amenazado.


Hoy el reto del Amor es que lleves a un niño a Jesús 29112014

Hoy el reto del Amor es que lleves a un niño a Jesús

Año del Señor 2014
Lerma, 28 de Noviembre.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
 
CORAZÓN DE NIÑO
 
Hoy, sábado, estamos plenamente inmersas en una Jornada Monástica y, si el Señor es sorprendente, te aseguro que no deja de superarse, pues esta vez han venido desde Madrid... un grupo de niños de Jaire.
 
Esta Jornada Monástica nos la habían concertado con mucho tiempo de antelación y, desde el primer momento, nos causó una expectativa muy grande, ya que hasta ahora hemos vivido muchas Jornadas con adultos, jóvenes, matrimonios... pero nunca antes nos habíamos visto en otra igual. 
 
Hace unos meses nos preguntábamos cómo hablarles de Cristo, cómo hacer esta Jornada. Hasta que un día vimos a una niña romper a llorar porque había sido tocada por el Señor después de un rato de oración, y lanzarse hacia su madre. Ahí todas nos dimos cuenta de que el corazón del niño es igual que el del adulto, lo único que cambian son las circunstancias, pero ambos vivimos cada acontecimiento con todo nuestro ser. 
 
Y, al descubrir que el corazón es el mismo, después de todas las veces que el Señor nos ha regalado ver cómo Él tocaba el corazón de tantas personas, decidimos lanzarnos. 
 
Y aquí están. Todos estamos disfrutando de unos días geniales y nos hemos dado cuenta de que realmente los niños buscan respuestas, buscan la verdad y no se conforman con teorías. Buscan vida. 
 
¡Cuántas veces sentirán que su opinión no cuenta, y cuántas veces han tenido que sentir que los adultos sólo les ven como niños! Sin embargo, ahora es Cristo quien se rodea de ellos. Y este fin de semana es suyo: responderemos a sus miles de preguntas, habrá muchas sorpresas... pero, sobre todo, Cristo les espera para entrar en sus vidas.  
 
Hoy el reto del Amor es que lleves a un niño a Jesús, que le hables de Él creyendo que realmente puede tocar su corazón.
 
Pero, ¿te lo crees? ¿O piensas que para tener un encuentro con Cristo se necesita hacer tanto por parte de uno mismo que para un niño es imposible? Cristo no necesita nada más que un corazón de niño que le acoja.
 
VIVE DE CRISTO
 
 
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
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Puntos de vista para recuperar la familia(Mujer...Feliz de ser mujer)

Puntos de vista para recuperar la familia
Existe un consenso general en reivindicar la conciliación entre hogar y trabajo, creo también que hace falta reivindicar el papel de las mujeres que deciden quedarse en casa y dar estabilidad a su familia


Por: Aníbal Cuevas | Fuente: http://www.fluvium.org



Confío mucho más en las personas, en las convicciones profundas que todo ser humano lleva en su corazón. Confío en las minorías que han actuado en momentos históricos. No creo mucho en los poderes públicos, ni en los partidos políticos, ni en los sindicatos.

Hace algunos años en un congreso de Orientación Familiar celebrado en Madrid, dos miembros de una mesa redonda se enzarzaron en una encendida polémica sobre cómo cambiar el mundo. Ella, una madre de familia, brillante ejecutiva, con una estupenda carrera profesional impresionante defendía el cambio desde el poder. Él, padre de familia y profesor, defendía el cambio desde los corazones, la revolución de las personas.

Me sentí mucho más identificado con él. Pienso que para recuperar la familia lo tenemos que hacer desde nuestro entorno, tenemos que recuperar nuestro hogar. Tenemos que volver a él, desde allí se puede cambiar el mundo. Para que haya hogar tiene que haber personas. El hogar tiene que ser el lugar al que todo deseamos llegar. Cada uno tenemos que hacer lo posible por que nuestro cónyuge y nuestros hijos estén deseando estar en casa. Tenemos que abrir nuestras familias al exterior.

Lo que hay que reivindicar

Existe un consenso general en reivindicar la conciliación entre hogar y trabajo, creo también que hace falta reivindicar el papel de las mujeres que deciden quedarse en casa y dar estabilidad a su familia.

Reivindico el derecho a tener los hijos que cada cual quiera en conciencia pero también reivindico la generosidad y las familias numerosas, verdadero baluarte de humanidad y educación y, seguramente, la minoría que salvará nuestro concepto de familia y de sociedad.

Los padres y las madres de familia junto a nuestros hijos podemos ser los protagonistas del necesario cambio de nuestra sociedad, cambio cuyas bases deben ser la defensa de la vida humana en todas sus etapas, la libertad de enseñanza y la protección del matrimonio y la familia. Se trata de tres frentes de rebeldía frente a la imposición de ciertas ideologías que pueden ser punto de unión y de vibración familiar.