sábado, 31 de marzo de 2018

Testigos de la grandeza de Dios (Evangelio meditado Cuaresma) 31032018

Testigos de la grandeza de Dios
Santo Evangelio según San Marcos 16, 1-7. Vigilia pascual en la noche Sábado Santo.


Por: H. Michael Vargas, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor Jesús, enséñanos a ser verdaderos testigos de tu grandeza.
El Sábado Santo la Iglesia se abstiene de celebrar el sacrificio de la Misa hasta que, después de la Vigilia solemne se desborda la alegría pascual. Por eso hoy incluimos como Evangelio del día el que se lee en la Vigilia Pascual.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 16, 1-7
Transcurrido el sábado, María Magdalena, María (la madre de Santiago) y Salomé, compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús. Muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, se dirigieron al sepulcro. Por el camino se decían unas a otras: "¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?". Al llegar, vieron que la piedra estaba quitada, y eso que era muy grande.
Entraron en el sepulcro y vieron a un joven vestido con una túnica blanca, sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo. Pero él les dijo: "No se espanten. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. No está aquí. Ha resucitado. Miren el sitio donde lo habían puesto. Ahora vayan a decirles a sus discípulos y a Pedro: 'Él irá delante de ustedes a Galilea. Allá lo verán, como él les dijo' ".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Hay hechos que marcan nuestra existencia. Momentos o situaciones en los cuales, nos encontramos de frente a una realidad que nos sobrepasa. Ante ello, nos maravillamos o nos angustiamos, nos alegramos o nos entristecemos; haciendo cambiar espontáneamente nuestra manera de pensar, nuestra manera de ver o incluso nuestra manera de actuar. Ante estos hechos hay que comprender la realidad, la cual nos convierte en testigos o protagonistas de una experiencia o un hecho vivido, un acontecimiento que nos ha marcado.
En el Evangelio de hoy nos encontramos ante este gran acontecimiento, la resurrección de Jesucristo, lo cual nos convierte en testigos de la resurrección de aquél que ha muerto y vuelto a la vida por cada uno de sus hijos. Es por ello que no podemos ser indiferentes ante este hecho, sino que debe de marcar nuestras vidas, pues es aquí donde se experimenta claramente la grandeza y la acción de Dios omnipotente.
Al experimentar esta grandeza, nos convertimos como María Magdalena, María (la madre de Santiago) y Salomé, en testigos de la grandeza de Dios y más aún palpamos en el fondo de nuestro corazón la resurrección de Jesucristo, pues aquél que es testigo, no está llamado a tener una actitud pasiva, al contrario, está llamado a dar testimonio de aquello que ha vivido, a compartir aquella experiencia que ha hecho y más aún a dejarse cambiar por la mano bondadosa de un Dios, omnipotente, que ha revivido para estar presente en cada instante de la vida. Está llamado a transmitir la alegría, a ser portador del gozo de haber experimentado el amor de un Dios, que ha muerto, pero que hoy, más que nunca, ha resucitado.
Quien hace esta experiencia se convierte en testigo de la Resurrección, porque en cierto sentido ha resucitado él mismo, ha resucitado ella misma. Entonces es capaz de llevar un "rayo" de la luz del Resucitado en las diversas situaciones: en las felices, haciéndolas más bellas y preservándolas del egoísmo; y en las dolorosas, llevando serenidad y esperanza. (Papa Francisco, 21 de abril de 2014)
Las mujeres en el sepulcro. Fueron a encontrar a un muerto, su viaje parecía inútil. También ustedes van por el mundo a contracorriente: la vida del mundo rechaza fácilmente la pobreza, la castidad y la obediencia. Pero, al igual que aquellas mujeres, van adelante, a pesar de la preocupación por las piedras pesadas que hay que remover. Y al igual que aquellas mujeres, las primeras que encontraron al Señor resucitado y vivo, se abrazan a Él y lo anuncian inmediatamente a los hermanos, con los ojos que brillan de alegría.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de febrero de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy dedicaré unos minutos para estar en compañía de aquél que ha resucitado y que está siempre a nuestro lado.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Benjamin, Santo (31 de marzo)

Benjamin, Santo
Diacono y Mártir, 31 de marzo


Fuente: P. Felipe Santos / ACI Prensa 



Diácono y Mártir

Martirologio Romano: En el lugar de Argol, en Persia, san Benjamín, diácono, que al predicar insistentemente la palabra de Dios, consumó su martirio con cañas agudas entre sus uñas, en tiempo del rey Vararane V (†  c. 420).
Etimológicamente: Benjamín = Aquel que es el último nacido o Hijo de dicha, es de origen hebreo.
Breve Biografía

El rey Yezdigerd, hijo de Sapor II puso fin a la cruel persecución de los cristianos que había sido llevado al cabo en Persia durante el reinado de su padre. Sin embargo, el obispo Abdas con un celo mal entendido incendio el Pireo o templo del fuego, principal objeto del culto de los persas.

El rey amenazó con destruir todas las iglesias de los cristianos, a menos que el obispo reconstruyera el templo, pero éste se rehusó a hacerlo; el rey lo mandó a matar e inició una persecución general que duró 40 años.

Uno de los primeros mártires fue Benjamín, diácono. Después de que fuera golpeado, estuvo encarcelado durante un año.

Benjamín era un joven de un gran celo apostólico en bien de los demás. Hablaba con fluida elocuencia.

Incluso había logrado muchas conversiones entre los sacerdotes de Zaratustra. Los meses que pasó en la cárcel le sirvieron para pensar, orar, meditar y escribir.

En estas circunstancias llegó a la ciudad un embajador del emperador bizantino y lo puso en libertad. Y le dijo el rey Yezdigerd: "Te digo que tú no has tenido culpa alguna en el incendio del templo y no tienes que lamentarte de nada".

¿No me harán nada los magos?, preguntó el rey al embajador. No, tranquilo. No convertirá a nadie, añadió el embajador.

Sin embargo, desde que lo pusieron en libertad, Benjamín comenzó con mayor brío e ímpetu su trabajo apostólico y convirtió a muchos magos haciéndoles ver que algún día brillará en sus ojos y en su alma la luz verdadera.

De no ser así –decía – yo mismo sufriré el castigo que el Señor reserva a los seguidores que no sacan a relucir los talentos que él les ha dado.

Esta vez no quiso intervenir el embajador. Pero poco después, el rey lo encarceló de nuevo y mandó que le dieran castigos hasta la muerte,siendo luego decapitado

Murió alrededor del año 420.

¡Felicidades a quienes lleven este nombre!

Jesús yace en el sepulcro (Reflexiones Cuaresma) 31032018

Jesús yace en el sepulcro
Reflexiones Cuaresma

Sábado santo. En la Vigilia Pascual celebramos la victoria de Cristo sobre la muerte, sobre el pecado.


Por: SS Papa Francisco | Fuente: www.la-oracion.com 



Jesús yace en el sepulcro. Sus discípulos, las mujeres que le seguían y María, su madre, hoy se unen en oración. Recuerdan su muerte, experimentan el vacío de su ausencia y a la vez el consuelo de la esperanza. Un día de dolor y de esperanza.
En la Vigilia Pascual celebramos la victoria de Cristo sobre la muerte, sobre el pecado. Celebramos que Cristo vive y nos invita, como dice el Papa Francisco a volver a Galilea, al encuentro personal con Él.

La vigilia Pascual

“Después de la muerte del Maestro, los discípulos se habían dispersado; su fe se deshizo, todo parecía que había terminado, derrumbadas las certezas, muertas las esperanzas. Pero entonces, aquel anuncio de las mujeres, aunque increíble, se presentó como un rayo de luz en la oscuridad. La noticia se difundió: Jesús haresucitado, como había dicho… Y también el mandato de ir a Galilea; las mujeres lo habían oído por dos veces, primero del ángel, después de Jesús mismo: «Que vayan a Galilea; allí me verán». «No temáis» y «vayan a Galilea».

Galilea es el lugar de la primera llamada, donde todo empezó. Volver allí, volver al lugar de la primera llamada. Jesús pasó por la orilla del lago, mientras los pescadores estaban arreglando las redes. Los llamó, y ellos lo dejaron todo y lo siguieron (cf. Mt 4,18-22).
Volver a Galilea quiere decir releer todo a partir de la cruz y de la victoria; sin miedo, «no temáis». Releer todo: la predicación, los milagros, la nueva comunidad, los entusiasmos y las defecciones, hasta la traición; releer todo a partir del final, que es un nuevo comienzo, de este acto supremo de amor.
También para cada uno de nosotros hay una «Galilea» en el comienzo del camino con Jesús. «Ir a Galilea» tiene un significado bonito, significa para nosotros redescubrir nuestro bautismo como fuente viva, sacar energías nuevas de la raíz de nuestra fe y de nuestra experiencia cristiana. Volver a Galilea significa sobre todo volver allí, a ese punto incandescente en que la gracia de Dios me tocó al comienzo del camino. Con esta chispa puedo encender el fuego para el hoy, para cada día, y llevar calor y luz a mis hermanos y hermanas. Con esta chispa se enciende una alegría humilde, una alegría que no ofende el dolor y la desesperación, una alegría buena y serena.
En la vida del cristiano, después del bautismo, hay también otra «Galilea», una «Galilea» más existencial: la experiencia del encuentro personal con Jesucristo, que me ha llamado a seguirlo y participar en su misión. En este sentido, volver a Galilea significa custodiar en el corazón la memoria viva de esta llamada, cuando Jesús pasó por mi camino, me miró con misericordia, me pidió seguirlo; volver a Galilea significa recuperar la memoria de aquel momento en el que sus ojos se cruzaron con los míos, el momento en que me hizo sentir que me amaba.
Hoy, en esta noche, cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Cuál es mi Galilea? Se trata de hacer memoria, regresar con el recuerdo. ¿Dónde está mi Galilea? ¿La recuerdo? ¿La he olvidado? Búscala y la encontrarás. Allí te espera el Señor. He andado por caminos y senderos que me la han hecho olvidar. Señor, ayúdame: dime cuál es mi Galilea; sabes, yo quiero volver allí para encontrarte y dejarme abrazar por tu misericordia. No tengáis miedo, no temáis, volved a Galilea.”
VIGILIA PASCUAL, HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO, Sábado Santo, 19 de abril de 2014. Texto completo
Comentarios al autor Contemplando la Semana Santa

Maror y Antisemitismo 30032018

Maror y Antisemitismo

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30 marzo 2018

La idea de Pésaj, protección Divina, representa lo que HaShem (El Eterno) hizo por nosotros. También la Matsá (el pan ácimo) simboliza lo que hicimos nosotros, los Yehudim, para merecer nuestra libertad. Y hoy hablaremos del Maror, que representa lo que hicieron los egipcios con nosotros durante nuestra estadía en su país.
En un pasaje fundamental que leemos en la Hagadá de Pésaj, Debarim (Deuteronomio) capitulo 26, la Torá describe el método del Faraón para su solución final: exterminar a los judíos. Antes de dar la orden de matar a los niños judíos, el Faraón diseñó un plan de tres pasos: ( וירעו אותנו המצרים ויענונו)

1.Demonización y difamación de los judíos. 2. Tomar el dinero de los judíos, con “impuestos” a los extranjeros. 3. Esclavizar a los judíos.

Hoy nos referiremos solo a la primera parte de este plan: la difamación antisemita.

CAMBIO DE GOBIERNO
Un tiempo después de la muerte de Yosef, hubo un cambio de gobierno en Egipto, una nueva dinastía de faraones, que tomó o recuperó el gobierno por la fuerza. El nuevo Faraón, como siempre pasa en la política, se enemistó con los amigos del gobierno anterior, en este caso, nosotros: el pueblo de Israel. Para justificar esta enemistad, el Faraón tuvo que reescribir la historia (revisionismo) y hacer una gran propaganda de demonización anti-judía. El nuevo Faraón tuvo que invertir mucho esfuerzo en su campaña de difamación. Ya que en el pasado reciente fue Yosef, un miembro del pueblo hebreo, quien había salvado a Egipto de una tremenda hambruna. Y al final en Faraón lo logró: los judíos fuimos caracterizados como abusadores, xenófobos y traidores.
La Torá, muy brevemente pero con una escalofriante precisión describe el discurso del Faraón. Lo escalofriante es que, de alguna increíble manera, este discurso y sus argumentos siguen siendo el repertorio habitual de los antisemitas modernos.
Veamos:
Exodo 1: (9) “y [el Faraón] le dijo a su pueblo: “Miren, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y más fuerte que nosotros.

DEMAGOGIA
El Faraón le dijo a ‘su’ pueblo. Nótese que el Faraón NO se dirige a su corte, a su congreso o a su gabinete, como lo hace en otras ocasiones. En este discurso el Faraón le habla directamente al pueblo (por cadena nacional:), ya que necesita cambiar la opinión de su gente sobre los judíos. El efecto de un discurso directo es altamente beneficioso para su propaganda.

XENOFOBOS
El Faraón le dijo a ‘su’ pueblo. He aquí ‘un’ pueblo, los hijos de Israel. Si bien los judíos vivíamos en Goshen y seguíamos nuestras propias tradiciones, eso no nos hacia elitistas ni desleales a Egipto. El Faraón, sin embargo, toma cínicamente esta característica de los judíos (probablemente enfatizando la endogamia) para afirmar que los judíos NO son parte del pueblo egipcio, difamándolos y caracterizándolos como xenófobos y cerrados.

DEMASIADOS JUDIOS
Luego el Faraón dice que éramos muchos. “Son más que nosotros”, miente el faraón. Los antisemitas modernos también exageran deliberadamente el número de judíos para prevenir al mundo sobre nosotros. La única vez que se minimiza el número de judíos es cuando los judíos somos las víctimas. “En la Shoá sólo murieron 1 million de judíos, lo demás es propaganda judía”, dicen por ejemplo los antisemitas contemporáneos, en lugar de reconocer que fuimos asesinados más de seis millones de judíos por el mero hecho de ser judíos.

PODEROSOS y RICOS
Luego el Faraón caracteriza a los judíos como poderosos y ricos. Y repite la mantra antisemita:  los judíos son más ricos que nosotros. Pero hay que ver esta expresión con un poco más de profundidad y entender, sin alejarnos de la semántica hebrea, que el Faraón no está diciendo únicamente que los judíos son ricos. El Faraón dice: “son ricos por nosotros”, es decir: los judíos se hicieron ricos ¡quitándonos nuestro dinero! (ממנו). Este discurso del Faraón tiene que haber sido la inspiración de “Los protocolos de los sabios de Zion” y de todas las teorías de conspiración anti-judías hasta nuestros días...
Veamos ahora el próximo versículo
El Faraón continúa: (10) Seamos, pues, mas astutos que ellos, no sea que se multiplique y en caso de guerra, se una con nuestros enemigos, pelee contra nosotros y se vaya del país.”

LOS JUDIOS SON MUY ASTUTOS
El Faraón dice indirectamente que los judíos son malévolamente inteligentes, “astutos”. Insinuando que fue así, con astucia, que explotaron a los egipcios y tomaron su dinero. “Ahora es el momento de hacerles pagar, y recuperar lo nuestro. Y la única manera de lidiar con los judíos es ser más astutos que ellos.” Todo esto, por supuesto, crea en el pueblo egipcio un gran resentimiento hacia los judíos, a quienes se los culpa con mentiras de haber usado su inteligencia para abusarse de los egipcios.

LOS JUDIOS SON DESLEALES
Y ahora llega la estocada final del Faraón, la más conocida acusación antisemita. “Los judíos, en la eventualidad de una guerra, nos traicionarán. Se unirán a nuestros enemigos y pelearán contra nosotros. Y cuando alcancen la victoria se “escaparán de Egipto” hacia su propia tierra (sic.?!).

 Todo esta propaganda del Faraón, que la Torá resume en sólo 2 versículos, logró su objetivo, ya que solo 3 versículos más adelante (Exodo 1:12) vemos el resultado de la propaganda antisemita. vayaqutsu “…y los egipcios sintieron odio (o “desprecio”) por los hijos de Israel”. El terreno, sembrado con propaganda antisemita, está ahora listo para proceder a la solución final. El Faraón ordena un genocidio selectivo muy cínico. Exodo 1:16 “Maten a los varones recién nacidos, pero dejen a las niñas”, así eliminamos a los judíos, y a la vez nos quedamos con sus mujeres.

Todo este odio y esta difamación infundada que sufrimos y seguimos sufriendo los judíos, comenzó por primera vez en Egipto. Y está representada por el Maror, la hierba amarga que en el Seder nos recuerda la amargura de la persecución y lo que uno siente cuando es acusado con falsedad y odiado gratuitamente.

HaShem nos ayudó y nos rescató de Mitsrayim (Egipto) de manos del Faraón y de su diabólica propaganda. Y así, en nuestros días, HaShem nos sigue protegiendo de todos aquellos que se levantan para difamar y destruir a nuestro pueblo, o a nuestro Estado de Israel.

Rabbi Yosef Bitton

Argelia cierra la cuarta iglesia en la lucha contra los lugares de culto no musulmanes 30032018

Argelia cierra la cuarta iglesia en la lucha contra los lugares de culto no musulmanes

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30 marzo 2018
Una iglesia en el norte de Argelia fue cerrada por el gobierno a principios de este mes como parte de la represión de los lugares de culto no musulmanes.
Según World Watch Monitor, a la iglesia del pueblo en Azagher, que ha estado funcionando durante más de seis años, se le ordenó suspender todas las actividades el 2 de marzo de 2018. Los líderes de la iglesia han recibido notificación dos semanas antes de que la iglesia debe cerrar dentro de 15 días .
La notificación señaló que el edificio de la iglesia fue "originalmente destinado para el negocio avícola" y no cumplía con los estándares requeridos por ley para organizar una reunión pública. También citó la falta de una segunda salida o extintor de los edificios. Además, el aviso sostenía que la iglesia había contradicho una ley de 2008 "sobre las condiciones de entrada de extranjeros en el territorio argelino y su residencia, así como sus movimientos" porque estaba dirigida por un pastor de la República Democrática del Congo.
La iglesia en Azagher fue la cuarta que cerraron las autoridades en los últimos cuatro meses. Las otras tres iglesias estaban afiliadas al principal cuerpo de la Iglesia Protestante de Argelia, la Iglesia Protestante de Argelia (conocida por sus siglas en francés EPA), y se encuentra en o alrededor de la ciudad de Orán, a 600 km al oeste de Akbou.
A pesar de que la EPA es oficialmente reconocida por el gobierno, 25 iglesias afiliadas aún recibieron notificaciones para cumplir con los estándares de seguridad en los últimos meses.
Algunos grupos de defensa cristianos han expresado su preocupación de que los cierres fueron parte de una "campaña coordinada de acción intensificada contra las iglesias por parte de las autoridades gubernamentales".
Sin embargo, el ministro argelino de Asuntos Religiosos, Mohamed Aissa, negó a principios de mes que el gobierno discrimina a la minoría cristiana del país y dijo que las iglesias "no cumplían con los estándares requeridos para un lugar de culto". "Las instituciones que fueron cerradas han sido cerradas porque fueron construidas sin cumplir con las regulaciones de la República", dijo Aissa, agregando que un edificio debe cerrarse si carece de salidas de emergencia, "incluso si es una mezquita". "Cuando se construye un lugar de culto sin previo aviso que muestre que es un lugar de culto, que puede permitir que el estado lo proteja, este lugar debe cerrarse", agregó.
Un portavoz de la EPA señaló que el gobierno simplemente está implementando la ley de 2006 de regular el culto no musulmán, que según él es el "instrumento legal" que el gobierno usa para "silenciar a la Iglesia".
Conforme a la ley de 2006, se debe obtener permiso antes de que un edificio pueda ser utilizado para el culto no musulmán, y tal adoración solo puede tener lugar en edificios que han sido designados específicamente para ese propósito.
Según la organización de caridad cristiana Open Doors, hay aproximadamente 68.500 cristianos entre la población estimada de Argelia de 40 millones. Muchos de esos creyentes eran expatriados, mientras que otros se dice que son conversos de origen musulmán.
NOTAS
https://www.christiantimes.com/article/algeria-shuts-down-fourth-church-in-crackdown-against-non-muslim-places-of-worship/73803.htm

De los tres atentados que sufrió Jesús antes de ser crucificado

De los tres atentados que sufrió Jesús antes de ser crucificado

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12 agosto 2017
 
 
            Si el horripilante final que tiene Jesús de Nazaret es sobradamente conocido por los lectores del Evangelio, y aún por muchos que no lo son, menos conocidos son los tres atentados que antes de ser crucificado sufre contra su vida, recogidos los tres en los evangelios. Uno nos lo relata Lucas, los otros dos, Juan.
 
            El primero, aquél del que nos informa Lucas, tiene lugar al inicio de su manifestación. Es de hecho, en el Evangelio de Lucas, el acto iniciático del ministerio de Jesús. Tiene lugar en su propia ciudad de Nazaret, una vez que retorna a ella del desierto, en el que ha permanecido cuarenta días, y éstos son sus precedentes:
 
            “Vino a Nazará [sic], donde se había criado; entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías, desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito: ‘El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido, para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor’. Enrolló el volumen, lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: ‘Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy’”. (Lc. 4, 16-21)
 
            Las consecuencias de semejante sermón van a ser terribles:
 
            “Al oír estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira y levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para despeñarle. Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó” (Lc. 4, 28-30).
 
            La segunda, que nos narra Juan, tiene lugar durante el segundo año de los dos que, según él, dura el ministerio de Jesús, concretamente en la fiesta de las tiendas o de los tabernáculos, el Sukot, siete días en torno a los meses de septiembre-octubre, medio año por lo tanto antes de ser crucificado.
 
            Todo empieza con esta tensa disputa.
 
            “'En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi palabra, no verá la muerte jamás'. Le dijeron los judíos: 'Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abrahán murió, y también los profetas; y tú dices: `Si alguno guarda mi palabra, no probará la muerte jamás.' ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?'.
            Jesús respondió: '
Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada; es mi Padre quien me glorifica, de quien vosotros decís: `Él es nuestro Dios', y sin embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera que no le conozco, sería un mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco, y guardo su palabra. Vuestro padre Abrahán se regocijó pensando en ver mi Día; lo vio y se alegró'.
            Entonces los judíos le dijeron: '¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abrahán?' 
            Jesús les respondió: 'En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán existiera, Yo Soy'" (Jn. 8, 51-59)
 
            El desenlace, parecido al habido lugar un año antes en Nazaret.
 
            “Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo”(Jn. 8, 59)
 
            Pocos días después, durante la fiesta de la Dedicación, de las luces o, en términos hebreos, la Hanuká (pinche aquí para conocerla mejor), otros siete días de fiesta, esta vez durante la segunda quincena de diciembre, en pleno invierno, también en Jerusalén, Jesús sufre un nuevo atentado contra su vida, con una nueva lapidación en grado, una vez más, de tentativa.
 
            Esta vez las cosas suceden de la siguiente manera:
 
            “Los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle. Jesús les dijo: ‘Muchas obras buenas de parte del Padre os he mostrado. ¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?’ Le respondieron los judíos: ‘No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios.’ Jesús les respondió: ‘¿No está escrito en vuestra Ley: Yo he dicho: dioses sois? Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la palabra de Dios -y no puede fallar la Escritura- a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le decís que blasfema por haber dicho: `Yo soy Hijo de Dios'? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed por las obras, y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre.’
            Querían de nuevo prenderle, pero se les escapó de las manos” (Jn. 10, 31-39)
 
            Tres intentos que tienen en común la manera en la que Jesús los elude, etérea, silenciosa, casi como el que no quiere la cosa: “pasando por medio de ellos, se marchó”, “se ocultó y salió del Templo”, “se les escapó de las manos”…
 
            Y bien amigos, sin más que desearle de nuevo que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos, me despido de Vds una vez más, convocándoles, como siempre, en esta misma columna.
 
 
            ©L.A.
            Si desea suscribirse a esta columna y recibirla en su correo cada día, o bien ponerse en contacto con su autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.esEn Twitter  @LuisAntequeraB
 
 
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