jueves, 28 de noviembre de 2024

29 de noviembre: Nuestra Señora de Beauraing

 

29 de noviembre: Nuestra Señora de Beauraing

"15 años después de Fátima, La Virgen se apareció a cinco niños en Beauraing, Bélgica. Estas apariciones, junto con las de la cercana ciudad de Banneaux, prepararon el camino para los mensajes Marianos de Ámsterdam.

Las apariciones de la Virgen en Beauraing y Banneaux ocurrieron dentro de un período de seis semanas y ambas están aprobadas por la Santa Sede. Ámsterdam tiene la aprobación de su obispo.

El 21 de diciembre Nuestra Señora se dio a conocer a los niños: 'Yo soy la Virgen Inmaculada.' La Virgen se hizo ver con su corazón resplandeciente y dorado.

El 3 de enero La Virgen dijo a Andree: "¡Soy la Madre de Dios, La Reina del Cielo. Reza siempre!"

Finalmente le dijo a Fernande:

-¿Amas a mi Hijo?
-¡Sí!- exclamó la niña.
-¿Me amas a mí?
- ¡0h, sí!.
- Entonces sacrifícate por mí.

Había terminado la Primera Guerra Mundial y el mundo entero pasaba por la Gran Depresión. Poco podían imaginarse que pronto vendría otra guerra peor. Este fue el marco histórico de la visita de Nuestra Madre que nunca esta lejos de los que sufren y que quiere prepararnos para que seamos capaces de vencer las adversidades y llegar al cielo.

Beauraing era y sigue siendo una humilde aldea en el sudoeste de Bélgica, a unas 4 millas de la frontera con Francia. En la época de la aparición de Nuestra Señora, la población era de solo unos 2,000 habitantes. También allí se sufrían los estragos de la Gran Depresión, pero lo sobrellevaban mejor por ser gente sencilla y cercana al campo.

Desde el 29 de noviembre del 1932 hasta el 3 de enero del 1933, La Virgen María se apareció casi todos los días a cinco niños. A veces venía varias veces al día, de manera que hubo un total 33 apariciones.

El contenido del mensaje fue muy breve, dos o tres palabras, pero fuerte. Algunos trataron de añadir, pero los niños se mantuvieron firmes al mensaje.


Los niños videntes y sus familias

La familia Degeimbre. Germaine, una mujer fuerte, simpática y práctica que supo proveer sola por sus hijas, es la madre de dos de las videntes, Gilberte de 9 años y Andree de 14. La hija mayor, Jeanne, de 17 años, nunca vio a la Virgen y, movida por la envidia, atacó mucho a sus hermanas llegando hasta la calumnia y el desprecio a las apariciones. Los padres, así como las dos primeras hijas nacieron en Beauraing, pero la familia se había mudado a Voneche donde el padre consiguió trabajo cuidando una granja. Allí se quedaron por 13 años. Al morir el padre, la familia regresó a su pueblo natal. Solo llevaban dos años de regreso en Beauraing cuando ocurrieron las apariciones.

La familia Voison. Héctor y Marie Loose Voison eran los padres de los otros tres videntes, Fernande de 15 años, Gilberte de 13 y Alberto. Héctor, empleado del ferrocarril, para aumentar su pobre ingreso, abrió una tienda con su esposa en la calle principal del pueblo. Los Voisons estaban muy involucrados en el Partido Socialista y habían abandonado la práctica de la fe católica.

Un día los niños fueron al convento a recoger a Gilberte y jugaban frente a la puerta. De repente, Alberto exclamó emocionado: "Miren, la Virgen, vestida de blanco, está caminando en el puente." Las niñas no le prestaron ninguna atención. Pero entonces Femande, por el tono de alarma en la voz de su hermano y por la expresión de su rostro, hizo le hizo caso y miró hacia donde este le señalaba. Al mirar se quedó congelada. Las otras niñas, mientras tanto, no habían todavía mirado y dijeron, "Tonta, es solo la luz de un automóvil".

La insistencia de Alberto hizo que se voltearan. Según miraban hacía arriba, todos la veían y quedaban conmovidos. ¡La Virgen estaba sobre el puente!. Estaba iluminada, su vestido blanco y largo oscilaba en el viento. Parecía como si estuviera caminando sobre una nube. Los niños pudieron distinguir que estaba caminando en el aire. No sabían que hacer e inmediatamente Alberto tocó el timbre del convento. Las chicas empezaron a dar golpes en la puerta con todas sus fuerzas. Gritaban y lloraban al mismo tiempo. La Hermana Valenia contestó a la puerta y, por la gran conmoción que manifestaban, les preguntó que era lo que pasaba. Todos gritaron a un tiempo. "Mire, hermana, la Virgen está caminando sobre el puente, vestida toda de blanco - tenemos miedo."

La hermana trató lo mejor que pudo de ver y no podía distinguir nada. Pensó que quizás se estaban refiriendo a la estatua de Nuestra Señora de Lourdes en la gruta. Encendió una luz para que ellos pudieran ver mejor. Como insistían sobre la aparición ella les dijo: "Eso es solo una rama en el viento, las estatuas no caminan". Los niños insistieron en que la Santísima Madre estaba caminando sobre el puente. La hermana esforzó sus ojos, pero no podía ver nada. En ese momento, Gilberte salió por la puerta, e inmediatamente vio la visión, por lo que exclamó maravillada: "¡Miren!". Los niños estaban muy asustados y querían llegar a su casa.

La monjita no les creyó pero, durante la cena en su convento, le contó la historia a la Madre Superiora, la Hermana Teofila y al resto de la comunidad. La respuesta de Sor Teofila fue tajante: "Hermana, ¿Como puede usted contar una historia como esa? suena tan infantil como esos niños."

Mientras tanto, los niños corriendo hacia la casa de los Degeimbre, pasaron a un hombre en la calle. Por sus expresiones, él pensó que había un fuego en algún lugar. "¿Qué ha sucedido?"- preguntó. Uno de ellos contestó: "vimos algo blanco". Cuando llegaron a la casa de los Degeimbre, Germaine estaba sentada en la mesa con dos amigos, Raymond Gobert y Jules Defesche. Inmediatamente supo que algo le sucedía a los niños, pues estaban sin respiración, sus rostros enrojecidos. Todos hablaban emocionados al mismo tiempo. "¡Creo que vimos a la Santísima Virgen!", "¡Yo pienso que era la estatua que se movió!", "¡La Santísima Virgen estaba caminando!".

La respuesta fue incredulidad y disgusto. La hija mayor de los Degeimbre, Jeanne, dijo "¿Ustedes dos ven a la Virgen?, Si yo la hubiera visto, sería diferente. ¿Pero, ustedes dos? -no son lo suficiente buenas."

Germaíne mandó a sus dos hijas a dormir y le dijo a los tres niños de Voison. "Ahora ustedes, escúchenme. No le digan nada de esta tontería a sus padres. Ellos, sin embargo, le comunicaron todo a sus padres.

La Virgen siguió apareciéndose a los niños pero, por los primeros tres días no les dijo absolutamente nada. La gente les preguntaban "¿Qué dijo?". Su respuesta fue: Nada". Finalmente, el viernes, 2 de diciembre, en respuesta a las preguntas de las personas, ella contestó:

A la pregunta, " ¿Es usted la Virgen Inmaculada?, Ella movió su cabeza y abrió sus brazos. A la pregunta, "¿Qué quiere usted de nosotros?", Ella habló por primera vez. "SIEMPRE SEAN BUENOS." Los niños respondieron: "Sí. Nosotros siempre seremos buenos." Pero muchos entre la gente, cuando se enteraron del mensaje protestaron: "¿Eso es todo?.

El próximo día, sábado 3 de diciembre, los niños repitieron sus preguntas. A la pregunta, "¿Es usted realmente la Virgen Inmaculada?", Ella movió su cabeza en aprobación.

A la pregunta, ¿Qué quiere usted de nosotros?", su respuesta fue "¿Es verdad que ustedes siempre van a ser buenos?" Los niños respondieron: "¡Sí! Nosotros siempre seremos buenos."

Los niños enfrentaron gran oposición de todos lados, incluso del sacerdote del pueblo. Nadie les ayudaba a discernir, mas bien se burlaban de ellos o los acusaban de mentirosos.

Las apariciones carecían de milagros espectaculares y la gente no encontraba el sensacionalismo que buscaban. Un sacerdote, al que se le pidió que comentara sobre el primer mensaje de Nuestra Señora, observó que era una declaración muy insignificante para haber sido hecha por la Madre de Dios. ¿Dónde estaban los milagros? ¿Dónde estaban las señales? ¿Qué decía la Virgen que fuese tan trascendental? "SEAN BUENOS SIEMPRE" ¿Qué era eso?

Se desató una batalla. No solo la Prensa Socialista y los anticatólicos sino que los mismos católicos se encargaron de ofender y desprestigiar a los niños y a la Virgen. Los niños se encontraron incomprendido aun por sus padres. El odio hacia ellos era general y extraordinario. Solo contaban con la Virgen. La mayor parte de las veces ella solo miraba a los niños y se sonreía. Los seguía mientras recitaban el rosario, pero no se les unía. Si la Virgen no decía nada, quería decir que no había nada que reportar y los niños se podían ir a sus casas.

A pesar de todo, de repente, la iglesia tuvo más participantes en Misa. Las madres de los videntes, Germaine Degeimbre y Marie Louise Voison, habían pedido que se celebrara una Misa en honor a Nuestra Señora, para que si lo que sus hijos estaban experimentando no era del Señor, María pusiera fin a ello. El día escogido fue el 8 de diciembre, la fiesta de la Inmaculada Concepción. Aquel día Marie Louise Voison recibió la Eucaristía por primera vez en diez años. Su esposo la siguió muy poco después.

Para complicar mas las cosas, unas personas sin fundamento dijeron también tener apariciones en otros lugares el mismo día 8 de diciembre, mientras los niños estaban esperando que Nuestra Señora. El demonio quería distraer, dividir y conquistar. Quería desprestigiar las apariciones como lo había hecho en Lourdes y Fátima.

Los niños estaban sujetos a enormes presiones, todos, desde el gobierno hasta las autoridades eclesiásticas le hacían constantes preguntas. Sin embargo, desde el primer día, los niños fueron consecuentes en sus informes. Los padres de los niños también sufrieron. La tienda de Héctor y Marie Louise Voison se llenó de curiosos que no dejaban a los clientes entrar. Las ventas cayeron y tuvieron que cerrar. Héctor se convirtió en el hazme reír de Partido Socialista. Pero a través del sufrimiento vino la gracia y Héctor recibió los sacramentos y se convirtió en un firme defensor de las apariciones.

Los relatos de los niños sobre las apariciones coincidían casi perfectamente. Cada vez que Nuestra Señora se le aparecía, caían de rodillas, de forma que sus rodillas impactaban contra el suelo de golpe, como si hubieran sido empujados hacia por una gran fuerza. Sin embargo, los niños no sentían dolor por ello. Cada noche, antes de la aparición, los niños rezaban el rosario con una voz natural, pero cuando llegaba la Virgen alcanzaban un tono altísimo y rezaban mucho mas rápido.

El miércoles 28 de diciembre, Nuestra Señora le dijo a los niños que muy pronto dejaría visitarles. Esto entristeció muchísimo a los niños.

El 29 de diciembre, cuando María se despedía de los niños, abrió sus brazos haciendo visible en su pecho, por primera vez, su corazón que brillaba en oro. Es por eso que se le ha llamado la SEÑORA CON EL CORAZÓN DE ORO, referencia a su Corazón Inmaculado. El 30 de diciembre, la Virgen les mostró su corazón de oro a los niños otra vez y les dijo: "¡OREN! ¡OREN MUCHO!"

El 31 de Diciembre mostró una vez mas su corazón de oro.

El primero de Enero de 1933, le dijo a los niños "OREN SIEMPRE." y añadió que no los vería de nuevo hasta la aparición del 3 de Enero.

En una ocasión, en que la Virgen habló solo a Fernande Voison, los otros niños se enojaron con ella pues se sentían excluidos. Fernande temió por lo que pensaran ellos u otras personas que podían acusarla de falsificar una aparición. Hizo saber que a ella no le gustaba que Nuestra Señora le hablaba solamente a ella.

Según la costumbre de los niños era que, cuando Nuestra Señora movía sus labios para hablar, ellos dejaban de orar para poder oír sus palabras. Durante la aparición del primero de enero, cuando la Virgen comenzó a mover sus labios para hablarles, Fernande temía de que le fuera a hablar solamente a ella y continuó orando con sus ojos bajos para no poder oír a Nuestra Señora. Esta actitud causó, como veremos, un episodio singular en las apariciones. Dos días después, Fernande estaba arrepentida de su mal comportamiento con la Virgen.

Una gran multitud estaba reunida para la aparición final. A los niños se les dificultó llegar a sus lugares para la aparición. En cuanto llegaron se pusieron a rezar y, después de un corto tiempo, cayeron de rodillas, excepto Femande. Ella miraba a su alrededor desconcertada, luego lentamente se arrodilló por unos cuantos segundos, pero se levantó llorando y exclamó: "no puedo verla".

La Virgen estaba más hermosa que nunca. Sus rostro y todo en ella resplandecía.

-Primero le habló Gilberte D.: "Esto es entre tú y yo, y te pido que no le hables de esto a nadie." La Virgen le dio un secreto, y dijo "Adiós".

-Enseguida le habló a la otra Gilberte: "Yo convertiré pecadores." Entonces le dio a la niña un secreto, y dijo "Adiós". -Entonces le habló a Alberto. Le dijo un secreto, y dijo "Adiós". -Finalmente, le habló a Andree: "Yo soy la Madre de Dios, la Reina del Cielo. Oren siempre." Luego dijo "Adiós" y desapareció.

Fernande, que seguía sin poder ver a la Virgen, rezaba con todas sus fuerzas. Cerró sus ojos, oró, y luego los abrió, pero no podía ver a la Virgen. Miró a las expresiones en los rostro de los otros niños y sabía que Nuestra Señora les estaba hablando. Tenían lágrimas en los ojos. Femande estaba sumamente triste y dolida. Al final de las apariciones, los otros niños, que si veían, empezaron a levantarse. La multitud comenzó a dispersarse. Femande permaneció de rodillas. Miró a su alrededor, aturdida. Alguien sugirió que dijeran otro rosario. Quizás Nuestra Señora volvería. Los niños se arrodillaron otra vez y rezaron el Santo Rosario. La Señora no regresó. Los niños se levantaron y caminaron hacia la gruta para orar. Fernande exclamó "¡Yo quiero verla!." Permaneció sola, arrodillada, rezando pues la gente se fue tras los otros a la gruta.

Fernande le dijo a la Virgen: "Por favor, por favor regrese a mí. No me deje de esta forma. Lo siento. Siento no haberle dejado hablar el otro día. Yo la amo. Usted me prometió un secreto. No puede terminar de esta forma. Yo la necesito. ¡Por favor! ¡Por favor!."

Ya oscurecía, cuando, de repente, el poderoso crujir de un rayo estremeció a todo el mundo. Su luz resplandeció en el cielo, seguido por una bola de fuego que cayó sobre un espino. Todo el mundo pudo verlo. La multitud quedó estremecida y volvió su mirada hacia aquel árbol. Fernande tenía una gran sonrisa. ¡La Virgen había regresado! La Inmaculada Madre celestial miraba Femande que no podía parar de llorar de alegría. La Virgen esperó un momento, y entonces le habló:

-¿Amas a mi Hijo?
-Sí- exclamó ella.
-¿Me amas a mí?
-¡0h, sí!
-Entonces, sacrifícate por mí.

Estas breves palabras son el contenido principal de las apariciones de Beauraing. La Virgen esperó hasta el final, cuando ya parecía que todo había terminado, cuando una niña permaneció insistentemente rogando que la perdonara por haberle ofendido.

Femande quería que la Virgen se quedara. Tenía muchas preguntas que hacerle. Pero la Señora abrió sus brazos, resplandeció con más brillo que nunca antes, y expuso su Corazón de Oro. Miró a Fernande con inmenso amor y dijo: "Adiós". Fernande se derrumbó en lágrimas; su cuerpo entero temblaba de los sollozos incontrolables.


Los cinco videntes se casaron.

Pocos años después de las apariciones estalló la Segunda Guerra Mundial. Hitler invadió a Bélgica. El Santuario de la Virgen en Beauraing se convirtió en un foco de esperanza cristiana para los belgas. En aquellas difíciles circunstancias los fieles recordaron que la Virgen les había enseñado que el amor a Jesús y a ella exige sacrificio.

Las apariciones han sido aprobadas por la Santa Sede. Cada año unas 200,000 personas visitan el santuario. El mensaje de la Virgen no era solo para los videntes, sino para todos sus hijos. Medítalo. Vívelo. Responde al clamor de Nuestra Madre.

-¿Amas a mi Hijo?
-Sí- exclamó ella.
-¿Me amas a mí?
- ¡0h, sí!
- Entonces, sacrifícate por mí.

Bibliografía Lord, Bob y Penny, Los Muchos Rostros de María, Una Historia de Amor. 
(fuente: www.corazones.org)

Santos del día 28 de noviembre

 

Santos del día 28 de noviembre
Quarto Kalendas decembris
En Sebaste, de Armenia, san Irenarco, mártir, que ejerciendo de verdugo se convirtió a Cristo motivado por la constancia de las mujeres cristianas y, bajo el emperador Diocleciano y el prefecto Máximo, murió decapitado. († s. IV)
En el reino vándalo de África, conmemoración de los santos mártires Papiniano, obispo de Vita, y Mansueto, obispo de Urusi, que, en la persecución desencadenada por los vándalos durante el reinado del arriano Genserico, por defender la fe católica fueron quemados en todo su cuerpo con planchas de hierro incandescentes, y así consumaron su gloriosa agonía. En ese mismo tiempo, otros santos obispos fueron primero exiliados, y después coronaron la carrera de su vida con la confesión de la fe: Urbano de Girba, Crescente de Bizacena, Hebetdeo de Teudali, Eustasio de Sufes, Cresconio de Oea, Vicis de Sabrata y Félix de Hadrumeto, y más adelante, bajo Hunnerico, hijo de Genserico, Hortelano de Bennefa y Florenciano de Midila. († s. V)
En Constantinopla, san Esteban el Joven, monje y mártir, que en tiempo del emperador Constantino Coprónimo, por dar culto a las imágenes sagradas fue atormentado con variados suplicios y confirmó la verdad católica con el derramamiento de su sangre. († 764)
Cerca de Rossano, en Calabria, santa Teodora, abadesa, discípula de san Nilo el Joven, maestra en la vida monástica. († 980)
En Nápoles, de Campania, sepultura de san Jacobo de la Marca, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, esclarecido por su predicación y austeridad de vida. († 1476)
En York, en Inglaterra, beato Jacobo Thompson, presbítero y mártir, que, durante el reinado de Isabel I, condenado a la pena capital por haber reconciliado a muchos con la Iglesia católica, sufrió los suplicios del patíbulo. († 1582)
En el territorio de Khám Duong, en Annam, san Andrés Tran Van Trông, mártir, que, encarcelado y atormentado atrozmente por negarse a pisar la Cruz, fue decapitado en tiempo del emperador Minh Mang. († 1835)
En el lugar llamado Paracuellos del Jarama, cerca de Madrid, en España, beatos Juan Jesús (Mariano) Adradas Gonzalo, presbítero, y catorce compañeros, mártires y religiosos de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, que durante la persecución contra la fe fueron coronados tras gloriosa pasión. He aquí sus nombres: beatos Guillermo (Vicente) Llop Gayá, Clemente Díaz Sahagún, Lázaro (Juan María) Múgica Goiburu, Martiniano (Antonio) Meléndez Sánchez, Pedro María Alcalde Negredo, Julián Plazaola Artola, Hilario (Antonio) Delgado Vílchez, religiosos profesos; Pedro de Alcántara Bemalte Calzado, Juan Alcalde y Alcalde, Isidro Martínez Izquierdo, Angel Sastre Corporales, novicios; José Mora Velasco, presbítero y postulante; José Ruiz Cuesta, postulante; y Eduardo Bautista Jiménez. († 1936)
En Picadero de Paterna, en el territorio de Valencia, en España, beato Luis Campos Górriz, mártir, que durante la misma persecución coronó con su glorioso martirio una vida fervorosamente entregada al apostolado y a la caridad. († 1936)
En Paracuellos de Jarama, Madrid, España, beatos Francisco Esteban Lacal, Vicente Blanco Guadilla, Gregorio Escobar García, Ángel Francisco Bocos Hernández, Juan José Caballero Rodríguez, Justo Gil Pardo, Marcelino Sánchez Fernández, Publio Rodríguez Moslares, José Guerra Andrés, Eleuterio Prado Villaroel, Daniel Gómez Lucas, Justo Fernández González, Clemente Rodríguez Tejerina, sacerdotes, clérigos y religiosos, todos ellos miembros del Instituto de Misioneros Oblatos de María Inmaculada, muertos en época de la Guerra Civil por venerar el nombre de Cristo. († 1936)
En Baraka, República Democrática del Congo, beatos Luis Carrara, presbítero, y Victorio Faccin, ambos religiosos de la congregación de Misioneros Javerianos, y mártires durante la rebelión de los mulelistas contra el gobierno congolés. († 1964)
En Fizi, República Democrática del Congo, beatos Alberto Joubert, presbítero diocesano, y Juan Didoné, presbítero y religioso de la congregación de Misioneros Javerianos, mártires durante la rebelión de los mulelistas contra el gobierno congolés. († 1964)

28 de noviembre: Nuestra Señora de Walsingham

 

28 de noviembre: Nuestra Señora de Walsingham

El Santuario de Nuestra Señora de Walsingham , establecido en 1061 cuando fue, según el texto de la Pynson Ballad (c 1485), Richeldis de Faverches oró para que Ella Algunos podrían realizar un trabajo especial en honor de Nuestra Señora. En respuesta a su oración, la Virgen María la llevó en espíritu a Nazaret y le mostró la casa donde ocurrió la Anunciación, y le pidió que construir una réplica en Walsingham para servir como un monumento perpetuo de la Anunciación.

Esta Santuario fue construido y una comunidad religiosa se hizo cargo. Se sabe que la aprobación papal con el agustino Cánones construyó un Priorato (c 1150). Walsingham se convirtió en uno de los mayores santuarios de la cristiandad medieval . Después de la Reforma

En 1538 la Reforma provocó la propiedad Priory para ser entregado a los Comisionados del Rey y de la famosa estatua de Nuestra Señora de Walsingham fue llevado a Londres y quemada. Nada queda hoy de la capilla original.

Después de la destrucción del Santuario, Walsingham dejado de ser un lugar de peregrinación. La devoción de esta advocación pasó a ser secreta.


La Capilla se restaura

En 1896 Charlotte Pearson Boyd compró la última de las capillas del borde del camino en ruta a Walsingham, y lo restauró para su uso de la Iglesia Católica.

En 1897, el santuario de Nuestra Señora de Walsingham fue restaurada con la construcción de una casa santa como la capilla de la Virgen de la Iglesia Católica de la Anunciación , Lynn del Rey.


Las peregrinaciones comienzan de nuevo en 1897

La Cofradía de Nuestra Señora de la Merced trajo la primera peregrinación a Walsingham pública el 20 de agosto de 1897. Las visitas a la Capilla Zapatilla Mayor frecuencia, y como el año pasado y la devoción número de peregrinaciones Mayor .


El Santuario Nacional de Nuestra Señora de los católicos romanos en Inglaterra

El 19 de agosto de 1934 el Cardenal Bourne y el obispo Lawrence Youens llevaron a los obispos de Inglaterra y Gales , junto con 10.000 peregrinos a la capilla. En esta peregrinación , la Capilla Slipper fue declarada Santuario Nacional de Nuestra Señora de los católicos romanos en Inglaterra.


Durante los años de guerra

Walsingham era un área restringida y cerrada a los visitantes, muchos hombres y mujeres se mostraron interesados ​​en el Santuario. El 17 de mayo de 1945, las fuerzas americanas Organiza la primera misa en el recinto del Priorato desde la Reforma.


La peregrinación de la Cruz Primera Estudiante

Esto y la gran cruz que lleva Peregrinación por la paz, la penitencia y la oración, en 1948 comenzó esa tradición continúa en la actualidad. Cada año la Cruz estudiante permanecía a pie del Santuario de caer en la Semana Santa.

Desde 1968 los Padres Maristas han tenido el cuidado del santuario, y con las Hermanas Maristas y otros, son los responsables del ministerio a los peregrinos.


La Capilla Estatua Slipper va a Wembley

Durante la visita del Papa Juan Pablo II a Inglaterra en 1982, la Capilla Estatua Slipper fue llevado al estadio de Wembley y fue la llevada a todo el estadio previo a la Misa Papal precedido por el Director de la católica romana de la capilla (Fr Clive Abedul sm ) y el Administrador de la Anglicana Santuario ( Rev Christopher Colven ) .

El Papa insistió entonces que la estatua se coloca en el altar durante la Misa


La ventana de la Anunciación

En 1997 se produjeron diversos actos para conmemorar el centenario de la primera peregrinación de post -reforma que tuvo lugar el 20 de agosto de 1897. Uno de los legados perdurables de las celebraciones del centenario es la ventana de la Anunciación, en la Capilla del deslizador que fue un regalo de la Cofradía de Nuestra Señora de la Merced, cuyos antepasados ​habían Organizado del 1897 peregrinaje.


Las peregrinaciones de hoy

El santuario atrae a unos 100.000 peregrinos ahora caen en la temporada de peregrinación con cerca de 30 importantes peregrinaciones de católicos, Diocesano o grupos étnicos y las Sociedades o Asociaciones católicas , así como muchos grupos parroquiales. En la actualidad nuestra gran peregrinación más grande es el de la comunidad tamil .Cada mes de julio atrae a todo el que cerca de 6.000 peregrinos, que destaca por la mitad de los cuales son cristianos y media hindú.


La Iglesia Parroquial de la Anunciación RC

En abril de 2005 la Iglesia local RC Parroquia de la Anunciación ( una estructura temporal de 1950 ) en Walsingham pueblo fue demolido , y una nueva y hermosa Iglesia con el doble de capacidad se ubica actualmente en el sitio. Debido a las TIC utilizar por los peregrinos residente en Elmham House, la casa católica romana , el Santuario fue instrumental en el aumento de una gran cantidad de la £ 1,345,000 necesaria para este proyecto.

traducido por mallinista
(fuente: www.walsingham.org.uk

martes, 26 de noviembre de 2024

Santos del día 27 de noviembre

 

Santos del día 27 de noviembre
Quinto Kalendas decembris
A orillas del río Cea, en Gallaecia, santos Facundo y Primitivo, mártires. († s. IV)
En Grumento, de Lucania, san Laverio, mártir. († s. IV)
En Aquilea, de la región de Venecia, san Valeriano, obispo, que, frente a los arrianos, defendió la fe ortodoxa en el Ilírico, y reunió a clérigos y laicos para vivir en comunidad. († 388)
En Persia, san Jacobo, por sobrenombre «Interciso» («dividido»), mártir, que en tiempo del emperador Teodosio el Joven renegó de Cristo por congraciarse con el rey Iasdigerd, pero al ser ásperamente reprendido por su madre y su esposa, se arrepintió e, intrépidamente, confesó ser cristiano ante Varam, hijo y sucesor del soberano de Persia, quien, airado, pronunció contra él sentencia de muerte, ordenando que lo despedazaran miembro a miembro y finalmente decapitaran. († 421)
Cerca de Riez, en la Provenza, san Máximo, abad del monasterio de Lérins, sucesor de san Honorato, el fundador de ese cenobio y, luego, obispo de la Iglesia de Riez. († 460)
En el territorio de Blois, también en Francia, san Eusicio, ermitaño, que construyó su estrecha celda al pie del monte Caro. († c. 542)
En Carpentras, de la Provenza, san Sifrido, obispo. († s. VI)
En Noyon, localidad de la Galia, san Acario, obispo, que, siendo monje en Luxeuil, fue elegido para la Iglesia de Noyon y de Tournay, y se dedicó totalmente a evangelizar a los pueblos de aquellas regiones del norte. († 640)
En Maguncia, de Renania, en Austrasia, santa Bilhildis, virgen, que fundó un cenobio en el que murió santamente. († s. VIII)
En Escocia, san Fergusto, obispo, que, según la tradición, ejerció su ministerio entre el pueblo de los pictos. († c. 721)
En la región de Baviera meridional, san Virgilio, obispo, hombre doctísimo nacido en Irlanda, que con el apoyo del rey Pipino se puso al frente de la Iglesia de Salzburgo, donde construyó la catedral en honor de san Ruperto y se dedicó gozosa y felizmente a propagar la fe entre los carintios. († 789)
En el lugar llamado Beauvoir-sur-mer, en la costa de Francia, en la región de Nantes, de la Bretaña Menor, san Gulstano, monje, que, siendo joven, se evadió de las manos de los piratas y fue acogido por san Félix, eremita entonces. Se hizo famoso en el monasterio de Rhuys porque, pese a ser analfabeto, recitaba de memoria el salterio, así como por sus desvelos en favor de los navegantes. († c. 1040)
En L’Aquila, de la región de los vestinos, beato Bernardino de Fossa (Juan) Amici, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, que propagó la fe católica en muchas regiones de Italia. († 1503)
En Nagasaki, en Japón, beatos Tomás Koteda Kiuni y sus diez compañeros, mártires, que por orden del gobernador Gonzuku fueron decapitados por quienes odiaban la fe cristiana. Sus nombres son: beatos Bartolomé Seki, Antonio Kimura, Juan Iwanaga, Alejo Nakamura, León Nakanishi, Miguel Takeshita, Matías Kozasa, Román Matsuoka Mio-ta, Matías Nakano Miota y Juan Motoyama. († 1619)
En el campo de concentración de Dachau, próximo a Munich, en Alemania, beato Bronislao Kostowski, mártir, que, trasladado allí durante la ocupación militar de Polonia en tiempo de guerra, cruelmente atormentado alcanzó la palma de martirio. († 1942)