Impermanencia
Las condiciones
existen a partir de los cambios. Usted no puede impedirlo. Sólo piense: ¿podría
usted exhalar sin inhalar? ¿Eso haría que se sienta bien? ¿O sólo puede
inhalar? Queremos que las cosas sean permanentes, pero eso no puede ser. Es
imposible.
Si usted se da
cuenta de que todas las cosas son impermanentes, todo su pensamiento,
gradualmente, se desarrollará y no necesitará pensar demasiado. Dondequiera que
surja cualquier cosa, todo lo que necesita decir es: "¡Ah!... ¡de
nuevo!" ¡Sólo eso!
Todo discurso
que ignora la incertidumbre no es el discurso de un sabio.
Si usted,
realmente observa la incertidumbre con lucidez, entonces verá aquello que sí es
cierto. La certidumbre es que las cosas, inevitablemente, son inciertas, y que
no pueden ser de otra manera. ¿Lo entiende? Solamente sabiendo esto usted podrá
conocer al Buda, podrá reverenciarlo apropiadamente.
Si su mente
trata de decirle que ya ha alcanzado el nivel del sotapanna, vaya y reverencie a un sotapanna. Él mismo le dirá que es incierto. Si usted conoce a un sakadagami, vaya y ríndale homenaje,
cuando él lo vea, sencillamente le dirá: "No es cosa segura." Si hay
un anagami, vaya e inclínese ante él.
Él sólo le dirá una cosa: "¡Incierto!". Incluso si conoce a un arahant, vaya y ríndale homenaje. Él le
dirá, todavía con más firmeza: "¡Todo es aún más incierto!".
Escuchará las palabras de los Nobles: "¡Todo es incierto, no se aferre a
nada!"
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