lunes, 15 de septiembre de 2014

La práctica de la Meditación IV (No Ajahn Chah).Libro de reflexiones


74

En la meditación se trata únicamente de la mente y las sensaciones. No es algo que usted tenga que perseguir o algo con lo que tenga que luchar. La respiración continúa mientras trabaja. La naturaleza cuida de los procesos naturales. Todo lo que tenemos que hacer es estar atentos, volviéndonos hacia nuestro interior para observar claramente. Así es la meditación.

 
75

No practicar adecuadamente es estar desatento. Estar desatento es como estar muerto. Pregúntese a sí mismo si tendrá tiempo para practicar cuando muera. Pregúntese continuamente: "¿cuándo moriré?" Si lo contemplamos así, nuestra mente estará alerta en cada segundo, la cautela siempre estará presente y la atención plena y concentrada seguirá automáticamente. Surgirá la sabiduría al observar cómo son las cosas en realidad. La atención plena y concentrada protege a la mente de tal modo que ella sabe cuándo surgen las sensaciones a cada momento, noche y día. Tener atención plena y concentrada significa estar tranquilo. Estar tranquilo significa ser cuidadoso. Si uno es cuidadoso, entonces uno practica como se debe.

  
76

Los fundamentos de nuestra práctica deben ser: primero, ser honesto y honrado; segundo, estar prevenido frente a las acciones incorrectas; y tercero, ser humilde dentro del propio corazón, ser discreto y estar satisfecho con poco. Si estamos satisfechos con poco en lo que atañe a nuestras palabras y a todas las otras cosas, nos veremos a nosotros mismos, no estaremos distraídos. La mente estará cimentada en la virtud, la concentración y la sabiduría.

 
77

Al principio usted se apura para avanzar, se apura para regresar y se apura para detenerse. Usted continúa así con la práctica hasta que llega a un punto donde parece que no se trata de avanzar, ni de regresar, ¡ni tampoco de detenerse! Se terminó. No hay un detenerse, ni un ir hacia delante, ni un volver atrás. Se terminó. En ese momento usted se dará cuenta de que allí, en realidad, no hay nada de nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario