Cuestiónate
Te despertarás a
base de cuestionarte cada creencia tuya y todas las que te vengan del
exterior. Si no te agarras a ningún concepto, cosa o ideología, te será fácil
descubrir en seguida dónde están la verdad y la realidad, que son la voluntad
de Dios escrita en la vida. Pero hay quien no está dispuesto a hacerlo.
¡Convence al
capitalista de que cuestione su capital! ¡O al político sus ideas cerradas!
Están demasiado apegados a sus razones materiales. La palabra no describe la
realidad, sino que la indica. La realidad no puede expresarse en su profundidad
y sus matices, porque la palabra no es capaz de contenerla. Y, por ello, los
místicos aseguran que es imposible expresar la realidad de Dios.
De la misma manera,
en la Biblia se nos señala solamente el camino, como ocurre con las escrituras
musulmanas, budistas, etc. Por ello, con las Escrituras se han cometido abusos
de interpretación al querer aplicarlas literalmente. Ya hemos hablado de lo
que ocurrió en los siglos pasados por tomarlas al pie de la letra, con la quema
de herejes y otras barbaridades.
Todos los fanáticos
querían agarrar a su Dios y hacerlo el único. También los católicos tomamos al
pie de la letra lo del único Dios, y quisimos hacerlo nuestro. Las
barbaridades y crueldades que se han hecho para defender que "sólo dentro
de la fe católica está la salvación" y que el que no está bautizado se
condena eternamente, no se suelen publicar. Todo esto se podrá develar en los
siglos venideros. Aún hay mucho fanatismo que oculta los errores, por miedo a
perder una imagen a la que nos agarramos.
Lo mismo ocurre con
los fanatismos históricos en los cuales también la religión estuvo presente.
Colón no descubrió América, pues ella ya se había descubierto a sí misma. Era
una tierra poblada que tenía una forma de vida, unas creencias y una cultura.
Lo que se descubrió al arribar a ella fue la ignorancia de los europeos, que no
sabían que existía. Allí no se respetó nada por parte de los descubridores. Se
les cambiaron nombres y apellidos, creencias y una forma de vivir y de
expresar su cultura. En nombre de una civilización y de una religión se
destruyó todo, sin discriminación alguna y, a cambio, se le saquearon sus
tesoros antes de que se enteraran de su valor.
Ningún misionero comprendió la
riqueza de su cultura, de sus conocimientos, de su filosofía y de su creencias.
No podían reconocer otra cultura y otra fe diferentes, porque estaban
adoctrinados y programados por su papel de salvadores. Estaban apoyados por la
creencia de toda una Iglesia cuyo Papa se tomó toda la potestad del mundo para
repartir aquellas tierras entre españoles y portugueses, para convertirlas. Y
esto lo hizo por tomar las Escrituras al pie de la letra.
Otro tanto ocurrió
con Galileo, que en su reunión con obispos y cardenales sólo pedía que mirasen
por el telescopio, y se negaron; porque mirar era dudar de la Palabra de Dios,
ya que se interpretaba la Biblia como que era el Sol el
que daba vueltas alrededor de la Tierra, y dudarlo suponía herejía.
"La
vida no conocida, no vale la pena vivirla." (Sócrates)
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