jueves, 15 de enero de 2015

Macrina La Mayor, Santa - Alfonsa Clerici, Beata - Devasahayam (Lázaro) Pillai, Beato - Odorico de Pordenone, Beato - 14012015

Macrina La Mayor, Santa
Macrina La Mayor, Santa
Confesora de la fe, 14 de enero


Fuente: ACI Prensa



Nuestro conocimiento de la vida de Macrina la Mayor proviene principalmente del testimonio de los grandes Padres Capadocios de la Iglesia, especialmente de sus nietos : Basilio, Gregorio de Nisa, y el panegírico de St. Gregorio Nacianzeno, en San Basilio.

Ella era la madre de Basilio el Mayor, padre de Basilio, de Gregorio, y de otros hijos cuyos nombres nos son familiares, incluyendo a Macrina la Joven.

Su hogar estaba en Neocaesarea en Ponto. Durante su infancia conoció a San. Gregorio Taumaturgo, primer obispo de su ciudad natal.

Como este venerable doctor, que había ganado Neocaesarea casi totalmente para el cristianismo, murió entre el año 270 y 275, se supone que Santa. Macrina debió haber nacido antes del año 270.

Macrina y su esposo sufrieron mucho en la persecución de Galerio y Máximo, hasta el grado de verse forzados a huir y ocultarse delos perseguidores en los bosques de Ponto, durante siete años. Con frecuencia padecieron hambres, y San Gregorio Nazianceno afirma que, en ocasiones sólo sobrevivieron comiéndose a las fieras que, por un milagro de la Providencia, se dejaban cazar dócilmente.

Ella fue por lo tanto un confesor de la fe durante la violenta tormenta que estalló sobre la Iglesia.

En cuanto a la formación intelectual y religiosa de San Basilio y de sus hermanos y hermanas mayores, ella ejerció una gran influencia, sembrando en sus mentes las semillas de la piedad y ese ardiente deseo por la perfección cristiana que más tarde alcanzó un auge tan importante.

Como San Basilio nació probablemente hacia el año 331, Santa. Macrina debió morir pronto, en la cuarta década del cuarto siglo.

Su santo se celebra el 14 de enero.
 

Alfonsa Clerici, Beata
Alfonsa Clerici, Beata
Religiosa, 14 de enero


Por: Carmen Elena Villa | Fuente: Zenit.org



Religiosa

Martirologio Romano: En Vercelli, en el Piamonte (Italia), beata Alfonsa Clerici, virgen del instituto de las Hermanas de la Precisísima sangre de Monza, que desarrolló su apostolado como maestra de jóvenes. ( 1930)

Fecha de beatificación: 23 de octubre de 2010, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI
El compromiso de la hermana Alfonsa Clerici con sus alumnos iba más allá de una "asistencia piadosa". El amor y la entrega a cada uno de ellos se tradujo en "propuestas e iniciativas de todo tipo, en el plano religioso, espiritual y cultural para su auténtica y más completa posible promoción humana y cristiana", así testimonió una de sus alumnas durante el proceso para su beatificación.

Religiosa y educadora

Alfonsa nació en Linate el 14 de febrero de 1860. A los 15 años entró al colegio de las Hermanas de la preciosísima Sangre en Monza. En 1879 consiguió el diploma de maestra en grado superior y comenzó a enseñar en la escuela pública de Linate.

A los 23 años ingresó en la comunidad del colegio donde había estudiado: "Yo que tengo el honor de llevar el nombre de Hermana de la Preciosísima Sangre", escribió la religiosa cuando emitió sus votos temporales, "estaré contenta donde haya más sacrificio, estaré contenta de derramar la sangre de la voluntad, del amor propio", dijo.

La congregación a la que perteneció la hermana Alfonsa tiene el carisma de la vida comunitaria intensa, así como la educación en la que resaltan a sus alumnos la dignidad como hijos de Dios. También se dedican a la asistencia a los enfermos y a la promoción de la mujer. Actualmente se encuentran en Italia, Brasil, Kenya, Timor Oriental y Myanmar.

Luego de emitir sus votos, la hermana Alfonsa enseñó en el colegio donde había estudiado. Allí fue también la directora de 1898 a 1907. El principal desafío que enfrentó fue la solución de una gran crisis económica que sufrió su instituto. Ella misma admitió que se trataba de "una comunidad que reordenar, que reformar pero no que deshacer".

Misión

La hermana Alfonsa fue llamada en 1911 a dirigir el colegio Retiro de la providencia, ubicado en Vercelli. Se trataba de un instituto de acogida de personas huérfanas o que vivían en una situación familiar difícil.

"Era el consejo de administración el que guiaba y seguía este colegio, pero tenían pocos recursos", dijo a ZENIT su postuladora la hermana Santina Dino.

"Encontraron estos chicos, algunos pequeños que no lograban tener una educación completa porque faltaba el dinero. Ella buscaba mejorar la situación", comentó la religiosa.

Su santidad se fue forjando en pequeñas acciones de caridad que tenía con sus alumnos y con las personas más necesitadas que llegaban a este instituto.

"Muchos pobres y atribulados iban diariamente al Instituto para obtener un pedazo de pan o un vestido y, sobre todo un poco de amor, que la hermana Alfonsa sabía dan con alegría. Ninguno se iba desilusionado, todos recibían algo de ella, sea material o espiritual", asegura su postuladora.

Una caridad que se fundaba en una vida espiritual muy profunda y particular. Por ello su biografía se titula Con la fronte per terra, (Con la frente por tierra n.d.t), "Oraba de rodillas y ponía su frente en la tierra", indicó su postuladora.

Confianza en la providencia

La hermana Santina cuenta que un día, durante la Primera Guerra Mundial, un soldado fue a pedirle dinero. La hermana Alfonsa sólo tenía la cantidad exacta para comprar una lámpara para el Santísimo. Ella le dijo que no lo podía ayudar económicamente. En la noche no pudo dormir y decidió darle ese dinero al soldado.

Al día siguiente fue una condesa a visitarla y a darle una ofrenda. "Era la misma cantidad que le había dado al soldado. ¡El Señor se lo había devuelto!", cuenta su postuladora.

Entre el 12 y el 13 de enero de 1930, la hermana Alfonsa sufrió una fuerte hemorragia cerebral mientras que oraba con su habitual posición de la cabeza en el suelo. Así fue encontrada. Murió al día siguiente.

Durante su proceso de beatificación, cinco de sus alumnas, cuyas edades oscilaban entre 85 y 87 años, dieron su testimonio sobre los actos de caridad de esta religiosa: "Lo más bello es que todas las interrogadas decían lo mismo: eran bien tratadas, ella sabía estar cercana a todas y buscar para cada una la mejor solución, sea llevarlas de vacaciones, ayudar a resolver su situación familiar. Ella vivió en el silencio y en la pobreza en este instituto", concluyó su postuladora.

Si usted tiene información relevante para la canonización de la Beata Alfonsa, por favor escribir a:
Sr. Santina Dino, SPS
Suore del Preziosissimo Sangue di Monza
Via Lecco, 6
20052 Monza, ITALIA


Devasahayam (Lázaro) Pillai, Beato
Devasahayam (Lázaro) Pillai, Beato
Mártir Laico, 14 de enero


Por: . | Fuente: SanFrancescoPatronoDitalia.it



Mártir Laico

Martirologio Romano: En Aral Kurusady, India, Beato Devasahayam (Lázaro) Pillai, asesinado por convertirse del hinduismo al catolicismo. (1752) 

Fecha de beatificación: 2 de diciembre de 2012, bajo el pontificado de S.S. Benedicto XVI
Nació el 23 de abril de 1712, hijo de padre brahmán y de madre de una casta guerrera. Sus padres lo llamaron Neelakanta y con el tiempo llegó a ser funcionario oficial en el palacio real. 

Su conversión, en el año 1745, fue fruto de la amistad que mantuvo con el capitán Eustachius De Lannoy, un comandante naval holandés, que terminó siendo hombre de confianza en el palacio real.

Neelakanta recibió el bautismo bajo el rito latino de la Iglesia Católica en Vadakkankulam (en el actual distrito de Tirunelveli de Tamil Nadu) en un templo de la misión jesuita, allí tomó el nombre cristiano de Lázaro, aunque es más conocido por la traducción de su nuevo nombre a la lengua tamil: Devasahayam, aquellos eran los tiempos de la persecución en contra de los cristianos en el reino hindú de Travancore

Luego de abandonar el hinduismo, Lázaro emprendió una intensa obra de evangelización: por ello fue asesinado (fusilado) el 14 de enero de 1752, antes de cumplir los 40 años, después de haber soportado tres años de cárcel y de torturas. Sus restos se conservan en la actual Catedral de la diócesis de Kottar. La causa de beatificación comenzó en 2004 y ocho años después, Benedicto XVI reconoció el martirio de este padre de familia hindú.

«El testimonio del Beato Lázaro Pillai -declaró a la Radio Vaticana el cardenal Amato- es una página gloriosa de la Iglesia en la India. Su conversión fue para él el comienzo de una nueva vida, llena de entusiasmo y alegría. Se convirtió en un cristiano, sin tener en cuenta la diferencia de castas, abrazando a todos como hermanos amados. Su martirio, no borró su memoria, sino que más bien la entregó a la admiración de todos, cristianos y no cristianos. Su nombre es uno de los más populares entre los cristianos de Tamil Nadu».

El Beato Lázaro Pillai vivió su martirio anunciando a Jesús, dijo el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos: «La historia de su conversión recuerda mucho a los mártires de la Iglesia primitiva. Conquistado por la palabra y la figura de Jesús –explicó–, su bautismo fue un verdadero renacimiento para él, pero también una prueba dolorosa. De hecho, sólo cuatro años después de recibir el bautismo, fue acusado falsamente, encarcelado y maltratado. A pesar de todo, la prisión se convirtió en su territorio de misión. Edificaba con su buen ejemplo y con la palabra, narrando la vida de Jesús y la pasión, muerte y resurrección de nuestro Redentor».

Justamente en esta época, el mártir hindú, «en primer lugar, es un modelo de firmeza en la fe y de perseverancia en el testimonio. En segundo lugar, nuestro Beato, como laico y padre de familia, es también un modelo extraordinario de la participación de los laicos en el ministerio de la evangelización y de la caridad cristiana. Y para terminar –concluyó el cardenal Amato– el Beato Lázaro Pillai es asimismo modelo de fraternidad humana sin fronteras de cultura, de casta, de distinción alguna, según las palabras del apóstol y mártir san Pablo, él también convertido, que escribió a los Gálatas: "Ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer, porque todos ustedes no son más que uno en Cristo Jesús "(3, 28)».

El Papa, durante los saludos después del Ángelus del 2 de diciembre, recordó que en Kottar había sido proclamado beato Devasahayam Pillai, «un fiel laico que vivió en el siglo XVIII y que murió mártir. Unámonos –dijo– a la alegría de la Iglesia de la India y recemos para que el nuevo beato sostenga la fe de los cristianos de ese gran y noble país».
responsable de la traducción: Xavier Villalta


Odorico de Pordenone, Beato
Odorico de Pordenone, Beato
Misionero Franciscano, Enero 14


Por: Ferrini-Ramírez | Fuente: Franciscanos.org



Presbítero Franciscano

Martirologio Romano: En la ciudad de Udine, en la región de Venecia (hoy Italia), beato Odorico de Pordenone Mattiuzzi, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que viajó por las regiones de los tártaros, de los indios y de los chinos hasta la principal ciudad de China llamada Kambalik. En todas esas regiones convirtió a muchos a la fe de Cristo con su predicación del Evangelio (1331).

Franciscano, sacerdote, misionero por tierras de Oriente. Su culto fue aprobado por Benedicto XIV el 2 de julio de 1775, y su fiesta se celebra el 14 de enero, aniversario de su muerte en Udine.

Nacido en Villanova de Pordenone, provincia de Friul (Italia), hacia 1265, Odorico fue una especie de Marco Polo pero de hábito, viajando en pos de las almas. Antes de pedir permiso para ir al Oriente como misionero, Odorico había llevado vida eremítica y había desarrollado actividades apostólicas en su Friul natal. Humildísimo y penitente, riguroso y silencioso, este hermano que se vestía de túnica marrón, caminaba descalzo y se alimentaba de pan y agua, estaba bien preparado para la vida misionera y para los viajes largos e incómodos. Y su viaje fue bien largo, pues duró 33 años. De Venecia a Trebisonda, de donde siguió por tierra. Penetró en Armenia, atravesó la Persia, y en Ormuz se embarcó de nuevo hasta llegar a la India. En India recogió las reliquias de cuatro franciscanos martirizados, y volvió a embarcarse. Finalmente llegó a Zaiton, en China del Sur.

En Zaiton fray Odorico se sintió como en su casa. Los franciscanos ya tenían allí dos florecientes conventos. Hacía casi un siglo que los Hermanos Menores habían hecho su camino hacia el Oriente. El primer intento misionero, el de Juan de Pian Carpino, compañero de San Francisco, no había tenido el éxito esperado; pero más tarde, otro franciscano italiano, Juan de Montecorvino, no solamente había llegado a China, sino que había permanecido allí largamente, llegando a ser arzobispo y Patriarca del Extremo Oriente desde la cátedra arzobispal de Kambalik, el actual Pekín, capital del imperio mongol y sede del Gran Khan. Odorico llegó allí en 1325 y permaneció tres años.

Juan de Montecorvino y sus franciscanos ya habían realizado miles de conversiones. Odorico no fue menos. En breve tiempo administró miles de bautismos. Pero el viejo arzobispo quiso que el fraile del Friul regresara a Italia para contar al Papa la situación del Oriente y para pedir nuevos misioneros para la extensa diócesis. Odorico se puso en camino, esta vez por tierra. Cubrió esta larga distancia en poco más de dos años y en 1330 estaba de regreso en Venecia. Quiso ir de inmediato a donde el Papa a Aviñón, pero en Pisa se enfermó gravemente. Se hizo llevar al convento de Padua, donde dictó a un hermano de su Orden la relación de su viaje y de las actividades misioneras de los franciscanos en el Extremo Oriente, que otro presentó al Papa de parte del hermano enfermo. Mientras Odorico moría en su convento de Udine el 14 de enero de 1331, a los 66 años de edad, otros 50 misioneros franciscanos partían para Khambalik a proseguir la obra apostólica iniciada y desarrollada heroicamente por estos invictos pioneros del Evangelio.



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