San Dimas, santo del NT
fecha: 25 de marzo
†: s. I
otras formas del nombre: Dismas, «El buen ladrón»
canonización: bíblico
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: s. I
otras formas del nombre: Dismas, «El buen ladrón»
canonización: bíblico
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Conmemoración del santo ladrón, que en
la cruz reconoció a Cristo, y de Él mereció oír: «Hoy estarás conmigo en el
Paraíso».
patronazgo: patrono de los camioneros;
protector de los condenados a muerte; para pedir una buena muerte.
oración:
Oh glorioso San Dimas,
el más glorioso de los ladrones de la historia, tú que supiste robar del
Corazón Sagrado su Reino, su Gloria y su Vida, intercede por mí, para que yo,
que soy peor que ladrón, a la hora de mi muerte pueda, sepa y quiere decir
contigo: «Señor, acuérdate de mí cuando vuelvas con el poder de tu realeza».
Amén. [Oración recogida en internet].
«Tú, que a María
absolviste
y al ladrón prestaste
oído,
también a mí me has
dado esperanzas.» (estrofa del Dies Irae, secuencia de difuntos)

En la suposición de que Nuestro Señor fue
crucificado el 25 de marzo, el Martirologio Romano, en este día, contiene la
siguiente relación: "En Jerusalén, la conmemoración del santo ladrón que
confesó a Cristo en la cruz y mereció oír de El las palabras: "Este día
estarás conmigo en el paraíso." No sabemos más de su historia que lo
contenido en los pocos versículos dedicados a él por el evangelista San Lucas;
pero, como en el caso de la mayoría de los otros personajes nombrados en los
Evangelios, tales como Pilato, José de Arimatea, Lázaro, Marta, pronto se
compuso un relato que situó al "buen ladrón" en lugar eminente en la
literatura apócrifa de los siglos primitivos. En el "Evangelio de la
Infancia" de los árabes, se nos relata cómo, en la ruta de la huida a
Egipto, la Sagrada Familia fue asaltada por ladrones. De los dos jefes llamados
Tito y Dumaco, el primero, movido a compasión, pidió a su compañero que dejara
pasar a aquellas gentes sin molestia y, al rehusarse Dumaco, Tito lo sobornó
con cuarenta dracmas para que los dejara en paz. Entonces, la Santísima Virgen
le dijo a su benefactor: "El Señor Dios te sostendrá con su diestra y te
concederá la remisión de tus pecados." Y el Niño Jesús también intervino y
dijo: "Dentro de treinta años, madre, los judíos me crucificarán en
Jerusalén y estos dos ladrones serán crucificados conmigo, Tito a mi derecha y
Dumaco a mi izquierda y, a partir de ese día, Tito me precederá en el
paraíso." Este relato, junto con otros, encontró popular aceptación entre
la cristiandad occidental. Aunque los nombres más comúnmente dados a los
ladrones fueron los de Dimas y Gestas, también encontramos los de Zoatan y
Camata y aún otros diversos. Ese sentimiento genuino de devoción fue algunas
veces evocado, ya que el instante del perdón del buen ladrón en la cruz parece
figurar en la visión de San Porfirio (c. 400).
Encontramos a los dos ladrones
representados en cuadros de la crucifixión, desde tiempos muy remotos, como por
ejemplo, en el manuscrito de Ciríaco, ilustrado por Rábulas, en 586, conservado
en la Biblioteca Lorenciana en Florencia. Las palabras del buen ladrón:
"Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu reino," se han adaptado a
un uso muy solemne en la misa bizantina, al "gran principio" de ella
y a la comunión de los ministros y el pueblo.
Ver Evangiles apocryphes, editado por E.
Peeters, vol. II; el artículo Larrons en el Dictionnaire de la Bible, Bauer,
Leben Jesu im Zeitalter der N.T. Apokryphen, pp. 221-222; Rendel Harris en The
Expositor, 1900, vol. I, pp. 304-308; y Notes and Queries, serie décima, vol.
XI, pp. 321 y 394; vol. XII, p. 133. Ecos de la leyenda del buen ladrón se
encuentran tanto en el Cursor mundi medieval, 11. 16739 ss., como en Golden
Legend, de Longfellow y en otras partes.
En la imagen: El buen ladrón en la cruz, de Robert Campin (aprox 1425)
En la imagen: El buen ladrón en la cruz, de Robert Campin (aprox 1425)
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?ids=991
San Dula, mártir
fecha: 25 de marzo
†: s. inc. - país: Turquía
otras formas del nombre: Dulas
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
†: s. inc. - país: Turquía
otras formas del nombre: Dulas
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
En Nicomedia, san Dula, mártir.
Del santo venerado bajo este título no ha
quedado de vestigio seguro más que el nombre y la localización; y tan cierto es
esto, que ni siquiera es posible saber si se trata de un varón o de una mujer,
aunque como se puede ver, el Martirologio Romano actual en buena lógica -como
veremos luego- lo inscribe como varón. La historia de esta inscripción (ya que
no tenemos historia del mártir) es un buen ejemplo de los peligros de dejar
demasiado suelta a "la loca de la casa", como llamaba a la
imaginación santa Teresa. Comencemos por el principio:
Hubo un mártir en Nicomedia llamado con el
muy común nombre griego de "Doulas", nombre de varón, perfectamente
atestiguado, y que se relaciona con la palabra griega "doulos", que
significa "siervo", pero que no implica que el mártir fuera siervo,
ni mucho menos. El buen hombre sólo se llamaba Doulas (como se podría haber
llamado Juan) y murió mártir. En la primera antigüedad cristiana no se
interesaban demasiado por las historias de santidad, pero eran muy minuciosos
en llevar un registro de los nombres y lugares donde se enterraban los
mártires, cuyas tumbas devinieron en seguida centros de celebración y
veneración. Así es como nos llegaron centenares de nombres de mártires con su
respectivo lugar de martirio, o al menos de enterramiento, y alguna que otra vez
asociado a una pequeña mención anecdótica del tipo de martirio, o alguna otra
circunstancia destacada. De ese tipo de material se nutrieron los primeros
listados que conocemos, que eran locales (como la "depositio
martyrum" de los mártires romanos, documento del siglo III de gran
valor).
Más adelante comenzaron a surgir las
listas más desarrolladas, con mártires de distintas procedencias, y más
completos, en lo posible; esos listados ya contienen (como el Romano actual) un
"elogio" del santo, es decir, una breve historia o las
características propias, etc, así como una ubicación más precisa en el tiempo.
Nacen así los "martirologios históricos", del que el primer ejemplo
es el llamado "Jeronimiano", del siglo VI. Precisamente en tres
copias del Jeronimiano -nos cuenta Acta Sanctorum- figura "En Nicomedia,
nacimiento de Dulas" (nacimiento, en el lenguaje de los martirologios
quiere decir "nacimiento en el cielo", es decir, fallecimiento,
generalmente martirio). Aquí comienza la primer confusión de género del pobre
Dulas: el nombre griego era masculino con forma femenina, así que por analogía
se lo inscribió en latín con la declinación usada para los femeninos:
"Dulae", es decir, "de Dulas".
Pero algún copista del Jeronimiano,
consideró que una noticia tan escueta era demasiado poco, así que se ocupó de
aclarar lo que la palabra quiere decir en griego, y puso: "In Nicomedia,
natalis Dulae ancillae", es decir: "En Nicomedia nacimiento de Dulas
esclava". "Esclava" es simplemente la traducción de
"Dulas", pero los siguientes no parecieron entender que se trataba de
la traducción del nombre, así que consideraron que "esclava" era su
condición. Para mayor confusión, alguien puso la palabra "militis",
que puede querer decir que Dulas era soldado, pero como estaba al lado de la
palabra "ancillae", se comenzó a entender que significaba
"esclava de un soldado". Ese fue el pistoletazo de salida para la
disparada imaginación de los hagiógrafos, que fueron añadiendo invento tras
invento a esa esclavitud, y así nos encontramos con que Dulas, la esclava, tuvo
que luchar por su virginidad hasta llegar al martirio... hay varias etapas de
redacción del elogio, la última es la de Pedro De Natalibus, poco después del
1600, quien en su Martirologio dice: "Dula, virgen y mártir que padeció en
la ciudad de Nicomedia. Fue una esclava de cierto soldado pagano: cuándo él
quiso conocerla [eufemismo por tener relaciones sexuales] ella lo rechazó
diciendo que las leyes cristianas prohibían el adulterio, y como oyese su dueño
que era cristiana, él mismo la mató por su fe."
Puede parecer que Pedro De Natalibus se
excedió en su invento de la historia, sin embargo sólo se limitó a dar un poco
de lógica a un galimatías verbal que a esa altura resultaba indiscernible. El
Martirologio actual ha optado -al igual que hace en otros casos de extremada
confusión- por retrotraerse al dato primigenio, aun a riesgo de perder
historias preciosas, pero carentes de un auténtico fundamento.
En Acta Sanctorum, marzo, tomo III, pág.
554, se encontrarán, en una muy breve noticia, las diferentes redacciones del
elogio. En algunos sitios actuales se sigue indicando a Dulas como mujer.
Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=992
por Maricruz (221.89.37.---)
- lun , 25-mar-2013, 23:36:24
Muy buen análisis de
como se forman las leyendas hagiográficas.
Por otra parte la "leyenda" está constituida por una historia, en este caso, que ha sucedido en multitud de mujeres en condición inferior ante las solicitudes sexuales de hombres en posición de poder, y las que por fidelidad a sus principios han rechazado han sufrido las consecuencias desde las más leves a las más graves, como la muerte.
Así que en esta Sta. Dulas podemos recordar a esas mujeres anónimas que han dado su vida por coherencia con sus principios, su fe, su fidelidad...
Por otra parte la "leyenda" está constituida por una historia, en este caso, que ha sucedido en multitud de mujeres en condición inferior ante las solicitudes sexuales de hombres en posición de poder, y las que por fidelidad a sus principios han rechazado han sufrido las consecuencias desde las más leves a las más graves, como la muerte.
Así que en esta Sta. Dulas podemos recordar a esas mujeres anónimas que han dado su vida por coherencia con sus principios, su fe, su fidelidad...
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